~ Capítulo 1: Camus y Milo. ~
Un cuarto desordenado de puros libros de diferentes autores reconocidos en el mundo, joyas de la literatura como Don Quijote de la Mancha, Cien Años de Soledad, Los Miserables, La Divina Comedia, Hamlet, La Ilídia, entre muchos libros que le fueron regalos por su padre, algunos de años y otros recientes. Los lee y hojea siempre, le gusta aprender y analizar aquellas magnificas obras, escritas por grandes. Joven de cabellos largos hasta la cintura y carmesís, ojos del mismo color y las uñas pintadas del mismo color, vistiendo completamente de negro, su color preferido. Un nuevo libro terminó de leer y comenzaría con el siguiente.
— ¿Qué te pareció tu nuevo libro?— preguntó un hombre recargado en el marco de la puerta. Portando un traje negro, blusa negra y corbata roja.
Giró con dirección a la entrada de su cuarto.
—Es perfecto—. Simples palabras respondió—. La escritura es poética y da el toque a los sucesos que pasan en cada capítulo. Un final detallado y una
—Muy pronto iré de viaje por una temporada larga.
—He escuchado de un libro llamado el universo elegante. Es un libro de física que me recomendó uno de mis profesores.
—Cuenta que lo tendrás en tus manos— Mostró una sonrisa. Se quitó del marco de la puerta y cerró la puerta de la habitación.
Es cuestión de tiempo y tener un libro más a su colección. Su padre siempre le cumple con traerle un libro nuevo. Le agradaba que lo consintiera con regalos que le ayudaran por el resto de su vida, el conocimiento es lo más importante en la vida y él luchara por las metas. Siendo tan joven sabe la carrera que desea tomar, debe empezar joven y saber lo que le rodea.
Comenzó el siguiente libro, contenía imágenes y una escritura poética hermosa. Ese libro será la última lectura que tomada.
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El despertador marca las 5:00 a.m. No tiene las ganas de levantarse, pero es su deber porque el desayuno tiene que estar servido en la mesa a las 7:00 a.m. si no se meterá en problemas, de nuevo.
Pesadamente se levantó de su cama, se dirigió hacia el baño para asearse. Las ropas que cubren su cuerpo cayeron al suelo, una por una quitándose hasta quedar sin nada que lo cubra, abrió la regadera, se metió y las gotas de agua resbalan por su piel blanca, sus callos al rojo vivo pegándose en su espalda y su pecho, sus manos lavando la cabeza con la espuma formándose. Terminando la acción, tomó el jabón y la esponja, frotando los objetos para formar la espuma y limpiar cada parte de su cuerpo a la perfección hasta la parte más intima. Al sentirse limpio cerró llaves, salió del baño poniéndose una toalla en la cintura y secaba su cabeza con otra. Secando a la perfección cada parte. Después buscó la ropa que debe de llevar a la universidad. Estando listo bajó hacia la cocina para hacer el desayuno, tan sólo ya son las 6:00 a.m. tiene una hora y tener el desayuno listo en el comedor.
Marcaron las 7:00 a.m. terminó justo a tiempo, le dio tiempo de decorar la mesa elegante. Se sentó y esperó a los demás. Poco tiempo después entraron al comedor un joven de cabellos rojizos llegando por la nuca, ojos fucsia y piel blanca, portando una camisa blanca con unos pantalones entubados negros y una corbata roja. Y una mujer de cabellos rubios largos, ojos azules, piel blanca portando un vestido blanco con decorativos azules, guantes cortos en sus manos y joyas decorando su cuello, sus manos, en su dedo índice y un broche en su cabellera. Tomaron asiento sin antes dar los buenos días al joven que preparó todo. En silencio disfrutaron el desayuno. Sólo se escucha el ruido de los cubiertos. No son de conversar en momentos así.
—Camus — rompió el silencio la de cabellos rubios—. Dégel mandó un correo diciendo que muy pronto regresara para estar el día de tus cumpleaños —. Prueba un sorbo de té y continua —. Quiero un comportamiento adecuado ante la llegada de mi esposo, ¿Te quedó claro?
—Sí, señora — respondió mirándola directamente.
—Ya que todo está arreglado pueden irse —. Levantándose de su asiento se retira de la sala dejando a los jóvenes disfrutando el desayuno.
—No le hagas caso a mi madre —. Comentó el otro pelirrojo.
—Sabes que no puedo ignorar sus reglas o lo que diga. Al final esta es su casa y yo sólo soy un recogido.
—Pero eres su sobrino. Debe de tratarte de otra manera.
—Los únicos que se comportan bien conmigo son mi tío y tú, ya que ni Mystoria me quiere aquí.
—Somos primos y es problema de ellos —. Trata de animar a su familiar— .Cuenta conmigo siempre —. Sonríe
—Gracias por tu apoyo, Surt —. De la misma manera da una sonrisa—. Es hora de irnos o llegaremos tarde.
Se levantaron de sus asientos, subieron a sus habitaciones para recoger sus cosas y después irse a la universidad.
Surt de Richter es el hijo menor de Dégel de Acuario y Thetis de Richter, económicamente una familia acomodara y de prestigio. Un joven educado con las personas que le conviene, pero es rebelde y le gusta mucho la fiesta, en los estudios no es el estudiante ejemplar, pero aprende y sus notas son aceptables para el instituto. Se llevaba tan bien con él, desde que su familiar llegó a vivir con ellos lo recibió con las manos abiertas, a diferencia de su madre, que lo ve con recelo, desconoce la razón por el trato hasta su hermano mayor, Mystoria lo ve de la misma manera, pero él lo quiere tanto hasta lo admira.
Camus de Acuario es hijo único de Krest de Acuario, económicamente tenían mucho más que los demás y quien lo crio desde bebé, la madre murió por darle a luz a él. Desde pequeño le interesó la lectura, los regalos siempre fueron libros desde el más delgado hasta el más grueso. A los 17 años tuvo que vivir con sus tíos por la razón que su padre, por ir a una temporada de viaje de negocios, lo dejó sin decir nada, nadie sabe de su ubicación. Los meses pasaron y sin señales de él, un día embargaron la casa de ellos, le quitaron todo hasta sus preciados libros se llevaron. Lo dejaron en la calle, pero tuvo el apoyo de su tío. Ahora a sus 22 años estudia Derecho, ha perdido la esperanza de encontrar a su padre.
Terminaron de alistar todos sus útiles, salieron de sus respectivas habitaciones y se dirigieron a la salida para pedirle al chofer que los lleve. Aquel hombre está afuera con la puerta abierta. El de ojos fucsia subió al coche, cuando esta por subir el otro pelirrojo el hombre cierra la puerta.
— ¿Por qué la cerró? — preguntó confundido.
—Son ordenes de la señora que usted no debe de viajar con su hijo. — respondió fríamente el chofer.
— ¡Son órdenes mías que irá conmigo!—. Protestó Surt—. ¡Sigue mis órdenes o le diré a mi padre que te despida!
—No te preocupes, Surt —.Tranquilizó a su primo—.Me iré en taxi
No lo convenció del todo, sin embargo, el chofer subió al vehículo y manejó, dejó al de Acuario ahí. El pelirrojo dio un suspiró y corrió lo máximo que puede, no contaba con dinero para irse en taxi. Debe de llegar a sus clases o perderá un día de conocimiento. Tomó varios atajos hasta estar enfrente de la universidad, iba sudado por su larga carrera, le valieron los semáforos que hay en su camino. Sacó un pañuelito y se limpió el rostro. Ya listo se dirigió con tranquilidad a las clases, sonó la campana dando inicio a las clases, él llegó a tiempo a sus clases, más tarde irá a ver a su primo, debe de estar preocupado por él. Se sentó en su asiento y sacó su libreta de apuntes.
El docente entró al aula, sólo hizo unas cuantas cosas en su escritorio y dio la clase con normalidad. Los alumnos apuntaban todo lo del pizarrón y hacían apuntes. Algunos distraídos platicando de otros asuntos, en cambio, otros murmurando bajito.
Camus tomaba cada apunte y escucha las palabras que salen de la boca del profesor, además de apuntar todo lo del pizarrón escribe notas a parte de la clase. Levanta la mano por cada duda que le surge, esfumándose al tener la respuesta correcta, en ocasiones, agrega otras cosas que pasaron o da su opinión sobre el tema. El único que participada en la clase.
El timbre suena dando por terminado la clase y después vendría la otra, por mientras los jóvenes pueden salir hacer alguna actividad de su gusto. Todos salieron del aura excepto el de Acuario sacó un libro de su mochila y comenzó a concentrarse en la lectura. No es de aventura, ni de romance, sino algo educativo, sobre la carrera que estudia, Derecho. Tan concentrado esta que no se dio cuenta de la presencia de alguien, su lectura terminó al escuchar un gritó de parte de aquel hombre que se veía molesto porque no le ponga atención.
—Lo siento—. Pidió una disculpa—. ¿Que se te ofrece, Sigmund? —Preguntó.
Sigmund Greco hijo de Siegfried Greco y Hilda de Polaris, familia acomodara y reconocida por sus empresas en Italia. Un joven rebelde, sus notas son las mejores y pretendientes no le faltan, pero es novio de Camus lo que provoca que muchos se alejen de él por estar con el más raro de toda la universidad. Al principio no le importaron las críticas, con el paso del tiempo conoció al de cabellos rojizos hizo que se diera cuenta de un error que cometió.
—Podemos hablar sobre lo nuestro—dijo serio.
— ¿Qué ocurre?
—Lo nuestro no puede seguir. Quiero romper contigo.
— ¿Por qué? — preguntó cabizbajo.
—Sabes que no puedo estar con alguien que es famoso por ser el raro de la universidad. Eres lindo y culto, pero no necesito a un hombre así—.Comenzó a sincerarse—.Quiero a alguien que sea divertido y no uno que se la pase hablando de libros que ni si quiera son interesantes. Lo siento, pero es mejor decirte antes que te comentaran terceras personas—.no comentó otra cosa y se retiró del aura dejando a su ex muy dolido por lo dicho.
No lloró y ni una sola gota se mostró, él ya está impuesto a que todo chico que le pide ser su novio termine su relación y por las mismas palabras dichas. No les gusta que sea culto, que hable de libros de su interés o por la otra razón de no querer entregar su pureza. Tan sólo desde que tiene 17 años hasta ese día tuvo 19 novios, todos terminaron con él y se lo dijeron sin dudarlo. Siempre buscó un poco de amor con aquellos que son sus parejas, nunca consigue amor. El amor no es para él, en ese momento, tomó la decisión de no tener novio y dedicarse al estudio por completo.
Suspiró, tomó sus cosas y hablara con el director para retirarse de la universidad, a lo mejor se irá de paseo por ahí donde le hará reflexionar su presente tanto futuro. Salió del salón y en su camino sonó su celular, lo sacó, en la pantalla dice el nombre de Afrodita de Piscis, sabe de quién se trata, aunque no sabe la razón para que lo llame en horas de clase. Contestó, escuchó las palabras que le dijo, lo puso feliz la noticia. Al colgar se dirigió a la salida, afuera lo espera Afrodita quien lo llevara con uno de sus amigos. Subió al vehículo y se puso en marcha al hospital. En el camino le avisó a su primo, Surt sobre el asunto.
El día lo inicio mal, pero terminó con una gran noticia, su mejor amigo de la infancia, quien estuvo en muchos momentos, dio a luz al primogénito de una familia poderosa.
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Mirando por la ventana del auto, reconociendo el nuevo paisaje y viendo cada una de las calles para saber la ubicación de su nuevo hogar. Hasta cierto punto vio casas tan humildes, familia feliz con lo poco que tienen, pero al terminó de toda la colonia sabe que viene algo lujoso, no se equivocó, unos kilómetros más adelante una residencia con mansiones ostentosas, nadie en las calles, los partes desolados, pero en buen mantenimiento, las calles sin pisca de basura. Un buen sitio, aunque sigue siendo una Jaula de Oro, una donde tendrá que vivir de ahora en adelante.
El auto entró por un portón donde hay una mansión siendo la más grande de todas las anteriores. Estacionándose enfrente de la puerta, el chofer bajó para abrir la puerta de los jóvenes y señores, el de cabellos rubios y ojos azules fue el último en salir del transporte. Observó el lugar, dio un suspiró por ver que es igual a donde antes vivía. No hay duda que sus padres son exagerados cuando se trata de un cambio de hogar. Las sirvientas bajan el equipaje y la familia sólo entra saludando a la servidumbre. Sin ánimos de entrar y conocer el lugar, sabiendo que le espera un encierro y una gran celebración donde familias buscaran comprometerlo.
— ¡Quita ese rostro!—le dio un golpe en la cabeza—. ¡Sé que te duele haber dejado el otro hogar, pero es por tu bien!
—Es lo que ustedes piensan—. Contestó afligido—. Yo quería estar ahí—. Voltea para ver a su hermano, su rostro decaído se puede notar. Provocando un remordimiento de parte de su hermano mayor—. Nunca lo entenderán—. Lo dijo en un susurro. Subió decaído hacia su habitación, pero escuchó las palabras de con quien habló hace unos momentos.
—Ella no vale la pena—dijo serio—. Nunca te amo. Ella nunca mereció esas cicatrices que ahora tienes en tu corazón y en las muñecas.
—Ustedes son los que nunca entenderán mis sentimientos—.las ganas de llorar—. Aiacos—pronuncio el nombre—. Ella sólo necesitaba tiempo para volver conmigo. Shaina me ama y yo la amaré por siempre—.Un lágrima resbaló por su mejilla. Siguió el camino hacia la habitación, les preguntó a los de la servidumbre, lo guiaron. Ya estando en su recamada entró, tiró la maleta y cerró la puerta con fuerza.
Sabe que su familia no entendía sus sentimientos. Amaba aquella mujer llamada Shaina, la única que le robó el corazón como nadie. De todos los novias o novios que tuvo cerca de su vida, ninguna como ella. No fue ningún pasatiempo, pensó en algo serio.
En un principio sus padres y hermano la aceptaron por tener las características indicadas para él; culta, educada, de clase alta, hermosa y encantadora, una mujer indicada para convertirla en su esposa. Sin embargo, su hermano llegó un día diciendo mentiras, su padres creyeron la mentira. Él no está dispuesto abandonar a la chica con quien deseaba estar la vida. Pero ella no dio de su parte, ella acabó con él, pensó que necesitaban tiempo. Shaina no era suya, en un momento, él terminó haciendo daño. La familia tomó medidas drásticas de alejarlo del amor de su vida, sin su consentimiento.
Sacó su celular y marcó el número de ella, debe de escuchar su voz y escuchar unas palabras, es la única que le hará sentirse vivo. En la primera no tuvo éxito de contactarse, pero logró comunicarse. Tan sólo de escuchar su voz tan femenil le hizo recordar varios momentos que vivieron juntos. Se acobardó en instantes, Milo de Escorpio, el joven que nunca le costaba decir lo que siente ahora es temeroso. Con el valor suficiente logró hablar.
—Shaina, soy Milo—. Pronuncio con alegría.
— ¿Milo? —Dijo desde la otra línea—. ¿Qué quieres ahora? —se notaba cansada.
—Quiero escuchar tu voz. Yo te extraño—.Su corazón hablaba por él.
—Entiende, lo nuestro acabó y no quiero más problemas con tu familia.
— ¡Se sincera conmigo, Shaina! —Comenzó a desesperar— ¡¿Cuánto te ofreció mi familia por dejarme?! — preguntó.
— ¡Nada! —habló molesta. Se pudo escuchar un resoplido de parte de ella— ¡Lo nuestro nunca será! ¡ENTIENDE! —colgó.
Escuchó los tonos cuando una llamada termina. Se recargó en la puerta y dejó caerse poco a poco, al estar en el suelo sus lágrimas brotaron. Sentimientos llevan las lágrimas que resbalan; odio de su hermano por meterle ideas a su familia, felicidad por escuchar en pocos momentos la voz de su amada, temor de no volver a verla y tristeza porque le haya colgado.
Antes de partir se hizo la promesa de no volver amar a nadie. Si no es con Shaina de Ofiuco con quien estará por siempre no lo será con nadie. Nadie merece su amor y reconocimiento como el dueño de él y de su corazón. Siempre le pertenecerá aquella mujer con quien vivió momentos inolvidables. Llegará el día en que la volverá a ver y él estará ahí para aceptar.
Tan sólo es el principio de la nueva vida de Milo de Escorpio.
Creada un nuevo libro.
El tiempo dirá su destino.