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FUCK ME | jikook por mrsswag9394

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Jeongguk iba retrasado. Su madre no había llegado ayer en la noche y hoy de mañana había tenido que apañárselas para hacer su desayuno y arreglarse él solo.

 

Por lo general, dormía hasta tarde y hacía todo muy tranquilamente, pues Wendy aprovechaba que iba a trabajar para llevar a Jeongguk a la escuela... pese a que esta no estaba demasiado lejos de su casa. Y como no aparecía desde ayer tuvo que poner la alarma temprano y hacerse de desayunar. Y digamos que era un inepto para la cocina y se le quemaba hasta el agua. Por lo que nos hacemos una idea de lo difícil que fue para él freír tocino y prepara café en una olla porque la cafetera estaba descompuesta.

 

Tomó su mochila y salió de su casa, solo para darse cuenta de que al cerrar la puerta con pestillo se había quedado fuera porque olvidó sacar las llaves.

 

—¡Mierda!

 

—Pero qué vocabulario —dio un brinco del susto. Se giró lentamente hacia el chico que le sonreía con superioridad—. Hola... conejito.

 

—H-hola, hyung.

 

Acomodó su mochila y echó a andar. En la vereda se detuvo y se giró hacia el pálido muchacho, quien seguía apoyado en una de las estatuillas de su jardín. Hizo un ademán para que fueran juntos y este sonrió con satisfacción.

 

 

Caminaron en silencio, con lentitud pese a que sabían que iban tarde ya.

 

No parecía importarles, pues ninguno de los dos dijo algo al respecto. Incluso hasta disimuladamente comenzaron a desviarse del trayecto al instituto, yendo en dirección al río Han.

 

—Taehyung se enfadará —advirtió el menor de los pelinegros.

 

—Ustedes son muy cercanos, ¿no?

 

—Sí, somos mejores amigos desde kínder.

 

—Ya veo...

 

—Se supone que no iba a hacer el trabajo de ciencias sociales y que yo iba a prestárselo.

 

—Mnh, que le quede como experiencia.

 

—Tal vez tengas razón.

 

 

Llegaron a un parque y caminaron a través, deteniéndose en el área de los columpios. Bajaron sus mochilas y tomaron asiento respectivamente. Se balancearon un poco hasta que el mayor habló de nueva cuenta... solo para joder a Jeongguk.

 

—El maquillaje te queda muy bien.

 

Y ahí estaba lo que quería. Un sonrojo.

 

—Oh, emnh, g-gracias, supongo. Tú también luces bien, c-creo.

 

—¿Crees? —fingió indignación.

 

—¡No! Quiero decir, ¡sí! O... no lo sé. Bueno, te queda bien también. Eso...

 

Yoongi rió.

 

—¿Sueles siempre así de adorable?

 

—N-no soy adorable.

 

Yoongi bajó del columpio y de colocó frente a Jeongguk. Puso sus manos en sus muslos y le detuvo por completo. Se inclinó para besarle pero el menor le evadió.

 

—S-será mejor que vayamos a otra parte.

 

—¿Tanto te preocupan las apariencias? —preguntó fastidiado.

 

—Si vivieras con mi familia me entenderías.

 

—Que te valga madres.

 

—No, Yoongi. Y si sigues insistiendo con eso, al menos en este lugar, lo mejor será que volvamos y vayamos a la escuela.

 

Yoongi rodó sus ojos y se alejó, yendo hacia un gran árbol y recostándose allí.

 

—¡Pesado! —le gritó.

 

 

Jeongguk bajó y se acercó a Yoongi.

 

 

Se tomó la libertad de mirarle detenidamente. El chico era muy pálido, tenía ojos pequeñitos y de forma... extraña, se parecían a los de un gatito. Su nariz era pequeña y respingada, sus labios eran finos, parecían tener algo de brillo en ellos. No se había peinado, era obvio por lo alborotado que estaba su cabello, pero sin embargo le sentaba bien, iba con él y con la pinta de su uniforme; sin planchar y un poco sucio. También olía a una colonia conocida para él... era la que suele usar Jimin a menudo. Lo cual era extraño viniendo de un niño.

 

Yoongi de pronto abrió sus ojos y le pilló observándole.

 

 

Al contrario de lo que se supone, el que terminó todo sonrojado fue Jeongguk y no él. Lo que le hizo un poco de gracia. Jeongguk se giró de inmediato y miró al lado contrario con sus rodillas abrazadas a él.

 

—¿Qué edad tienes, Jeongguk?

 

—¿Por qué preguntas?

 

—Porque luces menor a todos nosotros en el salón... espera. Déjame adivinar... te hicieron saltar algún año.

 

Jeongguk le miró con curiosidad. Sí, es verdad que lucía menor en comparación con sus compañeros porque de hecho lo era en realidad. Pero nadie iba más allá de comentárselo y ya, no se tomaban la molestia en adivinarlo, no era común ni ético, por así decirlo. Se sintió un poco abrumado porque el pelinegro lo hizo y pareció haberlo deducido porque sí, como si lo supiese desde hace mucho y solo estuviera haciendo memoria. Yoongi tenía un aura extraña. Era... como si lo supiera todo de ti con una sola mirada, como si pudiese enterarse de tus secretos más profundos sin que te fijases. Era curioso, porque no había conocido a gente así, con la presencia tan pesada como él.

 

—Puede ser.

 

—Eres listo. Es así.

 

Jeongguk rió un poco.

 

—¿Cómo sabes?

 

Yoongi le miró extrañado. No lo sabía, no sabía nada en realidad. Solo lo había dicho porque fue lo primero que se le cruzó por la cabeza, porque lo creyó de esa manera. Bueno, no es como si Yoongi se la pasara todo el día mirando a los demás y sacando conclusiones. No lo hacía a menudo... o si lo hacía no lo pensaba en voz alta, solo quedaba en su mente como una hipótesis que se encargaba de asegurar después, si es que la persona le interesaba, claro, y lo hacía leyendo gestos y pesando palabras. Sin embargo esta vez pareció haberlo dicho sin querer... y no se sentía avergonzado.

 

—Por la forma en la que te expresas.

 

Jeongguk ladeó su rostro.

 

—Explícate.

 

—Y yo que sé. Solo... que tienes una forma de hablar... ¿distinta? Algo así.

 

—Oh.

 

Jeongguk no entendió. Sin embargo no dijo palabra y se sintió en la confianza para recostarse a su lado, con sus piernas sobre las de Yoongi.

 

 

Bien. Ya había faltado al instituto, estaba de pinta con un chico que no conocía pero que sin embargo le resultaba agradable. No tenía ni idea de lo que harían y no se sentía ni un poquito culpable o con remordimiento de hacer esto. Y eso era muy extraño viniendo de él. Y más aun sabiendo que el primero en enterarse y tomar cartas en el asunto con respecto a la fuga iba a ser nada más y nada menos que Jimin... pero aun así se la sudaba enormemente.

 

 

—¿Y qué nos hacemos? Es decir, ya me hiciste faltar a clases... por lo menos propón algo.

 

—Yo no he hecho nada, conejito. Tú me seguiste.

 

—...

 

—Además, eres un nene de mami. No hay nada interesante que podamos hacer si sigues con eso de: "Ni pirqui nis puidin vir".

 

Jeongguk se sintió un poco ofendido, sin embargo fingió no entender.

 

—P-pero...

 

—Nada. Soy un pobre perro, ¿sabes? Me importa una reverenda hectárea de mierda lo que digan a mi alrededor... y creí que serías igual... y que sería genial tener a alguien así como de compañero o amigo... pero me equivoqué. La verdad es que eres bastante aburrido.

 

Bien, había sido suficiente.

 

—Vale, cierra la boca, no hables como si me conocieras.

 

—Es que la gente como tú es así siempre...

 

Yoongi solamente le estaba provocando... midiendo la paciencia del menor y este no le estaba decepcionando. Le estaba dando argumentos y respondiendo a sus estupideces.

 

Pero Jeongguk no era ningún idiota tampoco...

 

—No. No me conoces, no sabes nada de mí.

 

—No ahora.

 

—Ni nunca. Te temblarían las piernas si te contara todo lo que he vivido. Puedes dártelas de machito y todo, con tu libertinaje y hazañas que no son más que pataletas de un niño que necesita atención —Yoongi sonrió con altanería—. Y puede que sea verdad eso de que sea aburrido. Lo entiendo, no es como si me interesase tampoco...

 

—Entonces, ¿por qué te justificas?

 

—No hago eso. Simplemente te explico que puedes dártelas de genio, mirando a las personas y juzgándolas a tu antojo. Pero eso no siempre te dará la razón, Yoongi. Y ahora mismo has cometido un error.

 

—¿Ah, sí?, ¿cuál? —preguntó fingiendo horror. Eso solo irritó más a Jeongguk.

 

—Meterte conmigo... ¿crees que Taehyung bromeaba cuando dijo lo de Wang? No tienes ni idea... me cabreaste y eso no lo dejo pasar.

 

—¿Y qué harás?, ¿matarme con tu indiferencia?, ¿humillarme con tu posición social?, ¿me restregarás que te cagas en dinero y así lograrás doblegarme? Déjame decirte que muy pocas cosas en esta vida me interesan... y el dinero y la posición social no están en ellas...

 

—Y ahí está, mi querido Min Yoongi. No me conoces en lo más mínimo.

 

—... ¿qué?

 

—Ya diste tu opinión sobre mí, ¿no?, ahora es mi turno. Eres demasiado hablador, y gracias a eso me di cuenta de un par de cosas. Te encanta alardear sobre ti. Te gusta ser el centro de atención. Eres un perdido y eres... gay. Ojo, gatito —Yoongi apretó sus puños—, no digo que todo eso sea un problema... me agradas, que quede claro. Pero nuestro instituto en bastante estricto con respectos a temas de moral y yo, con un par de palabras, puedo joderte la maldita estancia allí. Créeme, sé perfectamente cómo funciona ese puto colegio y un cotilleo contigo de protagonista se hablará meses. Entonces...

 

—...

 

—¿No dirás nada? Qué pena. Eres muy predecible. Me acabo de dar cuenta de lo fácil que es herir tu ego, gatito.

—Vale, Jeon. ¿Qué coño quieres que te diga?, ¿te subestimé?, ¿rogarte para que no digas nada? Si tanto me conoces sabrías qu-...

 

—Que eso no va contigo. Tranquilo, Yoongi, no soy idiota. A ti te gustan muy pocas cosas en esta vida, ¿no? Pues me pasa igual, y entre esas pocas cosas que me gustan está el cagarle la existencia a los demás. ¿Querías sacarme de mis casillas? Pues te invertí el jueguito y espero una recompensa...

 

—...

 

—Solo son dos palabras...

 

Yoongi bufó y se cruzó de brazos enfadado. Menudo hijo de puta... ¡había caído en la trampa de ese mocoso! Se sentía imbécil, a decir verdad... realmente subestimó muchísimo a Jeon, no era lo que aparentaba... y eso le gustaba.

 

Sí. Yoongi era un pobre diablo, y le gustaban o bien los tipos con carácter o los que eran fáciles de manipular. Primero había pensado que con el mocoso tendría un perrito faldero al que traer arrastrando detrás de su culo cuando se le apeteciese... pero ahora se daba cuenta de que Jeongguk era mucho más valioso que eso.

 

—Lo siento —soltó a regañadientes. Jeongguk sonrió satisfecho.

 

—Acepto tu disculpa. Oh, y deberíamos añadir algo más a esa lista de cosas que disfrutas y te gustan.

 

—¿Ah, sí?, ¿el qué? ¿Que me hayas hecho tragar mierda?

 

—Nope.

 

—...

 

—...

 

—¿Entonces?

 

—Yo.

 

Dicho eso dejó un pico en sus labios. Se levantó, sacudió sus pantalones, revolvió su cabello en un intento de no sonrojarse y miró al frente con un poco de asco. Odiaba Seúl y su vista en las mañanas era de lo más desagradable. Prefería Busan, mil veces a ese lugar. O el sur... que era su lugar favorito para hacer el idiota.

 

 

Yoongi permanecía sentado, y en shock tras lo último. Vale... todo eso no se lo esperaba. ¿Realmente era así de obvio o debía aprender a cerrar el pico? Pensó que ambas. Vio la mano a Jeongguk invitándole a ayudarle a levantarse. Le miró escéptico.

 

—Venga, Yoongi. Levanta el culo, anda, que hay algo que quiero mostrarte...

 

El mayor tomó con timidez la mano del chico y se levantó.

 

 

Comenzaron a caminar en silencio y en dirección a la estación de metros. Yoongi no tenía ni idea de a dónde irían... y estaba incómodo. Seguía dándole vueltas al asunto y eso no le gustaba. Le jodía muchísimo haber metido la pata así, es solo que jamás pensó en Jeongguk de esa manera...

 

 

Tomaron un tren que les dirigiría a la parte sur de la ciudad. Yoongi se preguntó qué es lo que harían allí y cómo un chico como él tenía tanta confianza para hacer aquel viaje sin preocuparse por perderse o algo por el estilo.

 

—No contestaste mi pregunta...

 

—... ¿cuál?

 

—Tu edad...

 

Jeongguk pensó un poco y pareció recordar. Entonces sonrió.

 

—Tengo catorce... no es mucha nuestra diferencia.

 

—Y... ¿realmente te hicieron saltar un año?

 

—Así es.

 

Yoongi se sintió sorprendido. Pero no comentó nada más al respecto.

 

 

 

 

Finalmente bajaron en una estación... se encontraban en Gangnam. El mayor no pudo evitar sentirse impactado. Él venía de una ciudad común y corriente, todo lo que veía era demasiado abrumador para él. Edificios gigantes, elegantes y carísimas tiendas, gente de clase caminando tranquilamente alrededor, algún que otro idol. No iba con él, en definitiva.

 

—Horrible, ¿no?

 

—Sí —respondió con asco.

 

Te acostumbrarás —bromeó. Yoongi rodó sus ojos—... aquí hay un lugar en el que podríamos pasar el día.

 

 

—¿Dónde? Todo tiene pinta de ser carísimo.

 

—Mnh, puedes despreocuparte por el dinero... invito yo.

 

Fueron hacia el centro, en busca del conocido local para el menor. Una vez lo encontraron, luego de caminar varias más cuadras entre los laberintos del lugar, dieron con el Arcade 'DOPE'. A Yoongi casi se le cae la mandíbula al piso.

 

 

—¿Aquí?, ¿es enserio, Jeon?

 

—Sí... el chico... bueno, es amigo mío y de Tae.

 

Entraron, Jeongguk con mucha confianza y Yoongi aún cohibido, y se acercaron al muchacho en la mesilla. Traía puestos audífonos Beat inalámbricos rojos y estaba vestido bastante hipster, pero le sentaba bien. Estaba frente a un ordenado muy concentrado. Yoongi pensó que era bonito.

 

Baekkie~.

 

—Oh, JK, hola.

 

Ambos chicos se saludaron.

 

—¿Y V?

 

—En la escuela... no pudo hoy —mintió y Baekhyun iba a seguir preguntando pero le interrumpió—. Vine con un compañero de clases. Suga él es Baekhyun, Baekhyun, Suga.

 

—Hola, encantado.

 

—Igualmente —se estrecharon las manos.

 

—Dame unas cuantas fichas...

 

—¿Lo de siempre?

 

—... no. Ilimitadas.

 

El pelinegro en la taquilla le miró con sorpresa. Observó a Yoongi, paseando alrededor, con la boca abierta mirando las máquinas.

 

—Solo no preguntes —se adelantó.

 

—No, descuida. Ten... regresas cuando se te acaben...

 

Jeongguk asintió. Rápidamente fueron hacia las máquinas, escogiendo variedad de juegos para poder divertirse.

 

 

Yoongi parecía encantado con todo. Jugaba, comía, bebía malteadas y no debía preocuparse por nada. Tenían exclusividad completa en el local y las escasas personas allí, debido a que era todavía temprano, facilitaban la estancia ya que no debían esperar demasiado por los turnos.

 

Jugaron hasta el cansancio realmente. Habían probado casi todos y eso era genial... además de que aún tenían fichas.

 

 

—¿Eres el dueño?

 

Ambos estaban echados en un sillón de cuero negro, bebiendo un par de cervezas. Aquella era como la sala VIP, tenía un TV grande, juegos de edición limitada allí instalados y grandes ventanales que dejaban ver la ciudad.

 

—No, ya te lo dije.

 

—No te creo... no pudiste habernos pagado toda la mañana.

 

—Es así... ¿te gusta?

 

—Sí, muchísimo. Pero no sé por qué tanta molestia en mí —sonó avergonzado.

 

—... n-no lo sé... solo porque sí. Me agradas y ya que estábamos de pinta me dije que tal vez podríamos hacer algo divertido en vez de pasear como idiotas. Y también quería mostrarte más Seúl.

 

—Te agrado...

 

—Sí.

 

 

Yoongi agradeció que Jeongguk había encendido el TV y estaba concentrado haciendo zipping, porque así no pudo visualizar su sonrojo. Nadie había hecho algo parecido solo por complacerle sin esperar algo a cambio. Y ahora se topaba con ese niñato de sonrisa sincera que era capaz de aburrirle, cabrearle, incomodarle, sonrojarle y más, todo eso en un solo día. Mentiría si dijera que no le gustaba aquello... pues, dejando aparte el gran gasto allí, la compañía de Jeongguk era lo que le reconfortaba.

 

 

—Hey, Jeon.

 

—¿Mnh? —dijo mientras arrojaba palomitas a su boca.

 

—Tú no me agradas...

 

—¿Ah, no? —dijo sonriendo burlón.

 

—No.

 

—...

 

—...

 

—...

 

—...

 

—...

 

—Me gustas...

 

 

 

 

 

 

Notas finales:

Jaja,algo cutre, pero necesario c: A nuestro Yoonie le gusta Jeongguk 7w7

¿Y qué creen que dirá Jimin de la escapada? Puede que le de un castigo grr

 

ok, ok, no más Spoilers c: 

LAMENTO NO HABER PODIDO PUBLICAR ANTES. El internet se cortó y no avancé a publicarlo c':

No olviden el review, cositas, que me ponen gay ^^ y gracias por leer.


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