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UN DESTINO DIFERENTE por shiki1221

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Notas del capitulo:

Hola :D lamento el retraso y quiero disculparme con quienes no veían el guión del diálogo en caps anteriores. Mi beta me aviso que no se veían en la página por lo que ya lo cambie pero si surge alguna dificultad para leerme por favor avisenme. Ahora estoy revisando el resto de mis fics ya que a mi me aparece bien el escrito pero según me contaron algunos, no se ve, así que estaré corrigiendo eso. Perdón si no se podía leer antes

CAP 3: CRIMINAL

Uzumaki se había molestado un poco, al haberse dado cuenta tan tarde que su mejor amigo no se encontraba entre las personas de la fiesta, todo por culpa de Hinata, quien no dejó de atosigarlo junto a otros de sus compañeros durante toda la velada. Aunque muchos dijeran que ella no era pesada y sólo se mostraba afectuosa, no dejaba de vigilarlo con la mirada desde cierta distancia y eso, era algo que lo ponía ciertamente nervioso. Preguntó a varios invitados hasta dar con Temari y Kankuro, quienes habían sido invitados también, dado que Ino quería hacer de Cúpido y acercar de manera discreta a su compañero de equipo Shikamaru y la chica de la arena. Los hermanos de Gaara, estaban iguales que el rubio que les preguntó por la ubicación de Sasuke, dado que ambos buscaban el lugar donde se había metido el de cabellos rojos.

Los tres decidieron separarse para localizarlos y en caso de que uno de ellos viera a alguno de los dos desaparecidos, avisaría a los otros. Buscaron por un buen rato, en todo el local no había ningún rastro de los que ellos buscaban, se les ocurrió que quizás solo salieron a tomar aire. Así que intentaron encontrarlos en las cercanías del Ichiraku. Mas el resultado fue el mismo, mientras el tiempo seguía corriendo y ellos aún no sabían del paradero de los otros. Cansado de la espera, el rubio se decidió a buscar el chakra de Sasuke para saber dónde se había metido todo este tiempo. Al hacerlo se sorprendió de sentir que Uchiha estaba regresando al Ichiraku, aunque no venía solo, otro chakra lo acompañaba de cerca. El otro desaparecido estaba volviendo al lado del portador del sharingan, lo cual lo hacía cuestionarse: ¿Qué hicieron esos dos a solas? Buscando respuesta a aquella pregunta, Naruto decidió acercarse y cuestionarles directamente.

—¿Dónde estuvieron? Pensamos que habían desaparecido ttebayo —reclamó con un puchero el de la cabellera rubia.

—Por ahí —respondió con simpleza Sasuke.

—¿Nos buscabas para algo? —Esta vez fue Gaara quien hizo una pregunta, ésta era dirigida a Naruto, quien se veía un tanto nervioso por la corta ausencia de ellos.

—No, es sólo que como nadie sabía nada de ustedes —contestó desviando la mirada azulada, al sentirse avergonzado por lo exagerado que se veía su manera de actuar.

—Entonces no importa. —Se alzó de hombros Sasuke sin darle importancia―. ¿Ya terminó la fiesta o lo que sea? —cuestionó al notar que muchas de las personas que asistieron ya se habían marchado.

—Al parecer estuvimos alejados más tiempo del que creí —comentó Sabaku, observando el lugar.

—Sí, y se lo perdieron ttebayo —dijo con algo de molestia el rubio, aquella era una oportunidad de fraternizar un poco con los demás habitantes y ninjas de Konoha y Sasuke se le desaparecía de la nada.

—Yo no siento que me haya perdido de nada —contestó indiferente el de cabello negro.

—Me la he pasado bien en compañía de Sasuke —afirmó con seriedad el pelirrojo—. Fue mejor pasar tiempo a tu lado que en esta celebración tan ruidosa para mi gusto.

—Debieron quedarse aquí. —Siguió refunfuñando con un puchero Uzumaki—. ¿Qué tanto hacían ustedes dos solos? —preguntó con mucha curiosidad.

—Nada importante —respondió el de ojos negros.

—Sólo nos divertíamos a nuestra propia manera —aportó el Kazekage.

—No quiero imaginar la clase que diversión que ustedes buscaron ttebayo —comentó nervioso el jinchuriki, sabiendo de aquel lado un tanto sádico que poseían ambas personas delante suyo.

—Si no hay nada más que hacer aquí, me debo retirar para atender mis deberes en Tsuna. —Soltó de manera inexpresiva el de cabellos rojos—. Así que, me retiro. —Fue todo lo que dijo como corta despedida antes de marcharse del lugar junto a sus hermanos, quienes estaban regresando al Ichiraku.

—Adiós, Gaara —despidió Uchiha de manera seca.

—Visítanos pronto ttebayo. —Fue la despedida del de ojos azules, quien alzó la mano en señal de despedida y la agitaba mientras le sonreía a su amigo de la aldea de la arena.

—Me voy —dijo con simpleza Sasuke dándose la vuelta para irse del Ichiraku, mas fue detenido por su amigo rubio.

—¿Adónde irás?

El aspirante a Hokage sabía que el otro no tenía su antiguo departamento de cuando era gennin ni mucho menos se conservaban las casa de los ya difuntos Uchiha.

—No sé —fue la escueta respuesta—. Veré como me las arreglo.

—Puedes quedarte en mi departamento conmigo, si quieres —ofreció esperando que el otro aceptará.

—De acuerdo —accedió sin mucha ceremonia el de cabello oscuro.

Desde el punto de vista del ex vengador no tenía sentido hacerse el orgulloso en estos momentos, dado que no había lugar al que pudiera ir. No tenía pertenencias propias, ya que cualquier cosa que hubiera sobrevivido de su antigua vivienda, a estas alturas no serviría de nada. Al no poseer una casa propia, debido a que todo lo perteneciente al clan Uchiha se había destruido y por obvias razones, nadie lo reconstruyo, no tenía a donde habitar. Al de las marquitas, no le importaron las razones para que, el enorme y tan conocido, orgullo de su amigo no estuviera siendo un impedimento como esperaba. Por lo cual, ambos, sin hacer mucha ceremonia fueron al departamento de Naruto para dormir.

Al día siguiente, debido a que había sido dado de alta del hospital para concurrir a aquella fiesta, la cual no resultó tan terrible como Sasuke imaginó, éste último fue considerado que ya estaba en condiciones de comenzar a ser evaluado por el anbu correspondiente. No había tenido otra opción, por lo que tuvo que aceptar las condiciones para permanecer en Konoha, una de las cuales, incluía que debía ser vigilado por un anbu por determinado tiempo. Por lo tanto, la vigilancia inició de inmediato, una que realmente a Sasuke le daba igual, siempre y cuando la persona que tuviera que hacer ese trabajo no se metiera en su camino.

La persona que fue asignada por la Hokage, fue alguien a su criterio ideal para esa tarea, alguien que no se dejaría llevar por sentimentalismos, es decir, Sai. Quien al no poseer emociones tan vivaces como los demás (dada su formación como anbu de raíz) era muy imparcial y objetivo a la hora de juzgar. Estaba completamente calificado para observar las acciones del último de los Uchiha y determinar si era o no de confianza.

Cuando el ex anbu de raíz se presentó en la residencia de Naruto buscando a Sasuke, éste se vio en la obligación de mudarse con Sai, por diversas razones, entre ellas la vigilancia que debía ejercer con él y la más importante: no tenía un lugar donde quedarse. Siendo consciente de la situación de Uchiha el azabache de la falsa sonrisa ofreció gustosamente su propia casa. El sobreviviente del clan Uchiha no puso objeción a la convivencia forzada que tendría con aquella persona tan parecida a él. Por el momento, el anbu se ofreció incluso a prestarle ropa temporalmente, la cual de mala gana Uchiha tuvo que aceptar, ya cuándo comenzará a ejercer como shinobi se compraría ropa propia.

La mudanza a la residencia de su vigilante se hizo sin mayores problemas ni nada que valiese la pena destacar. Quizás sólo se podría hacer mención del desacuerdo de Naruto por tener a su mejor amigo lejos, aun si sólo fuese una separación tan corta, ya que ambos seguían estando en la misma aldea. Aquel tiempo compartiendo habitación en el hospital y la noche anterior durmiendo juntos en la misma cama, era algo que extrañaría Uzumaki, pero se recordaba a si mismo que era necesario para que Sasuke fuera librado de la vigilancia. Para Uchiha no era nada importante el lugar en el que estaría, tener que “convivir” con el otro, sólo significaba compartir la casa. Sin embargo, para el otro moreno las cosas eran diferentes. Aun recordaba cómo mientras Konoha era reconstruida luego del ataque Pain, tuvo tiempo para reflexionar acerca de sus lazos con el equipo 7 y recordar su primera misión con ellos. (N/A: En el capítulo 37 de Naruto Shippuden).

Sai se encontraba dibujando tranquilamente en un lugar apartado, aprovechando el tiempo que tenían libre antes de ponerse en marcha para cumplir con el objetivo de traer a Sasuke de regreso a Konoha. Cuando repentinamente Sakura se le acercó observando lo que dibujaba.

—Ooh así que dibujas dijo ella en un tono suave que no demostraba ánimos de continuar la pelea que tuvieron anteriormente por causa del Uchiha—. Pensé que estabas dibujando un paisaje. Pero es un abstracto. ¿Cierto? ¡Bueno! ¿Ya le encontraste un nombre?

—Bueno… comenzó a hablar el anbu sin saber muy bien que debía contestarle.

¿Todavía no decidiste uno? preguntó la kunoichi.

—No lo sé. Para ser sincero jamás he podido darles un nombre a las pinturas, incluso queriéndoles poner uno. No me viene nada a la mente. No siento nada explicó de manera puntualizada sin demostrar ningún atisbo de emociones, sólo tenía una sonrisa llena de falsedad.

—Tus pinturas no tienen nada de especial dijo Naruto acercándose hasta donde se encontraban sus dos compañeros de equipo.

—Estás en lo cierto respondió manteniendo la misma expresión en su rostro—. Justo igual que tu pene.

—Voy a ser honesto contigo comenzó a hablar Uzumaki mirando molesto a Sai—. No me caes bien. Si te ves envuelto en algún problema siempre sueltas esa falsa sonrisa. Pelearé contra ti cuando sea y donde sea.

—No tengo ningún problema contigo afirmó sin ningún tipo de reacción ante las palabras del blondo—. No me importas en absoluto.

Los roces entre miembros del mismo equipo, eran evidentes, así como el fracaso de esa misión en la que los miembros no compartían el mismo objetivo. La misión secreta del anbu era algo que lo llevó a tener que decidir entre su deber como shinobi y los sentimientos de amistad que comenzó a descubrir junto a Naruto.

Ya no era el mismo que en aquel entonces, había aprendido muchas cosas sobre los sentimientos y los lazos de las personas, por lo tanto, aprovecharía esta misión que le otorgaron para poder entablar algún tipo de comunicación con el otro azabache. De la manera normal jamás tendría oportunidad de iniciar algún tipo de contacto, ya que lo más probable es que terminara sucediendo lo mismo que en su primer encuentro, obteniendo resultados nulos y al Uchiha alejándose de él.

(N/A: capítulo 238 de Naruto Shippuden en el cual también recuerda escenas del capítulo 37)

El vínculo que une a Naruto y a Sasuke… tal vez nunca haya experimentado algo tan fuerte como lo que ellos tienen, siento que debiese hacer algo como miembro del equipo Kakashi, pero no encuentro exactamente que es ese algo. Pero creo que he hecho las cosas más dolorosas para Naruto y Sakura. Si yo hubiese sido un mejor amigo… ¿Lo hubiera manejado todo diferente en aquel entonces? Naruto, Sasuke y Sakura, siento que esos tres comparten un lazo tan fuerte que a nadie le será posible romperlo. Y algún día también lo tendré. Haré mi mejor esfuerzo por obtener un lazo que me una a ellos de la misma manera en que tienen sus sentimientos tan arraigados.

En aquellas ruinas de una desafortunada casa que, sufrió destrozos debido al ataque de Pain, alguna vez dibuje a Sasuke en medio de Sakura y Naruto dándoles la mano a cada uno y yo dándosela a Naruto, una muestra de mi deseo de que todos seamos amigos. Ahora tengo la oportunidad de formar un lazo con él, poder tenerlo y ser parte genuinamente del equipo de Kakashi. Aquel dibujo representa mi deseo por ser alguien especial para ellos y que ellos lo sean para mí también. Ya les tengo aprecio a Sakura y Naruto, pero debo encontrar algo que me una a Sasuke. Quiero que esa sensación de malestar y ardor que siento en el estómago cada vez que pienso en los desplantes que Sasuke-kun les dio a ellos, desaparezcan y sean reemplazados por la sensación de calidez que tengo con Naruto-kun.

Cuando ambos azabaches llegaron hasta la residencia del anbu, el vigilante tenía problemas pensando en la manera en la que debería iniciar una conversación con el otro moreno. Hizo memoria acerca de los libros que leyó hasta la fecha y recordó uno en especial que le fue de algo de ayuda cuando se empezó a interesar por ser un verdadero compañero.

“La mejor forma de relacionarse con las personas es acercarte lo más posible a ellos y abrirles tu corazón. Por ejemplo, dejar de hablarles con respeto eliminando el -kun o -san. Con eso eres cortés, reservado y no eres mal visto. Un buen inicio seria llamarlos por su nombre o incluso apodo. Haciendo eso, te volverás especial para ellos y reforzarás tus amistades con ellos” decía el libro. Aunque intentó pensar en algún apodo, no se le ocurría ninguno, según recordaba, Naruto y Sakura le sugirieron usar alguna característica relacionada a la persona o su físico. (N/A: CAP 54 de Naruto shippuden). “Ya lo tengo. Pensó el anbu ante su “revelación” acerca de cómo hablarle al otro.

—Uchiha-bastardo —dijo con una sonrisa falsa típica de él.

—¿Cómo me llamaste, copia de segunda? —exclamó molesto el aludido.

—Es que pensé que ese sería un buen apodo para ti —comentó con aquella sonrisa de siempre—. También pensé en otros como cacatúa malhumorada.

—Tks no fastidies. —Fue la respuesta de Sasuke ante la idiotez del anbu. Si no lo mandaba de nuevo a un genjutsu era porque era quien debía vigilarlo.

—¿Puedo iniciar una conversación contigo?

—Piérdete —contestó el portador del sharingan, quien no mostró expresión alguna al decirlo. Mientras caminaba por aquella residencia buscando el lugar que le correspondería ocupar.

—Espera quiero hablar —pidió el otro azabache intentando en vano detenerlo.

—Y yo quiero tomar un baño —respondió de manera fría intentando que el otro se alejará de él—. Al menos déjame hacer eso.

—De acuerdo —accedió rendido el vigilante.

Unos minutos pasaron para que el portador del sharingan estuviera en el pequeño, pero cómodo baño preparándose para ducharse. Aprovecharía que disponía de un cambio de ropa, cedido por ese anbu, para asearse como debía. Ya se había quitado la ropa que llevaba y al fin podría entrar en el agua caliente para relajar sus músculos tensos por tener que pensar en convivir con Sai. Era incluso más irritante que el Dobe, pero tendría que soportarlo si deseaba seguir permaneciendo en libertad. Su impertinencia al hablar, junto a esa sonrisa falsa, provocaban que Uchiha se sacará de sus casillas con increíble velocidad. Se acercó hasta donde estaba la bañera, pero antes de lograr ingresar en ella, la puerta se abrió repentinamente dejando ver a Sai con su infaltable sonrisa.

—¿Qué haces aquí? —cuestionó Sasuke con el ceño fruncido ante la interrupción.

—Venía a tallarte la espalda.

—No hace falta —rechazó de inmediato la propuesta conteniéndose de no atacarlo con un chidori por ser tan molesto—. Lárgate.

—Pero según Naruto en las aguas termales es un buen lugar para fraternizar.

—No quiero fraternizar contigo.

—Pero si lo harías con Naruto-kun.

—No es asunto tuyo.

—Vamos, no seas así. —Insistía el anbu acercándose al otro de tal manera que se asemejaba a un pervertido de alguna película porno, dado que esa sonrisa no ayudaba a que se viera como algo normal.

—Aléjate de mí —demandó de inmediato Uchiha.

—Ya verás cómo nos empezamos a llevar bien. —Continúo diciendo a medida que se acercaba.

—Sal del baño —ordenó con voz autoritaria esperando que el anbu obedeciera.

—No quiero. —Fue la única respuesta que dio antes de invadir el espacio personal del otro.

Mientras aquella discusión se llevaba a cabo, cierto rubio muy hiperactivo estaba dando vueltas en círculos frente a la residencia de su compañero de sonrisa falsa. Se debatía entre entrar o no, generalmente saltaría al interior de la casa, pero sentía que estaba invadiendo el espacio de Sai. No estaba actuando como siempre y eso lo hacía molestarse consigo mismo por no entender a que se debía su incomodidad de entrar allí. Quizás la razón era que su mejor amigo estaba en la casa y podría resultarle atosigante su compañía. Suficiente que lo tuvo que aguantar en el hospital, no quería ser un fastidio para el otro, pero quería estar con Sasuke todo el tiempo posible y poder recuperar algo del perdido durante los largos años de separación. Su debate interno llegó a su fin al oír un grito del interior de la casa.

—¡TE VOY A MATAR! —esa era la inconfundible voz del Uchiha.

Así que el de ojos azules se metió de inmediato a la residencia preocupado por la razón de aquel grito. Se quería abofetear a sí mismo por tal descuido, bien sabía que el anbu era sumamente irritante, él mismo quiso matarlo cuando acababa de conocerlo. Alguien del temperamento de Sasuke evidentemente lo haría sin ningún reparo. Recorrió la casa con cierta rapidez, el sonido de objetos cayendo le dio la clave de donde hallar a sus objetivos.

—TEME NO MATES A SAI Él es… —la frase que comenzó a gritos perdió completamente la fuerza con las que se decían al ver la escena delante suyo— UN MALDITO PERVERTIDO.

—Naruto-kun no es de buena educación entrar a la casa de alguien sin anunciar —respondió con una sonrisa el anbu estando con poca ropa sobre Sasuke quien se hallaba completamente desnudo debajo de Sai y forcejeaba por quitárselo de encima.

—Quítate de encima mío de una buena vez —exigió mirándolo con el sharingan activado y de milagro sin lanzar un genjutsu.

—No hasta que lo hagamos —dijo insistente el ex subordinado de Danzou.

Aquella frase sonó de una manera tan fácilmente mal interpretable que Uzumaki no dudó ni un sólo segundo en meterse a tomar acción. A pasos agigantados se acercó hasta donde los azabaches peleaban y tomando con fuerza el cuello de Sai lo separó de inmediato de su amigo.

—¡NO LE TOCARÁS NADA, PERVERTIDO TTEBAYO! —declaró muy molesto el blondo.

—Pero si sólo estaba por tocarlo un poco —contestó Sai sin entender la razón del enojo de su amigo.

—Ambos salgan de aquí —ordenó el ex vengador mirándolos a ambos con ganas de asesinarlos por ser tan fastidiosos—. Quiero bañarme en paz.

—Ohh si… bueno… yo esto… —tartamudeó con nerviosismo el de los ojos azules.

—Ahora —demandó con enojo Uchiha.

—Pero aún no lo hemos hecho —reclamó el azabache a cargo de la vigilancia.

—Tú vienes conmigo Sai —afirmó de inmediato Naruto jalando de su brazo para sacarlo del cuarto de baño—. Te tendré vigilado para que no intentes nada raro ttebayo.

—¿Raro? ¿Cómo qué? ¿Cuáles son las cosas que se consideran raras? —preguntó atropelladamente el ex anbu de raíz mientras salía del cuarto de baño siendo arrastrado por Uzumaki.

—Tú tienes esa obsesión con mirar… —se sonrojo un poco por lo que iba a decir—. Cierta parte de los hombres —dijo desviando la mirada por hablar de algo así de vergonzoso.

—¿Te refieres a los penes? —habló el de cabello negro cuando el rubio lo llevó hasta la sala.

—No lo digas y tampoco trates de mirar el de Sasuke ni comentar nada de su tamaño —advirtió Naruto para evitar que Sai fuera asesinado por no medir sus palabras.

—¿Por qué? —cuestionó curioso sin prestar atención al intento de Naruto de prevenirlo.

—Porque él podría sentirse avergonzado o incómodo con eso —contestó no muy seguro de sus palabras. Su mejor amigo era muy poco expresivo, pero hasta él debía avergonzarse con esas cosas ¿no?

—¿Por qué? —cuestionó nuevamente Sai, ladeando la cabeza con confusión—. Si lo tiene de un buen tamaño y su físico no está nada mal.

—¡SAI! —gritó escandalizado por la soltura con la que el otro hablaba.

—¿Qué? Sólo digo lo que veo. —La sonrisa del pálido chico incomodaba al de ojos claros—. ¿Crees que me deje dibujarlo sin ropa? —preguntó con inocencia.

—¡NO LO DIBUJARAS ASÍ! —negó el rubio, molesto de que el anbu tuviera esa idea tan… pervertida, a su parecer.

—Eso se lo tengo que preguntar a él.

—Te lo estoy diciendo yo ttebayo —afirmó con voz seria.

—No me importa.

—Entonces, ¿para qué preguntas? —Uzumaki preguntó rechinando los dientes, molesto de la actitud de Sai.

—Para ver como reaccionabas —respondió con tranquilidad.

—Eres un hijo de… —el insulto que estuvo a punto de soltar el rubio se vio interrumpido por una tercera voz.

—Ya para de gritar, Dobe. —Se escuchó la voz del Uchiha acercándose hasta ellos.

—Pero es que Sai quería… —La frase quedó inconclusa al ver como el azabache venía sólo con una toalla envolviendo su cintura y otra en su cuello—. TEME ¿QUÉ DEMONIOS HACES ASI?

—¿Qué tiene de malo? —preguntó indiferente sin entender la reacción de su amigo.

—Muestras demasiado ttebayo —reclamó el rubio enojado, no porque le incomodará verlo así, sino que la razón era que no quería que Sai lo viera y comenzará alguna de sus raras observaciones, como hizo con él en aquella ocasión que estuvieron en las aguas termales, por mencionar sólo una de las tantas veces que lo hizo.

—¿Y qué? —cuestionó Sasuke restándole importancia a lo que decía el Dobe—. Aquí todos somos hombres —respondió con simpleza el portador del sharingan—. A menos que tanto sexy jutsu te haga comportarte como una nena.

—¡BASTARDO! —gritó el rubio enojado de que no entendiera sus razones.

—La cacatúa tiene razón —afirmó inocentemente Sai.

—Cállate —ordenó con una voz fría el otro moreno, irritado de que siguiera con eso de ponerle un apodo.

Ese primer día conviviendo juntos había sido un completo choque entre ambos azabaches, el anbu intentando que Uchiha hablará con él y el mencionado aguantando las ganas de asesinarlo por lo molesto que resultaba. Por otro lado, Naruto permaneció durante el resto del día y la noche allí, no queriendo dejar a esos dos a solas. De hacerlo seguramente tendría que hacerse a la idea de que Sai sería asesinado prematuramente y que su mejor amigo fuese metido a la prisión por su falta de paciencia.

A Naruto eso no le gustaba para nada aquella convivencia entre esos morenos, él quería ser quien vigilara a Sasuke, siendo la persona más cercana al moreno era quien tenía el derecho de estar junto a él mientras se lo evaluaba. Entre varias personas, la Hokage incluida, tuvieron que hacer un enorme esfuerzo para convencerlo de que Sai haría un buen trabajo. Sin embargo, el rubio siendo tan terco como era, no aceptaba las órdenes recibidas. Cuando se dio cuenta de que no habría manera posible de que la decisión fuese cambiada, él cambió de estrategia, por lo cual iba cada día a la residencia donde podría encontrar a Sasuke y se pasaba más tiempo en la casa de Sai que en la propia.

Tuvieron que transcurrir dos meses de convivencia antes de que Sai afirmara en su informe que Sasuke no representaba una amenaza para nadie. Una vez finalizado su trabajo como vigilante del Uchiha, el anbu siguió frecuentándolo, aun en contra de la voluntad del otro, debido a que aun deseaba descubrir que era lo que hacía al Uchiha tan especial. Naruto y Sakura no mostraban ningún rencor con él pese a ser quienes fueron traicionados y atacados por él. Deseaba descubrir que lo hacía importante y si era posible, iniciar un lazo con él, de esa manera podría decir que verdaderamente formaba parte del equipo 7. Ya no sería un simple reemplazo o sustituto del otro azabache, sino que sería su compañero también.

Sin embargo, los altos mandos no estuvieron de acuerdo en que él no fuera una amenaza, dado el enorme poder del último Uchiha. Nada garantizaba que no se volvería en su contra, Madara aun siendo uno de los fundadores intentó destruir Konoha por un desacuerdo que tuvo con sus políticas. Con tantas personas en su contra, no fue de extrañar que se lo enjuiciara por causar “alborotos”, uno que causaba su sola presencia. A Naruto esa situación lo fastidiaba mucho, ¿cómo se atrevían a decir que Sasuke estaba causando problemas? Si no había hecho nada malo.

Se le llamó peligro, sin ninguna razón justificable, y se decía que no podía estar suelto como si nada. Tsunade lo siguió defendiendo usando el argumento acerca de que ayudó en la guerra y que su colaboración y sacrificio debían ser tomados en cuenta. Pero alguien del Clan Hyuga, les recordó con un comentario venenoso que la guerra inicio por la gente del clan Uchiha. Así que eran más peligrosos sueltos, cualquiera que llevará su sangre era una posible amenaza, una bomba de tiempo. Todos estuvieron de acuerdo y más porque ya vieron el poder de destrucción que tenía. Por tal razón fue llevado a la prisión de Konoha, tal y como si se tratara de un simple ninja renegado que no merecía estar en libertad. Lo mantuvieron encerrado lejos de todos los demás y ni siquiera a Naruto se le permitió hacerle alguna visita ni cruzar palabras con él.

El último Uchiha no opuso ninguna resistencia a su privación de la libertad, era consciente de los crímenes que había cometido en el pasado, no tenía caso intentar excusarse. La única manera en la que sentía que podía retribuir por aquellas muertes y conflictos, era dejar que la justicia obrara como debía. Aunque a Uzumaki esa idea de “justicia” no le agradaba y se opusiera a lo que sucedía, sabía que no debía interferir. Algunos de los crímenes de Sasuke eran a nivel internacional, sino eran solucionados de manera políticamente correcta, podría acarrear una disputa. Con las secuelas de la guerra provocada por Madara aún frescas, era mejor permitir que las cosas siguieran su curso. Apelaría por su mejor amigo de ser necesario, pero no haría las cosas a la fuerza, dado que eso podría terminar condenando al Uchiha.

Sabían de antemano que él no confiaba en nadie, con excepción de Naruto, pero no quería decir que no hiciera un mínimo intento por encajar de nuevo. Sin daños, peleas o asesinatos desde que estaba en Konoha, ¿qué era lo que pretendían juzgar? ¿Por qué no se enjuiciaba a los consejeros por lo sucedido con Itachi? ¿Por qué no se buscaba a Orochimaru para encerrarlo por la muerte del tercero? Habiendo tantos criminales con delitos imperdonables no había necesidad de enfocar todo el peso de la “justicia” en Sasuke.

El día en el que sería enjuiciado para que se dictará el castigo que merecía, lo llevaron a una gran habitación, mientras que todos lo miraron con odio y cuchichearon acerca de él, Uchiha Sasuke. Allí presentes se encontraban la Hokage junto a los consejeros de Konoha y los representantes de los distintos clanes de la aldea. Cada quien emitiría su opinión al respecto para intentar obtener una solución para todos conveniente. Las miradas que le dedicaron la mayoría de ellos eran de odio, el cual sólo intentaba camuflar el miedo que les daba el enorme poder que tenía. Fue juzgado duramente por el simple hecho de estar con vida, para casi todos, él debía perecer para que el legado maldito de los Uchiha se extinguiera finalmente.

Claro que también existía la parte defensora, la cual tristemente no estuvo presente en dicho acontecimiento. Gaara, Sai y por supuesto Naruto, podrían haber sido quienes destacaran los puntos a favor que poseía. El Kazekage y el anbu sabían que desde su regreso al finalizar la guerra el trato que tuvieron con Uchiha, pese a ser breve, no fue malo. Podían afirmar sin temor a equivocarse que Uchiha no había hecho nada para alterar la paz y consideraban ese juicio como una mera excusa para deshacerse de él. Aun así, la palabra de un simple anbu al igual que de un ninja del rango gennin como Naruto no tenían validez allí. Mientras que el Kazekage no podía opinar por ser un asunto interno del sistema de justicia de Konoha. Los kages en conjunto dejaron que el destino de Uchiha Sasuke fuese decidido por los altos mandos de su propia aldea. Era la manera de mostrar algo de gratitud hacia el héroe Uzumaki, de intervenir él, lo tendrían que hacer los demás kages también y era sabido que Raikage no olvidó su altercado con el inculpado.

Cuando apareció la encargada del juicio, empezaron a decir los cargos de los que se le acusaban. Con voz firme y objetiva se leyeron los cargos de los que se le acusó y como lo declaraban por los mismos.

Traición: culpable. Debido a que a los doce años de edad escapó de la aldea y se unió al ninja renegado Orochimaru.

Robo: inocente. Ya que no hubo registro de que se levantaran cargos de ello.

Por secuestro: Inocente. Sin embargo, si es responsable del intento de secuestro al hermano menor del Raikage, el jinchuriki del Hachibi, mientras estuvo con la organización criminal Akatsuki.

Asesinato: culpable. Hubo múltiples samuráis del país del Hierro muertos durante su ataque a la cumbre de los cinco kages. Cabe recalcar que no ha herido gente inocente durante sus viajes, por lo que sólo se le imputan cargos en el país del Hierro.

Asesinato del sexto Hokage: culpable.

Acciones que ponían en peligro la integridad de Konoha: culpable. Dado que la irrupción en la cumbre de los cinco kages, se enfrentó a todos los líderes de las cinco grandes naciones, lo cual pudo ocasionar una guerra internacional.

Teniendo todos aquellos crímenes en su contra la absolución era algo que Tsunade no creía posible, mas tendría que conseguirla para que Naruto no sufriera. Aprovechando el vacío que dejaban los pobres argumentos por los que se lo detuvieron en esta última ocasión, Tsunade apeló nuevamente citando que contribuyó en la guerra y que no había causado problemas estando en Konoha. Sin embargo, para asegurarse de que sus argumentos serían escuchados, utilizó la influencia que Uzumaki tenía en los otros kages y diversos habitantes, la cual no podía menospreciarse. Por lo que se llegó al acuerdo de que Uchiha Sasuke sería declarado…

 

CONTINUARÁ…

 
Notas finales:

Hasta la próxima janne n_n


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