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FUCK ME | jikook por mrsswag9394

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—Jeon Jeongguk, ¿se puede saber dónde carajo estabas? —preguntó Wendy ni bien oyeron la puerta abrirse.

 

—Sí, Jeongguk, hemos estado preocupados...

 

Miró al dueño de la última frase. Casi se ríe al verle conteniéndose de darle un par de buenas nalgadas, podía ver la picardía de un castigo. Caminó con pasitos cortos hasta acercarse, fue cuando notó la presencia de Irene también. Reprimió una mueca.

 

—Y-yo... en la escuela...

 

—No me mientas, Jeongguk. Han llamado de ahí mismo para informar tu ausencia, ¿dónde estabas?

 

Jeongguk rodó sus ojos. Le fastidia su madre.

 

—En... Gangnam —susurró.

 

—¡Y qué hacías tú allá!

 

—Yo solo...

 

—¿Con quién estabas?

 

—...

 

—Jeongg-...

 

—Wendy... ¿me dejarías hablarlo con él? —preguntó Jimin.

 

—... no. Es mi hijo...

 

Jeongguk rápidamente se acercó a Jimin y le rodeó la cintura con sus delgados brazos. Sabía que así pondría en duda la autoridad de su madre. Y aunque parecía que no iba a desistir, la voz de Irene cambió todo para bien...

 

—Wendy... me lo acaban de confirmar.

 

La mujer miró indecisa a Jimin y a Irene. Luego soltó un frustrado suspiro y agarró su bolso del sillón para ordenar a Irene irse de inmediato. Jeongguk sabía lo ocupada que pasaba en estas fechas y especialmente ahora que habían tenido problemas en una de las sucursales... y eso era simplemente ideal teniendo en cuenta de que se le había antojado un buen polvo justo ahora. Con la excusa perfecta de haber sido un mal chico. Le tentaba.

 

—Hablaremos más tarde jovencito...

 

Sin más ambas mujeres se marcharon. No pudo evitar notar el incómodo pico que dejó Irene en los labios de Jimin y la mueca de este... casi ríe, pero se mantuvo en compostura.

 

 

 

 

 

Jeongguk y Jimin quedaron en un ambiente muy pesado... demasiado. Como casi siempre, sí.

 

 

 

 

 

—¿Me explicarás por qué te has ido de pinta?

 

—Umnh —mordió su meñique—... y-yo... lo siento, daddy.

 

—Te he hecho una pregunta. Contéstala.

 

—¿Daddy está enfadado? —pasó sus manos alrededor de su cuello y lo acercó ligeramente.

 

—Alguien está siendo un muy mal chico. Parece que bunny recibirá un castigo hasta que aprenda a comportarse...

 

Esas palabras provocaron que él menor relamiera sus labios. Pesó mentalmente todas las veces en las que se portó muy bien y las que no... y su castigo quedaba perdonado.

 

Pero... ninguno de los dos quería eso.

 

 

 

Jimin le cargó al hombro con brusquedad. Dándole igual el quejido que abandonó la boca del pelinegro, solo preocupándose en llevarle hacia arriba, en su habitación. ¿El respeto hacia su hermana? Ahora mismo le resbalaba aquello, no le importaba, estaba duro y solo quería profanar de tantas formas ese pálido cuerpo. Quería dejarlo afónico a base de gritos. Pero a mitad de las escaleras recordó... de ninguna manera podrían en casa.

 

—Mierda —masculló. Bunny soltó una risita.

 

No se había dado cuenta de que aquí no podía hacerle lo que tenía pensado.

 

Igual y subió a la habitación del muchacho.

 

 

 

Una vez allí le soltó bruscamente en la cama. Se quitó el saco y lo arrojó a un lado... no estaba molesto en realidad, solo era personaje. Tenía que castigarle e ideas iban y venían en su cabeza, decidiéndose por una muy tentadora. Se inclinó sobre el muchacho y le tomó de los cabellos levantándole, el juego había comenzado y bunny no debía quejarse en lo absoluto, por lo que se mordió la lengua tragándose el gemido de dolor. De pronto ya estaba de pie, sin sus pantalones y con su camisa del uniforme a medio abrir... pensó en lo morboso que era todo teniendo en cuenta que era su casa.

 

—No voy a colocarte ninguna mordaza en la boca... así que vamos a jugar Silence Game, ¿entendido?

 

El pelinegro asintió.

 

Daddy se sentó en la cama con las piernas abiertas. Jeongguk imaginó que le haría mamársela, tal vez esposado... sí, o con un dildo dentro. Jeongguk tenía juguetes escondidos por ahí, podrían jugar con ellos ya que no estaban en el departamento. Pero todas sus esperanzas por algo divertido se esfumaron cuando Jimin señaló su pierna insistentemente.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Palideció.

 

Ellos... sí, es verdad que jugaban de forma sucia. Pero ese gesto significaba palmadas en el trasero... Jimin nunca había hecho aquello, los azotes eran controlados, nunca le maltrataba en serio, los tirones de pelo no iban con la intensión de dañarle... pero sentía que esta vez sería serio, le castigaría enserio.

 

—D-daddy...

 

—Que te eches de una vez.

 

A Jeongguk no le quedó de otra que obedecer. Si quedaba con marcas o dolor insoportable definitivamente culparía a Yoongi y le golpearía, iba a ser castigado por haberse fugado del instituto con él. Corrió hacia Jimin y se recostó a lo largo de su regazo boca bajo. Sus mejillas tomaron color de inmediato en cuanto sintió su ropa interior deslizarse por sus muslos, liberando su erección y dejando expuestas sus blanquecinas nalgas.

 

—¿Qué es esto, cariño? —tocó la polla del menor—. ¿Te has puesto duro pensando en que voy a castigarte? —bombeó ligeramente.

 

—U-uh —recibió un tirón de cabello que le hizo levantar la parte superior del cuerpo—. Aow~.

 

—¿Qué he dicho?

 

S-silence Game.

 

—Entonces obecede.

 

Le dejó y seguido comenzó a acariciar su trasero. Podía mirar la estrecha y rosa entrada, tan apetecible, ese lugar le regalaba los mejores orgasmos que había tenido en su vida entera. Su mano se movía lentamente, a veces con delicadeza, a veces apretando fuertemente. Todo esto bajo la intensa y pesada respiración de Jeongguk. Mordía su labio reteniendo los jadeos que querían escapar de su boca y colgó la cabeza, dejándose hacer... la incertidumbre de cuándo iba a comenzar le hacía ponerse más y más duro. Un momento no sintió nada y luego... el sonido de una nalgada junto con un gran ardor en su trasero; había mordido su lengua y cerrado con fuerza sus ojos para no quejarse, pero el temblor de su cuerpo no pasó desapercibido para Jimin, quien sonrió satisfecho y acarició el lugar donde había dejado caer su palma.

 

—¿Te ha gustado, bunny?

 

—... s-sí.

 

—Ahora... hablemos un poco —otra nalgada—, ¿dónde estuviste?

 

—... —una nalgada—. E-en Gangnam, en el Arcade de Baek.

 

—Buen chico... ¿con quién te escapaste?

 

—Y-yo... con Tae...

 

—...

 

Este golpe fue más fuerte que los anteriores y casi se queja, casi.

 

—La verdad, bunny.

 

—En serio, daddy —Jimin metió un dedo sin lubricar dentro suyo y se tensó.

 

—¿Ah, sí? Entonces, ¿por qué ese mocoso lo negó cuando tu madre preguntó?

 

«Puto alíen idiota, voy a arrancarte uno a uno tus cabellos rubios oxigenados por mal amigo, cabrón». Pensó y apretó su mandíbula.

 

—¿Y bien?

 

—... c-con un... compañero.

 

—Eso tiene más sentido... ¿quién?

 

—...

 

Jimin se sintió ligeramente ofendido. Jeongguk no solía ser mal educado, no con él. No era desobediente ni le ocultaba nada. Esto era nuevo.

 

 

 

Dejó una nalgada esta vez más amigable, pensando en que tal vez no quería decir algo porque era demasiado rudo... pero la respuesta siguió siendo el silencio esta vez acompañado de un ligerísimo jadeo. Sin embargo estaba duro, el chico quería una follada, tenían tiempo y no pensaba partirse mucho la cabeza por una fugada del instituto. Si bien la conversación no le dejada tranquilo, se dijo que podrían continuarla luego.

 

 

 

Dejó otra nalgada igualmente agradable y notó con picardía que bunny había arqueado la espalda.

 

 

 

—¿Te gusta? —otro golpe—. Dime, bunny, ¿te gusta esto?, ¿te gusta ser un mal chico y recibir los castigos de daddy? —era una pregunta retórica.

 

Daba nalgadas cada cierto tiempo, sintiendo el pequeño cuerpo en sus piernas contraerse debido a lo bien que recibía ese dolor. Su polla, aún encerrada en sus pantalones, palpitaba enfadada pidiendo atención... pero el morbo de admirar el gusto que tenía bunny por las nalgadas le impedía hacer algo más. Quería hacer correrse a Jeongguk con solo estímulos externos... joder, quería hacer eso. Así que se levantó, provocando que el chico le mirara confundido, y fue a por algunas cosas. Rebuscó entre los cajones y sacó una cinta y un conjunto de gatito que le agradó.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Volteó al niño, aún sin quitarle la camisa porque lo encontró sexy, y le colocó cada accesorio para seguidamente atar sus manos con la cinta hábilmente.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Y entonces le tomó de las caderas, dejando su trasero en alto y el pecho completamente pegado al colchón, se colocó detrás y comenzó a frotar su erección a través de la tela en su culo desnudo, sacándole un jadeo. Seguido levantó la mano y la dejó caer con fuerza en la nalga derecha. Las manos de bunny apretaron las sábanas con fuerza... cualquiera interpretaría ese gesto como un pedido para detenerse, pero Jimin lo conocía, los daddies conocen bien a sus babies, y él sabía que bunny lo había disfrutado. Tiró de su cabello levantándole un poco y se pegó a su espalda para frotarse más contra él. El niño comenzó a sollozar. Su cuerpo temblaba bajo el suyo y podía sentir su sofocante calor a través de sus ropas. Jimin quería joderlo, romperlo como nunca, sentía que debía marcar al chico para que supieran que era suyo y de nadie más, porque había un algo que lo hacía sentirse amenazado. Pero debía esperar y ser paciente. No iba a hacerle nada aquí, no iba a follarlo allí.

 

Así que se separó y comenzó a darle una sesión de palmadas en sus blanquecinas nalgas hasta ponerlas de color rojo intenso y entonces... Jeongguk lo hizo, rogó por lo que anhelaba.

 

D-daddy~... yo d-debo, e-en serio necesito...

 

Milk~.

 

Y pudo soltar su orgasmo.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

~~•|b25;|•~~

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Jimin tiró de la cadena, obligando a Jeongguk moverse en dirección al sillón, donde permaneció frente a él arrodillado y con las manos en puño.

 

Meow~.

 

Sonrió lascivo cuando el chico había fregado sus ojos superficialmente.

 

—¿Debería decirte kitten ahora?

 

Jeongguk negó frenéticamente, para nada quería cambiar su tierno apodo por otro. Aunque ese no sonaba nada mal...

 

Daddy ha decido llamarte kitten solo por hoy.

 

Jeongguk pensó en Yoongi. «A él sí que le hubiese sentado bien ese sobrenombre... ».

 

Finalmente asintió. Jimin se sentó en el extremo del sofá, con sus piernas abiertas y jugueteando con la cadena que llevaba kitten atada al cuello.

 

Ellos nunca habían intentado antes esto, el Pet Play. Sus roles por lo general eran siempre Daddy/Baby o Profesor/Alumno. Esto era nuevo y excitante, pensar que el chico era capaz de ese nivel de sumisión le enloquecía de sobremanera, especialmente porque era uno de los fetiches más oscuros de Jimin. Y tener a Jeongguk mirándole con inocencia mientras portaba únicamente unas bragas estilo tanga, ese collarín con campanilla que sonaba y esa diadema de orejitas realmente amenazaba con hacerle perder los estribos. Tranquilamente él podría solo tomar a Jeongguk y ya, este no se quejaría de todas formas, pero prefería hacerlo tardío, desesperar a su bunny.

 

Daddy tiene una golosina para ti... —insinuó.

 

Jeongguk se relamió y se acercó a sus pantalones.

 

—¿Meow~?

 

—Así es... ¿lo quieres? —apretó el bulto. Jeongguk asintió encantado y se acomodó para poder hacerle una felación.

 

Jimin sacó su polla y bunny enseguida se la metió en la boca, abriendo bien la garganta para complacer a daddy. Este echó su cabeza hacia atrás mientras acariciaba los cabellos de su pequeño, como y lo había dicho antes, la boquita de bunny era su perdición, tan cálida y húmeda, estrecha y experta. Un gruñido abandonó su boca cuando sintió como bunny succionaba con delicadeza sus testículos. Sus manitos sostenían la base mientras él dejaba besos en todo el falo, deteniéndose en la punta, entonces comenzó a golpetear su lengua con la polla de daddy.

 

 

 

—Uh, basta. No me quiero correr así.

 

 

 

Resignado, Jeongguk dejó su trabajo y se sentó sobre sus piernas, esperando órdenes.

 

 

 

—Bien. Ahora sube al sillón y mastúrbate para daddy, anda.

 

Jeongguk trató de no poner una mueca e hizo lo que se le ordenó. No le gustaba hacerse dedos, le era incómodo y no le satisfacía lo suficiente porque eran delgados y no eran muy largos, no del tamaño que necesitaba. Se recostó con la piernas abrazadas en su pecho y lamió tres de sus dedos para seguidamente acercarlos a su estrecha entrada. Metió uno y se sintió bien, cerró sus ojos y echó su cabeza hacia atrás; comenzó a moverlo suave y profundo, y cuando necesitó más añadió otro dígito. Soltó un gemido a modo de ronroneo e hizo a modo de tijeras dentro suyo, muy lento... estaba bien, pero necesitaba aun más, era insaciable y Jimin lo sabía, solía burlarse de él a menudo por eso. Quiso meter el tercer dedo pero daddy no le dejó.

 

—Con dos está bien.

 

Quiso darle un golpe en la cabeza, sin embargo simplemente apretó su mandíbula y trató de meter más al fondo sus dedos. Pero no lograba lo que quería, no podía encontrar su punto, apenas lo rozaba y eso le cabreaba. Soltaba pequeños suspiros y gimoteos, estaba enfadado.

 

—Mira cómo estás... tienes el trasero muy rojo, marcas en los pezones y caderas, tienes un par de dedos dentro... completamente expuesto a mí...

 

Retiró con delicadeza su mano tomándolo de la muñeca, se acomodó y comenzó a frotar su miembro entre las nalgas de  Jeongguk. Él abrió las piernas, dándole total acceso a su agujero, pero Jimin no le penetró, solamente jugaba con él, golpeando su entrada con su polla, apretando un poco y no entrando en él a la final. Desesperándole.

 

D-... m-eow~.

 

 

 

Era suficiente.

 

 

 

Jimin le tomó de los hombros y le hizo levantarse. Lo cargó en brazos y mientras le besaba con intensidad se dirigió a la habitación. Una vez allí rápidamente lo recostó en la cama, colocándose sobre él y comenzando a besar su cuello, siguió descendiendo por su pecho, abdomen y pelvis, hasta que quedo entre sus piernas. Las acomodó sobre sus hombros y entonces su lengua delineó entre sus nalgas, haciendo presión en su agujero. Sus delgados muslos se removieron apretando un poco y su abdomen se contrajo. Era una buena señal, no le pediría que se detuviese. Entonces adentró su lengua lentamente.

 

—A-ah, sí.

 

—No puedes hablar —le reprendió. Tembló al sentir su voz ronca y opaca allí. Asintió.

 

Nuevamente Jimin volvió a jugar con su entrada, tomando sus nalgas y separándolas para tener mejor vista y más comodidad. Su sin hueso entraba y salía con lentitud, y Jeongguk lo único que podía hacer era apretar con todas sus fuerzas las sábanas y estremecerse por lo que Jimin hacía allí abajo.

 

El mayor tomó el miembro de bunny y comenzó a masturbarle mientras seguía penetrando su entrada con su lengua. Así no pasó mucho antes de que Jeongguk se corriera soltando un gran gemido y tensándose por completo, apretando incluso su lengua, su polla palpitó dolorosamente.

 

Jimin, ya un poco harto de que su miembro le reclamara un poco de ayuda, no dejó que el chico se recuperara del intenso orgasmo y se acomodó para entrar en él con una estocada fuerte que golpeó dolorosamente su punto.

 

—Ngh~ —Jeongguk le arañó la espalda mientras se arqueaba por la nueva sensación. Descubrió maravillado que Jimin no llevaba ningún tipo de lubricante más que ambas salivas por en medio. Le dio morbo pensar en ello.

 

Sin importarle lo que le hizo hace unos instantes le tomó del cuello para besarle mientras movía sus caderas levemente, buscando saciarse. Jimin entendió el mensaje y comenzó a moverse con brusquedad, saliendo casi por completo y entrando con fuerza de nuevo, atrapando todos los gemidos y quejidos de bunny en su boca.

 

—Eres hermoso —le susurró en el oído.

 

—M-mgh~.

 

Jimin se levantó y abrió aun más la piernas de bunny, buscando más. La orejitas que antes tenía se habían caído, el collarín tintineaba de vez en cuando y miró divertido que la delicada braga que antes Jeongguk portaba estaba rota. Sonrió y le tomó de los muslos y comenzando a embestirle más rápido. Su menudo cuerpecito iba y venía con cada estocada, cerraba sus ojos por el placer y mordía su labio inferior reteniendo así los gemidos que tenía prohibido sacar. Jimin se fijo en ello y se sintió idiota por quitarse el privilegio de que le pida más, de escuchar sus excitantes gemidos y ruegos, sus lloriqueos.

 

—Uh, puedes hablar, hazlo.

 

—¡Ah! M-más, más duro, por favor.

 

Jimin se inclinó de nuevo mientras le penetraba con más fuerza y rudeza, quedando a unos centímetros.

 

—¿Te gusta?

 

—S-sí, mucho... ah, se siente tan bien.

 

 

 

Sus pequeñas manitos pasearon por su espalda y se detuvieron en su trabajado trasero. Si había algo de Jimin que enloqueciera a Jeongguk era eso, su muy bien dotado cuerpo y en especial esa parte. Apretó su culo con un poco de fuerza, encajando sus uñas también. Jimin le miró con sorpresa, provocando que bunny se pusiera aun más rojo si es que era posible. Le sonrió con lascivia y le embistió con más fuerza y más rapidez.

 

 

 

—Aahh~, sí. Más, más, daddy.

 

—Eres un niño travieso y malo.

 

—¡Ah, daddy! Ya... v-voy a acabar~.

 

Y dicho eso el muchacho se vino, apretando su agujero inconscientemente, dificultándole el movimiento a Jimin, quien gruñó satisfecho por el estímulo. Se colocó una pierna en su hombro abriéndolo más para agilitarse el trabajo y luego de un par de minutos se corrió en su interior.

 

 

 

Sus respiraciones eran pesadas, sus pechos subían y bajaban con pesadez, recuperándose den reciente orgasmo. Jimin salió del niño y se dejó caer a un lado.

 

 

 

—Me has arañado mucho...

 

—Oh, lo siento.

 

—Descuida —le acercó y besó su frente.

 

—P-pero Irene y...

 

—Casi no nos hablamos, duermo en el sofá desde hace días. No se dará cuenta.

 

—...

 

—...

 

—...

 

—...

 

—Hyung... te q-...

 

 

 

Su teléfono sonó.

 

 

 

 

 

 

 

~~•|b25;|•~~

 

 

 

 

 

 

 

—¿Jeongguk?

 

—No me hables, no estoy de humor. ¿Y Suga?

 

—¿Quién? —suspiró.

 

—Yoongi... ah, olvídalo, Tae.

 

Se quedaron en silencio unos minutos.

 

—¿Ayer saliste con él?

 

—Sí.

 

—Y tu madre te castigó... —«Daddy me castigó».

 

—... sí.

 

—¿Quieres dejar de hablarle?

 

—Lo que quiero es darle un golpe.

 

Taehyung asintió y sacó sus apuntes, entonces algo en la puerta llamó su atención.

 

—Oh, ahí está.

 

Se giró, dispuesto a desquitarse porque le ardía todo el cuerpo y Wendy le había retado hasta hacerle doler la cabeza por su culpa, pero no pudo decir una palabra al ver la partidura en su labio... y eso no era todo, se notaba su dificultad para caminar, sus ojos estaban rojos y levemente hinchados, como si hubiese llorado y sus nudillos magullados. Alguien le había golpeado.

 

No se dijeron nada.

 

Jeongguk esperó para hablar con él en el recreo...

 

Taehyung pareció entender que no era tiempo para sus estupideces y se portó a la altura, sin decir nada fuera de lugar.

 

 

 

—¿Vienes? —propuso el rubio sonriendo.

 

—Y-yo...

 

—Vamos, Min, que se llena y no avanzaremos a unos ver un puesto.

 

Los tres adolescentes salieron juntos hacia la cafetería. Taehyung era muy indiferente a todo, sonriendo normalmente y actuando con naturalidad pero sin tocar el tema ni de la salida ni de lo destrozado que se miraba Yoongi. En cambio ambos pelinegros estaban cohibidos, completamente perdidos en sus pensamientos.

 

—¿Qué te ha sucedido?

 

—¿Eh? —Jeongguk señaló su labio—. Ah, eso. Mi padre... él...

 

—Entendemos —interrumpió Taehyung para evitarse momentos incómodos y mirando desaprobatoriamente a Jeongguk, quien asintió. No le quedaba de otra que hablar a solas solo con Yoongi luego.

 

 

 

 

 

"—Es un pobre borracho que me aceptó solo porque quería dejar de mandarme pensiones... —"

 

 

 

 

 

«Min Yoongi... ¿qué clases de persona eres?»

 

 

 

 

 

 

 

Notas finales:

Vale. Vaaaaaleeeee.

 

¡No me maten, por favor! Sé que ha pasado un tiempo prudente, pero es que recién me estoy desocupando de las responsabilidades c':

En wttp estoy haciendo un maratón y planeo hacerlo aquí también... pero no estoy segura. Ya veré.

 

Y volviendo al fic... ¿qué opinan de este cap? A mí en lo personal me gusta bastante 7w7r ese zukulemtho castigo. ¡Y lo que sucede con Yoongi! Todo está súper misterioso, a que sí.

 

SAYOONARA~~


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