**** 5 meses habían pasado desde que David llegó al país, muchas cosas habían cambiado pero lo único que seguía igual era el propósito de acabar con Santiago y con Rebecca sin importar que también destruyera a Leonardo, aun cuando él lo amaba con todas sus fuerzas. Después de llegar a su casa David, se encontró con que el cuerpo de su hermana ya no estaba ahí, se lo habian llevado como él lo ordeno a su jefe de seguridad, subió las escaleras y entro a su cuarto, se desnudo y como todas las noches que pasaba a solas, se masturbo. Más que excitarse por sexo lo hacia por placer a imaginar todo lo que había logrado, el dolor en los demás le gustaba, le excitaba, e imaginar la mirada de Claudio mientras escuchaba a Leonardo, decirle que lo amaba, fue un poema. Su mano subió una y otra vez, iba desde su glande y bajaba por todo el miembro de él hasta llegar a sus genitales, que también los masajeaba, no aguanto más y acabo en su abdomen. Después de eso se ducho y se durmió Mientras dormia, David volvió a tener esa pesadilla, pero esta vez fue diferente. Era el frente a los espejos y su verdugo también estaba presente -Ya déjame en paz - le grito David - Tú no eres nadie - le dijo a su alter ego - Fui yo quien te creé - -Lo sé, y también sé que sigues siendo el mismo debilucho de hace 10 años - le recriminó el verdugo de David, que no era otro que él mismo - Tú eres un maldito estúpido, nadie te queria, todos jugaban contigo antes de que yo llegara a tú vida y ahora mira como me pagas -Lo sé, por eso fue que yo mismo te creé, y me arrepiento de haberlo hecho. Porque todos este tiempo solo me has arruino mi vida, me hiciste matar a mi padre y matar a la única persona que creyó y confío en mi... -Tú no puedes conmigo - lo interrumpió - Porque ni siquiera puedes contigo mismo, no eres fuerte, no vales nada. Sin mi eres nada, eres un simple pobre - le grito David le pego fuerte al espejo que tenía justo enfrente y tomo un trazo de vidrio y apuñaló varias veces a su alter ego, a su verdugo, a él mismo. Lo hizo hasta más no poder, al final se miró en el otro espejo y se horrorizó con lo que vio, las puñaladas las recibió él mismo, comenzó a sentir dolor, a sangrar por los ojos y él volvió a llegar. David despertó con la sensación de que nunca iba a poder alejarse de su verdugo, pues le había dado más fuerza a su alter ego de la que él mismo podía tener, se apresuró a levantarse de la cama y tomó una gran bocanada de aire, miro el reloj que estaba en la pared y eran casi las 9 de la mañana Se apresuró lo más que pudo y bajo a desayunar, mientras lo hacía la policía lo sorprendió -¿David, Larrazabal? - pregunto él oficial a lo que David, asintio con la cabeza -Disculpe, joven. Intente detenerlo pero me dijo que traía una orden - se excuso la de servicio -No se preocupe, déjeme a solas con el oficial. - le ordenó - ¿A que debo su visita, tan temprano? - pregunto David -Traigo una orden de arresto - espetó -Una orden de arresto, ¿para quién?- pregunto alarmado David -Para usted - le respondío - Por el intento de asesinato a Agustina Sánchez - David no supo como reaccionar, ni siquiera se rehúso a salir esposado de su casa, estaba en completo shock **** (Paris-Francia) Damián Hier, el amigo de David en Francia, descubrió lo que nadie había descubierto de David. Mientras caminaba a su trabajo una sorpresiva llamada de un número que no tenía registrado en su celular, lo sorprendió. Dudó en responder pero al final lo hizo, se trataba del psiquiatra que había tratado a David, en meses pasado antes que este se fuera del país Los dos quedaron en verse en un pequeño restaurante al norte de Paris, dicho encuentro no se dio ese día pero en los días próximos si lograron verse y lo que le contó el psiquiatra estremeció a Damián, su amigo estaba enfermo. -David, sufre de una fuga diciosiativa de personalidad. Lo que comúnmente se conoce como, trastorno de personalidad - le dijo - Pero nada más no es esto, David, esta muy enfermo y tú debes de ayudarlo - -Yo no puedo hacerlo, ni siquiera estoy cerca de él. Nosotros hemos perdido todo tipo de comunicación - le comento, Damián -Algo tienes que hacer, David y todos los que puedan estar cerca de él, te necesitan - le dijo - Tú no sabes lo que él es capas de hacer, David le ha dado mucha fuerza, él ha ganado terreno en la personalidad de David y si sigue así tomara posición de todo... -No entiendo, ¿de que me habla? - le pregunto alarmado Damián, y también con un poco de miedo - -El alter ego de David, es un asesino - le dijo, causando más miedo en Damián - Y no va a descansar hasta asesinar a los que lo hicieron sufrir, él no descansará hasta cumplir con su venganza. Porque la venganza no es de David, David sigue siendo el mismo niño incapaz de pegarle a alguien. La venganza es de su otro yo - -No creó David seria incapaz de matar a alguien - le contrayo Damián al psiquiatra -Lo es y lo fue... -¿Lo fue? No lo entiendo, doctor. ¿David, ya mato a alguien? -Sí, pero no fue David, fue su verdugo como lo llamá él quien lo obligo a serlo, y lo hizo con su propia madre - le dijo - David mató a Gloria Larrazabal- -No puedo creerlo - susurró Damián, llevando su mano a su boca en señal de sorpresa -Mi amigo es un asesino, no puedo creerlo -Asi es. David me lo comento en la última sesión que tuvimos antes que él partiera, y si no había hablado antes era por respeto a mi juramento, pero ya no más. David necesita ayuda, y si no lo ayudas se hará daño él mismo -¿Pero como puedo ayudarlo yo?, yo soy solo abogado no soy psicólogo ni mucho menos psiquiatra - le comento él -Yo te diré como lo puedes ayudar, David esta enfermo, muy enfermo... **** -Tú si que estas enfermo, de verdad. Mirate buena ropa, buen perfume, mucho dinero y te ensucias las manos, asesinando a alguien - le gritó, uno de los reclusos que estaba en la misma celda que David -Yo no soy un asesino, ni siquiera sé porque estoy aquí - grito David -Y yo no soy un ladrón - le grito otro -Solo tomó las cosas prestadas -¡Basta ya! - grito David, cambiando su voz-Ustedes no son nadie para burlarse de mí, son unos simples antisociales - le dijo volviendo a su voz normal, cuando miro a Leonardo llegar hasta él -¡Por favor!, Leonardo. Sácame de aquí, no quiero estar en este asqueroso lugar, yo no mate a nadie - le dijo David David fue sacado de la celda donde se encontraba y llevado al cuarto de interrogatorio, donde rendiría su primera declaración. Antes de entrar, la volvieron a colocar las esposas, para que no intentará escaparse de nuevo -David Larrazabal - le dijo el oficial - O prefieres que te llame, David Sánchez, ¿tú me dices, cómo es mejor? - David sintió como su cuerpo se le tenzo completamente. Algo había hecho mal que lo habían descubierto, su venganza podía estar a punto de no cumplirse -Sabias que eres acusado no solo del asesinato de tú propia hermana, sino de otros dos asesinatos, ¿lo sabias? - le gritó - Si no lo sabias, tenemos las pruebas necesarias para hundirte en la cárcel por los próximos 50 años - -Yo no mate a nadie, yo soy inocente - le grito David -Eres un asesino, no solo mataste a tú padre sino que ya lo habías hecho antes con tu madre adoptiva, Doña Gloria Larrazabal - El mundo se le vino encima a David, se había encargado de preparar su venganza pero ahora todo era distinto, nada le había salido como él lo planeo. Intento salir corriendo pero su cuerpo no le respondío, estaba en el mismo lugar esperando que le abrieron la puerta de la sala de interrogatorio para entrar. Nunca había entrado, ni mucho menos la policía sabia de sus delitos, todo había ocurrido en su mente, ahí y nada más ahí. -Para que veas de lo que soy capaz de hacer, no solo en tu mente sino en tu vida, Si intentas alejarte de mí - le susurró el otro David a David en la oreja antes que este entrara a ser interrogado. David solo respondió un par de preguntas y fue puesto en libertad, no había alguna otra prueba más que la simple foto de él, en la mano de su hermana. Quien no estaba muerta, pero si muy delicada de salud, que lo condenara como culpable de lo que le sucedió a una empleada de servicio -Y la verdad, lamento mucho lo que le sucedió a esa muchacha. Pero también lamento que en vez de investigar si así como ella entro a mi recamara y tomo de mis cosas una foto, pudo haber tomado algo de más valor - comento - -Si usted quiere puede levantar cargos en su contra - le dijo el oficial, Castillo - -No lo haré, seria una inconsciencia de mi parte, levantar cargos a alguien que tiene la vida comprometida - -Solo le pido en nombre del cuerpo de investigación que nós disculpe el haberlo hecho pasar unas horas en la celda - comento Castillo - Era nuestro trabajo -No se preocupe, solo le pido que la próxima vez, no mire las cosas desde un solo ángulo sino desde varios - le dijo David, saliendo del lugar. Leonardo estaba esperandolo y cuando lo vio, lo abrazo -Estoy libre - le dijo David -Desde un principio supe que no tenias nada que ver. Es más David, te pido disculpas por decirle a Doña Carmen, que te pidiera trabajo para su hija. Sin saber cuales eran las intenciones de Agustina - -No importa - le dijo David -Lo importante es, saber como esta ella - -Si quieres te puedo aconsejar al hospital - le comento Leonardo a David, mientras salían de a jefatura -No traje mi auto - susurró David -Nos vamos en el mio - se ofreció Leo, quien camino delante de David, hacia su automóvil David no dudo ni un segundo en acampar a Leonardo en su coche. Mientras él conducía, ninguno de los dos dijo algo, el silencio se apoderó de la situación. David se sorprendió al ver en que hospital tenían a su hermana, donde trabajaba su amigo Luis. -Siento mucho lo que te hice - le susurró Leonardo a David, sosteniendo su mano -Yo no quería... -No es momento para hablar de esas cosas - lo interrumpió David, bajándose del auto Los dos entraron al hospital y buscaron con desesperación a la madre de agustina, más Leonardo que David pues a él sólo le importaba que su hermana no hablara. Después de encontrar a su madre, David supo fingir muy bien delante de ella y solo con una mirada le hizo entender que no se atreviera a decirle algo a Leonardo -David, necesito hablar contigo, en privado - comento Luis -¿Me acompañas ? - le pregunto. David no entendía que estaba pasando, pero de igual forma acompaño s Luis hasta su consultorio, alejados de todos -Tu hermana, esta muy mal, David. Necesita de tú ayuda - -¡Ay por favor, Luis!. Tú sabes muy bien que ni ella ni aquella señora que se hace llamar mi madre, me importan. Por mi pueden morirse las dos, me harían un gran favor - le dijo David. Causando una sorpresa en Luis, quien ya conocía desde hace mucho el rencor que guardaba David, por su familia pero nunca imagino que después de tanto tiempo aun se mantuviera -Es tu hermana, es tu familia. Lo menos que puedes hacer es ayudarlas- espetó Luis - -Ni puedo, ni quiero ayudarlas. Y menos a ella que tanto se burlo de mí - grito David -De nada te sirve ser rencoroso, no ganas nada negandole la ayuda a ella cuando tu tienes lo que ella necesita - -¿Y qué es lo que necesita?, ¿dinero?- pregunto -Pues lo siento, no voy a dar ni un solo centavo para salvarle la vida a alguien que quiero que se muera -No es eso, es tú sangre. Necesita una transfusión de sangre y tú eres el único compatible con ella - le dijo Luis -Menos, nunca compartiría mi sangre con esa... Ladrona - replicó David - -Te desconozco - le dijo con un tono de voz melancólico. Lleno de lastimaa -Tú lastima te la guardas para tí mismo, cuando te enteres de...- -¿De que, David?- -De nada... Y te recomiendo que me tengas mejor como amigo, porque como enemigo, no sabes de lo que soy capaz - dijo David -Ya no sé, si quiero seguir teniendo un amigo como tú. No sé ni siquiera si te conozco, me das miedo... Te has convertido en una persona diferente, ¿como puedes odiar a tu madre, al ser que te dio la vida? -No sigas. Y esa misma pregunta respondetela tú, porque yo tengo mis razones pero tu ni siquiera las tienes. Porque odias a tú padre, cuando ni siquiera lo conoces - le dijo David antes de salir del consultorio. Cuando salió Luis, lloro. Lloraba por miedo, por lastima, por dolor al ver en lo que se había convertido su mejor amigo, era alguien que él mismo desconocía David solo estuvo unos minutos más con Leonardo y su madre. Hasta que no pudo más y se marchó a casa, entrando a su cuarto se sorprendió con la persona que lo estaba esperando -Hola, David. MI DAVID - especifico él -¿Que haces, aquí? - le pregunto alarmado David -Necesitaba verte. No puedo estar un segundo más sin tenerte cerca - le dijo acercándose a él y obligándolo a besarlo... **** (DIAS DESPUÉS)
-Pensé que no vendrías. Estuve llamandote todo este tiempo y no respondías mis llamadas - espetó Leonardo, al ver llegar a David -Todos merecemos una segunda oportunidad, aun cuando no se la dimos a quien la necesito en su momento - susurró David, tomando asiento El RestCafe que Leonardo había seleccionado para su encuentro con David, estaba un poco alejado de la ciudad. Quedaba justo en lo más alto, un lugar con un frío acogedor, el sitio servía como mirador de la ciudad, podía divisarce toda las calles y avenidas más cercanas. Lo primero que le sirvieron a ambos fue un pequeño trozo de pastel de chocolate, el favorito de David -¿Porque este lugar, tan solitario?- le pregunto David a Leonardo al ver que eran ellos los únicos que estaban presentes -No es tan solitario, no como crees. - comentó él - Lo alquile, para que pudiéramos estar solos. - le dijo -No debiste hacerlo - le recriminó David - Podíamos hablar en cualquier lugar, no es necesario tanto formalismo - -Me siento a gusto, así. Estando a solas, contigo - le dijo Leonardo, haciendo que David sonriera. David quería abrazarlo, quería besarlo, quitar todo lo que los separaba y brincarle encima y no soltarlo. Solo estando con Leonardo, se sentía en paz en completa armonía con su vida, lo miro a los ojos fijamente y sintió esa puñalada en su corazón de arrepentimiento, se arrepentía de su venganza, de su engaño y de hacer lo que estaba haciendo con él y Santiago, quería gritar de dolor, de rabia por ser tan estúpido, si visualizo en un futuro sin Leonardo y no le gusto, volvería a quedar solo y esta vez sería por su culpa. Intento bajar su rostro pero las manos de Leonardo se lo impidieron, estába tocándolo, Leo le acariciaba sus mejillas y sostenía su mandíbula para que este no dejara de mirarlo -Suéltame Leonardo - le dice David, saliendo de sus pensamientos. Su forma de pensar vuelve a cambiar, su voz se hace más fuerte, su mirada cambia, su personalidad cambia, ya no es él es su verdugo. -No quiero verte, no después de lo que me hiciste- le grito llorando - Solo estas conmigo por interés - -No voy a soltarte - le dijo Leonardo, con calma en su voz. Sin dejar de mirarlo - Las cosas no son como piensas... yo te amo - le afirmó, David se volvió a sorprender - Yo te amo - repitió con más fuerzas -Yo también te amo - le afirmó David - Pero me hiciste daño, me dolió. Y no solo fue ese interés, fuiste incapaz de defenderme cuando ese mal... me pego, y tú estabas ahí y no hiciste nada- -Tú lo ofendiste, David - -No lo defiendas - volvió a gritar - Él fue el primero que se metió conmigo, él te arranco de mi lado... -No es así - lo interrumpió Leo -Sí es así - afirmó David - Porque fue por culpa de él que nosotros estamos aquí, teniendo esta conversación. Es por culpa de él que tú me dejaste - le dijo David a Leonardo sin quitarle los ojos de encima. El silencio se apodera del lugar, solo puede escucharse el sutil ruido del viento en los árboles y en las adentranzas de la montaña -¡Perdóname!- suplico Leonardo - Sí me sigues amando, perdóname. Porque ya basta, ya no puedo seguir sin tí - David, volvió a sentir esa puñalada de arrepentimiento en su corazón y más al mirar al amor de su vida llorar, por una mentira, por un amor que más que ser correspondido no era sincero. Leonardo no seco sus lágrimas, las dejo ahí. No le daba vergüenza llorar frente a David, porque lo amaba, lo quería y si estaban así era por su culpa -Vuelve conmigo, seamos felices juntos - -Te perdonó - le dijo David con la mayor de la sinceridad - Pero...- Leonardo no deja que David termine de hablar y lo besa, sus labios lo acarician con mucha calma, con lentitud. Sintiendo el calor de sus caricias, David se rehusa un poco pero después corresponde, él también quiere besarlo, él también lo necesita. Leo, se acerca más sobre la mesa y sus brazos tomando a David quien se deja llevar por el momento, por primera vez él tiene más fuerza que su otro yo, quien lo obliga a separarse de Leonardo pero este no lo suelta y comienza a besarlo con más fuerza con más firmeza -Suéltalo, deja de besarlo - le dice él -Que lo sueltes, te digo - le grita, pero David lo ignora. Ya los dos están de pie, se alejan un poco de la mesa, David sujeta con sus manos la cabeza de Leo y lo une más a la suya -Te necesitaba tanto - le dice entre suspiros, sus narices se acarician sus frentes se tocan, están frente al vacío, sintiendo el viento en su rostro, los dos se abrazan, David reposa su cabeza en el pecho de su amado, sintiendo su palpitaciones. No quiere separarse pero tiene que hacerlo -¡Gracias por perdonarme! - le dice Leo antes de volver a besarlo - Quiero estar contigo, necesito estar contigo. Quiero ser feliz, pero a tu lado - -¡Yo también quiero ser feliz!- le dijo David sonriente - Quiero ser feliz nuevamente sin importar nada - -Quiero tenerte cerca, sentir tu cuerpo, ¡ya no aguanto más! - -No te ofendas, pero yo no. Yo necesito tiempo, necesito pensar - -Piensa rápido, David. No puedo seguir estando lejos de tí - le susurra al oído. Ambos vuelven a besarse, pero esta vez por última vez antes de que David se marchara, dejando solo a Leonardo con un poco de alegría dentro de él -Te amo, David. Y voy a recuperarte, juro que así será - le dijo al viento. Poco a poco las cosas fueron cambiando, Leonardo se aseguró que alguien más le prestara el dinero que necesitaba su familia pero su padre lo sorprendió con la noticia de que ya tenía el dinero. Los días fueron pasando y con ellos la relación tan hosca que se había formado entre Leo y David fue desapareciendo, las miradas tontas y a la misma vez picaras de los primeros días, habían regresado al igual que esos besos en medio del pasillo de la empresa. Todo era tan perfecto hasta que ocurrió par de situaciónes que cambiaron la vida de Leonardo y de Santiago.Leo recibió la llamada de Rebecca, ella lo invito a tomar un café, el día y la hora fueron programadas pero el encuentro no se dio, Leonardo tenía algo mejor que hacer, ese mismo día David y Leonardo decidieron pasar la noche juntos, por un momento la tempestad estuvo ausente, los días estaban pasando, una muerte inesperada sorprendió a Leo, después de esto Rebecca no aguanto más y decidió ir a encontrarse con Leonardo en su oficina, pero todo estaba en contra de ella, ese mismo día, tuvo un accidente... Continuará...!