Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Drabble #10 por TabiiiTa

[Reviews - 3]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Solo quería ver si me recordaban...? 

A continuación se menciona self harm (auto lesión), si son de mente y/o corazón sensible abstenganse de leer. Y niñ@s no hagan esto en casa.

El picor se extiende por su brazo derecho, el corte recién hecho palpita en su piel enviando corrientes eléctricas que nublan su cerebro con dolor. Dolor y nada más –al fin. Cierra los ojos y deja caer la pequeña cuchilla al fondo de la tina.  Le tiemplan las manos.

¿Qué estoy haciendo?

Recuerda las promesas: los ‘nunca más’, los ‘yo estaré a tu lado’. Y se pregunta de qué sirven ahora. ¿De qué sirven si cuando llega al límite sigue necesitando huir y recurrir a este dolor físico para apartar todo lo demás de su mente?

¿De qué sirven las promesas si nadie está allí para cumplirlas?

Abre los ojos lentamente, el dolor agudo se ha ido y solo queda un cosquilleo en su piel. Apoya el brazo en el borde de la tina y busca a tientas la cuchilla mientras contempla la sangre acumulándose en los bordes del corte.

Antes era más cuidadoso, se cortaba en lugares poco visibles. No quería que nadie supiera lo trastornada que era su mente. ¿Pero ahora qué importa si corta su antebrazo? Ya no hay nadie quien lo vea. Está solo. Está solo en este mundo lleno de gente que no lo nota, no lo ve, ni lo entiende.

Todo el tiempo estuvo mintiéndose a sí mismo. Los ‘estoy bien’ y las sonrisas que no llegaban a sus ojos. Todo era una ilusión. Otro escudo para evitar caer y desmoronarse cómo lo está haciendo ahora.

Otro corte profundo ahoga la desesperación de su pecho. Exhala un gemido de alivio. El dolor nublando su cerebro espanta todo lo que no quiere sentir, lo que no sabe manejar.

Las lágrimas nublan su visión, pero sonríe. Una sonrisa verdadera se estampa en sus labios, porque siente tanto alivio y se mantiene allí después de cada corte que hace.

Observa la sangre chorrear constantemente mientras su conciencia se apaga. El agua teñida de rojo ni siquiera le causa nauseas ya, pero el hecho de caer en cuenta de que lo ha vuelto hacer le revuelve el estómago de tal manera, que despierta de golpe.

 

 

Cuando abre los ojos está bañado en un sudor frío. Su oídos retumban con los latidos frenéticos de su corazón acongojado. Otra pesadilla o recuerdo, no está seguro. Esas cosas pasaban antes, él hacía esas cosas antes.

En la habitación a oscuras, sólo atina a hacer una cosa, busca a tientas su celular y lo encuentra bajo la almohada. Son las tres de la mañana, pero no importa, con los dedos temblorosos aprieta el primer botón de llamada rápida. Y apega el celular a su oreja con tanta fuerza que molesta.

Muchos pitidos después, una voz somnolienta responde, llena de preocupación.

–Jonghyun-ah, ¿estás bien? ¿Pasa algo?

Traga pesado y muerde su labio inferior, indeciso. Ha hecho esto tantas veces, y aún así sigue sintiéndose tonto cada vez que llama al otro por tener miedo de sí mismo.

–Tuve otro de esos sueños, Hyung… no quiero hacerlo otra vez – su respiración entrecortada le impide hablar con claridad.–… no quiero. –Siente las lágrimas rodar por sus mejillas al recordar todas esas emociones dejadas atrás, supuestamente superadas pero que todavía lo persiguen como un fantasma resentido.

–¿Está bien si voy? Puedo llegar en 15 minutos.

–Por favor ven – Suplica con un hilo de voz y se esconde entre sus mantas sintiéndose patético al rogar por su compañía otra vez.

Pero es Jinki, el único en quien confía. Es quien lo sacó del abismo en el que se encontraba de pie a la espera de caer. Quien se encargó de sanar todas sus heridas y espantar todos sus miedos. Es quien le enseño a vivir sin morir en el intento. Así que no le importa sonar patético ni necesitado, sólo quiere tenerlo allí en este oscuro momento, como todas las veces anteriores.

Un portazo a través de la línea telefónica lo lleva de vuelta a la realidad, de seguro Jinki salió con sólo un abrigo encima otra vez, pero no tiene cabeza para regañarlo. El mayor no deja de hablarle en ningún momento y su respiración agitada le indica que va caminando a toda prisa. Con esa dulce voz llena de preocupación y cariño le dice cosas tranquilizadoras que logran aplacar sus miedos.

Jonghyun se siente como en trance entonces, con su mano libre acaricia todas las cicatrices que aún puede sentir marcando su piel. Las lágrimas se han detenido, pero su corazón sigue acongojado y seguirá así hasta que el mayor llegue a su lado.

El golpeteo insistente en la puerta de entrada lo saca de su estupor, deja el celular tirado sobre el velador para correr a abrir. Jinki debe haber olvidado sus llaves de repuesto.

Tiene razón, del otro lado un sonriente Jinki intenta nivelar su respiración.

–Estoy aquí – El mayor da un paso dentro, solo para al instante siguiente limpiar los restos de lágrimas en sus mejillas con toda la delicadeza que puede reunir en sus manos temblorosas. Jonghyun siente un estallido de emociones en el pecho: un poco de culpa, pero principalmente agradecimiento y consuelo.

–Jinki Hyung –Gimotea, y luego se lanza a abrazarlo hasta casi asfixiarlo.

Jinki le devuelve el abrazo enseguida. Apretado y cálido, justo lo que necesita. Guía a ambos al interior, sin despegarse ni un poquito en todo el camino.

Solo se separan al llegar a la cama, Jinki se quita los zapatos y la chaqueta, Jonghyun tenía razón sobre eso también: lleva el pijama puesto. Se acuestan en la cama, tan cerca cómo les es posible y mientras Jinki acaricia al cabello de Jonghyun afectuosamente, conversan. Conversan de todo tipo de cosas, de las que duelen y las que alegran.

Conversan porque así son capaces de desnudar sus almas. De acariciarlas y  sanarlas.

Y es todo lo que Jonghyun necesita. Tener a alguien allí, que lo escuché y lo comprenda, que lo mantenga de pie cuando esté a punto de desmoronarse. Y más que nada, necesita que ese alguien sea Jinki.

Puede que el mundo entero no haya cambiado. Puede que todavía siga sin ser notado ni entendido por el resto. Pero Jinki se ha encargado de cambiar su mundo y eso lo cambia todo.

Con una de sus cálidas sonrisas Jonghyun siente que puede empezar de nuevo.        

 

Notas finales:

Pueden odiarme :D


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).