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Haciendo irlandesitos. por nezalxuchitl

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Los contrabandistas y Gwaine bebian licor y conversaban al amor del fuego, tendidos sobre el practico, y acomodable, lecho de ocho plazas. Vuelto un semicirculo en torno a la chimenea, comian lo que no habia cochineado el Desagradable. Gwaine salvaba con su don de gentes lo que aun no sabia de portugues (o español) y Dom, con la cabeza en su regazo, se dejaba acariciar, abrazando al bebe cerca de su pecho.

De vez en cuando, Gwaine se inclinaba, besandolo de piquito en los labios o en el rostro. Cuando asi lo hacia, Domhnall le restregaba la cabecita, como un minino mimoso.

El camino por la serrania habia sido dificil y cansado, pero el lo habia disfrutado mucho. Por primera vez, tuvo a Gwaine para el solo, solo suyo, desde que las estrellas asomaban hasta que volvian a surgir. Su luna de miel habia sido breve, y ahora estaban de nuevo con otras personas, teniendolo que compartir. Incluso si los contrabandistas no hubieran llegado a su casa, tenian al bebe con ellos, por lo que nunca volverian a estar solos. A ser solo Domhnall y Gwaine, y eso lo entristecia un poco. Y se sentia mal al pensar que tenia celos de su propio hijo.

-Deberian ponerle Mamon, para que la encomienda sea mas efectiva. – dijo achispado Trofida.

-No le voy a poner Mamon al niño – dijo Gwaine menando la cabeza – por muy gran santo que sea.

-Si le encomiendas al niño y luego no le pones el nombre, el santo se enojara.

-No pasa asi en Irlanda.

-Pero estamos en Portugal.

-Pero el niño es irlandesito.

-¡Helder! – vocifero Trofida aunque lo tenia a un lugar de distancia – Tu que sabes tanto, ¿el niño es irlandesito o portuguesito?

-Creo que ambas.

-No puede ser ambas.

-Mi tio el Curro es agrabe y marino. – aseguro el Guadalquivir.

-¿Como va a ser marino? – se exaspero Trofida

-¿Como?! Pué najiendo en el má!

–El mar no es un pais. ¿Quien diablos es su rey? ¿Poseidon?

La conversacion de los contrabandistas arrullaba a Domhnall, haciendole perder el miedo al idioma, el terrible idioma en el que lo habian casado con Pacino.

Por cierto, los contrabandistas seguian sin creerse que Domhnall fuera la esposa de Pacino, ni que Gwaine lo hubiera rescatado. Estaban convencidos de que la pareja habia escapado del galeote vikingo y robado, eso si, las monturas de dos guardias de la Quinta.

Las voces de la pelea despertaron al bebe, que comenzo a llorar. Solo el Desagradable no se mostro contrito, ni disimulado, cuando Dom se giro de espaldas a ellos para amamantar a su bebe.

Trofida volvio a pensar lo que exclamo en voz alta al ver por primera vez las caderas, bañadas y vestidas de Domhnall: ¡¡Jozu! ¡Por ahi pasan hasta yucatecos como si nada!!, creyendo, finalmente, que Domhnall habia parido sin problemas.

Pero por mas que la turrita chupo, no consiguio mas que un poco de fluidito transparente, del que Dom ya llevaba algunos dias produciendo.

Lloro, hambrienta.

-¿Le hara año si le amos ponche?

-¡Hombre, no seas barbaro!

-Leche – dijo Eduarte – Podria ir con los Curazao.

Solo vivian a tres montes.

-Hasta que no mame la leche de su mama no se le puede dar otra cosa – aseguro Helder – Acuerdense de san Mamon.

Domhnall, avergonzado por no ser capaz de darle leche a su bebe, estuvo de acuerdo.

-Vinny me advirtio que pasaria – dijo a Gwaine – que podia tardar hasta dos dias en hacer leche para el. Me dijo que le diera agua y...

-¿Que?

-Bueno, el se habia ofrecido a darle de la suya, si yo queria.

-Parece que es muy lindo, tu amigo. – Gwaine tomo al bebe, acercandole el dedo a la boquita y sintiendo cuan fuerte chupaba.

Helder estaba rojo como un tomate.

-¿Que? – le pregunto Trofida.

-El papa puede ayudarle.

¡Oh si! Todos sabian.

-Pero tenemos que dejarlos a solas. – termino Helder.

-Dormiremos en el cobertizo.

-¿Porque? Que duerman ellos en el cobertizo.

-Desagradable... – lo apuro Trofida, acabando su jarro y poniendose en pie.

-Deshaciendose en atenciones con el solo porque es bonito. ¡No les va a dar nada! Tiene un esposo, un bebe, ¡y un amante! – concluyo, recordando su historia (de que Gwaine era el amante).

Hacia una noche agradable. La primera, luego del plenilunio, cuando la luna asomaba un poco tarde, un poco menos que redonda.

Gwaine meneo la cabeza sobre Domhnall, acariciandole el rostro con las puntas de sus cabellos.

Ambos estaban nerviosos, por primera vez habia otras personas que sabian lo que estarian haciendo, que podrian escucharlos, y les daba verguenza.

-¿Quien te corto el pelo? – enrosco un mechon en su dedo Domhnall.

-Burton. Tiene talento, ¿no crees? – dijo sacudiendo la melena de nuevo.

-Quiero que te lo corte para nuestra boda.

-Lo hara. – sonrio - ¿Y tu? ¿Te vas a dejar el pelo largo?

-Creo que si – se lo acaricio - ¿Te gusta?

-Me gusta como sea.

Comenzo a besarlo. A pesar de estar cansado, Domhnall lo abrazaba. Queria a su seme, y tras imaginar que nunca lo volveria a ver cada beso le parecia irreal y maravilloso. El bebe los acompañaba ahora a ambos, acostadito al lado de donde se amaban. Gwaine le desato las cintas del amplio escote de su camisa, exponiendo su pecho sonrojado, sus dos pequeños, hinchados pechitos.

Estaban mucho mas grandes que por la mañana; debian dolerle, como comprobo al tomarlos en sus manos: estaban duros, y desbordaban el hueco de su palma sin llegar a abarcar toda la mano. Gimio de nuevo al empezarselos a masajear. Estaban calientes, duros. Los pezones le dolian a Dom, no sabia como a Vinny le pudo haber gustado.

Gwaine probo a hacerlo mas suave, como si se tratara de la mas delicada masa del mundo y a su turra le gusto. Sus besos volvieron a ser placenteros, sus ruiditos. Saco la lengua de su boca y le lamio los labios antes de descender por su cuerpo, el rostro a la altura de su pecho, sin saber, por instantes, a cual belleza dirigirse. La de la izquierda la parecio mas apetitosa, rodeandola con su lengua ancha y firme hasta acabar en el pezon, jugandolo con su lengua en punta, resbalosa, mojada, chupando de subito mucho mas fuerte de lo que podria hacer el bebe, arrancando a Domhnall una exclamacion, provocando que le agarrara la cabeza.

Al principio lo quiso quitar, pero luego lo apreto para que no dejara de chuparlo; queria que le chupara tambien el otro, recordo la delicia cuando Vinny y Pacino se los chuparon los dos a la vez, imagino por un breve instante que Vinny y Gwaine se ocupaban de el, agradandole mucho mas la fantasia que el recuerdo. Pero luego Vinny desaparecio; abrazando la cabeza de Gwaine, tenia todo lo que necesitaba. Su seme chupeteaba ya el pechito necesitado, masajeaba, alternaba.

Era realmente placentero; estaba congestionado, sonrojado como a punto de correrse, pero no podia ser: Gwaine no se la habia metido, ni podria metersela en mucho tiempo. La ansiedad que le provocaba esa certeza lo hacia abrazarlo como si estuvieran a punto de quitarselo, otra vez.

-Estemos juntos...

Gwaine creyo no haber oido bien, pero cuando Domhnall lo repitio lo sometio muy bien con el peso de su torso, para que no fuera a intentar ninguna triquiñuela, pues habia algo que Gwaine deseaba mas que ser uno con Domhnall y era no lastimarlo.

Froto su polla contra la suya, ahora que podia volver a hacerlo suspendido sobre el, masajeandole, uno y otro pechito con el brazo con el que no se sostenia, acunandole la cabeza, besandolo, mirandolo, su amado Domhnall. Comiendole los pechitos cuando sintio que las malas ideas se habian alejado de el, chupandoselos tanto que creyo que le haria daño, pero el pelirrojo lo gozaba tan audiblemente, excitandolo con toda clase de ruiditos deliciosos, deliciosos, como el pezon en su lengua, el pechito casi adentro de su boca.

Era asi, no tenia duda. Estaba a punto de correrse, por la boca y las manos de Gwaine, por lo que le hacian en los pechos, lo que sentia tan intensamente en los pezones.

-¡Mas! – atino a gritar, antes de deshacerse de placer, con el pezon que no era mordido bien pellizcado.

Todavia jadeaba de placer cuando Gwaine lo jalo mas abajo, montandose sobre su pecho para pasar la polla entre sus pechitos, ambos, apretandolos, logrando que cubrieran casi por completo su gruesa extension de carne al pasarla entre ellos. Domhnall veia boquiabierto, fascinado, lo que Gwaine le hacia, y pronto la punta, acercandose tentadoramente humeda a sus labios, rosa y jugosa, invito a su lengua a lamerla, haciendolo, completando la follada de tetitas con golosas, deseosas lamidas, haciendo a su seme soltarle los pechos y follarle la boca, embistiendo sus carnosos labios, su rostro sonrojado. Tan profundamente, que le aplastaba la nariz. Al notarlo, se salio de su boca para frotar los sensibles pezones con su punta, gimiendo ambos cuando la erecta fresita encontro su horma en el huequito de la punta, y mas abajo.

Era tan intenso que tuvo que retroceder, esparciendo toda la viscosidad que habia dejado por la semiesfera, con la punta de su polla. Dom acerco su otro pechito, ladeandose, abrazandose a las nalgas carnosas de su seme para saborear su abdomen, su muy bajo abdomen. Lamiendolo, mirandolo con deseo, Domhnall hizo flaquear la resolucion de Gwaine; a sus antepasados celtas no les habia importado penetrar a su pareja luego de que diera a luz; la cuarentena era una importacion romana, el descendia de gente mas fogosa... y mas fiel.

Se reacomodo sobre Domhnall para chuparle los pechitos, jalando vigorosamente su polla junto con la de el, urgido por los sollozos del bebe que se habia despertado, hambriento aun, al que Domhnall visiblemente queria agarrar, pero no lo hacia por miedo a aplastarlo.

Domhnall ya no estaba ahi con el, haciendo el amor. El bebe le quitaba a su amada madre, y, con un dejo de desconsuelo, Gwaine acabo.

 

Continuara...

 

Notas finales:

Poseidon como en la saga de Poseidon, el ukesillo de Kanoncienta... deliro con los caballeros. Regreso a mi delirio.

Slan!


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