Desde el momento en que había salido a los pasillos de aquel lugar Bum temió perderse, y es que simplemente el lugar tenia largos y numerosos pasillos y secciones, sus miedos no tardaron en hacerse realidad aquella mañana y por tercera vez en una semana se había perdido mientras intentaba ir a la cita con su terapeuta.
El pelinegro solo pudo suspirar cansado y un poco preocupado, se suponía que ya debía estar en con su terapeuta pero simplemente el lugar lo confundía, un nudo se comenzó a formar en su estómago, siempre que se perdía sentía que en cualquier esquina que girase Sangwoo lo esperaba con su sonrisa cruel y una cuerda que él conocía bien en la mano
Lo hice para ti Bum, ¿Por qué no te acercas?
Bum agito violentamente su cabeza y la sujeto con ambas manos cerrando fuertemente sus ojos
¡No! ¡No eres real!
Debía calmarse y recordar lo que su terapeuta le aconsejo, mantener su mente ocupada o contar hasta sentirse mejor
Su respiración se aceleraba, eso no era bueno, agitando nuevamente su cabeza intentando ignorar la risa hueca que escuchaba de la figura al final del pasillo comenzó a formar un poema en su cabeza.
En aquel lugar buscaban mantener a los pacientes ocupados el mayor tiempo posible, y entre muchas de las actividades y talleres que había, Bum se interesó en pintura, pero el que cautivo su atención enormemente fue el de escritura creativa y literatura
¿Sabes por qué no hay flores en invierno?
Porque todo tiene ocaso y crepúsculo
Todo tiene su luz y penumbra
Que va a un particular compas
Al terminar la última línea en su mente pudo calmarse y respirar con normalidad, volvió a concentrarse, debía encontrar el camino rápido para llegar a tiempo a su sesión, talvez si usaba el gps pudiera ubicarse, quizá...
Saco un Smartphone de su bolsillo, regalo del CEO de la farmacéutica, Bum recordaba que casi se desmalla cuando se enteró del precio del modelo que tenía.
Comenzó a buscar un tanto absorto la aplicación de mapas sin notar que un alguien se acercó lentamente a su oido.
"Bum"
Bum salto asustado y casi tira el celular, volteo aterrado a ver a un hombre joven en una uniforme blanco con una apariencia pulcra.
Los nervios de Bum volvieron a alterarse, no pudo evitar temblar y respirar agitadamente.
"¡Oh dios!" el hombre se arrodillo rápidamente con una expresión preocupada "¡Lo siento!, ¿estás bien?" el hombre lo miro angustiado.
"Wook Hwa..." dijo bum tranquilizándose nuevamente y saludando con una suave sonrisa a uno de los cuidadores encargado de algunos pacientes del ala donde estaba Bum, incluyendo a Bum mismo "Me perdí...otra vez."
"Lo sé." El hombre asintió con una sonrisa radiante.
Hwa suspiro más tranquilo y se levantó para colocarse detrás de un apenado Bum, empujo suavemente la silla de ruedas y se dirigió al ala donde estaban la mayoría de las oficinas y áreas dedicadas a consultas.
Frente a la puerta del consultorio el cuidador se despidió agitando su mano. Bum tomo una bocana de aire y entro al consultorio, donde la doctora lo miro con una ceja levantada y una expresión divertida.
"Yoonbum." rio suavemente, "¿otra vez?"
El chico bajo la mirada avergonzado "Son demasiados pasillos..."
"¿Iniciamos entonces?"
La sesión fue sin ningún problema, casi al finalizar la terapeuta miro seria a Bum.
"Ya te estas abriendo Bum, eso me alegra mucho pero..." se quitó unas gafas de montura fina volviendo a mirar al pelinegro "Aun te resistes a sacar lo que sientes, no solo es importante para ayudarte..." la mujer hizo una pausa intentando encontrar las palabras para decir lo que quería "Reprimirlo y guardarlo terminara convirtiéndose en algo que cada vez pesara más y más con el tiempo, es importante que lo dejes salir, no lo digo como terapeuta te lo digo porque me preocupas" la terapeuta lo miro con una pequeña sonrisa.
Nervioso comenzó a jugar con sus manos
Dejarlo salir...
Cada vez que intentaba hablar de lo que paso en su tiempo cautivo las palabras se volvían pesadas y dolorosas, atoradas en su garganta como espinas.
Ni que decir cuando intentaba hablar del tiempo que siguió y acoso a aquella chica y a Sangwoo, se sentía horriblemente avergonzado y su voz se perdía...
¡No!
Él es afín libre de aquel lugar, ya nada lo ataba...
No físicamente.
Aún estaban las cadenas que Sangwoo había construido en su corazón se mostraban reacias a irse...
Nunca serás libre Bum...no puedes dejarme, ¿verdad?
Sangwoo lo miraba con una sonrisa torcida desde la esquina de la habitación.
Agitando su cabeza intento alejar esos oscuros pensamientos, estaba decidido a luchar con las ataduras y telarañas que su captor tejió en su mente, sin importar que tan doloroso fuera.
"Pero... ¿Cómo?" su voz salió como un susurro.
La mujer le sonrió cálidamente "parece que tenemos tarea, ¿verdad?" se levantó y recogió sus cosas "Es todo por hoy, cuídate mucho y quiero que pongas mucho entusiasmo en tu tarea, puede que esto sea una pista...uno de tus profesores de escritura me dio este cuento tuyo" saco de su maletín unas hojas y se las dio Bum "Es bueno...realmente bueno" lo miro a los ojos y se despidió sonriéndole.
"Entiendo Dra. Kang" Le devolvió la sonrisa y asintió mirando las hojas en sus manos.
Aquella noche después de cenar se encontraba mirando intensamente la hoja de papel frente a él. Bum nunca había sido bueno con las palabras...al menos no oralmente.
Llevaba cerca de una hora mirando la hoja, realmente no sabía cómo comenzar o que quería decir, pero sabía que si quería sacar las pútridas semillas plantadas por Sangwoo debía comenzar a desenterrarlas.
Tomo un bolígrafo y comenzó a escribir lo que sintió el día en que conoció a Sangwoo...
Y entonces las palabras tomaron el control fluyendo como un torrente indomable,
Y las horas de la noche se consumieron cómo la endeble llama de una pequeña vela.
¿Fue en el ejército la primera vez que lo conocí?
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Aquella mañana decidió saltarse el desayuno ignorando la llamada del cuidador.
Hwa lo miro un poco molesto al entrar a la habitación por la falta de respuesta para luego dejar que su ceño fruncido fuera remplazado por una sonrisa al ver dormido al pelinegro sobre su escritorio con hojas desperdigadas sobre el mismo y en el suelo.
Se acercó a Bum que aún estaba en su silla de ruedas-"Lo siento...pero el desayuno es la comida más importante del día"- enderezo suavemente a Bum en el respaldo-"te espero afuera cuando termines de vestirte"-lo miro con una ceja levanta al ver que aún estaba en la misma ropa de ayer.
Suspiro cansinamente cuando la puerta se cerró y se dirigió a su armario a buscar algo que ponerse.
"¿Una carta?". la Doctora lo miro interrogante cuando Bum le entrego un sobre blanco un tanto grueso por las hojas dobladas dentro.
"yo cre- creí..." trago grueso para poder continuar "fu-fue lo que se me ocurrió para poder expresarme" no pudo evitar tartamudear cuando su voz comenzó a temblar. "¿Esta mal?"
¿Se había equivocado?
La primera vez que Kang Jyun conoció a Bum no pudo evitar encariñarse con el chico, conforme las sesiones avanzaron se dio cuenta que Bum era alguien diferente a todos sus pacientes anteriores, y no solo por sus trastornos, sin mencionar la horrida situación que vivió, sino por lo que poco a poco Bum dejaba ver de su verdadera personalidad oculta detrás del miedo.
Miro al sobre en sus manos y sonrió dulcemente. Durante sus años trabajando como psiquiatra, muchos habían optado expresarse por canciones, diarios e incluso dibujos, pero era la primera vez que alguien decidía evocar sus sentimientos con una carta.
Una carta...definitivamente eres único Bum
Jyun negó suavemente con la cabeza "es perfecto...solo que es la forma más original que me ha tocado ver...pero no tiene destinatario" bromeo con una risa suave con una mano sobre su mejilla.
"¿Destinatario?...creo que lo olvide" ladeo un poco su cabeza.
Asintió -"así es..."-miro pensativa el sobre sobre su regazo-"pero el destinatario de esta carta parece no saber que es para el"-Jyun miro al confundido chico-"Bum, para escribir esta carta tuviste que luchar y finalmente sincerarte contigo mismo...el remitente y destinatario eres tú"-tomo gentilmente las manos del pelinegro que la miraba sorprendido.-"Por eso...estoy muy agradecida y contenta que me dejes poder ver tus sentimientos con esta carta, quiero que recuerdes que cada vez que quieras decir algo pero las palabras no puedan salir... no las reprimas, toma una hoja y escribe".
Bum asintió y sonrió agradecido.
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-"Yo tambien creo que es una forma perfecta para ti Bum."
Seungbae tomo un pequeño sorbo de la humeante taza de café frente a el.
"En... ¿en serio?" Bum no pudo evitar el fuerte sonrojo que invadió su rostro ni la calidez que comenzó a sentir en su pecho.
El ahora detective asintió con una muy sutil sonrisa "Me alegra saber que te estés esforzando pero...no creo que sea saludable escribir hasta las cuatro de la mañana" intento contener una carcajada.
"Lo siento..." bum no pudo evitar sonreír al ver al mayor perder un poco la compostura.
Sus miradas se encontraron provocando que los dos se sonrojaran y con pequeñas sonrisas tuvieran que voltear al jardín que estaba frente a la terraza donde decidieron aquella mañana charlar un poco.
Momentos como aquellos se había vuelto parte ordinaria para ambos, los roces accidentales donde sus manos se tocaban se había convertido en pequeñas alegrías y las cálidas sonrisas se habían vuelto algo que ambos añoraban del otro.
Había días donde los dos se sentaban en alguna de las bancas cercanas a un pequeño estanque cerca del lugar, donde permanecían en silencio, no porque no quisieran decir algo sino porque no había necesidad de decir nada, simplemente disfrutaban de su compañía.
"Ah" Bum exclamo recordando algo y comenzó a buscar en los bolsos de su chaqueta "Esto..." miro nervioso a dos sobres en sus manos "esta carta es para el CEO Kim, quiero agradecerle todo lo que ha hecho y esto es para ti...es un cuento que escribí pero mi terapeuta dijo que era muy bueno y también quería agradecerte de alguna manera...."
Seungbae tomo ambos sobre y los guardo en el interior de su saco "No te preocupes, contactare al Sr. Kim inmediatamente, y..." miro sonriendo a sus manos que estaban sobre la superficie de cristal de la mesa "Esto...me hace feliz tu gesto, realmente lo aprecio gracias".
Bum sonrió ampliamente, y Seungbae no pudo evitar pensar que esa enorme sonrisa era similar a la de un niño en navidad.
Y que quería ver esa expresión en el rostro de Bum todo los días.