Capítulo 8.- Lágrimas y despedidas
El cambio en la vida de Shun fue notorio, Julián estaba encantado con la noticia de que iba a ser papá y por ello iba a ver a Shun en la guardería al medio día para llevarlo a comer, le iba a dejar snacks saludables en el medio del día, se quedaba a dormir frecuentemente en la casa y lo llevaba en las mañanas a su trabajo para que no vaya en autobús, las cosas volvieron a tomar su cauce en cuestión de semanas. Shun estaba un poco achacoso lo que era bastante normal, ahora había sacado ya citas con el médico de la clínica gratuita para que controle su embarazo y en el primer chequeo le dijeron que todo estaba dentro de lo normal, que tratara de no esforzarse mucho, que cuide su alimentación y que camine algunos minutos al día
Seiya había tenido algunos problemas con Saga, el peliazul le había dicho que si no renunciaba a su trabajo en el club de strippers le iba a quitar al niño, Seiya estaba seguro de que Saga lo amenazaba en vano porque legalmente no podía quitarle a Max, él ni siquiera estaba registrado como hijo suyo, entonces no tenía forma de quitárselo pero la amenaza estaba siempre presente, además de que si había habido algunos incidentes en el bar con clientes que se pasaban de la raya pero que no habían pasado a mayores
Una noche de esas, Shun estaba en el bar sirviendo cervezas como usualmente lo hacía, cuando llegó una visita inesperada, Milo y Camus que estaban usando sus uniformes entraron y ante la mirada de todo el mundo se dirigieron a Shun, sus semblantes eran por demás serios, el peliverde al verlos palideció, esta no era la primera vez que le pasaba algo así, esta no era la primera vez que ellos venían como portadores de malas noticias…
***
Shun estaba todo emocionado con la idea de casarse con Hades, el muchacho brillaba de la felicidad, no habían hablado de una ceremonia grande ni mucho menos, iban a hacer una pequeña reunión en el patio luego de unir sus vidas en el registro civil, nada elaborado pero eso no era lo importante, ellos se amaban e iban a compartir sus vidas, nada era más importante que eso
Faltaba una semana para la boda, Shun estaba de pie fuera del registro civil y miraba su reloj con impaciencia, Hades no era el rey de la puntualidad pero ahora en verdad que venía atrasado, Shun sacó su teléfono celular y lo marcó una vez más sin obtener respuesta, su alma volvió a su cuerpo cuando vio el auto del pelinegro que se acercaba a toda velocidad por la avenida, Hades lo parqueó un par de espacios más adelante y se bajó todo apresurado, ellos habían quedado para ir a ver los requisitos necesarios para la boda y a reservar la fecha y el resto de cosas, así que luego de un rápido saludo entraron tomados de la mano al registro civil
Los requisitos no eran tan complicados, algunos papeles los hicieron esa misma mañana y más o menos al medio día se desocuparon de todos los trámites varios que habían hecho, el problema se suscitó cuando salieron del edificio, al caminar por la calle el auto de Hades no estaba por ninguna parte
- Tranquilízate Hades… es solo un auto, siempre puedes robar otro, no? – dijo Shun en un intento de calmar a su muy histérico novio que estaba hablando por teléfono pero estaba pálido y lucía lívido
- No Shun… ese auto… es que ese auto… espérame un momento – Hades caminaba de aquí para allá y se podía escuchar la desesperación en su voz, Shun lo miraba y la verdad no lo entendía, no era normal lo que estaba pasando, a Hades usualmente nada le quitaba el sueño, su frialdad hacia lo que pasaba a su alrededor era usualmente aplastante, Shun nunca lo había visto como estaba ahora
Hades hizo varias llamadas y finalmente colgó el teléfono, se arrimó a la pared y apoyó las manos en sus rodillas, estaba medio doblado y trataba de respirar pero no lo conseguía, Shun se acercó a él y acarició sus cabellos para llamar su atención, Hades se incorporó y lo abrazó con fuerza, en medio de ese abrazo Shun se quiso morir, algo estaba mal, terriblemente mal
- Me vas a decir que pasa?
- Vamos a casa Shun, solo vamos a casa – Hades tomó su mano y juntos fueron por la calle, estaban caminando en silencio hasta que llegaron a la estación de autobús, una vez dentro del bus, Hades fue en silencio, a ratos chequeaba su teléfono y jugaba incesantemente con él, Shun nunca lo había visto así, usualmente Hades era el rey del autocontrol y el quemeimportismo
Cuando llegaron a casa, el pelinegro simplemente besó a Shun en los labios y le dijo que por ningún motivo saliera de la casa, que lo esperara y que no hablara con nadie, que si alguna vez lo amó y confió en él haría esto, Shun se lo prometió y con un último beso se despidió del amor de su vida, a lo que lo miró caminar por la iluminada calle no pudo evitar sentir que su corazón se comprimía, Shun tenía negros presentimientos, ese beso que Hades le dio le supo a despedida
Las horas pasaron con pasmosa calma, Shun no había ido a trabajar en el bar esa noche, tenía el alma en un hilo y simplemente miraba la ventana esperando que Hades llegara o llamara, algo… pero no… no había noticias, no había nada y Shun se estaba muriendo poco a poco y lentamente. Shyru estaba en casa estudiando y Shun estaba mirando a Max que estaba todo tranquilo en su corral mordiendo una rodela de hule, todo era silencio en esa casa hasta que casi a las diez de la noche el timbre sonó, Shun abrió la puerta y tuvo que hacerse a un lado porque Camus y Milo que vestían uniformes entraron a su casa sin pedir autorización siquiera
- Qué creen que hacen?, a dónde van? – Shun estaba siguiendo a Milo que subió al segundo piso y revisó las habitaciones una por una mientras Camus revisó la planta baja, Shyru había tomado a Max en brazos y miraba inmóvil mientras Camus entraba a todas las habitaciones
- Lo siento Shun pero teníamos que registrarlo todo – dijo Milo con tono sombrío
- No tienen una orden, verdad?, qué diablos están buscando? – Shun estaba muy molesto pero más que nada estaba asustado, en su mente estaba Hades y nada más
- No es un “qué”, es un “quién”, lo siento Shun pero estamos buscando a tu novio, está él aquí?, ha venido en las últimas horas? – Milo sacó una orden de arresto para Hades, Shun la tomó con manos temblorosas y no podía creer lo que estaba leyendo, es que no podía ser posible, por favor dios no… no…
- No, nadie ha venido y Shun tiene razón, ustedes no tienen ningún derecho de venir a esta casa y entrar sin una orden de cateo, eso invalida cualquier tipo de evidencia, y ya que nosotros no tenemos nada que ver con lo que está pasando, no tenemos la obligación de responder ninguna pregunta más si no está nuestro abogado presente – dijo Shyru con todo el convencimiento del que fue capaz, Camus arqueó una ceja y levantó ambas manos en señal de paz, Milo en cambio tomó las manos de Shun y le dijo:
- Tú sabes que yo quiero solo lo mejor para ti, verdad?
- Si… supongo que si… - contestó Shun todo incómodo, Milo estaba enamorado de él y eso no era secreto para nadie que tuviera ojos, ellos habían tenido una aventura de una noche hacía mucho tiempo pero aparentemente Milo no lo había superado, siempre se había mostrado celoso de Hades y ahora… ahora había venido a llevárselo a la cárcel
- Entonces, es por tu bien que me digas lo que sepas de ese individuo
- Por qué?, cuál es el problema?, de qué se le acusa?, eso por lo menos tenemos derecho de saber si es que quieren nuestra colaboración – Shyru había puesto a Max en su corral y se adelantó hasta Milo para quitarle de las manos la boleta de captura para Hades, al leerla palideció
- Esto no puede ser verdad Milo, Hades no sería capaz de hacer algo así – Shun tenía lágrimas en los ojos y miraba suplicante a Milo que meneó la cabeza y dijo:
- Lo siento mucho Shun, en verdad lo siento por ti – Milo en verdad sonó apenado cuando dijo esto y puso la mano en el hombro de Shun que esta vez si derramó una lágrima
- Sabes cómo fue que pasó?
- No, no sé más de lo que dice en el reporte, el que está preso es un conocido traficante de poca monta y que tiene redes en todo el sector, el problema es que el que murió es uno de los líderes, al parecer fue una disputa por una mercadería que fue robada o algo, el reporte preliminar no es muy claro – explicó Milo
- Mercadería? – preguntó Shun confundido
- Droga Shun… están hablando de droga – aclaró Shyru devolviendo el reporte a Milo que se lo pasó a Camus que dijo:
- Cocaína para ser más específico, lo único claro en el reporte es que hay un cadáver y que todo apunta a que fue tu novio el que tiró del gatillo, es mejor que nos vayamos Milo, hemos perdido demasiado tiempo aquí, ustedes ya están sobre aviso y no creo que tenga que recordarles que cualquier ayuda que le brinden a ese individuo conduciría al inicio de un proceso legal en su contra, por obstrucción de la justicia y por ayudar a un criminal, recuerden que un menor vive en esta casa, odiaría ver que Servicios sociales se lleve a Max, yo creo que no querrán que el pequeñito crezca en un orfanato, verdad?, bueno… buenas noches – el tono de Camus era por demás serio, él no necesariamente era muy amigable con los chicos de esa particular familia como si lo era Milo, pero… a Shun le dolió lo que escuchó, no lo podía creer, los uniformados se fueron dejando a un destrozado Shun tras la puerta, esta noche había sido infernal
Seiya llegó como a las tres de la mañana y luego de acostar a su bebé esperó con Shun en la sala hasta las cuatro de la mañana cuando se quedó dormido en el sillón, Shun no podía hacerlo, él estaba de pie junto a la ventana y miraba al farol de la calle, tenía la esperanza de ver llegar a Hades, tenía la esperanza de verlo pero… con el pasar de los minutos nada que llegaba, no lo llamaba ni lo contactaba, Shun se quería morir, simplemente se quería morir
De pronto, la puerta de la cocina se abrió dejando entrar al más esperado, Hades entró corriendo a la casa y Shun fue directo a sus brazos, el peliverde sintió que el alma le volvió al cuerpo al verlo, pero luego sus peores temores se hicieron realidad al ver el estado en el que se encontraba
- Por todos los dioses Hades… estás herido? – esa fue la primera pregunta que Shun hizo, las ropas de Hades estaban manchadas de sangre al igual que sus manos
- No… no, no es mi sangre, Shun… ohhh Shun… lo siento tanto… tanto… - Hades lloraba en este punto, eso desubicó completamente al peliverde que lo ayudó a que se apoye en el mesón de la cocina y abrió la llave para hacerle que se lave las manos por lo menos
- Qué pasó?, vino Milo a buscarte, en qué lío estás metido Hades?, qué pasó? – Shun hablaba con angustia, Hades se limpió las lágrimas, se lavó el rostro, se sacó la camisa y lavó sus brazos también, Shun tomó una camisa limpia de la ropa que esa misma tarde había doblado y planchado y se la dio a Hades que se la puso al igual que una chompa de Hyoga que estaba por ahí
- Recuerdas el auto que me robaron hoy en la mañana?
- Claro que lo recuerdo, qué pasó con eso?, todo este lío es por un auto? – Shun no lo podía creer
- Si… lo que pasa es que ese auto… ese auto tenía varios kilos de cocaína escondido en la carrocería y en el techo, en los asientos, en… en todas partes, yo lo acababa de recoger, solo tenía que cuidar el auto hasta las seis de la tarde cuando lo íbamos a desarmar, en teoría se entregaría la droga a sus dueños, me daban mi comisión y yo me quedaba con el auto para arreglar y vender, es un muy buen negocio que hago unas tres o cuatro veces al año – Hades explicaba esto con voz entrecortada, Shun usualmente no sabía mucho de sus negocios, sabía lo necesario, ni más ni menos por su propia seguridad
- Y te robaron el auto antes de que… ohhh por dios… ohhh por dios… - Shun se llevó una mano al pecho al entender el predicamento en el que Hades se encontraba
- Busqué en los lugares habituales por el auto, no es la primera vez que lo hago pero… no… no lo encontré, en la tarde fui al taller al que supuestamente debía ir con el auto para hablar con esos tipos con los que hago el negocio, nunca me había pasado algo así antes, esperaba poder ganar un poco de tiempo pero… apenas yo llegué, llegó la policía también, hubo una balacera, el cabecilla de la banda cayó abaleado pero yo no fui el que disparó, yo nunca he tenido un arma, en eso debes creerme Shun, yo no fui el que disparó – Hades tomó las manos del peliverde y le dijo esto con desesperación
- Si la policía llegó, cómo fue que escapaste?
- En medio de la confusión y los tiros pude escapar, yo me arrastré por el suelo y logré llegar al otro lado del garaje, ahí fue que me manché de sangre, no es solo un muerto Shun, son varios, el problema es que de lo que pude escuchar, uno de los tipos con los que yo hacía negocios era policía, por eso me quieren culpar de todo a mi, un amigo que tengo dentro de la estación me lo dijo, Shun… si me atrapan me van a dar veinte años o más – se podía notar la desesperación en el tono de voz de Hades, eso Shun nunca lo había visto y eso fue lo que le llegó al alma
- Veinte años???
- No puedo quedarme, no puedo quedarme aquí, si quiero tener una oportunidad debo irme ahora, mi ventana de tiempo se va cerrando y debo escapar ahora, yo… vine por ti… vámonos Shun… esta noche, ahora mismo, arma una maleta y vámonos, solo vámonos… - dijo Hades con urgencia, Shun se quedó en blanco, pestañeó varias veces lentamente tratando de procesar lo que había escuchado, Hades seguía hablando de que no podía perder tiempo, que la policía estaba tras su pista, que tenía que moverse rápido, en las semanas que siguieron Shun honestamente no mintió cuando le preguntaron cómo fue que llegó a su habitación desde la cocina, él no lo recordaba, su mente estaba en blanco hasta que Hades lo sacudió, él ya tenía una maleta en las manos lista, tenía también unas botas para que se las ponga, una chompa gruesa, un gorrito y una bufanda, algo le estaba diciendo Hades pero Shun no lo procesaba, así que levantó una mano para callarlo al decir:
- Basta…
- Shun por favor, tenemos que irnos
- Basta Hades… sigues diciendo eso pero… pero yo… no… no puedo irme contigo, estás loco? – el corazón del peliverde empezó a latir con violencia cuando se soltó del agarre del pelinegro que lo miró con dolor y sorpresa
- Shun… no me puedo quedar, si lo hago y me atrapan me esperan muchos años en la cárcel, por favor, por favor mi amor, vámonos juntos, es ahora o nunca, vamos Shun… no me dejes ahora, por favor no me dejes ahora – Hades tomó a Shun de los brazos y lo sacudió suavemente, el pequeño rompió en llanto, se sentía partido a la mitad
- Y a dónde iremos?
- No lo sé, no importa, ya veremos… en el camino veremos, lo importante es irnos, nada importa si estamos juntos, nada importa siempre y cuando nos amemos, vámonos Shun – Hades insistía pero Shun meneaba la cabeza y no se movía
- No puedo – Shun dijo con lágrimas en los ojos
- Por qué no?, qué te ata aquí? – preguntó Hades y esa era una de las cosas que ellos habían hablado muchas veces, Hades le había propuesto a Shun más de una vez el ir a vivir en su casa pero el peliverde nunca había aceptado, él no quería dejar a su familia para hacer su vida solo con Hades, eso no había sido un problema… hasta ahora…
- Mi hermano… mi familia… mis hermanos… Max… me necesitan – Shun tartamudeaba su respuesta, aún no asimilaba lo que estaba pasando aparentemente
- Y yo?, qué hay de mi?, yo también te necesito, te amo Shun… por favor no hagas esto, no hagas esto – el pelinegro tomó las manos de Shun y rogó en ese punto, era claro lo que Shun estaba pensando y eso Hades no podía aceptarlo
- Hacer qué?, yo no soy el que está haciendo nada, eres tu… eres tu el que causó todo esto, eres tu… por qué no podías tener un trabajo normal?, por qué tenías que poner tu vida en riesgo de esta manera tan horrible?, yo te pedí, te rogué, te supliqué que lo dejaras, me juraste que lo ibas a hacer y nunca no lo hiciste, no dejaste de robar autos por mi, y tu ahora me pides que deje a mi familia por ti?, esto no es justo Hades… lo que me pides no es justo!!! – Shun gritó con frustración y dolor, Hades lo abrazó con fuerza y le dijo:
- Sé que no es justo, sé que no te mereces esto, sé que fui yo el que echó todo a perder, perdóname mi amor… perdóname… pero tengo que irme, si te vas conmigo tenemos que irnos ahora, lo siento Shun, no sabes como lo siento pero no puedo esperar más, te vas conmigo amor?, te vas conmigo?, te juro que esta vez todo va a ser diferente, con el dinero que tenemos podemos hacer lo que planeamos y tener una vida tranquila, lo podemos hacer amor… esta vez lo lograremos – Hades se separó de Shun y lo miró a los ojos, el muchacho lloraba y no se decidía, no se podía decidir, Hades al darse cuenta se sacó una cadena que llevaba al cuello en donde estaba un relicario que tenía una foto de ambos, se la puso al cuello de Shun y le dijo: - Te amo Shun, te amo hoy y te amaré toda la vida, por mi vida te juro que volveré por ti… te prometo que volveré por ti, no voy a pedirte que me esperes porque no sé cuándo pueda volver, pero lo que si te voy a jurar y te lo juro por mi sangre y mi vida es que esta no es la última vez que nos vamos a ver, yo voy a volver contigo, te llevaré conmigo, me casaré contigo y viviremos juntos con la frente en alto, viviremos sin vergüenza alguna porque yo voy a ser para ti lo que siempre debí haber sido, no un criminal del que te avergüenzas, te amo Shun, te amo con toda mi alma, no lo olvides nunca, yo volveré por ti Shun, volveré por ti – Hades besó a Shun en los labios, fue un beso desesperado y cargado de sentimiento, fue un beso muy doloroso porque el pequeño sentía como su corazón se rompía, sentía como su alma se despedazaba, sentía como su vida se acababa
Hades bajó rápidamente las escaleras dejando a Shun arrodillado en medio de su habitación, el peliverde lloraba con desesperación, y así fue como Seiya lo encontró a lo que despuntó el día, fue en ese preciso momento en que la vida de Shun dio una vuelta diametral, fue en ese momento en que lo perdió todo… todo…