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RECKLESS [CHANHUN/SECHAN] por kaze_min

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Notas del capitulo:

Iba a subir la actu cuando tuviera 100 lecturas pero bueno le quedan 3 y no me podía aguantar ok(??? JAJAJ

Tengo muchísimas ganas de ponerme con los encargos de drabbles que me habéis dejado en la otra entrada c: mañana termino la uni por esta semana así que este finde me podré poner con ellas ^_^

En fin, que me desvío del tema... Queréis saber qué pasa en casa de Sehun la noche que rescata a Yeol? Seguid leyendo entonces! :D

 

xoxo bebis~

Después de unos minutos de un silencio únicamente interrumpido por los gimoteos y gemidos del chiquillo, terminó por regular su respiración y se tomó algunos instantes antes de balbucear:

-Gra… Gracias… - Sehun, todavía con los ojos fijos en la carretera, se limitó a asentir en respuesta. En sus planes no entraba mantener una conversación aún –Mi nombre… Mi nombre es Chanyeol – dio un volantazo para tomar la salida de una rotonda, chasqueando la lengua.

–Sehun. Te voy a llevar a mi casa. Mañana pensaremos qué hacer, ¿hm? – fue lo único que se le ocurrió para cerrar un diálogo que no quería continuar. Chanyeol captó la indirecta e intentó acomodarse en la ventana, sino para dormir, al menos para descansar la vista hasta que llegaran a su destino.

Por suerte, los secuestradores no consiguieron dar con ellos esa noche. Aunque eso no quería decir que el tema hubiese quedado zanjado. Para nada.

Una vez en el garaje, Sehun intentó despertar a un Chanyeol que había caído rendido en brazos de Morfeo. Deshizo sus ataduras y se ofreció a servirle de apoyo para caminar. Al fin y al cabo, no sabía lo que habían hecho con él antes de llegar a la gasolinera, quién sabe en qué estado se encontraba su cuerpo. El chico aceptó su ayuda y anduvo dando tumbos hasta el ascensor, y después hasta la puerta de la casa. Era pequeña y modesta, pero un joven tampoco requería de más en un piso.

Dentro, el anfitrión le colocó suavemente en el sofá, tomó una silla y se sentó frente a él, revolviéndose el pelo, intentando asimilar todo lo que acababa de pasar, que no era poco.

–¿Quieres… Llamar a tus padres o algo? A lo mejor sería bueno que…

–No. – Se apresuró a responder en un susurro breve que sorprendió a Sehun, haciéndole parpadear.

–Está bien. Mañana pensaremos en algo. – Hizo el ademán de levantarse y añadió – ¿Quieres comer o darte una ducha? – Se dio cuenta de que, aunque estaba siendo hospitalario, resultaba demasiado frío y distante. Los ojos del otro chico comenzaron a humedecerse y su cuerpo a estremecerse, a temblar violentamente.

Sehun no sabía qué hacer exactamente, así que, mordiéndose el labio, optó por extender los brazos esperando que Yeol entendiera el mensaje, y vaya si lo hizo. Se echó sobre él y comenzó a respirar agitadamente, estrechándole más fuerte de lo que pensaba dado el estado en el que se encontraba. El otro, sorprendido en un primer momento, se mantuvo estático sin devolver el abrazo, pero pronto comenzó a hacer movimientos circulares sobre su espalda, intentando tranquilizarle.

Quería preguntarle cómo había pasado, qué le habían hecho, por qué no quería contactar con su familia. Pero no tenía derecho a decidir el momento en el que hablar de ello: era decisión suya. Así que simplemente le dejó desahogarse.

No supo cuánto tiempo estuvieron así, pero Chanyeol terminó por separarse de él, frotándose los ojos e inspirando profundamente antes de mascullar:

–Gracias. –Sehun negó con la cabeza, haciéndole ver que no hacían falta agradecimientos. – ¿Puedo…? –mencionó señalando el baño con timidez.

–Claro. ¿Quieres algo de cenar? Hice macarrones y sobraron unos pocos. Si quieres, te los caliento. –El chico esbozó una sonrisa de complicidad y eso fue suficiente para Sehun.

–Ahora te dejo unas toallas.

 

----

 

Fue un poco incómodo observar al muchacho comer, pero tampoco sabía dónde meterse, y por otra parte no quería dejarle solo, sentía que no debía. Quizás era producto de la ansiedad, pero Yeol no tardó demasiado en acabarse el plato, mirando a Sehun un poco avergonzado.

–Yo recojo. Lo que no sé es dónde dejarte dormir. Solo tengo una cama…

– Dormiré en el sofá. –musitó decidido. No quería incomodar al otro, más cuando ya estaba de ocupa en su casa.

–Está bien. Te traeré alguna manta – y fue a buscar entre los cajones de su cuarto la muda de sobra que tenía.

Mientras revolvía sus cosas, meditó si dejarle pasar la noche solo sería lo correcto. Pero luego pensó que sería algo incómodo que ambos durmieran en la misma cama: no es que fuera demasiado grande tampoco. Con estas reflexiones internas, volvió al salón para encontrarse con un Chanyeol que jugueteaba con sus dedos en un intento de distraerse. –¿Seguro que…

–No pasa nada. De verdad. –Garantizó el chico, y Sehun no quiso insistir más. Le dejó un edredón sobre el sofá y se rascó la cabeza, no sabiendo muy bien qué añadir.

– Esto… Si necesitas lo que sea, estoy al lado. Procura descansar – era algo torpe para estas cosas, a decir verdad.

–Muchas gracias. Buenas… Buenas noches, Sehun – murmuró en un hilo de voz. Demasiado agradecido era aquel chico, pensó. Porque cualquier otra persona hubiese hecho lo mismo, ¿verdad?

 

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El interior de la furgoneta. Oscuro y frío.

Miedo.

La mordaza en la boca, empapada de saliva.

Ansiedad.

Las manos atadas en un nudo que castiga la piel.

Desesperación.

El cuerpo entumecido por el forcejeo. La garganta desgastada de gritar.

Soledad.

.

No podía haber sido un sueño. Sehun era real. Le había rescatado de aquel infierno.

Porque había ocurrido, ¿verdad?

La puerta se abre. Consigue distinguir dos siluetas.

 

-Nadie va a venir a por ti.

-Serás nuestro juguete hasta que nos hartemos de ti.

-Tampoco es como si tuvieras a dónde ir.

Risas. Un escalofrío le atraviesa.

No podía ser.

No podía seguir atrapado.

La vista se emborrona. Un mareo creciente invade su mente.

.

¡SEHUN!

.

 

–¡Chanyeol, despierta! ¿Me oyes? ¡Chanyeol! – siente que le sacuden con fuerza. Parpadea repetidas veces, completamente desorientado. No puede ver, las lágrimas le nublan por completo. – Chanyeol, estoy aquí. Estás a salvo, ¿de acuerdo? Tranquilízate – Sehun deja de zarandearle al ver que ha abierto los ojos. Ha saltado de la cama en cuanto ha oído al chico gritar su nombre en un mantra desesperado. Por suerte, parecía haber salido ya del trance. Yeol le abraza desolado, empapándole el pijama entre sollozos.

–Se…hun… – el estado de angustia le provoca hipo y no puede pronunciar bien su nombre. –Se… hun… – El apelado tiene un nudo en la garganta. No tiene ni idea de cómo se siente el otro, pero tiene la certeza de que pasa por algo espantoso. Deja la mano en su cabeza y la acaricia con suavidad durante unos minutos, hasta que los gemidos desaparecen.

–Vamos a la cama. No vas a dormir solo en estas circunstancias – Lo ha decidido. A la mierda que haya poco espacio. El chico necesita a alguien. Le necesita a él, y no va a dejarle solo un segundo más de la noche.

Notas finales:

Estoy muy emo con esta actu... Me da mucha penita Yeol... Lo pasa muy mal... :c Menos mal que está Sehun para reconfortarle c'': Esperemos que en un futuro se abra a él TwT

Qué tal? Os gusta? ^3^ 


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