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David se bajo del auto sin dejar los documentos en el. Los llevaba consigo pues eran las pruebas de todos los gastos que estaban a nombre de Claudio y fueron pagados por las empresas Larrazabal o mejor dicho eran el regalo para su amado Leonardo -¡Bienvenido! - le dijo Leo, levantándose de su silla para recibir a David -Siempre eres puntual - -No siempre soy puntual - se-sincero David - Pero cuando se trata de tí, trato de llegar a la hora - -¡Te amo! - le dijo Leo a David - No sabes cuanto he esperado este momento - -Hacia tanto que no estábamos juntos, desde aquella vez en el RestCafe - sostuvo David -"Aquella vez "- río Leo, al mencionar esa frase - Esa vez pensé que volverías conmigo - -No podía volver contigo tan fácilmente - espetó David - Tenía que hacerme él de "rogar" - David estaba por continuar, cuando le fue servido una copa de vino tinto. Tanto él, como Leonardo, tomaron sus copas y brindaron por la reconciliación, reconciliación que solo estaba en la mente de Leonardo quien no dejaba de mirar a David -¡Siempre me has gustado, tanto!. Que ahora que te miro me doy cuenta de lo feliz que soy desde que llegaste a mi vida - le dije a David, pues era la verdad lo amaba tanto, lo quería más que a mi propia vida - Debo admitir que no sé donde estaba mi cabeza cuando pensé en dejarte - le dije antes de volver a tomar de mi copa -La vida siempre vuelve a juntar a los buenos amantes - me dijo David con esa sonrisa tan hermosa que tiene. -Nosotros, no somos buenos amantes. ¡Somos los mejores! - le dije - Tu y yo somos el amor verdadero - -¿Sabes?, yo creó que tienes razón...- sonrió David - porque hemos pasado por tantas cosas y nuestro amor sigue intacto, sigue fuerte como la primera vez - -Y va a seguir así! - comenté - Porque te amo, y porque tú me amas - le dije a David, causando que sus mejillas se tiñaran de rojo -No sigas - me ordenó David - Porque no voy a aguantar las ganas de besarte y no quiero que nós saquen de este lugar - se burlo David -¡Es lo mejor! - le dije - Y si nós sacan, nós vamos a donde solo estemos tu y yo. Donde nadie nós pueda ver, donde juguemos a quitarnos la ropa muy despacio - después de mis palabras David volvió a sonrrojarse -¡Te amo!- fue lo último que pude decirle antes que llegara él, el otro David. - Traje un regalo para tí - me obligó a decirle. Yo no quería mostrarle los documentos a Leonardo pero él me obligo, él me dominaba es más fuerte que yo; no podía luchar contra él -¿Un regalo, mi amor? - me pregunto con su voz tan hermosa - No hacia falta que me trajeras un regalo, tu presencia me hace sentir en otro lugar y ese es el mejor regalo que puedes darme - me dijo Leonardo Yo quería responderle pero él no me dejo, apago mi voz y se adueño de mi; no me gustaba lo que comenzaba a sentir dentro de mi, lo que venía no era bueno. Él podía acabar con todo, hasta con este amor tan grande que siento por Leo ***** -¡Rebecca, lamento no poder encontrarme contigo pero existe algo más importante que tengo que hacer, si puedes reprogramar la cita te lo sabré agradecer ! - le dijo Leonardo a Rebeca atrevas del teléfono, después de haberla estado llamando en varias oportunidades para decirle que no iba a poder asistir al encuentro que tenían planeado Leonardo bajo las escaleras de su casa y salió, volvió a recibir una llamada de Claudio pero la ignoro. Condujo su auto hasta el restaurante y miro su reloj solo faltaban algunos minutos para que David llegara, él estaba muy emocionado, quería saber de una vez por todas si lo perdonaba. Nunca se imagino que David, lo iba a sorprender con ese regalo. Tomó el paquete de las manos de David, quien le seguía sonriendo, poco a poco lo fue abriendo, dejo el listón sobre la mesa y encontró unos documentos, lo fue leyendo y se encontró con la verdad frente a sus ojos -Puedo explicarlo todo - fue lo primero que David escucho decir a Leonardo - No es lo que tú crees - le dijo un poco avergonzado -Que explicación puede existir para la estafa que, tu querido Claudio, le ha hecho a mi empresa - espetó David con otro tono de voz -No fue él, todo la culpa es mía. Claudio no tiene nada que ver en esto - sostuvo Leo -No lo defiendas, no delante de mi. Ya me basto con que no hicieras nada el día que él me pego y tu como si nada, como para que ahora lo defiendas nuevamente - -¡Lo siento, David!, ya te pedi perdón por eso. Pero Claudio no tiene nada... -¡Ya Cállate! - me gritó David y todos en el restaurante se le quedaron mirando - Él tiene que pagar, por todo lo que le ha estafado a mi empresa - volvió a insistir David, cuando el único estafador era yo. Pues fui yo quien obligue a Claudio a aceptar el apartamento y a firmar esos documentos (FLASHBACK)
-Yo tengo la solución para que no sigas sin lugar donde dormir. Ni tú ni tu familia - le dijo Leo -Ya has hecho mucho por mi, el hecho de que seamos pareja, novios o lo que sea que somos; no significa que tengas que cuidar de mi y de mi familia - le dijo Claudio -¡No me importa! - le grito, Leonardo -Yo te amo y no voy a permitir que tú familia sufra, cuando yo puedo ayudarlos - -¡Yo también te amo! - exclamó Claudio quien ya estaba llorando - Y porque te amo es que no quiero la ayuda que me vas a ofrecer, no si tienes que poner en riesgo tú trabajo - -Si tengo que hablar con la señora Gloria, lo haré. Y si no se me da la oportunidad de hablar con ella y tengo que hacer todo en secreto, también lo voy hacer - -¡No, no lo hagas, Leonardo! - le suplico Claudio, quien a pesar de necesitar la ayuda que le estaba ofreciendo Leo, no estaba dispuesto a aceptar -Sí lo haré - espetó con seguridad Leo - Y tú no vas a prohibirmelo, no tú, porque eres el que se va a beneficiar - -¡Ya te dije que no quiero, no si para ayudarme, tienes que mentir, y poner en riesgo tú trabajo. ¡No quiero esa ayuda!, ¡No la quiero! - se negó rotundamente Claudio -Es eso, o vivir en quien sabe donde - le dijo Leonardo a Claudio mientras volvía a besarlo - Es un apartamento muy grande, el mejor de todos. Además serás un trabajador más de la empresa... -No voy a permitir que pongas en riesgo, tú trabajo. Mucho menos que le hagas creer a todos que yo trabajo ahí y no es así - sostuvo él, entre lágrimas. Mientras Leo, lo abrazaba por la espalda -Nadie se va a enterar, y todo va hacer por un bien. Yo lo que quiero es ayudarte, porque no puedo dejar que tu familia se quede en la calle -¡No quiero tú ayuda, no esa ayuda!- le grito, soltandose de los brazos de Leo y levantándose de la cama donde minutos antes acababan de hacer el amor - ¡Yo te amo Leo, y no te imaginas cuanto, pero no permitiré que pierdas el trabajo que tanto te acostado por mi culpa!. Sé que mi familia estará feliz con la noticia, pero no... -O aceptas la ayuda o te olvidas de mi para siempre - le interrumpió Leonardo muy serio y causando una expresión desesperada en Claudio -¡No me hagas esto, Leo. No puedes obligarme! - le dijo -Si lo puedo hacer. Y si no quieres la ayuda, tampoco me quieres a mi. Si realmente me amas, aceptaras el apartamento y el salario de las empresas Larrazabal - le amenazó Leonardo (END FLASHBACK) -Yo lo obligue a estafarte - le dijo Leo a David sin mirarlo. -Ni él, ni su familia tenían donde vivir y yo les conseguí el apartamento - -Y si fue así, ¿Porque lo hiciste, porque a mi madre?, si ella te quería tanto - replicó David -Yo no quería hacerlo, pero al final no encontré más alternativa. Todo fue porque de verdad lo amaba, lo quería y tenía que ayudarlo - le dijo - ¡Discúlpame, David, Discúlpame!- le suplico Él habia logrado lo que quería, volvía a tener a Leonardo en sus manos. Después de haber escuchado todo lo que Leo, tenía para decirle y haber escuchado sus razones se marchó; dejando a David sin entender que había sucedido -¡No llores más, no puedo verte así! - le dijo David - Yo solo quería escuchar la verdad, yo solo quería saber que había ocurrido realmente - -Si es tu deseó denunciarme, botarme de tu empresa o cobrarme todo el dinero, yo entenderte - le dijo Leo - Pero yo solo quería ayudar, yo hice por Claudio lo que puedo hacer por tí, y por tí haría hasta más!, ¡Créeme! - -¡No sigas! - exclamó David, posando sus dedos sobre los labios de Leo - No quiero seguir escuchando más nada. Yo te creó, y no voy hacer nada. Solo te creó y ya - le dijo David -¡Perdóname, David!- suplico Leonardo- Porque no debí haberle hecho esto a tú madre, perdóname porque no debí dejarte, porque no debí alejarme de tí - -¡Te amo, y este amor es tan fuerte que puede perdonarte cualquier cosa! - le dijo David a Leo, con una sinceridad jamás utilizada. Por primera vez, él estaba siendo sincero de corazón, David amaba a Leonardo esa era la única verdad. Su venganza ya no era lo más fuerte en él, no para David Larrazabal, pero si para David Sánchez, su verdugo. David tomó a Leo por las manos y juntos se fueron a otro lugar, a pasar una mejor noche ***** -Prométeme que no volverás a dejarme, no me haras sufrir de nuevo - le suplique - Porque yo nunca te dejare - le dije a Leo entre susurros, mientras lo besaba después que llegamos a mi recamara - Quiero que sepas que nunca más volveré a dejarte, sin tí la vida se me va - balbuceo entre jadeos, entre besos -¡Te amo!- -¡Te amo! - me dijo besando mi cuello - David, mi David... - susurró -Te extrañe tanto - le dije antes de besarlo, nuestras narices se tocaron sutilmente, poco a poco fuimos uniéndonos más. Mi lengua recorrio la boca de Leo, él no me lo impidió y solo correspondió a mis besos. Él me tomo por las cintura y me llevó hasta la pared, estado ahí me beso con más fuerza. Ahora era él quien tomaba las riendas del beso, sus labios estaban calientes, su lengua había invadido toda mi boca, sin ni siquiera dejar un solo espacio sin tocar, ambas lenguas jugaron por un momento hasta que nós detuvimos para abrazarnos. Después de tanto tiempo el amor volvía a llegar a mi, la felicidad estaba en mí, mis sentimientos habían regresado y me hacían dudar por primera vez de continuar con mi venganza -¡Hazme el amor! - le dije sin titubear -¿Seguro, David? - me pregunto -Si pero prométeme que va hacer la mejor noche - le pedi -Asi va hacer, si tú lo quieres - me dijo -Sí lo quiero, y más que quererlo lo deseo - espete - Necesito sentirte dentro de mi, me haces falta - le dije con lágrimas en mis ojos -Te amo - me dijo. Ambos nós miramos fijamente por un par de segundos, lo que veia en su mirada era lo mismo que vi en mis sueños, no podía creer que esto estaba sucediendo, pero era real y no un sueño. El hermoso color de sus ojos, eran la puerta a su alma, Leonardo aun estaba vestido pero su mirada ya estaba desnuda, dejándome ver su alma entera, me fui acercando poco s poco a él y como pudimos nós ayudamos a desvestirnos. Solo el aire del ambiente nós separaba, estábamos desnudos sobre la cama besándonos, sus labios estaban más calientes de lo normal. Poco s poco se fue colocando encima de mí y comenzó a besarme por todo el cuello, dejaba pequeños besos en mis labios mientras con sus labios recorría mi cuerpo entero. Después de eso no aguante más y ahora era yo quien lo besaba, su piel era perfecta, tan cálida como la brisa del mar y tan armoniosa como el sonido de las olas. No quería detenerme, besaba sin descanso cada parte de su cuerpo, nuestros miembros se rozaban y provocaban pequeños espasmos y gemidos en nosotros que Leo escondía en mi hombro, baje mi cara hasta su miembro y comencé a morderlo, estaba lubricado se lo fui sacando lentamente, se veía delicioso, recorrí con mi lengua solo su cabeza hasta que me lo introduje completamente en la boca y comencé a mamarselo incesantemente. Su pene entraba y salia de mi boca con un ritmo único, mis labios recorrían todo su miembro dejando besos en él, me gustaba sentir el pene de Leo en mi boca, me excitaba presionarlo con mis labios, sentir ese sabor en mi.
Leonardo agarro mi cabeza y me obligaba a meterlo todo hasta la garganta mientras él me acariciaba mis nalgas -Ya no puedo más - le susurré y el entendio y se separó de mí pero sin alejarse. Dejo de meter sus dedos en mi cabello y los introdujo en un mejor lugar. **** Cuando lo escuche decir que ya no podía más, baje mis manos hacia su pene y llene mis dedos del abundante líquido presemen que salia de David, después de eso introdujo uno de mis dedos en su recto. El se sorprendió un poco pero se fue relajando hasta gemir sin cuidado, ya no tenía un solo dedo sino tres dentro de él, yo hacia pequeños círculos con mis manos en su ano, para dilatarlo un poco y lubricarlo con su propio líquido -No puedo más - volvió a susurra entre gemidos David Ya todo estaba listo, así que con cuido lo penetre, David sintió mi pene en él y se aferró a mi cuerpo. Me abrazo fuerte y me beso, me besaba con desespero y lujuria, sentía como su recto se contraia y apretaba mi miembro, excitandome más. Escuchar sus gemidos en cada embestida y sentirlo en mi pecho mientras lo penetraba una y otra vez era la mejor sensación de la vida, no era mi primer vez pero si la mejor de todas, mi pene entraba y salia del culo de David, que te estaba caliente y yo podía sentirlo. Entraba y salia de él con fuerza pero a la misma vez con delicadeza, lo tomé por las cintura y lo penetre con más fuerza, la sensación de estar dentro de David era unica Después de eso lo abrace aun estando dentro de él, quería más y más, no quería salir de él. David estaba tan liviano y sumiso que sabia que lo estaba disfrutando con mucha pasión, sus gemidos, sus suspiros buscando llenar su alma más de aire para seguir estando conmigo. Me hacia amarlo. Después de acabar dentro de él nos besamos y pasamos un tiempo mirándonos, -¡Te extrañaba! - le dije y el sonrió, él l también había sentido ese clímax al que habiamos llegado, su semen estaba por todo mi abdomen por culpa de sus múltiples acababas debido a la fricción de su pene con mi cuerpo, después de ducharnos, él fue el primero en dormise, me levante de la cama y quite la sabana de su cuerpo. David estaba completamente desnudo, su piel era perfecto, la facciones de su cuerpo lo hacían ver como un pequeño niño de porcelana. ***** Al despertar Leonardo ya David no estaba en la cama. Leo se levantó de la cama y se vistió, minutos después su teléfono sonó, y mientras hablaba David llego a la recámara -¡Tengo algo que decirte! - dijeron los dos al mismo tiempo, al unísono -Tú primero- dijo David -La mamá de Claudio, murió - le dijo Leo a David - Y no solo es eso, el apartamento donde habitaba ella se incendio y él hotel...tú hotel, sufrió grandes daños - -¡No puedo créerlo! - exclamó David, mintiendo - Lo que yo tengo que decirte no sé si es igual o peor que lo que acabas de decirme - le dijo -¿Que sucede, David. Que paso? - pregunto Leo, alarmado. -Rebecca tuvo un accidente, y esta a punto de morir y no solo es eso; Santiago y tú sobrina iban con ella en el auto...