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Haciendo irlandesitos. por nezalxuchitl

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Domhnall estaba encerrado en el palacio de origen renacentista. Tenia una torre para el, al mas puro estilo de la princesa cautiva que era, si bien en realidad habia acabado ahí por una cuestión de logística: en la remodelada construcción central del castillo, en la flor original al estilo de Enrique Tudor, vivía el haren, y Dom no habia trabado conocimiento con el. Habia visto hermosas damas, en los jardines que no eran los suyos, pero no tenia ganas ni de asumir si serian sidhe o visitantes.

Pasaba mucho tiempo en el jardín, donde a Philip no le gustaba estar para que su piel no se bronceara, y, realmente, agradecia que lo dejara solo. Las flores eran exoticas y maravillosas; lo mismo que su padre, pensó que eran dignas de los Tuatha de Danaan, lo mismo que el resto del lugar.

Habia enrejados de oro decorativos; otros, para que las enredaderas treparan. Estatuas de diosas y sidhe, antiguas y modernas. Un manantial, cascaditas artificiales. Bancas, sorpresas, como aves exoticas en jaulas gigantes. El kiosko donde preferia estar era un lugar comodo, intimo, hecho de madera, que sentia mas cercana, aunque la madera fuera caoba y estuviera labrada.

Ahí, en aquella banca columpio se acostaba, cerraba los ojos e imaginaba que estaba sobre las tablas de madera tan vieja que apenas si le salían honguitos, detrás de la casa, a la sombra del árbol en el que habia aprendido a trepar.

Cerraba los ojos y trataba de escuchar el canto del viento y las olas en los acantilados de Moher, y, aunque a veces, si lograba percibir el sonido del mar, este era el desconocido de la costa de Portugal.

No estaba lejos del mar, y soñaba con que Gwaine llegaría por el, Brian, su papa… Una vez incluso habia soñado, soñado de verdad, que Gwaine estaba abrazado al palo de la punta de un barco con cabeza de dragon y que oteaba el horizonte, buscándolo. Era tan intenso, tan cercano, tan desesperante que Gwaine no pudiera verlo que se despertó. El bebe también lo habia sentido, estaba agitado.

El bebe. Era la cosa mas extraña del mundo. Lo acompañaba todo el tiempo, sentia su compañía, especialmente desde que habia quedado aislado. Sentia su estado de animo, alegre salvo que el se pusiera muy triste, por lo que trataba de no estarlo.

El bebe era su compañía, su conexión con Gwaine, lo único que tenia de el, de momento. Logicamente, trataba de creer que lo mejor que podía hacer era estar casado ahí, con Pacino. Pero su corazón se rebelaba, creía que su bebe estaría mejor con sus abuelos, con su tio, entre su gente y la de su padre, aunque no fueran ricos ni tuviera ahí el porvenir asegurado.

Meciendose y abrazandose la barriga lo sintió venir. A Pacino. No era raro que lo hiciera; a cualquier hora que tuviera desocupada, del dia o de la noche iba para hacerle… de todo. Se tenso. No le gustaba, aunque físicamente se sintiera bien.

 Luego oyo los pasos, pero eran mas. Muchos mas. Abrio los ojos y vio que por el sendero se aproximaba él cargando a un bebe, una bella turra como de su edad, muy parecida a Pacino pero de rasgos mas redondeados: no solo las bubis y la panza; la cara, la forma de la boca. Completaba la comitiva, viniendo un poco mas atrás, un varon como de treinta y tantos con un bebe.

Tres bebes, frente a el, como salidos del ensueño del jardín. Hermosos bebes, regordetes y saludables, dos morenos y uno rubio como el varon.

-Domhnall – Pacino le sonreía mas genuinamente de lo que lo habia hecho jamas – Te presento a mi sobrino Vinny, sus hijitos – beso el cachetito del que tenia cargando – y su marido.

Ni siquiera señalo con los ojos al marido.

Domhnall se puso en pie y acaricio al bebe que tenia Vinny.

-Tomalo, con confianza.

Dom lo hizo, intentando hacerlo bien. Siempre habia creido que tenia las manos demasiado largas y huesudas para ser una buena madre, pero sus dedos finos se adaptaron inmediatamente para acunar la cabecita del bebe. Lo sostuvo contra su pecho, inclinando su rostro como una madonna pero sonriendo como ninguna piedra podría hacerlo.

A Pacino le brillaron los ojos.

-¿A que es hermoso? Es Ely, Michely.

-Es muy hermoso. – los ojos claros se encontraron con los pardos y simpatizaron.

Vinny le puso las manos sobre los brazos y lo beso en ambas mejillas.

-Bienvenido a la familia, caro.

-No sabia que Al tuviera un sobrino.

-Nadie lo sabe. – sonrio Vinny – Por nuestra protección. – acaricio el pelito de su hijo.

Domhnall asintió con cara de entendido.

-Vinny, diviértete con Dom – dijo besándolo, y luego a el, en los labios. – Tom, encárgate de los bebes. – dijo pasándole el que tenia.

-Awww! – abrazo Vinny al que tenia Dom, y también a Dom – Dejanos uno.

Tom asintió y se alejo con Pacino. Los embajadores esperaban.

Vinny noto que Dom se habia sonrojado con el beso. Le acaricio el brazo suavemente, hacia arriba.

-¿Cuándo nace el tuyo?

-No lo se.

La mami puso una cara como si le hubiera dicho que no sabia respirar.

-Cariñito – le dijo mirandolo con conmiseración - ¿Cuándo te lo hicieron?

 

*

 

-¿Philipe tio, en serio? – le dijo Vinny cuando se reunieron bien entrada la noche – Casi se le salieron los ojos cuando me vio.

Pacino estaba abrazandosele ya, recostándolo sobre la cantidad de almohadas.

-Se parecen – mirada escéptica de Vinny – un poco, en la distribución de los rasgos. – era verdad - ¿Qué tiene de malo? – pregunto, su aliento yasobre su aliento.

-Es una víbora, y tu esposito una gacela indefensa.

-Intento asesinarlo un par de veces; en la borda y en el balcón, pero se contuvo.

Vinny le mantenía separada la cara, acariciándosela para que le respondiera.

-Imagina que no se contenga: moriría un bebe.

-Lo enviare a un calabozo si eso te hace feliz. – dijo entrecerrando los ojos, evadiendo sus caricias para atrapar su cuello entre sus labios.

Vinny cedió, deslizando sus dedos de la mejilla a la nuca, apretando la cabeza de Pacino mientras acariciaba su espalda.

 

***

 

Los vikingos celebraron hasta terminarse el ron de los piratas; un par de días. A la mañana del tercero el viento misterioso que indicaba que el Triangulo de las Bermudas se abria disipaba las ultimas columnas de humo de las naves y casas incendiadas durante la celebración.

Rollo se habia divertido con todo un burdel, como el amigo del capitan Aubrey, y salía sediento y un tanto cansado.

Juha Pekka, que se habia divertido también (el rey pirata daba tanta batalla como todo un burdel), bostezaba.

-Justo lo que necesitan: – dijo Burton, sirviéndoles algo que parecía capirotada española de cuaresma: rebanadas de pan ahogados en salsa aguada de piloncillo y canela – biscotti con un toque de caramelo.

Rollo estaba tan hambriento que se habria comido un caballo.

-¿No hay mas? – pregunto luego de beberse el contenido del tazon de un trago.

-No – replico Burton indignado – Me llevo doce horas prepararlo.

-¿Qué tal si incediamos una nave y preparamos una asada para el desayuno? – sugirió Juha Pekka – Por la cantidad de gente que somos. – excuso para no ofender mas a un airado cocinero.

Gwaine se habia divertido también. Emborrachado al grado de no poder tener una erección, adrede. Y creía haber tenido éxito, por la mano pintada en la mejilla que ostentaba.

-La tortuga asada sabe asquerosa. – comento a Will, que últimamente se encontraba cerca de el con mas frecuencia que Wilde.

-Asquerosa cuando lleva seis meses momificándose concha arriba cerca del retrete, se medio pudrió en las calmas ecuatoriales y se congelo en las latitudes altas del sur. – respondio este, mascando alegremente su inmunda patita.

Gwaine silbo, mirandolo.

-¿Por qué diablos lo haces?

Will lo miro asombrado. Tenia unos ojos lánguidos en un rostro bondadoso; su rasgo mas bonito, aunque tenia una nariz recta y una boca bien proporcionada.

-Por el honor de la Armada. Creo que si eres ingles, naces con el deseo de hacerlo. Atencion. – le dijo, con el reflejo de respetar a la autoridad enseñado a latigazos desde que tenia ocho años.

-¡Hermanos! – dijo Juha Pekka con una voz que hizo a varios tocarse la cabeza.

Hubieran agradecido la invención de la aspirina.

-Hermanos – repitió en un tono mas bajo - ¿Qué haremos con nuestra nueva conquista? – los piratas estaban atentos - ¿Fundaremos una nueva colonia esclavizando a los lugareños?

Murmullos negativos recorrieron la multitud vikinga. Nadie tenia ganas de construir en ese caloron.

-¿Y si la quemamos? – propuso uno.

-Haria mas calor. – lo golpeo otro.

-Quemar esta descartado. – anuncio Juha Pekka. Los piratas, en especial aquellos condenados por herejía, se sintieron aliviados.

-¿Puedo sugerir algo?  - dijo el capitan Sparrow, rey electo de los piratas.

-Si, por supuesto.

-Sugiero que nos devuelvan las riquezas, incluido el ron.

-¿Quieres que vomitemos?! – enarco una ceja fastidiado Rolo.

-No exactamente. – se ondulo por costumbre el rey, pues lo habían dejado sin ron – Sugiero que lo vayan a robar para nosotros a la guarnición francesa de Puerto Principe.

-¿Vikingos y piratas?

-Si, no estaría mal.

-¿Se aprueba la incursión conjunta a los franceses para robar el ron? – pregunto Juha Pekka.

-¡Y las zorras francesas!

-Ya estamos aquí, tarado. – dijo una.

-Aprobado. Se repartirá el botin a la usanza vikinga.

-¿Y como es eso? – pregunto Sparrow

-Una parte para el jarl, una para el capitan y el resto a partes iguales.

-¿Y tenemos que darle su parte a Jarl? – dijo, moviendo los dedos.

-Claro; los impuestos al gobierno son una parte fundamental de nuestra sociedad avanzada: garantizan que haya calles limpias, que los hijos de Ragnar vayan gratuitamente a la escuela o que Perkele reciba su bono de bebida para el desempleado.

-¿Y si evadimos impuestos?

-Eso seria deshonesto. – replico ceñudo Juha Pekka.

-Piratas sinvergüenzas. – dijo uno.

-Ladrones.

-Sin honor.

Sparrow los remedo.

-Un asentamiento vikingo aquí podría ser el origen de una hermosa ciudad como Dublin… - insistió Juha Pekka, homenajeando a los irlandeses.

-Si, bueno, no parece haber muchos monasterios cerca para saquear.!

-Ni nos queda exactamente de paso.

-Ademas, las expansiones vikingas en America no se dan nada bien, acuérdense de Vinlandia.

-Si, Terranova fue un asco.

-Habiamos sembrado incluso cuando salvaje era glacial aparece.

-Ademas, eso de viajar tan lejos parece de la epoca del tataratataratataratataratatarabuelo.

-De acuerdo, de acuerdo – se rindió Juha Pekka – solo quería hacerles notar que adueñarnos del Caribe podría traer beneficios, como, un lugar donde pasar el invierno.

-Si, bueno, tardamos una estacion en llegar aquí.

-Para eso tenemos los saunas.

-A mi me gusta mi invierno, ¿a ustedes no?

-¡Si! – corearon con ímpetu extra los finlandeses.

-Si no vamos a establecernos aquí es hora de regresar a casa. – dijo Rolo, poniéndose en pie – Ese invierno no se va a congelar solo.

Risas y murmullos de aprobación.

-Sobre eso… - insistió Juha Pekka – hemos encontrado un excelente navegante. – Wilde subio a la tarima e hizo reverencias de actor.

-¡Si, bien por el!

-¡El mejor que hemos tenido!

-¡Hasta sin brújula!

-Podriamos aprovechar sus conocimientos para explorar nuevos lugares, llegar a tierras ignotas, u olvidadas.

-Yo estoy dispuesto. – dijo Wilde para clavar una puñalada en el corazón de Burton.

Pero las caras de los vikingos tendían mas a la duda.

-Vamos, ¿no les gustaría expandir el imperio vikingo? ¿Volver a conquistar el mundo?

-¿Sabes? Eso suena un poco a ambicion.

-Los romanos lo hicieron solo una vez.

-Y ahora están tranquilos comiendo pizza.

-A mi me gusta comer mantequilla.

-¿Cómo consigiriamos mantequilla suficiente para un imperio tan ancho?

-Los ingleses lo están haciendo bien: es mas fácil robarles.

-Si, no… - dijo Rollo con desgana – el imperio vikingo queda descartado. Volvamos a casa; nuestras esposas no se van a follar solas.

-Bueno, eso de hecho si.

-Seguramente, las muy lesbis.

-Si, de hecho. – admitió Rollo, pensando en su querida Siggy con Lagertha.

La asamblea se disolvió y poco a poco la gente se fue mezclando, marchando.

Rollo se acerco al oficial británico con un atajo de ramas para que se azotara el en sauna.

-Oye, lindura…

-No, déjame. – se cogio a Gwaine, que se alejaba.

-¡Es para que te azotes! – exclamo desesperado.

-¡Azotarse! ¡Un oficial ingles! – se indigno la turra, empujando a Gwaine y alejándose con un vivo rebote de las solapas de su casaca y de lo que habia abajo.

-Oye – Sparrow ya estaba recargado en el – A mi también me gusta. – Rollo gruño: la sentencia de arrancamiento de cabeza no aplicaba a una turra, pero esta era muy descarada. - ¡Siempre quise hacerlo con mi primer teniente! Es decir, cuando tenia uno…

-Vete a beber.

-Ya no hay que. – dijo, besando de todos modos su botella – Estoy al tanto de tu pequeño problema con esa presumida.

-Toda la maldita tripulación lo esta.

-Pero no todos tienen una buena idea – le brillaban los ojos entre el maquillaje - ¿o si?

Sparrow obtuvo su atención.

 

Continuara...

 

Notas finales:

¡Hay incesto gente! Del verbo haber. Se dice: "Hay muy pocas turras lesbis incestuosas a las que le gusta ver falso twincest" incluso si nosotros somos Pacino; no "Habemos muy pocas turras..." Zeta, la verdadera Miss InTolerancia, me recordo hoy lo mucho que debemos odiar a quienes conjugan mal el verbo haber.

A ver que pasa en el siguiente capitulo.

Slán!


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