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Open Mind por AkiraTetsuya

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Capítulo 1


El ambiente en aquel afamado hospital estaba alborotado, pues entre las enfermeras corría un extraño rumor. Después de todo, ¿qué tan fácil es creer que un alfa hacía los tramites para embarazarse?, era lo más ilógico que se podría escuchar


Por ello mismo rechinaba los dientes, pues ¿qué tenía de malo?. Había escuchado de betas queriendo ser alfas y omegas queriendo ser betas, el que un alfa quisiera ser omega no debería ser extraño.


Suspiro sentándose fuera del consultorio cruzando elegantemente las piernas. Los cuchilleos de su persona lo ponían de mal humor y eso apestaba, literalmente, su olor se volvía más intenso, agrio y amargo aún bajo la capa de perfume.


El olor era algo que le ponía levemente irritable, tenía cierto... fetiche por el aroma, pero no como normalmente un alfa lo haría.


Odiaba el olor a alfa o el olor a omega en celo, eran olores demasiado fuertes para su critica. Por ello mismo religiosamente cargaba un frasco de su colonia más fina y deliciosa, lastimosamente ésta era opacada cuando sus emociones salían a flote, por lo que procuraba mantenerse calmo y sereno... Algo muy difícil considerando su naturaleza alfa.


Si lograba echar un vistazo por los pasillos podía ver a las enfermeras dar pequeñas risitas enamoradas y a uno que otro niño señalándole con curiosidad. Lo ultimo le causaba una leve risita, irónicamente sólo los pequeños alfas se atrevían a señalarle.


-Joven Astred- el llamado del doctor le saco de su ensoñación, respondió con un leve asentimiento al levantarse entrar al pequeño cubículo del profesional ya de casi 50 años, está vez era un omega, al parecer era el encargado de las muestras de inseminación -¿Cómo se encuentra joven Dante?, supongo que nervioso- soltó una risa ligera que hizo sonreír con amabilidad al galeno


-¡Para nada, Doc!, estoy emocionado con todo esto- el mayor asintió cómplice con el joven alfa mientras abría un pequeño mostrador a sus espaldas, poco después en las manos del castaño reposaba un frasco con pequeñas pastillas rosas, sobre cada una de ellas se veía el símbolo de los omega -¿Doc?-


-No te preocupes muchacho. Estas pastillas van a ser tu último tratamiento hasta que llegues a finalizar el embarazo- en sus dedos tomo una de las pastillas y se la mostró al joven -Cada una de estas contiene la cantidad de hormonas que produce un omega en sus ciclos de celo, esto estimulara a que tu cuerpo “olvide” por decirlo de una manera, su condición alfa y comience a comportarse como el de un omega-


Se mantuvo callado un momento, pero luego mostró sus dientes indicándole al mayor que prosiguiera. Este aún no estaba muy seguro de lo que el alfa buscaba, le caía bien, era un joven sumamente interesante y divertido, pero aún no entendía qué pasaba por su mente. Suspiro en resignación y prosiguió


-Ya se han probado, por lo que no es una versión experimental. Con el paso del tiempo notaras cambios en tu cuerpo, tu nudo no se hinchará tanto y sentirás lubricación en la zona que se te ah modificado, te recomiendo eh... tocarte allí para que vallas acostumbrando esa zona antes del parto. La tomarás una vez a la semana a partir de este lunes- miró levemente al ojiamatista para ver si hacía alguna expresión de disgusto o extrañeza, pero sólo veía una sonrisa soñadora. No sabía en que pensaba -¿Alguna duda?-


-¿Cuándo podre tener a mi bebé?- el alfa se cubrió la boca avergonzado, sinceramente no quería sonar desesperado en cuanto a ese tema -Q-quiero decir que, ¿para cuándo se podrá hacer la inseminación?-


El doctor sonrió enternecido al ver aquello, oh como desearía que su nieto fuese como ese chico, pero bueno, no todo en la vida es como se desea -Dentro de tres semanas. Eso claro, si para comienzo de la semana nos das una elección en cuanto al donante- el de pestañas rizadas se erizó dando una risa nerviosa, todo esto bajo la inquisitiva mirada del mayor -¿Aún no logras decidir?, pero si son las características que pediste, ¿qué te preocupa?-


-Bueno...- un delicado olor a avena y miel comenzó a llenar la habitación. Miró al omega que le miraba comprensivo y se dio el gusto de suspirar, agradecía que liberara algo de su aroma, le había ayudado a tranquilizarse -Verá... no me causa mucha gracia que los donantes sean alfas. No es que tenga nada en contra de mi raza, es sólo que... no sé... el olor de mi bebé podría ser muy...-


-Oh muchacho- el castaño levanto la mirada al ver como sus manos eran sostenidas por las desgastadas manos del mayor, brindándole una sonrisa maternal -Dime una cosa, ¿qué tanto deseas a ese bebé?-


-¡Mucho!, de verdad llevo toda mi vida deseando este momento- respondió con fuerza, sus ojos brillaban en deseo e ilusión


-Entonces, ¿vas a dejar que esa pequeña cosa te prohíba conseguir a tu pequeño?- el castaño negó con una mirada determinada y suspiro aliviado, el Doc tenía razón, ¿después de todo lo que pasó se iba a echar para atrás por eso?, no señor -Bien, entonces esperaré tu respuesta este_...


-Elija por mi- El doctor quedo de piedra al escuchar aquello, miraba interrogante al castaño que sonreía en confianza con el mayor -Doctor Louis sé que puedo confiar en usted-


El mayor intentó decir algo pero el castaño ya se encontraba en la puerta, a diferencia del omega la energía del alfa era sin duda admirable -P-pero joven Astred...


-Elija a un buen partido Doc. Y no me diga quien es hasta que ya tenga a mi bebé en mi vientre ¿ok?. ¡Nos vemos Doc!- y cerro.


Oh Dios, era demasiado peso para un viejo omega. ¿Elegir por el niño?, valla tarea


-Estos chicos de ahora- frotó levemente su ceño mirando los folder con información de los donantes. Con un suspiro se puso a trabajar. Miró el historial de cada alfa, desde diecinueve a treinta años, y descartó muchos, quedando sólo con cinco. Justo iba a decidir cuando la puerta fue abierta junto con un “¡Hey!, ya llegué viejo” -¡Adam, muchacho mal educado, toca la puerta al menos!- exclamo tocando su pecho, valla susto


-¡Perdón!, vine a entregarte estos documentos- el omega suspiro y tomó los documentos que su aprendiz le entregaba, ojeándolos levemente, estaba más enojado con su tonto alumno, no comprendía como podía tener tan poca consideración con su mayor.


El joven de piel morena miraba desinteresado el cubículo, hasta que vio una imagen en particular. La imagen de un hermoso chico de cabello castaño y ojos cual joyas, inevitablemente sonrió burlonamente -Oye viejo, ¿ese de casualidad es el chico que dicen que se va a embarazar?- el mayor le miró con resignación y algo de fastidio, conocía muy bien a su alumno, y esa sonrisa no significaba nada bueno


-Sí es él, ni se te ocurra inmiscuirte en este caso-


-Oh~ abuelito si yo no hago nada malo. Da la casualidad de que le conozco y ya ... bueno, ya me voy Doc, te veo mañana- el omega dio un suspiro mirando como el moreno salía del cubículo y decidió darse un descanso, vio por última vez las carpetas y colocó un sello a la que creyó más conveniente, un joven casi de la misma edad que el chico, sin pareja y sin enfermedades, al parecer era un donante joven, quizás unos veinte años, pero estaba seguro de que su elección había sido buena.


·····


Poco después de que el mayor se fuera el moreno se dirigió al doctor alfa que había atendido al castaño la última vez, haciendo una simple pregunta


-¿Que tantas probabilidades hay de que sirva ese experimento con el alfa que quiere embarazarse?-


-Pues... un 45%, quizás un 60% si el muchacho tiene suerte de que llegué a termino-


Una sonrisa creció en su rostro. Oh ese pobre Danny aún seguía con ese sueño de querer tener un hijo, ¡habían pasado más de cinco años!. Bueno, no era su problema.


Pasó por última vez por el despacho de su superior y recogió un par de cosas para luego irse, llegaría tarde a su casa.


No se fijó en el folder semiabierto en el escritorio en donde se revelaba a un joven de piel morena y tanto ojos y cabello negro. ¿Qué cómo se llamaba ese chico?...


-¡Oye Adam, ¿quieres ir a beber con nosotros?-


-¡Ok, voy a ligar con muchos omega!-


·····


La pequeña habitación pintada con un suave color crema era habitada por el joven castaño de mirada amatista. Dante miraba con emoción su vientre aún plano con una fina cicatriz que había dejado la anterior operación en su cuerpo. A pesar de que como todo alfa su cuerpo estaba levemente tonificado la pequeña curvatura de su cintura se acentuaba de una manera poco común para un cuerpo como el suyo, algo que no le importaba mucho la verdad.


Tras años de espera, operaciones y tratamiento por fin iba a cumplir su sueño. Dio un suspiro y volvió a tomar un pincel que tenía casi olvidado en el suelo, terminando unos pequeños retoques en una pintura que llevaba poco tiempo haciendo.


-El deber de un alfa y un omega eh...- su mirada se fijó en el dibujo que le habían mandado a hacer. Unas cadenas que unían una mano con el símbolo omega y otra con el símbolo alfa, ambas tomadas de las manos. Su ceño se frunció levemente y continuo dibujando intentando ignorar el verdadero significado de esa imagen que lastimosamente había echo él. El verdadero significado de la marca...


-Tch... que estupidez-


 

Notas finales:

Primero que nada, ¡muchas gracias por sus comentarios!. A pesar de que esta historia la escribí para hacer un omegaverse a mi estilo no estoy segura si está bien echo, pero espero que con el transcurso de la historia llegue a volver a la rutina, intentaré hacer caps más largos y más explicativos para que no se alargue tanto ya historia que por una vez en la vida quiero terminar una ¬¬'


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