Después de pensarlo por un rato mientras callejeaba, el castaño terminó llevando a Baekhyun a un restaurante italiano. El bajito, aún sorprendido con la repentina situación, se bajó del coche algo aturdido, buscando a Chanyeol con la mirada. Este guió a ambos dentro, y no tardaron en ser asignados una elegante mesa. Ninguno de los dos tenía las suficientes agallas para comenzar una conversación, pero fue el de pelo rosa quien decidió que tanto silencio lo estaba matando:
-¿Por qué? – Fue lo único que preguntó, y el castaño supo exactamente a lo que se refería, pero quizás no estaba lo suficientemente preparado para responder. Ni siquiera sabía qué narices le pasaba con aquel chico, solo sabía que le gustaba estar cerca de él y que le encantaba su sonrisa, por eso le había traído a este sitio, para ganar más tiempo que poder emplear en mantenerle a su lado. Era descabellado, y lo que más le intrigaba era saber qué estaría rondando por la cabeza de aquel bajito que le miraba meloso por debajo de sus largas pestañas.
-Si te soy sincero, me quedé con mal sabor de boca en nuestro primer encuentro – Baekhyun comenzó a abrir los ojos algo preocupado, y Chanyeol pretendió tranquilizarle añadiendo – No me malinterpretes, es solo que… Me hubiera gustado que te quedaras algo más de tiempo. Fue muy repentino.
-La situación era surrealista, Chanyeol. Ni siquiera sabía qué hacía en tu casa –Rió el más bajo jugueteando con sus uñas y el castaño frunció los labios.
-Acerca de eso… Realmente lo siento – Baekhyun arqueó las cejas, sin comprender muy bien a qué se refería, y este aclaró – No sé qué me pasó, frené tarde y…
-¿De qué hablas? Oh, espera, pensaste que… - Y una carcajada tras otra comenzaron a salir por su boca. Ahora era el castaño quien no entendía nada – No me atropellaste, si es eso a lo que te refieres –Se llevó una mano a la sien, soltando una pequeña risita – Tropecé con mi propio pie y caí al suelo. Suena estúpido, ¿verdad? Iba muy mal esa noche, lo raro es que acabara sano y salvo – Soltó amargamente la última frase, y Chanyeol parpadeó incrédulo.
-Ya pude darme cuenta, pero no pensé estuvieras en el suelo por… - Baekhyun se encogió de hombros con una mueca triste y el más alto decidió que era mejor dejar de hablar sobre el tema – Es igual, lo importante es que estás bien.
-Gracias por tu hospitalidad – Sonrió dulcemente en agradecimiento – A decir verdad, yo tampoco quería irme así, pero la situación me obligó. Al fin y al cabo, ¡estaba en casa de un desconocido! – Murmuró cómicamente y Chanyeol susurró, esbozando una media sonrisa coqueta que derritió a Baekhyun.
-Espero que ya no me consideres como tal – Este negó automáticamente con la cabeza.
-Ahora eres Chanyeol: ¡el peligro sobre ruedas! – Se burló con tono infantil y el más alto lo encontró terriblemente adorable.
Fue una velada muy agradable para ambos, en la que continuaron conversando y haciendo bromas de cuando en cuando. Al terminar de comer, abandonaron el establecimiento y el castaño murmuró nada más quedaron en la entrada
-Traeré el coche. Espérame aquí, no tardaré en recogerte – Y se alejó en dirección a su automóvil. Mientras tanto, Baekhyun se entretuvo tarareando una canción mientras movía uno de sus pies al ritmo, cuando escuchó una voz que le resultó vagamente familiar referirse a él.