Los contenedores de las ollas empezaban a calentarse, Sanji se puso enfrente de la ollas observándolas y se puso a pensar no puedo creer que estuve pasado que el idiota del marimo este en una relación con nuestro capitán… digo el simple hecho de que el pueda tener una relación y yo no me irrita… ya lo imagino diciéndome -¿Qué paso cejas de sushi, no que eras el cocinero del amor?- mientras me restriega mi soltería arghhhh… Mientras Sanji pensaba lo ultimo lanzo una patada que fue a dar a una de las ollas la cual casi cae, de no ser por los reflejos de Sanji, toda la sopa se hubiera derramado en el suelo.
-Maldición…- puso la olla donde estaba, espero a que estuviera caliente, apago la estufa y salió de la cocina para decirles a sus damas que la comida estaba lista
Capitulo 4 Únete al lado amarillo tenemos galletitas
-A COMEEERRRR- gritó Sanji con euforia antes de entrar a la cocina. Todos poco a poco llegaban a ocupar sus respectivos lugares, mientras que Sanji, olvidando un poco lo que había sucedido momentos antes, empezaba a servir los platos adornando con esmero los platos de sus chicas. La comida transcurrió con la respectiva normalidad de los muguiwaras, Franky, Usopp y chopper estaban entablando una animada conversación, mientras que Robín platicaba un poco por lo bajo con Nami, Brook era regañado por el pelirrubio constantemente por sus malos hábitos en la mesa y como siempre el capitán estaba tratando de robar comida, vaya una comida típica en el Thousand.
-oí Nami ¿Cuanto falta para llegar a la próxima isla?-pregunto luffy terminando de comer con voz tranquila y poniendo toda la atención que podía vérsele en los ojos a la pelinaranja, actitud que no paso desapercibida a la vista de su arqueóloga, puesto que luffy siempre era un desesperado cuando de llegar a una nueva isla se trataba
-No más de 1 semana... Para ser más exacta y si el clima sigue como hasta ahora... En mínimo en 4 días estaremos ahí- Dijo Nami con una sonrisa en el rostro, al parecer a ella le hacía ilusión llegar a la isla
Luffy no era el único atento a la respuesta de la navegante, cierto peli verde escucho la respuesta dando un pequeño respingo en el momento en que la chica dio una cifra al día en que llegarían a la isla. Aunque nadie se lo creyera Luffy no siguió con el tema de la nueva isla se dedico a salir de la habitación con apuro siguiéndole no muy de cerca Zoro, mientras tanto los demás tripulantes se quedaron en la cocina haciendo un pequeño reposo de la comida.
Un pequeño estornudo de la pelinaranja alerto al caballero y al médico de abordo
-Nami, ¿Estas bien?- pregunto el pequeño renito preocupado por su nakama
-Si, no te preocupes, solo que el trasnocharme me esta afectando un poco- contestó Nami en forma amable, raro en ella, lo más seguro es que el estar dibujando sus mapas la pusiera de buen humor porque es un paso más para lograr el sueño que desea cumplir: hacer un mapa del mundo entero.
-Mi querida Nami-swan ¿Quieres que hoy haga guardia por ti? Haría cualquier cosa para que no te enfermes, por favor solo pídelo- rápido se dispuso a ayudar Sanji. Su turno le había tocado la noche antepasada y estaba un poco desvelado, pero no le importaba por que cuando se trataba de sus damas era capaz de hacer cualquier cosa
-te tomare la palabra Sanji, gracias- Nami sonrió de una forma cálida lo que hizo que los ojos de Sanji estallaran en forma de corazones y se arrodillara a un lado de ella
-no hay de que mi bella dama. Yo haría de todo para que tu y Robin-chuawn estuvieran bien~~~-Sanji siguió proclamando más cosas sobre amor
-eso es SUPEEEERRR, Sanji- comentaba Franky haciendo su típica pose con las enormes manos robóticas, juntándolas hasta donde deberían de haber unos codos completando así una figura de estrella que estaba en su antebrazo. – Algún día también deberías de tomar mi turno-
- a ti no idiota- Sanji cambio de su estado manso a uno bravo. Brook y Robin rieron ante al esperado cambio de actitud departe de se nakama
Así dio comenzó a una de las normales tardes en el barco, llenas de alegría y de platicas; poco a poco todos salieron de la cocina dejando a Sanji solo preparando lo más longevo de la cena; fue al refrigerador y saco una bolsa que tenía algo que parcia masa, saco una porción un tanto grande del contenido y lo puso en una pequeña tabla devolvió lo que sobraba al refri, fue a los cajones de la alacena y saco una pequeña bolsa de harina y la puso a un lado, con la mano izquierda alzo la porción de masa que había colocado anteriormente en la tabla y con la derecha agarro un poco de harina y la espolvoreo en la tabla, devolvió la masa a la tabla y empezó amasarla, así comenzó los preparativos de lo que sería la cena, por lo menos para sus damas: unas cuantas galletas; para sus demás nakamas solo les calentaría lo que sobre en la comida y tal vez, solo tal vez les daría una que otra galleta. A los pocos minutos entro Zoro en silencio y se dirigió a la alacena en busca del sake que le encantaba degustar
- ¿Ahora te crees ladrón, cabeza de césped?- dijo Sanji sin prestarle demasiada atención y continuando en su ardua tarea de amasar
-...-
Sanji al ver que no recibía respuesta dejo lo que hacía y se acerco a Zoro, grande fue su sorpresa al ver al peli verde en completo silencio, con los ojos cerrados, teniendo enfrente la botella
-oe marino de mierda, mi cocina no es santuario como para que estés adorando una botella de sake-
-tsk...- un pequeño traqueteo de la lengua de Zoro hizo ver lo fastidiado que estaba, con la mano derecha agarro la botella por el cuello por lo visto quería salir lo más pronto de esa cocina pero las palabras de cierto pelirrubio, además que este había puesto su cuerpo en medio del camino, no lo dejaban salir.
-musgo con patas, como no haces nada en todo el día, necesito que en la noche laves los platos- dijo Sanji todo decidido osea con un toque de superioridad en su voz, sabía que se arriesgaba a recibir un buen golpe, claro si no lo cubría antes
-¿Y ese no es tu trabajo?-contestó un poco (muy) cabreado Zoro
-si... Pero voy a estar vigilando hoy-contesto Sanji con simpleza
-¿Qué no hoy le tocaba a una de tus “Damas”?- El rubio sintió el tono con el que pronuncio «Damas» pero en si no era un comentario ofensivo, así que solo por esta vez lo dejaría pasar.
-Mi adorada Nami-Swan se siente mal y voy a tomar su turno- Sanji se preparaba para el próximo y acostumbrado comentario despectivo hacia las chicas departe de Zoro
-tsk- chasqueo la lengua- está bien, si eres un incompetente para hacer tu trabajo bien cejas d sushi no hay de otra, alguien tiene que ser capaz de hacer las cosas aquí - Zoro salió de la habitación dejando a un pelirrubio un poco shokeado por la respuesta
¿Que demonios paso aquí? Era la pregunta que azotaba la mente de Sanji la cual mas se clavaba al ver que mientras él fue al cuarto de hombres por una chamarra el estúpido se metió a la cocina y de forma sorprendente el idiota y dormilón pedazo de musgo estaba lavando los trastos.