***** Eran casi las 7 de la noche, cuando David terminaba de cenar, era la noche libre de los empleados de la casa, él estaba casi solo, su única compañía eran los de seguridad que estaban afuera de la casa. No esperaba a nadie, se sorprendió cuando llamaron a la puerta, dudo en abrir pero al final lo hizo. Frente a él, tenía a una mujer, con un vestido rojo, que le llegaba hasta un poco más abajo de la rodillas y un abrigo de piel. -Pase a delante, Doña Isabel, es un placer su sorprendente visita - le dijo David, después de ver que era la madre de Leonardo quien estaba llamando a la puerta, se imagino a cualquier persona pero menos a ella, la invito a pasar a la sala, le ofreció una taza de té, que ella no probó, conversaron de la manera más educada. El ambiente era tenzo, las miradas y la ironía con la que ambos se hablaban, podía decifrarse desde lejos, era la conversación más hipócritamente educada que existía David, odiaba tenerla cerca. Era ella la verdadera culpable de todo, Rebecca se lo habia comentado alguna vez, que fue Isabel, la madre de Santiago quien le dijo que siguiera con el plan de destruir aquel David, se imagino ahorcandola y desfigurandole el rostro con el bisturí que escondía en su despacho, quería apretar su cuello con sus manos hasta que el exigeno desapareciera por completo y esta muriera. Su mente se nublo por un momento pero volvió a la conversación, se dio cuenta que todo había sucedió solo en su mente -David, ¿Y al final de todo con quien te vas a quedar? - interrogó Isabel -No sé, a que se refiere usted, Doña Isabel - -Me refiero a que los demás, pueden creerte el teatro que has hecho, pero a mi no me engañas, David - le dijo, al mismo instante que tomaba la taza de té y la llevaba a sus labios para tomar un sorbo; después de hacerlo, la dejo sobre la mesa y volvió a mirar a David -Es mejor que vaya al grano- le dijo esté, sin cambiar el tono de su voz. David se había sorprendido ante las últimas palabras de Isabel, pero no seria este el momento para demostrarle, miedo -Sé que para tí no es un secreto que desde el primer momento, nunca me has sido de buen augurio y cuando descubrí lo que hiciste, me terminaste de confirmar la clase de persona que eres- exclamó Isabel, causando que David la mirada con duda - Yo sé, que te has acostado con Santiago y Leonardo... al mismo tiempo. Por eso te pregunto ¿Con quien vas a quedarte?, después que has disfrutado de ambos - le pregunto, sin obtener respuesta alguna por parte de David, quien no terminaba de reaccionar ante lo que le decía, Doña Isabel - ¿Sabes qué?. No me respondas, no vale la pena que me des una respuesta, ni siquiera vale la pena que te "esfuerces" en querer decidir por uno de mis hijos. Una persona tan arquerosa como tú, nunca va... -Mas asquerosa que usted, no creó - replicó David, inrerrumpiendola - Y si cree que le voy a permitir que venga a insultarme a mi casa, esta muy equivocada - le dijo -Desde cuando decirle las verdades en la cara a una persona es un insulto, ¿Ah? - pregunto - Deja de querer seguir fingiendo ser alguien que no eres, ¡muéstrate como realmente eres y ataca de una vez por todas! - -De verdad usted quiere que deje de fingir, ¿Lo quiere?- -Sí - asintió ella con la cabeza -Pues dejemos de fingir los dos -sonrió David - y dígame ¿cuando piensa decirle a su hijo que el hombre que él creé que es su padre no lo es? - le grito. Ella se sorprendió - ¿Qué pasa, Doña Isabel?, sé de cuenta que no voy a ser el único al que sus hijos, odien. No soy el único, asqueroso aquí- se burlo David -¡Maldito infeliz! -le grito Isabel, antes de abofetear a David - Por primera vez, David, se sintió acorralado. Isabel, sabia que él había estado con sus dos hijos y quizás también sabía otras cosas más, se desespero y le costaba mucho seguir manteniendo la calma frente a Isabel, no después que esta le diera una cachetada, David estaba frente a su verdugo, el momento que tanto había esperado, había llegado, su venganza habia comenzado. **** El despertador sonó y David ya estaba despierto desde hace mucho. Aunque trato de conciliar el sueño lo más rápido que pudo después que Isabel se marchó, no pudo hacerlo. No se sentía débil, ni mucho menos fuerte, no como él quería, pero después de aquella conversación con la madre de Santiago, se sentía cada vez más cerca de su logro que no era otro que destruir a la familia Altamira. David se estaba vistiendo, cuando sintió que su cuerpo se le tenzo de solo escuchar la voz de su hermana -Joven, David. La comida ya esta servida - dijo llamando a la puerta -5 minutos y bajo - le respondío él David se termino de vestir y bajo a desayunar, aunque trataba de no pensar en lo sucedido la noche anterior, no podía dejar de hacerlo. Nuevamente la voz de su hermana lo saco de los pensamientos, cuando la miró está ya lo estaba mirando a él -¿Sucede algo? - pregunto mientras tomaba el pañuelo para limpiar sus labios -¿Porque carrizos, me miras tanto? -¡Disculpe, David! -Que insolente eres, como te atreves a tratarme de tú. No tienes claro, quien eres tú y quien soy yo, ¿es eso?- la voz de David, sonaba sobria y fuerte. Tenía que hablar de esa forma si quería que su hermana no lo reconociera -Disculpé joven Da... -No tienes mi disculpa - espetó - Esta será la última vez que te refieras a mi de esa forma porque si lo vuelves hacer, estarás despedida. ¿Me entiendes? -Sí - asintio con la cabeza, mientras miraba a David David, odiaba a su hermana, la despreciaba tanto por todo lo que le hizo. Por los malos tratos que recibió por parte de ella después que se fue de casa (FLASH BACK) Después de percatarse a cerca de que hora eran, David subió las escaleras y se detuvo frente a la puerta de su antigua casa, su corazón latía a mil, el miedo también estaba presente en él. De solo imaginarse que su padre no estuviera en el trabajo y fuera él quien le abriera la puerta, se asustaba; después de un par de segundos de silencio se digno a tocar varias veces, nadie le abría, seguro habían salido. David tenía mucha hambre, no había comido nada los últimos 2 días, estaba a punto de marcharse cuando su hermana abrió la puerta -¿Tú?, ¿Que haces aquí? -Solo vine por un poco de comida - le dijo él -Pues lo siento, no hay comida para tí - -Solo un poco de comida, Agustina. ¡Por favor !, no he comido nada en días -le suplico Ella lo invito a pasar, le dio solamente agua. David, necesitaba algo más que solo agua, su cuerpo le pedía a gritos un alimento -Te daré un poco de comida, pero solo con una condición - le dijo -La que voz, quieras. Haré lo que me pidas, solo para que me des comida -Limpia toda la casa... Pero lo vas a hacer sin utilizar más que un tobo lleno de agua, y el sucio lo vas a quitar con tus manos o con tu lengua - (END FLASH BACK) -Espera, no te vayas - le ordenó - Quiero que limpies toda la escalera - le dijo - No tiene el suficiente "brillo" que quiero que tenga... -La escalera fue limpiada ayer - lo interrumpió -No te estoy preguntando cuando o no, limpiaron la escalera. Te estoy, ordenando que la limpies y que lo hagas en este mismo instante - -Pero tengo otras cosas que... -Vaya, vaya... Y sigues, llevándome la contraria - refuto David - Te recuerdo que solo estas aquí por una 'obra de caridad' que estoy haciendo. Pero si ni quieres seguir mis ordenes y hacer lo que yo te pida, no me quedara de otra que despedirte -No es para tanto - dijo cabizbaja -Sí es para tanto - afirmó David - Porque si yo te ordeno que vayas y laves los trastes, 5mil veces. Tienes que hacerlo sin refunfuño, porque esta es mi casa - grito - Y se hace lo que yo diga, ¿Te queda claro? -Sí - -Así me gusta, que cumplas mis ordenes - le dijo - Cuando regrese, espero que las escaleras estén limpias - dijo poniéndose de pie para marcharse Agustina se le quedo mirando de una forma un poco molesta, pero no podía hacer más nada, él era su jefe, el dueño de la cada y tenía que cumplir sus ordenes. Había algo dentro de ella que comenzaba a reconocer a David, pero no le presto atención, pues este David, era muy diferente a su hermano. ¿Hermanos?, porque tenían que ser hermanos, era la pregunta que David se hacía una y otra vez mientras conducía a la oficina, eran tan distintos, ni siquiera se parecían, Agustina siempre fue y era una mujer sumisa, que era incapaz de decir que no. Solo había cambiado un poco después que se quedo sola en casa con sus padres, pero de resto seguía siendo la misma estúpida de siempre **** Rebecca conducía hacia la escuela de Isabel, su hija. Eran casi las ocho de la mañana y hoy tenían una presentación del día del padre y también del día de las madres. Cuando llego con su hija la llevo hacia su salón y se marchó hacia el auditorio, los asientos estaban marcados, cuando por fin encontró el de ella, se percató que él puesto de al lado era el de Santiago. Ella tenía más de un mes que no veía a quien aun seguía siendo su esposo, aunque lo negara ella aun seguía queriendo a Santiago por eso la mora en los tramites de divorcio -Ni siquiera porque es un acto de tu hija, puedes llegar temprano - le recriminó -¡Lo siento!, es culpa del tráfico - se excuso Santiago, quien muy cordialmente la saludo con un beso en el cachete para guardar las apariencias con los demás padres -¿Cómo estás? - le pregunto Rebecca lo miro incrédulo, pero al final le respondío -¡Mejor que nunca! - dijo sonriente. A pesar de las problemas legales que ambos tuvieran, desde el principio de la decisión del juez acerca de la custodia de la bebé, los dos asumieron las cosas con total adultes. Aunque Rebeca aun sentía las ganas de descubrir quien era él culpable de que su matrimonio se viniera abajo Los dos se pusieron de pie y comenzó a aplaudir cuando la obra de teatro comenzó. El telón se abrió y todos los padres pudieron ver a sus hijos con una pequeña valla de publicidad con una frase dedicada a sus padres, la de Isabel Sofia, sorprendió a sus padres, era una foto donde salían los 3 juntos en la playa " Mis papis son los mejores en cualquier lugar " después que la mente de Rebeca leyera la frase con voz de su hija, esta lloro. Secó la lágrima de felicidad que salió de sus ojos y se contuvo de mirar a Santiago, quien también estaba llorando por la alegría de ver a su hija durante toda la presentación La obra de teatro, había culminado, los padre estaban subiendo con sus hijos para revisar el pequeño obsequio que le habían preparado. El turno de Rebecca y Santiago habia llegado, fueron llamados por los altavoces y subieron juntos, después de recibir el regalo de manos de su hija, Rebeca no perdió la oportunidad y sorprendió a Santiago con un beso, esté no pudo contenerse y le correspondió -No vuelvas hacerlo - le susurró Santiago entre dientes, mientras bajaban las escaleras para salir del auditorio. Rebecca solo le respondío con una sonrisa muy coqueta. Esta era la oportunidad para hacer lo que tenia que hacer si quería conseguir la prueba que necesitaba para saber quien era el amante de Santiago, así que fingió que su celular se había quedo sin crédito y le pidio prestado el de Santiago, quien sin imaginarse para que era realmente que Rebeca lo iba a utilizar se lo presto (FLASH BACK) -Solo tienes que colocarle este dispositivo en el celular de Santiago y podrás grabar todas las conversaciones que él tenga durante el día - le dijo su abogado -¿Pero como voy a saber cuando Santiago hable con ese maldito? - -Para eso tendrás una grabadora que se encargará de guardar registro de todo y con solo activar el bluetooth de tu celular podrás escucharlo también - le dijo -¡Perfecto! - exclamo sonriente Rebecca, tenía a Santiago en sus manos -Solo tienes que colocar el dispositivo justo debajo de la batería del teléfono de tu esposo y todas las llamadas quedaran grabadas perfectamente (END FLASH BACK) -Solo no me gastes todo el crédito- le dijo Santiago quien llevaba a Isabel al coche de Rebeca -Descuida solo será una pequeña llamada- mintio. Rebecca aprovecho la oportunidad que le daba Santiago al alejarse de ella y le coloco el dispositivo al celular. Hizo como si realmente estuviera llamando y regreso para entregarle el teléfono, se despidieron y los dos volvieron a tomar destinos distintos. Ella se sentía victoriosa, el primer paso ya estaba dado solo esperaba que su esposo se comunicará con el amante e iba a descubrir quien era, lo que no sabia era que la persona no era un desconocido para ella **** -¿Que sucede, Santiago? - pregunto David, contestando la llamada -Necesito verte. Hace mucho que no estamos juntos - -Realmente no sé si pueda verte esta semana - dijo David - Tengo muchas cosas que hacer en la oficina y el poco tiempo libre que tengo lo voy a invertir para comprar el mejor regalo para tú hermano y su prometido - ironizo -Aun faltan 4 días para la recepción de mi hermano, la compra del regalo puede esperar, yo soy más importante - -Al grano, Santiago, estoy llegando a la oficina y tendré que colgar - le dijo a través del celular David - -Esta noche en mi apartamento - le dijo Santiago -No sé si pueda esta noche, además no tengo la dirección - -¡Por favor, David!, Estoy teniendo el mejor día de mi vida... No te imaginas lo feliz que me siento en estos momentos... -¿Y a que se debe tanta felicidad? - pregunto David -Mi hija me ha dado el mejor regalo del día del padre y... -Tú hija o Rebecca, porque me imagina que también la viste a ella, ¿oh no?- -Sí pero ella no es importante, lo importante aquí es que quiero terminar este maravilloso día junto a tí- -Te vuelvo a repetir que no tengo la dirección de tu apartamento - -Te la enviare por WhatsApp... Mi David - le dijo él, quien antes de colgar le dijo lo mucho que lo amaba y obtuvo una buena respuesta por parte de David, quien estaciono su auto y entro a la empresa, para encontrarse con Leonardo -Justamente venia pensando en tí - le dijo David -¿En mi y porqué? - pregunto Leonardo -Venia pensando en que seria mejor regalarte... Bueno regalarles a tí y a Claudio - comento - No sé que es mejor, si un viaje a una isla del caribe o... -Cualquier cosa la sabremos apreciar - interrumpió Leonardo - Vamos a tu oficina, necesitamos hablar -No creó que mi oficina sea el lugar más indicado para hablar - insinuó David, quien por segundos recordó cuando tuvo sexo con Rubén en su oficina -Pero si así tú lo quieres, no soy quien para no cumplir tus fantasías - se burlo y camino hacia su oficina -¿Porque me hablas de esa forma tan erótica delante de todos?- le pregunto Leo al cerrar la puerta -¿Forma erótica? - pregunto David - No sé a qué te refieres - -Sí, te me insinuaste con palabras - -¿Insinuarme ?, a tí, ¿Cuando? - pregunto David, haciéndose el desentendido - En ningún momento te insinué algo, siento mucho si así lo viste tú. Suele suceder cuando las personas desean tanto a otra persona sexualmente, que ven lo que no es - le dijo sonriente David -Ya basta, no sigas - grito Leo - -¡Ay, que genio!. Solo era un juego no sabia que estabas tan mal de humor, pero en fin ¿que quieres hablar conmigo? - le dijo David acercándose a Leonardo quien trato de alejarse pero el escritorio se lo impidió -Alejate David - le dijo -¿Me tienes miedo? O ya ni siquiera puedo tenerte cerca - le susurró al oído -No respondo- dijo Leonardo antes de sentir los labios de David sobre los de él David, estaba besando a Leonardo, sus labios lo pedían a gritos, lo necesitaba, así que comenzó a acariciar los labios de Leo con los suyos, daba pequeños besos en ellos haciendo presión para entrar. Las manos de Leo estaban sobre el escritorio sosteniéndose para no caerse, su cuerpo comenzaba a reaccionar y poco a poco fue dando paso a la sensación de corresponder a David, quien sintió que le correspondían y su lengua comenzó a jugar con la de Leo, quien después de eso recorrió con sus manos toda la espalda de David, hasta llegar a sus glúteos -Te deseó - le dijo David, entre jadeos. Pero todo cambio cuando Leonardo se detuvo -Esto no puede ser - le dijo saliendo de la oficina con rapidez David no se sorprendió, había logrado lo que quería excitarlo y se percató de ella cuando sintió la erección de Leo contra sus piernas. Recorrió la comisura es sus labios con las yemas de sus dedos y sonrío. Leonardo lo seguía amando y dentro de cuatro días volvería a ser suyo Las horas en la oficina fueron pasando, David se encargó de terminar todos los asuntos pendientes de la empresa, se reunió con cada uno de los representantes de las agencias de publicidad que él mismo selecciono para encargarle un pequeño proyecto de promoción de los hoteles para las próximas vacaciones de verano. La que le entregará la mejor opción se quedaría con el negocio, dispuso a Leonardo para que se encargará de ello y seguiera en las futuras reuniones con los encargados, él tenía otras cosas que hacer como por ejemplo, estar con Santiago, él mismo se encargaría de darle la mejor noche, una noche solo para ellos dos. Lo que realmente no sospechaba él, era que no serían dos, sino tres presentes en ese hotel, durante el sexo...