El High School Skiringssal era un prestigioso colegio donde solo los hijos de la elite privilegiada estudiaban, una de las grandes ventajas que tenía este colegio referente al resto, era que no hacia distinción entre Alfas, Betas y Omegas. Cualquiera era bien recibido, siempre y cuando cubrieran los requisitos del Instituto. Ahí los alumnos recibían la educación básica dando énfasis en los últimos años en la educación dependiendo su casta. Tras conseguir el diploma del High School Instituto Skiringssal, los estudiantes podían continuar su educación ingresando en alguna universidad y cursando estudios superiores sin ningún problema. Por todo ello el Instituto era una escuela altamente cotizada.
Thor como toda su familia había estudiado en dicha institución, aun recordaba con cariño como durante su etapa escolar había ayudado a Skiringssal a ganar varios campeonatos de fútbol americano, aun su foto junto al equipo y los trofeos adornaban las vitrinas de dirección. Podría decirse que era casi una leyenda en aquel lugar.
En cuanto lo vieron bajar del auto los alumnos se arremolinaron para admirarlo. Para los jóvenes Alfas era su ejemplo a seguir, mientras que para los Betas y Omegas era su más grande aspiración. Thor inmediatamente olfateo el ambiente lleno de feromonas sintiéndose un poco asqueado ante tanto aroma, sobre todo por que varios de aquellos jóvenes no tardarían en entrar en celo.
Loki por su parte se sentía amedrentado, demasiados Alfas tratando de lucirse ante él y demasiado Omegas queriendo llamar la atención de su Alfa, algo que lo lastimaba y molestaba por igual dado el hecho de considerarse defectuoso e insuficiente para alguien como Thor. Afortunadamente el director Brighid, los atendió de inmediato encerrándose junto con la pareja en su despacho aislándolo de tantos aromas que estuvieron a punto de enloquecerlo.
Una hora después salían de ahí con una lista de libros y equipo que Loki necesitaría durante su estancia en el colegio, así como una serie de material para ponerlo al corriente según el grado en que debía ingresar.
La tercera parada fue en Time Warner Center cerca de Columbus Circle, un gran centro comercial con tiendas de lujo como Hugo Boss, Swarovski, J. Crew y más.
-¡Es enorme!- dijo Loki completamente emocionado ante la inmensidad de aquel lugar
-Sí, es un lugar muy grande así que no te separes de mi.
Para ese entonces Thor estaba por volverse loco, tenía demasiado trabajo en la empresa como para estar perdiendo el tiempo en compras con ese niño.
Loki se maravillaba con cada cosa que veía arrastrando a Thor a cada tienda provocando aún más el hastió del rubio. Como pudo lo despego del aparador de una gran librería prometiéndole regresar en cuanto terminaran. Ingresaron a una tienda de ropa juvenil donde fueron abordados inmediatamente por uno de los vendedores.
-Bienvenidos, mi nombre es Archie ¿puedo ayudarles?
-Buscamos ropa para el- señalo Thor empujando nuevamente a Loki por delante
-Por supuesto ¿algo en especial?
-Un guardarropa completo- sentencio el rubio distraído mientras revisaba la calidad de las telas conque estaban confeccionadas las prendas.
-Claro, si gustas acompañarme – dijo el joven vendedor dirigiéndose al chico- si lo desea puede sentarse en la pequeña salita cerca de los probadores mientras su hijo se mide la ropa- Thor bufo irritado ante el constante recordatorio de la gran diferencia de edad que había entre ellos.
Loki trataba de elegir la ropa que le pareciera adecuada para un omega de su edad enlazado, deseando que fuera del agrado de su alfa. Se probaba una prenda otra sin poder decidirse al comprender que en realidad no tenía idea de los gustos del rubio.
-Ese atuendo se te ve muy bien- dijo el vendedor ante la imagen que reflejaba en el espejo- seguramente tu padre estará complacido.
-Mi s….él no es mi padre- dijo casi en un susurro
-Oh perdón- dijo Archie apenado al comprender su error dado la marca que llevaba el adolecente en el cuello- aun así creo que le gustara verte vestido así
-La verdad no se….
-Por qué no sales para que te vea y te de su opinión
Loki salió buscando la aprobación del rubio, pero Thor estaba metido en una guerra vía móvil con su asistente.
-No, no y no –decía irritado –ya había yo quedado con ellos que el deposito se haría en dos partidas, la primera que sería depositada esta mañana para asegurar el arribo de los insumos y la segunda después del lanzamiento… ¿Cómo que pagare?… no, no acordamos nada de eso… ¿Qué?... ¡No! –Exclamo exasperado –comunícame con ellos… ¡Si” no importa, desvía la llamada al celular.
-Señor ¿le parece adecuado? –pregunto Loki, pero Thor lo ignoro una vez más.
-¿Ya terminaste? –contesto impaciente, pero antes de oír su respuesta se volvió a perder en el celular- ¿Si? Soy Odinson……-dijo alejándose buscando un poco de privacidad para atender ese asunto.
-Seguramente a tu tío le gustara todo lo que elegimos –dijo Archie al notar la falta de interés del adulto
-Tampoco es mi tío….-murmuro
-Lo se…. Nunca lo son- dijo guiñándole el ojo con complicidad.
Thor seguía distraído en sus asuntos cuando salieron de aquella tienda seguido por el tímido adolecente.
-…Tu y yo teníamos un trato Blade, así
que no me salgas con eso….- dijo deteniéndose de golpe completamente exasperado. Loki permanecía en silencio a su lado observando cada detalle de ese magnífico lugar cuando un kiosco de pastelillos cerca de donde se encontraban llamo su atención
-Mi señor ¿podemos….?- pregunto jalándolo un poco de la manga para llamar su atención sin poderlo conseguir. Sin embargo estaban demasiado cerca así que no creyó que estaría mal ir a echar un vistazo.
Las repisas del kiosco estaban repleta de toda clase de dulces, postres, frutas cristalizadas y confites. Los verdes ojos de Loki se detuvieron en una suculenta tarta con muchísimo merengue y frutas coronándolo. El estómago del pelinegro lo reclamo ante la falta de comida pues aquel postre se le antojaba delicioso, con el tamaño justo para poderlo devorar en tan solo un par de mordidas. Su hermano solía prohibirle ese tipo de alimentos alegando que tanto dulce solo dañaría su dentadura y lo haría engordar, pero como todo adolecente, Loki adoraba las cosas dulces, así que deseo que su señor le permitiera disfrutar aunque fuera una pequeña mordida de aquella delicia.
-Son realmente deliciosos –dijo una voz cerca de él causándole un sobresalto –lo lamento, no fue mi intención asustarte- sonrió amablemente- son mis favoritos así que te los puedo recomendar ampliamente.
Hasta ese momento Loki se permitió verlo directamente, se trataba de un joven delgado, alrededor de los veinticinco años de cabello castaño de mirada afable y por su falta de aroma seguramente un beta.
-Perdón, por no presentarme como es debido. Mi nombre es Svadilfari- agrego teniéndole la mano- mucho gusto
-Soy Loki –dijo teniéndole la mano nerviosamente, no estaba acostumbrado a interactuar con desconocidos pero por alguna razón, aquel joven le inspiraba confianza.
-¿Andas solo?- pregunto extrañado dado que era poco común que un Omega de su edad estuviera sin compañía
-No…-susurro el chico dirigiendo su vista hacia donde el rubio seguía discutiendo vía telefónica. El estómago del pelinegro volvió a gruñir causándole gracia a su interlocutor.
-Dame dos canastas tropicales y sírvelas por separado Bill- dijo el mayor dirigiéndose al vendedor, quien inmediatamente le entrego el pedido- Toma, comprobaras por tu mismo que no miento.- Loki lo tomo temeroso viendo el delicioso postre indeciso de comerlo- anda, pruébalo- dijo sonriente mientras le daba un gran mordisco a su tarta lo que le dio la confianza al chico de hacer lo propio con la suya para beneplácito del mayor- Dime Loki ¿Cuántos años tienes?
-Quince, casi dieciséis- respondió mientras el dulce almíbar invadía sus papilas gustativas
-Ya veo- dijo viéndolo más detenidamente. Aquel chico parecía más joven de la edad que decía tener, sobre todo por la inocencia con la que maravillado veía todo a su alrededor. Seguramente debía ser uno de esos pobres niños Omega “sobre pedido” que eran como solían llamar a los pequeños de su clase, criados y educados para someterse, algo que el le indignaba demasiado.
Loki saboreaba aquel postre con tal delicia que era inevitable no sentir ternura por aquel pequeño en ese instante relamía sus dedos saboreando hasta el último resquicio de aquella humilde tarta. Svadilfari lo contemplaba entre divertido y extasiado cada uno de sus movimientos ingenuamente sensuales.
-¿Otro más?- dijo riendo. Loki callo en cuenta de su comportamiento sonrojándose, pero el castaño no hizo comentario alguno, solo le sonrió- Dame dos mas Bill
-Gracias- dijo el chico aceptando el segundo postre, pero esta vez trato de mantener mayor decoro al saborearlo, aunque eso no evito que un poco de crema batida terminara en sus mejillas el mayor sonrió y alargo su mano para limpiarlo cuando su muñeca fue apresada por un poderoso puño- Mi Señor- dijo instintivamente bajando la cabeza soltando lo que quedaba de aquella tarta. Thor simplemente gruño acribillándolo con la mirada, solo eso basto para que el chico comenzara a temblar agazapándose temeroso mientas el Alfa interponía su cuerpo entre él y el intruso.
-Tranquilo amigo, solo estábamos conversando- se apresuró a aclarar el beta, jamás pensó que aquel niño fuera un Omega reclamado- Solo compartíamos un postre-trato de explicarse aun a sabiendas que ante un Alfa aquello Salía sobrando.
Thor se obligó a calmarse tratando de controlar su agitada respiración sintiendo como su sangre bullía por dentro, había actuado sin pensar. Aunque su lado racional le debatía que no había motivo para su reacción su instinto lo instaba a hacer pedazos al propietario de esa mano que osaba querer tocar lo que le por derecho le pertenecía, al ser consciente de sus pensamientos soltó a su presa asustado antes de cometer una locura…..otra locura.
-Sera mejor que me vaya- dijo dirigiéndose al chico cuando recupero su mano sacando su cartera para pagar pero el rubio se le adelanto
-No es necesario- dijo de manera cortante
-Fue una invitación, no me molesta
-Pero a mi si- gruño, ante esta declaración el castaño dio un paso atrás
-Está bien, un gusto conocerte Loki- dijo sonriéndole afable antes de retirarse.
-¡¿Me puedes explicar qué demonios hacías con ese imbécil?!- gruño furioso apenas el intruso se machara
-Yo…no…lo que pasa es que…
-¿Acaso tienes tanta hambre que necesitas mendigar alimento?- dijo rechinando los dientes
-¿Cómo?- pregunto confundido- No, claro que no – sintiendo esa pregunta como un insulto- de ninguna manera
-Bien, porque esta es la primera y última vez que aceptas algo de un extraño, cualquier cosa que necesites o desees pídemelo y no me avergüences limosneando de esta manera.
Loki bajo la mirada apenado, por un momento olvido lo sensible que eran los Alfas con aquello del poderío económico, parte de su instinto según tenía entendido. La necesidad de proteger y proveer les instaba a buscar una buena posición económica. Cumplir a sus omegas todos sus caprichos, era una forma de mostrar a otros alfas su supremacía y deslumbrar a otros omegas. El haber aceptado aquella golosina podía tomarse como un indicativo de que su Alfa no era lo suficientemente bueno proveyéndolo y eso para un Alfa sangre pura como un Odinson era un gran insulto.
-Perdón mi señor- dijo cayendo de rodillas ante su alfa agachando la cabeza con sumisión
-¡No hagas eso!- exclamo horrorizado Thor ante esa actitud levantándolo por los hombros con poca delicadeza. Sabía que los Omegas eran sumisos por naturaleza, algo que los Alfas de antaño habían explotado casi rayando en la humillación y aunque la vida moderna había cambiado algunas cosas, seguían existiendo costumbres muy arraigadas sobretodo tratándose de Omegas provenientes de familias Alfa, algo que a él lo desquiciaba, motivo por el cual prefería relacionarse con betas.
-Lo siento, de verdad lo siento- repetía constantemente bañado en lágrimas sin permitirse levantar la vista hacia su señor
-¡Deja de llorar!- lo zarandeo con brusquedad, aquellas lagrimas lo incomodaban a tal grado que lo único que deseaba en ese momento era alejarse al no poder identificar los sentimientos que se contrapunteaban en su interior, por un lado quería castigarlo por su comportamiento pero por otro deseaba abrazarlo y reconfortarlo, pero antes de que pudiera reaccionar Loki lo rodeo por la cintura enterrando su rostro contra su pecho. Aquel simple acto lo desarmo y al sentirse totalmente incapacitado ante tal situación lo único que atino a hacer fue separarlo de él- Suficiente, deja de llorar
-En verdad lo siento- musito limpiando sus lagrimas
-Deja de disculparte también, ten dijo sacando un fajo de billetes de su cartera. Mañana mismo hare que te entreguen una tarjeta descredito para tu uso personal, así que si necesitaras algo y yo no estoy, cómpralo- dicho esto tomo las bolsas que contaminen las compras y comenzó a caminar- anda vamos aún nos falta ir a la dichosa librería y tengo hambre.
Loki se quedó perplejo ante lo que tenía en sus manos, jamás había visto tal cantidad de dinero y mucho menos a su disposición. Cuando el chico salo de su sorpresa se dio cuenta que el rubio ya se había adelantado.
-Gracias- dijo tímidamente- Mi señor es muy generoso. –Thor resoplo con fastidio ante tal adjetivo
-Thor, mi nombre es Thor así que no vuelvas a decirme “mi señor” por qué no lo soy
-Pero llevo su marca -se apresuró a debatir el chico mientras el alfa torcía el gesto, no necesitaba que se lo estuviera recordando.- Y le juro que haré todo lo posible para honrarlo, jamás hare algo que pueda llegar a incomodarlo
-Entonces deja de llamarme “mi señor”, no me gusta
-¿Y cómo debo dirigirme a usted?
-En primera, deja de hablarme de usted, me hace sentir un anciano, en segunda te vuelvo a repetir que mi nombre es Thor, Thor Odinson, así que llámame así
-Como ordene…s
-No te estoy ordenando- gruño fastidiado el rubio ante tal actitud- te estoy pidiendo de favor que dejes de llamarme asi- puntualizo irónico
-Está bien- Loki sonrió radiante, según se le había educado, el que un Alfa permitiera a su Omega llamarlo por su nombre, era un signo de intimidad, confianza y aceptación.
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Thor Odinson jamás podría olvidar le visita a aquella librería, nada más entrar el verde de sus ojos brillo con tal intensidad que parecía iluminar por completo el gran local.
-Anda, ve a buscar algo que te agrade mientras surto la lista del colegio y recuerda, nada de extraños.- Loki asintió para luego perderse entre un laberinto de estanterías y torres de libros volviendo luego de unos minutos con una pila de ejemplares que le habían maravillado y por los cuales no sabía por cual decidirse-Lleva los que quieras- le sugirió Thor mientras revisaba distraídamente un mensaje en su móvil.
-¿Es enserio?- Pregunto entre incrédulo y emocionado
-Sí, ponlos en la cuenta.- El rubio sintió posarse algo suave y húmedo sobre su mejilla, apenas fue consciente de que Loki lo había besado. Se volvió a mirarlo anonadado mientras el chico le regalaba la más hermosa sonrisa que hubiera visto en su vida.
-Gracias- le dijo sonrojado y salió corriendo nuevamente hacia las estanterías revoloteando entre ellas como un delicado colibrí sobre las flores.
Thor sonrió sin poder evitarlo, llevo una mano hacia su mejilla acariciando el lugar donde hacía solo minutos los cálidos labios del chico hicieron contacto, era realmente extraño lo que sentía emerger de su interior, una sensación hasta entonces desconocida que lo llenaba de una rara calidez que nunca había experimentado y vaya que él sabía de besos pero este era tan diferente que no sabía cómo catalogarlo, simplemente se quedó ahí pensando en la forma en que ese chiquillo había llegado a cambiarle la vida.