Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

FUCK ME | jikook por mrsswag9394

[Reviews - 110]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

IMPORTANTE: Si no has leído | Daddy... |, | ... Issues |, | Fraternal |, | Nearby | y | Doubt |, te sugiero pasarte a revisar si estás al día con la lectura ^^ para evitarte confusiones y que te saltes trama c:

 

Si estás al corriente del maratón y de los últimos capítulos... entonces disfruta tu lectura 7w7r

 

 

 

Grrr~

 

 

 

 

 

 

 

 

Todo era realmente tan decepcionante...

 

Jimin pensó y esperó que las cosas fuesen normales a partir de allí, a partir de esa fuerte declaración. Pero la realidad no podía estar más lejos que eso.

 

 

 

Y es que cómo no estar molesto si Jeongguk se había tomado bastante normal la discusión, actuando como si nada hubiese pasado en realidad. Jimin esperaba como mínimo más cariño del contrario... pero ahora le huía; él no quería eso, él esperaba aclarar que lo quiere enserio y que está dispuesto a todo por él; tal vez le faltó explicar eso, pero, ¿era realmente necesario? No lo creía. O tal vez solo estaba siendo un dramático, ya que solo había pasado un día desde  que se declaró. Probablemente estaba siendo exagerado pero es que con Jeongguk todo estaba tan fuera de su control. Y más aún teniendo que reprimirse porque Yoongi seguía en casa y no dejaba a Jeongguk para nada... era increíble cómo le soportaba. Taehyung era casi así de intenso y siempre oía a bunny perder los estribos, pero a Yoongi le daba un trato distinto. Eso obviamente no le agradaba, porque su conciencia le gritaba que dejase de ser tan estúpido, que se quitara esa venda de los ojos que se había puesto por voluntad propia. Pero es que cómo atreverse a desconfiar si Jeongguk le regalaba miradas inocentes y sonreía en grande, como diciendo: "—¡Tranquilo, hyung! Que Suga es solo mi mejor amigo, para nada hay algo más entre nosotros —". ¡Era frustrante!

 

Y pensaba que sus celos eran ridículos. Porque en realidad... no habían pruebas contundentes de que entre ambos haya pasado algo. ¿Tan mal estaba? Ciego. Y por voluntad propia... para no lastimarse.

 

 

 

Una risa amarga se quedó atrapada en su garganta mientras pensaba en ello.

 

 

 

 

 

Y es que era tan absurdo. No fue si no hasta que se declaró que tapó sus ojos y escuchó a su consciencia. Era increíble cómo dos palabras podían sacudir de esa forma sus pensamientos... al fin lo notaba con claridad, siempre estuvo allí, solo no quería admitirlo.

 

 

 

 

 

No fue hasta que lo dijo abiertamente que se enteró de que estaba realmente enamorado de Jeongguk.

 

 

 

 

 

Y la presencia del mocoso pelinegro había despertado muevas sensaciones dentro. Tan contradictorias. Quería probarlo, sí, quería follarse al mocoso de mirada aburrida, pero también mandarlo a tomar por culo para dejase a Jeongguk en paz.

 

 

 

 

Daba tanta pena que hasta era gracioso.

 

 

 

 

No fue sino hasta que conoció a Yoongi que supo de la existencia de sus celos enfermos.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Lo que Jimin no sabía era que... a parte de un amor inestable jurado también había una obsesión firme latente, esperando a destruir.

 

 

 

Claro, lo descubriría luego.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Casi en la noche el chico finalmente se fue a casa.

 

—Papá me matará —comentó ya en la puerta.

 

—Lo sé. No me importa, ahora largo.

 

—Yo creo que... —acercó a Jeongguk y le susurró algo en el oído que no avanzó a escuchar.

 

El menor se sonrojó y comenzó a reírse.

 

 

 

Jimin quiso saber qué fue lo que le dijo. Pensó en alguna broma privada entre ambos, aunque el color de sus mejillas le hizo saber que fue algo más.

 

 

 

—Realmente no sé cómo te soporto.

 

—Me amas, zorra.

 

—Nah, no te creas tan importante.

 

—¿Ah, no?, ¿quieres que te recuerde l-...? —Jeongguk se lanzó sobre él y le tapó la boca.

 

—¿Siempre eres así de indiscreto?

 

—Cuando me sale de los huevos, sí.

 

Jeongguk rodó sus ojos y se cruzó de brazos.

 

—Ya, no te enfades. Sabes que me gusta fastidiarte.

 

—Vete a casa, Yoongi. Y no te olvides de hacer Cálculo.

 

Y Yoongi finalmente se marchó.

 

 

 

Jeongguk se quedó mirando la puerta unos momentos, hasta que suspiró y se dio vuelta sonriendo en grande.

 

Jimin trató de no pensar en esos ojitos brillantes. Hace mucho que no había visto esa mirada en él, la última vez que pareció sonreír de esa manera fue antes de empezar con toda esa torcida relación. Antes de tener la primera discusión sobre lo que eran.

 

 

 

Realmente trató de no pensar en ello.

 

 

 

 

—Tu madre ha dicho que puedes venir conmigo —dijo Jimin, buscando las llaves de su auto.

 

—¿E Irene?

 

—Ella no estará, se queda con Wendy —declaró con obviedad.

 

Jeongguk pareció planteárselo.

 

—Mañana tengo escuela... —enrojeció, pero mantuvo la mirada.

 

Jimin tragó duro, incapaz de mantenerse quieto ante la sutil insinuación... es que él no podía estar más embobado por ese pelinegro. Le enfadaba tener tan poco control sobre sí mismo.

 

—B-bueno...

 

 

Escuchó una sonora carcajada de Jeongguk y levantó la vista. El niño estaba burlándose de él, y su risilla eran tan infantil, muy tierna, Jimin sintió vacío en la boca del estómago debido a la escena. Bunny riendo abiertamente, tomando su estómago; tomándole del pelo para diversión propia.

 

 

 

No pudo evitar sonreír.

 

 

 

—Es broma. Claro que voy contigo... debo tomar algo de ropa.

 

Dijo una vez se hubo calmado. Se acercó, se colocó de puntitas, le dio un pico y se giró aún soltando risitas flojas.

 

 

 

 

 

 

 

Jeongguk desapareció escaleras arriba. Jimin apretó sus puños, aguantando las ganas de subir tras él y hacércelo en su habitación... debía calmarse, estaba demasiado tenso y no sabía por qué... lo único que sí tenía claro era que quería dejar sus huellas en su cuerpo tantas veces, para que el mundo entero supiera que era suyo. Tan posesivo. Pensó que teniéndole en casa esa tensión solo aumentaría... y realmente no quería hacerle nada, es decir sí pero al mismo tiempo no. Por esa noche solo quería descansar un poco del trabajo, de Irene, del estrés y de los constantes celos. Esperaba tener la suficiente fuerza de voluntad para no llevárselo a la cama y esperaba que Jeongguk se negara en caso de proponérselo.

 

 

 

 

 

—Me ayudas a hacer mi deber de cálculo —pidió en el auto.

 

 

 

 

Y Jimin estaba tan sensible en ese momento que torció la orden.

 

 

Porque cuando entraron a su casa todas esas buenas intenciones de fueron por donde vinieron. Porque ya le tenía acorralado y besándole con un desespero que no había experimentado hasta ahora. El beso probablemente más sucio que se habían dado.

 

 

 

H-hyung —logró separarle—... realmente mañana tengo escuela y no me puedo permitir otra semana sin hacer gimnasia.

 

—Pero no estoy haciendo algo malo. Solo te estoy besando.

 

 

 

Jeongguk mordió su labio inferior. Él quería, siempre quería, Jimin sabía complacerle y valdría la pena no hacer gimnasia... pero Yoongi no era ningún idiota y esta vez realmente no le creería y le pediría la verdad... probablemente un nombre, y le exigiría la verdad. Y él podría decirle que dejase de joder, que dejase de meterse en lo que no le importaba. Podría. ¿A quién engañaba? No iba a mentir más sobre eso, no iba a mentir a Yoongi, no podía. Jeongguk sabía que mientras más mentiras contaba, más tendría que recordar luego y sería más fácil caer y ser descubierto. Jeongguk no lo hacía directamente por Yoongi, sino que lo hacía para no liarse más en esa red de engaños que había empezado.

 

Negó.

 

—Ambos sabemos cómo terminará si seguimos.

 

 

 

A Jimin le tocó resignarse y separarse del pequeño. Cosa muy difícil, teniendo en cuenta su mejillas brillantes y respiración acelerada.

 

 

 

Vieron televisión —conservando una considerable distancia, claro—, comieron un postre ligero y el mayor le ayudó a hacer su tarea como prometió. No hace falta mencionar que aquella petición solo fue una treta para burlar sus límites. Porque era más que obvio que Jeongguk no necesitaba nada de ayuda para ese deber, simplemente fingía no entender. Se encontraba sobre sus piernas, inclinado y escribiendo aparentemente muy concentrado. Y Jimin se sentía morir sin poder tocarlo a su antojo, más aún si Jeongguk se removía de vez en cuando, daba pequeños saltitos en rabieta cuando no podía resolver un ejercicio, poniendo pucheros que sabía eran el punto más débil de Jimin.

 

 

 

 

 

 

—Vas a matarme —susurró.

 

—... —le vio morderse el labio con picardía y diversión.

 

—Jeongguk, detente. En verdad estoy haciendo un esfuerzo sobre humano para...

 

 

 

El niño le miró insinuante.

 

 

 

—... con una mamada no lo calmarás. No estaré tranquilo hasta joderte si haces eso.

 

—Me encanta cuando hablas sucio.

 

Y ahí estaba lo que quería. Un Jimin completamente duro.

 

—Podríamos intentar algo...

 

—Jeongguk...

 

—Solo escúchame.

 

 

 

Puso un dedo en sus labios callándole. Se acercó lentamente y le besó muy superficial, casi un pico. Jimin ya estaba hiperventilando.

 

 

 

—Por hoy que sea... normal. Sin juegos, ni honoríficos. Solo Jimin y Jeongguk.

 

—... no puedo.

 

—Vamos —insistió, pasando sus brazos alrededor del cuello del contrario.

 

—¿Esto es un capricho tuyo?

 

 

 

Jeongguk asintió.

 

 

 

—¿Para qué? Es más divertido de la otra forma.

 

—Es que jamás lo hemos hecho así.

 

Jimin suspiró profundamente. A él no le gustaban las cosas de esa manera, pero era Jeongguk de quién se trataba. No iba a negárselo.

 

 

 

—¿Solo por hoy? —Jimin arqueó una ceja.

 

—Solo por hoy —aseguró.

 

—...

 

—...

 

—Vale.

 

 

 

Sonrió y dejó muchos besitos en su rostro.

 

 

 

—Eres el mejor.

 

 

 

 

 

 

 

 

Se colocó correctamente a horcajadas.

 

Besos calientes siguieron. Lenguas luchando entre ellas, manos desesperadas por tocar, respiraciones agitadas y aumento de la temperatura. No necesitaron demasiado tiempo para estar completamente duros. Jimin le había quitado solo unos seguros para arrancarle los pantalones y desabrochar los propios y luego volvió a subirlo sobre sí. Simulaba embestidas contra los muslos tibios, sus manos apretaban y acariciaban sus níveas piernas, Jeongguk inclinado hacia adelante, buscando más contacto, más de él.

 

 

 

 

 

 

Pero entonces Jimin recordó. Él no podía simplemente callar.

 

 

 

 

 

Era obvio que al menor no le iba a gustar para nada la conversación... pero es que si no lo hablaban hoy, no lo harían luego.

 

 

—Jeongguk... —le apartó.

 

 

Los ojitos llorosos del niño se posaron en los suyos. La mirada entrecerrada y suplicante casi le hace olvidarse de lo que debía decir.

 

 

—¿Qué pasa?

 

—Debemos hablar...

 

 

 

Jeongguk abrió bien los ojos ahora y se separó un poco, mirándole confundido. Luego pareció entender a qué se refería y su rostro se tornó fastidiado. Sus brazos dejaron de rodearle y se levantó con desgana para irse a sentar en un extremo de la cama. Se notaba a lo lejos lo poco que le agradaba todo esto... pero era tan necesario. Jimin lo necesitaba. Jeongguk podría ser un poco condescendiente de vez en cuando, ¿acaso no se daba cuenta que el restarle interés le dolía? El Jeongguk de hace unos meses se hubiese fijado y hubiese evitado aquello. ¿Qué pasa con el Jeonggukie de ahora? ¿Tanto le había cambiado? ¿O es que alguien más lo estaba haciendo?

 

Jimin no podía estar más lejos de la realidad.

 

 

Lo que pasa es que él estaba aburriéndose y olvidándose de fingir. Era tan agotador demostrar aquello que no sentía, lo que no era... Jimin no sabía que en realidad Jeongguk era alguien muy poco empático.

 

 

Jeonggukie...

 

—Ya no quiero nada —escupió—. Ni sexo, ni nada.

 

—No me vas a evitar... ahora escucharás y punto.

 

—¿Qué sucede, Jimin? ¿Tan amenazado te sentiste con la presencia de Yoongi?

 

—...

 

Jimin frunció su ceño.

 

—¿Qué tiene que ver ese niño es esto?

 

—Pues que, mágicamente, cuando él apareció tú de repente de diste cuenta de lo que sentías. De pronto ya quieres hablar y toda esa mierda. De pronto ya quieres arreglar lo que jodiste en el verano. No te entiendo, joder. Odio no entender las cosas. La última vez que tocamos este tema fue porque yo te lo pregunté, y ni siquiera dejamos las cosas bien claras. Solo evitaste. ¿Y ahora me dices que quieres hablarlo? Pues qué pena por ti, porque yo no tengo ganas.

 

Jimin se acercó y le tomó del rostro, recibiendo un rechazo. Tomó asiento a su lado y acarició sus piernas. Jeongguk de nuevo le dio un suave manotazo.

 

—Cumpliré quince en un par de semanas... he madurado, tendrás que convencerme de otra forma, Jimin.

 

Se levantó pero su cuerpo fue tirado hacia atrás de nuevo. Ahora ambos estaban cara a cara. Jeongguk suspiró.

 

—No quiero esto. No quiero enfadarme tampoc-... —un jadeo escapó de sus labios cuando sus grandes manos comenzaron a ascender suavemente por sus piernas descubiertas.

 

 

Su camiseta fue retirada con cuidado y luego fue acariciado con delicadeza. Jimin le atrajo más y ahora se dedicó a besar muy tiernamente su cuello, provocándole escalofríos.

 

 

 

 

 

 

—Jeongguk, he sido un imbécil mucho tiempo. Déjame hacer las cosas bien, por favor.

 

Jeongguk rió burlón.

 

—¿Y cómo se supone que harás eso? No hay nada qué enmendar aquí porque todo está jodido.

 

—Jeongguk yo hablaba muy enserio. Yo te am-...

 

—Tú no me amas, Jimin. Solo estás un poco confundido.

 

Sus manos apretaron los hombros contrarios mientras echaba su cabeza hacia atrás. Los besos continuaron.

 

—Claro que no... lo hago, Jeongguk.

 

 

 

 

Y Jimin no bromeaba. Le había costado meses aceptarlo... y por fin lo sabía. Amaba a ese niñato pelinegro de cuerpo frágil, de mirada vacía y sonrisa perfecta, de personalidad extraña y madurez elevada para su joven edad. Adoraba todos sus malos recuerdos, los pocos buenos. Las tardes juntos, cuando follaban hasta quedar sin fuerzas. Le amaba de día, de noche, enfadado, feliz, triste, risueño, juguetón, cuando dormía. Le quería en todas las formas posible y eso estaba tan mal. Pero él no quería pensar en eso. Se preguntó muchas veces qué hizo para hacerlo caer así de bajo, se preguntó muchas noches qué era lo que lo ataba tanto. Porque Jimin no solo se lo follaba, Jimin realmente estaba ahí para él, para protegerlo, enseñarle y reprenderle. Estaba tan confundido al principio —mejor dicho, desde que Jeongguk nació—, pero ahora todo era claro. No supo cómo ni lo sabrá nunca... pero realmente se había enamorado.

 

 

 

 

 

 

Mal.

 

 

 

 

 

 

Pero ahí estaba, de rodillas ante ese ser que significaba todo lo prohibido.

 

Le colocó a horcajadas sobre sí y volvió a besarle. Pero Jeongguk se apartó. Él no iba a dejarse así de fácil... tenía tanto qué decir, pensó guardárselo, pero Jimin había colmado su paciencia.

 

 

—Claro que sí. Esa palabra es muy grande... yo no la merezco.

 

—Oh, vamos. Jeongguk... te conozco te toda la vida, sé que lo que digo es cierto.

 

—No —le empujó hasta dejarlo recostado sobre la cama—. No sabes nada de mí... nadie sabe. Guardo muchos más secretos de los que imaginas, secretos que nunca contaré; no soy lo que crees, casi siempre soy solo una fachada; tú conoces al Jeongguk que te conviene, porque no has querido ver más allá. Porque te cega el deseo. Me tienes estereotipado, porque soy un jodido pedazo de mierda en realidad.

 

Jimin le miró. Vio esos ojitos brillantes oscurecidos, sus cejas curvadas hacia abajo en señal de desacuerdo y su mandíbula tensa. Estaba confundido con la reciente declaración.

 

—Pero tenemos mucho por delante.

 

—Arg, no me hables en plural.

 

Se había hartado realmente, y ahora soltaría todo lo que llevaba meses reteniendo. Se levantó y comenzó a caminar de un lado a otro, a través de la habitación.

 

—Yo tengo mucho por delante. Tú tienes mucho qué perder. No hay nada en común entre tú y yo. Ni siquiera sangre. Solo una jerarquía "familiar" que nos define como jodidos parientes. Yo no tengo nada para ti ni tú para mí. Es todo.

 

—... vale, puedes tener razón, pero...

 

—La tengo.

 

—¡Pero no me importa! Yo te amo enserio. Sé lo que siento —le tomó de las manos.

 

—No, no sabes.

 

—¿Por qué no? —preguntó desesperado. Era tan difícil discutir con él.

 

—¡Porque no! Porque no tiene ningún sentido, Jimin, por favor ¡piensa un poco! —se soltó bruscamente.

 

—No quieras meterte en mi cabeza. ¡Soy un adulto! ¡Estoy seguro de lo que digo!

 

—Si eres un adulto entonces actúa como tal... razona y dime si lo que acabas de asegurar es cierto.

 

—...

 

—...

 

—Sí.

 

Jeongguk rió con desdén.

 

—No puedo creer que sea tan difícil... ¿quieres que te lo explique yo, entonces? Porque tú no quieres ver más allá de tu narices.

 

—Yo estoy seguro. Pero vamos, quiero escucharte.

 

—Esto es increíble, de verdad —se quejó—. Pero va.

»No se suponía que debía pasar así. ¡Es que es patético! Por Dios, ¡eres mi jodido tío! Además soy solo un mocoso de catorce miserables años... ¿qué se supone viste en mí? ¿No te das cuenta que todo se trata del sexo? Soy nada, joder, y tú tienes mucho que perder, entiéndelo.

 

—Estás siendo extremista.

 

—¿Me lo vas a negar? ¿Quieres acaso que te recuerde quién pidió mantener esto como algo meramente carnal? Déjame refrescarte la memoria, querido tío Jimin. ¡PUES TÚ, GENIO!

 

—Basta —suplicó.

 

—No. Porque no se suponía que debías amarme, porque es ridículo. Porque yo no debo amarte. Porque aunque pasemos por encima de todo lo que se supone es correcto, sabemos que está malditamente mal. Porque está podrido. Porque no funcionará. Porque —soltó un suspiro cansado—... porque tengo miedo de lo que vaya a pasar si decidimos avanzar. Y no quiero dejarte, joder. No quiero estar solo, prometiste no abandonarme, así que se más sensato. ¿No te das cuenta de que como yo corresponda las cosas irán en picada?

 

—¿Y qué importa el mundo? Solo somos los dos... puedo darte todo lo que necesites y lo sabes.

 

—Estás loco.

 

Tocó el puente de su nariz y soltó una risita nerviosa. Se acercó al contrario y le besó intensamente.

 

—Estás jodidamente loco.

 

—Y eso te gusta...

 

—... mucho. Pero he tomado una. decisión.

 

—...

 

—Lo siento, Jimin. Yo no estoy seguro de sentir lo mismo.

 

—Pero...

 

—Podría funcionar. Puedo enamorarme de ti, de verdad que sí... pero no quiero. No sabes lo importante que eres para mí, y es por ese mismo motivo que no quiero joderlo con un puto título —contradictorio... pero es que Jeongguk se había puesto a pensar y entonces concluyó que lo mejor era dejar las cosas como estaban. Y justo cuando lo pensó de esa manera Jimin decide declararse, simplemente incorrecto y absurdo... tal vez hubiese funcionado en el verano... tal vez antes de la llegada de Yoongi—. Y sabes que tengo razón. Sabes que como hagamos algo mal... no solo nos separarán, sino que irás preso, yo probablemente a alguna mierda de clínica psiquiátrica, joderás el honor que tratamos de salvar de esta podrida familia, Wendy, tu hermana, te odiará por el resto de su vida —un nudo se hizo en su garganta—, Irene te dejará, te desheredarán. Es muy peligroso y arriesgado. Perdemos demasiado. Tú más que yo.

 

—... no me importa.

 

—Pero a mí sí, porque yo no soy un jodido egoísta.

 

—...

 

Jimin volvió a sentarse en el filo de la cama, tomando su cabeza entre sus manos y frotando de cuando en cuando su rostro.

 

—¿Ves que no me conoces nada? No voy a arrojarte al abismo solo.

 

En realidad Jeongguk solo tenía miedo.

 

Jimin asintió pesadamente y soltó un suspiro muy cansado. Ya no sabía qué más intentar. De nuevo se había quedado sin palabras, y quiso reír por ello, ya que eso era lo increíble en Jeongguk y eso era lo que más le gustaba de él.

 

Su carácter.

 

—Entonces solo me queda una cosa por decir...

 

—¿Qué cos-...?

 

—Lo siento.

 

—...

 

—...

 

—...

 

—...

 

—...

 

—Perdóname por haberte destruido de esta manera, por haberte hecho pensar que no valías nada. Lo siento en serio.

 

Un abrazo.

 

 

 

 

 

"—... esa es tu naturaleza... —".

 

 

 

 

 

Tembló y correspondió con necesidad.

 

Jeongguk no estaba seguro... pero algo le decía que simplemente lo acababan de empeorar.

 

Si tan solo se hubiese quedado callado...

 

—Solo te pido que no dudes de lo que te dije. Porque ha ido enserio.

 

Un te amo.

 

A veces las palabras sinceras son demasiado peligrosas, a veces los sentimientos atan en vez de liberar. Tal vez Jeongguk solo necesitaba más tiempo. Tal vez solo necesitaba perderlo todo para darse cuenta de lo que ese fin de semana significó.

—No lo haré.

 

 

 

 

 

 

 

 

Y no lo hacía.

 

 

Notas finales:

Orden de las actualizaciones para que no se pierdan ^^:

 

 

| Fitfteen | 25 de Julio

Capítulos anteriores: | Daddy... |,  | ... Issues |, | Fraternal |, | Nearby | y | Doubt |

Capítulos especiales (extensión del maratón):

| Interest | 28 de Julio

| Summer | 30 de Julio

| Joke | 01 de Agosto

 

 

Pondré lo mismo que dije en wttp xD no me gusta escribir demasiado esto de lo feelings xc no soy amante del fluff sobre todo porque no soy demasiado sotf, pero bueh, no está demasiado mal tampoco c':

 

Y bueno... aguantarme ese yoonmin, parfavar, y el yoonkook también... aquí habrá versatilidad 7w7r y lo amarán y todo eso, grrr. So, sean pacientes, mis amores —vean que ustedes lxs lectorxs sí que me ponen toda ghei y swaggie no tiene corazón, así que basta—, que quiero que sea perfecto... sin embargo les daré una aproximación: entre el 30vo y 40vo capítulo. Y eso porque... he extendido el fic y ¡ahora tendrá un aproximado de 80 caps! Quise controlarme, en verdad que lo intenté, pero no pude... tengo demasiadas ideas para este fic y desarrollaré todas xD alguien deme un premio o algo (?).

 

Gracias por leerme enserio. A todxs lxs que dejan los sensuales reviews —los contestaré todos, lo juro— y a mis adorados fantasmitas <3

 

PD: qué onda con esta notita xD quedó más larga que mis ganas de vivir, S.T.O.P I.T.

 

SAYOONARA~~


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).