Siento una maldita luz directo en los ojos y comprenso que el amanecer se ha hecho presente nuevamente mucho antes de lo que hubiera querido. Carajo, siento que me estoy muriendo, maldita sea mi editora y maldita sea mi ley del menor esfuerzo dejando el trabajoso manuscrito para el final de plazo.
Me levanto con pesar de la cama estirando mis músculos y tronando mis huesos, veo a mi alrededor o mejor dicho; lo que permite mis ojos aun adormilados intentando encontrar el escandaloso cuerpo de mi esposo…así que realmente se ha ido a su trabajo temprano, suspiro con desgano y entro al cuarto de baño, me quito los pantalones grises que uso para dormir y me acerco al gran espejo de cuerpo entero que más que pertenecerme a mi le pertenece a la “Diva” que tengo como esposo.
Veo detenidamente mi reflejo y arrugo el entrecejo, debajo de mis ojos lilas hay unas enormes ojeras que llegarían hasta el piso de ser posible, tengo una ligera barba de persona que no se cuida ni pagándole, lo único que puedo rescatar de mi persona en estos instante es mi cuerpo trabajado que llena de deseo a cualquiera.Está bien, lo admito, soy un tanto narcisista, pero quien no lo seria teniendo lo que tengo.
Me quito los calzoncillos y entro a la gran tina que siempre está preparada para que yo me bañe, mis músculos se relajan al instante, justo lo que necesitaba, cierro mis ojos e intento relajarme todo lo que puedo.
-Cariño no has desmayado, ¿Verdad?- una voz dulce y llena de ternura, abro los ojos y me encuentro con mi delicado esposo parado en el umbral de la puerta, menuda tentación solo lleva una camisa blanca donde se transparente sus dulces pezones y dejando a la vista sus hermosas piernas níveas.
-pensé que te habías ido al trabajo- su dulce rostro cobra un sonrojo ardiente y sus cabellos negro arreglados me hace pensar que se iba a trabajar pero talvez se arrepintió en el último momento.
-iba a ir pero preferí quedarme un rato para comprobar que no te desmayaras- susurró
Como diablos podía ser tan tierno, le hago un ademan con la mano para que se acerque y lo hace a pasos lentos quedando frente a la tina, extiendo mi mano y él la toma, tiro de él y cae en mi regazo completamente mojado dejando su cuerpo al descubierto mucho más.
-¡OYE! Porque me tiras como si nada- chilló sonrojado y completamente cerca de mi cara.
- Kisa Shouta- susurre lentamente, saboreando su nombre- me estas provocando- no le di tiempo a contestar y lo bese con todas mis ganas, esta boca tan dulce solo me pertenece a mí, tome sus suaves piernas con brusquedad y las coloque a cada lado de mi cadera, él tan solo se limitó a gemir.
- Ah-Aki-Akihiko, debes descansar- hice caso omiso a lo dicho y baje por su cuello mordisqueándolo, succionándolo y lamiéndolo, sintiendo como se estremecía y gemía- no-no dejes marcas- sus manos que se encontraban en mis hombros se dirigieron a mis cabellos y los jalaron con fuerza, diablos eso sí que dolió, levante una de mis manos que tenía en su trasero y pellizque uno de sus pezones haciéndole gritar- ahh Jo-der Usami.
El carraspeo de una persona nos hizo detenernos al instante, fijamos nuestra mirada de donde provenía el sonido y rodé los ojos, porque siempre tenía que arruinarme los buenos momentos, llevaba una semana sin hundir mi miembro en el cálido y húmedo interior de mi esposo y esta persona no hacía nada más que hacerlo mucho más lejano.
-Maldición… ¿Qué quieres Isaka?- el castaño sonrió y mi querido esposo avergonzado se quitó de encima de mí y se fue a un lado de la tina.
-Vengo a ver al gran Usami para que vaya a ver cómo va la película de su libro, bien sabes que necesitamos tu opinión con respecto a los actores principales que usaremos-dijo sonriendo de manera exagerada a tal punto que comenzó a irritarme- además también vengo a ver al despampanante modelo de lencería que debería estar hacer una hora en el trabajo- comento viendo a mi esposo que no se atrevía a levantar la mirada del agua espumante.
- en un rato saldremos del baño…pero maldita sea ya lárgate que estas intimidando a mi esposo- sonrió y se retiró del cuarto de baño cerrando la puerta consigo- ¿estás bien cariño?.
-si- se volvió a acercar a mí y coloco sus pequeñas manos en mi miembro el cual reacciono al instante a su toque- en la noche continuamos en lo que nos quedamos – se paró y salió de la tina sacándose la camisa y su ropa interior mientras me guiñaba un ojo y salía de la habitación así, quería detenerlo pero si lo hacía no podría parar hasta devorar aquel cuerpo, suspire resignado, esperaría hasta la noche.
Después de un rato ya nos encontrábamos en mi deportivo gris, Kisa iba a mi lado con un lindo conjunto de pantalones a media rodilla grises, una camisa de tirantes blanca, un enorme abrigo gris que por alguna razón lo hacía ver mucho más pequeño de lo normal y unos zapatos deportivos negros, realmente apetecible.
Tanto el como yo nos dirigimos al mismo lugar puesto que: Magic Inc, no solo era una organización de modelos sino también de actores y grabaciones de películas y cuando me dieron a elegir en donde sería la grabación de mi libro no dude ni un segundo en que fuera ahí, quien sabe y termine tomando a mi querido esposo en su camerino o en las mesas.
Al llegar aparque el auto y baje inmediatamente a abrirle la puerta a mi esposo es cual bajo gustoso y con una sonrisa, cerré la puerta y espere a que un joven me pidiera las llaves para llevar al auto al estacionamiento.
-qué esperas para bajar Isaka- comente divertido viendo como este fruncía el ceño.
-esperaba que me abras la puerta pero parece que pierdo tiempo- dijo bajando del carro y poniéndose a lado mío permitiendo que se lo llevaran a estacionar.
- Cariño ya debo irme voy atrasado- dijo kisa y se puso de puntistas y me dio un suave beso en un costado de mis labios y salio corriendo.
Una vez adentro nos dirigimos a un cuarto de ejecutivos, productores, etc, que al vernos nos saludaron y siguieron con lo suyo.Me informaron que iban a llegar quienes querían que sean los actores principales pero ya habían pasado horas y los enclenques no llegaban, que clase de profesionales eran ello.
La puerta se abrió y de ella paso un hombre alto, de cara principesca, cabellos miel y ojos de igual color, con muchos pircings en las orejas.
-Buenas, disculpen se nos hizo tarde, mi nombre es Yukina Kou, un placer- hizo una reverencia, pero él hablo el plural a que otro chico se refería, de la nada se escuchó una respiración jadeante alado de aquel chico se encontraba un niño, lo más hermoso que había visto nunca, pequeño con la piel más blanca y suave que he visto, unos enormes ojos esmeraldas, labios carnosos y rojos y unas hermosas mejillas sonrojadas con el cansancio de haber corrido- él es Misaki Takahashi, mi pareja.
Nadie dijo nada y yo estaba más que sorprendido como ese niño de cara inocente podía ser novio de alguien como ese tipo que si bien era como un príncipe también parecía un maleante y de más edad que él, lo más extraño es que durante la reunión en la que les explicábamos como eran los papeles que debían interpretar el tal Misaki mantenía a la mayoría de los presentes idiotizados con miradas coquetas y movimientos insinuantes, pero lo hacía con tal inocencia que se podía llegar a pensar que no lo hacía queriendo, increíble al parecer el niño no era tan bueno como aparentaba.
Nuestras miradas se cruzaron y yo me quede estático al ver aquellos ojos en los que se reflejaba una inocente perversión mientras se relamía los labios, Dios esto está mandando una corriente eléctrica que llego a mi razón y bajo hasta mi entrepierna.
-Yukina podrías acompañarme a ver los libretos-escuche a Isaka y vi como ese chico solamente asintió, pobre se ve que es buena persona pero su noviecito estaba lejos de serlo.
-Misaki, amor ¿me esperas aquí?- pregunto el chico con una sonrisa y el otro solamente asintió.
-Si amor, te espero aquí
-A los ejecutivos muchas gracias por venir pueden retirarse- todos se pararon inmediatamente y se fueron del lugar, se nota a kilómetros que estaban agotados
- Akihiko te vienes con nosotros.
-No, esperare a ki…-me corto antes de terminar
-está bien, regresamos enseguida- comento y se marchó aproveche para mandarle un mensaje a Kisa y decirle donde me encontraba para irnos.
El chico de lindos ojos verdes me miro con una sonrisa, diablos era realmente provocativo y solo estaba sentado observándome mientras se mordía los labios.
No sé en qué momento paso pero se había levantado y está frente a mí, su mano jalo mi corbata dejando sus labios a escasos centímetros de los míos y mis ojos que seguramente lo veía más que sorprendido, intente alejarme pero era casi imposible estaba más que idiotizado mirando esos ojos.
-será un placer trabajar junto a usted Señor Usami…
Se relamió los labios y se alejó moviendo aquel trasero que ahora tomaba en cuenta lo delicioso que se veía, como para hundirme en el hasta el fondo, sacudí mi cabeza que diablos estaba pensando.
Baje mi mirada hacia mis pantalones y pude observar más que sorprendido lo que había causado su acercamiento
Mierda ¿Quién diablos se creía ese niño y quién era?
Misaki…salió de mi boca sin querer.