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FUCK ME | jikook por mrsswag9394

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Taehyung insistía en tirar del cabello del pelinegro pese a que este ya le había dicho que dejase de fastidiarle porque la maestra les iba a sacar de clases como se diera cuenta. Pero esa era la intención del rubio, el salir de la aburrida clase de Literatura para tontear por el colegio.

 

Jeongguk no pensaba igual, es que quería centrarse porque tenía que sacar buenas notas para que le devolviesen el móvil, lo había prometido a cambio.

 

—¡Tae, estate quieto, mierda! —susurró.

 

—Pero estoy aburrido~ —alargó—. Sé un buen dongsaeng y entretenme —hizo un mohín que provocó que Jeongguk quisiera golpearlo.

 

—No jodas ahora.

 

La maestra les miraba de soslayo, ya habiéndose percatado de sus juegos, pero no dijo nada porque se vio interrumpida por la llegada del Director del Instituto.

 

 

 

 

 

—Saluden —ordenó.

 

Todos los alumnos se levantaron y corearon un "buenos días, señor director" con toda la pereza que sus jóvenes almas tenían a la tercera hora de clase.

 

El hombre hizo un ademán para que se sentasen de nuevo.

 

—Buenos días, jóvenes. Bien, mi presencia es porque ha venido un muchacho de intercambio desde Daegu...

 

—¿Daegu?

 

—De donde tú naciste, ¿no? —el rubio asintió.

 

—... y bueno. Pasa.

 

Una delgada figura cruzó la puerta. Era un pelinegro muy pálido, no tan alto, de ojitos felinos, finos labios y mirada asqueada. A Jeongguk y a Taehyung les pareció guapo.

 

 

 

 

—Tiene cara de muerto —susurró Taehyung por lo bajo, burlándose. Jeongguk siseó mandándole a callar.

 

—Preséntate.

 

—Soy Min Yoongi, vengo de Daegu, tengo dieciséis años y me gusta el rap y... el HipHop... y el R&B. En fin, espero podamos... ¿llevarnos bien?

 

Por algún motivo, pese a su débil apariencia y discurso extraño, nadie se burló o hizo algo en su contra. Al menos no hasta que le mandaron a sentarse y el Director se hubo marchado con la maestra detrás preguntándole un par de cosas. Entonces uno de sus compañeros, Jackson, hizo un comentario que le desagradó.

 

 

 

 

—¿Buscas leche, gatito? —y apretó vulgarmente su miembro mientras le miraba con burla.

 

Sus perros quisieron reírse también, pero se retuvieron, pues el chico tenía cara de pocos amigos. Nadie hizo algún ruido a excepción de su novia, Nayeon, quien se mofó también.

 

El pelinegro les miró a ambos con superioridad y tras revisar que la maestra no llegase aún, pasó disimuladamente por su lado tumbándoles algunos lapiceros de adrede sin importarle la molestia en sus caras. Luego miró el único asiento vacío en el salón, el que estaba frente a Jeongguk, y se dejó caer tras darle otra de sus miraditas.

 

—Solo a él se le ocurre llegar a mitad de ciclo, con su apariencia de nena y molestar a Wang.

 

—Cierra la boca, Tae.

 

 

 

 

Las clases transcurrieron muy normales, es decir, bastante aburridas y cansadas, hasta que llegó la hora del almuerzo y todos salieron como animales a hacer fila para comprar algo en la cafetería antes de que esta se llenase. Todos a excepción de Jackson, sus amigos, Taehyung, el nuevo y Jeongguk.

 

 

 

 

 

—Vamos, que se nos hará tarde y no avanzaremos a comprar esas donas que me gustan~~ —lloriqueó.

 

—No tengo ganas, Tae.

 

En realidad solo quería ver qué hacía Yoongi frente al idiota matón de su clase porque era más que obvio que Wang le había cogido manía.

 

—Así que tenemos un rebelde en el salón.

 

Yoongi pasó de él olímpicamente poniéndose sus cascos. Creyó que había terminado y estuvo a punto de irse con Tae, pero entonces Wang le quitó los audífonos con brusquedad. Supo que se iba a armar una pelea.

 

—Parece que no has entendido el mensaje, aquí mandamos nos-...

 

—No —el chico se levantó—. Parece que tú no entendiste que me importa una mierda quién te creas y que no estoy para que me toques los huevos —Jackson había retrocedido un poco. Sus perros no hicieron nada al respecto—. Así que deja de joderme, niño con complejo de hombre, y vete a tomar de tu lechita tú solo, porque parece que te viene haciendo falta —hizo referencia al par de centímetros que les diferenciaban.

 

 

 

 

 

Tras dejarlos completamente atónitos, a todos los nueve en el salón, volvió a sentarse y ponerse de nuevos los cascos como si nada de eso hubiese pasado en realidad.

 

Jackson bufó, se arregló el uniforme y salió indignado de clases, con los chicos siguiéndole detrás.

 

Se escucharon aplausos.

 

—Woah —alargó Taehyung y se acercó a Yoongi para felicitarle—. Eso ha estado de lujo, Min, en verdad. No había visto a nadie aparte de Jeon que haya sido capaz de callar a ese enano.

 

—¿Jeon?

 

—Jeongguk —le apuntó. Yoongi se dio vuelta y le miró. Luego sonrió de manera extraña incomodando al otro pelinegro.

 

—Alguien debía ponerle en su lugar —se encogió de hombros, restándole importancia.

 

A Jeongguk comenzaba a agradarle demasiado.

 

—Sí. Yo realmente pensé en que te ibas a convertir en su diana de bromas, pero te aseguro que con lo que le dijiste no volverá a molestarte. ¡Ah! Casi lo olvido, soy Taehyung, por cierto.

 

—Sí, bueno. Ya déjale, Tae, que le vas a espantar —el rubio le sacó infantilmente la lengua y se sentó frente a Yoongi.

 

—En fin. Te he oído decir que vienes de Daegu, yo soy de allí...

 

 

 

 

 

 

 

 

Y así fue como Yoongi terminó a punto de perder los nervios por culpa de un alegre Taehyung quien no paraba de hablar y hablar y... hablar. Jeongguk solo miraba divertido la escena y decía alguno que otro comentario cuando lo veía necesario.

 

 

 

 

 

 

 

Luego, al finalizar las clases, Taehyung propuso irse juntos a casa. Yoongi no pudo decidir ya que el rubio ya había agarrado su brazo y arrastrado con ellos. Pero no se quejó, hasta ya hablaba con más confianza y se reía de las estupideces que decía Taehyung en cada frase.

 

—... y es por eso que creo que deberían ponernos camas en los salones e incluir una materia solamente especializada en dormir.

 

Retweet —apoyó Yoongi.

 

—Tae... tu casa queda en esa dirección —dijo el pelinegro.

 

—Oh, es cierto —retrocedió unos pasos al notarlo—. ¡Nos vemos mañana, chicos! —hizo un saludo militar y echó a correr cuesta arriba hacia su hogar.

 

 

 

 

 

 

Los pelinegros le miraron hasta que le perdieron de vista.

 

 

 

 

 

—Joder, creí que no se iba a callar jamás —Jeongguk se encogió de hombros.

 

—Así es Tae. Por cierto, para dónde agarras —miraron la intersección de las calles.

 

—Hacia allá —apuntó a su derecha. Jeongguk sonrió.

 

—Pues vamos, vivimos por el mismo sitio.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Caminaron en silencio un par de metros. Hasta que a Jeongguk le ganó la curiosidad.

 

—¿Por qué te has pasado a mitad de curso? —Yoongi sonrió, como si hubiese estado esperando esa pregunta para presumirle sus niñerías.

 

—Mi madre ya no me aguantaba. Daegu era un pueblo chico y casi todos allí me conocían por follarme a tipos muy mayores a mí —dijo con normalidad y Jeongguk disimuló su sorpresa—. Entonces creyó que en Seúl, con mi padre, me iría mejor.

 

—Oh —fue lo único que atinó a decir.

 

—¿Te doy asco? —inquirió. Jeongguk negó enseguida.

 

—N-no, claro que no.

 

Lo que Jeongguk sentía se asemejaba más a admiración hacia el chico, pues suponía su personalidad en un nivel superior, más liberal.

 

—¿Y te has compuesto? —él bufó divertido.

 

—Claro que no. Como si mi orientación o apetito sexual fuese a cambiar porque me haya mudado a la capital.

 

—Dices que vives con tu padre, supongo que él debe ser un poco más estricto.

 

—Es un pobre borracho que me aceptó solo porque quería dejar de mandarme pensiones.

 

—Ya veo...

 

—¿Por qué? ¿El tuyo es muy idiota?

 

—Él falleció. Pero hasta donde le recuerdo era bastante cabrón.

 

—¿Se murió?

 

—Se suicidó.

 

—Oh, mi hermano quiso hacerlo. Se emborrachó y se tragó todas las pastillas para la depresión que tenía mi madre porque su exnovia le había dejado.

 

 

 

 

 

 

Pese a que su vida sonase dura, Yoongi la narraba como si fuese lo más normal del mundo, y eso hacía que Jeongguk se sintiera un poco pequeño a su lado. No literalmente, claro.

 

Siguieron contándose cosas, como un tipo de competencia no declarada de quién era más rebelde que quién. Y obviamente iba ganando Yoongi porque Jeongguk no quería presumir demasiado, ya que había cosas que no podía decirle.

 

 

 

 

 

—Jeon, voy a pedirte algo... pero no quiero que me tomes como un raro.

 

—Mnh, ya veré.

 

—Dame un beso.

 

Palideció.

 

—P-pero...

 

—Si no quieres está bien.

 

—N-no es eso —se apresuró a aclarar—. Es solo que hay gente alrededor. Y puede no importarte, pero si mi madre me ve o se lo contasen seguro y me golpea por "enfermo" —hizo una seña con sus dedos.

 

—Ese callejón es bastante obscuro —propuso.

 

Jeongguk miró el lugar inseguro pero aceptó y se adentraron en el reducido espacio. Para caber mejor bajaron sus mochilas y se miraron las caras esperando a que el contrario diese el primer paso. El menor se sonrojó.

 

Yoongi se rió de él, y cuando fue a quejarse ya tenía al chico comiéndole la boca.

 

 

 

Se besaban con intensidad, y se arrimaron más para crear contacto poniendo como excusa mental la falta de espacio. Entonces sus manos no tardaron en aparecer y comenzar a buscar dónde tocar para hacer sentir bien al contrario.

 

Se separaron por la falta de aire.

 

 

 

Sus mofletes habían agarrado color y sintieron el bochorno del calor sobre sus cuerpos.

 

 

 

 

 

—No besas nada mal para lo pequeño que eres —Jeongguk sintió que se estaba burlando de él.

 

—Solo me sacas un par de centímetros, exagerado —se quejó y agarró su mochila. Quiso irse pero el mayor tiró de él y le robó un pico antes de salir primero.

 

Una vez fuera le llamó divertido y burlón por la cara de sorpresa que Jeongguk tenía.

 

Este se acercó indignado.

 

—Ni creas que mañana te colas con nosotros al almuerzo —Yoongi rió.

 

—Uy, pero qué malo eres, Jeon.

 

—Ya. Hablo enserio, Yoongi.

 

—Dime Suga.

 

—¿Eh?

 

—Sí, como el azúcar pero sin la "r" al final. Es que me gusta más que me llamen así —Jeongguk ladeó su rostro extrañado pero no dijo algo.

 

El primero en quedarse fue él.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

—Oh, así que eres un niño rico —dijo admirando la casa.

 

—Yo no, mi madre.

 

—Eso es algo que un niño rico diría —rió.

 

Jeongguk se sintió incómodo pero Yoongi no pareció notarlo.

 

—Bueno, puede que baje a verte para ir a dar una vuelta más tarde... o de noche, no lo sé. Ya veré. ¡Nos vemos, Jeon!

 

—¡Adios! —entró a su casa.

 

 

 

 

 

Subió a su habitación —tras saludar a su madre—, a cambiarse y hacer los deberes para el día siguiente. No solía hacer aquello, pues casi siempre los dejaba para entrada la noche. Pero quería salir con Yoongi y algo le decía que no estaría en condiciones para hacer sus trabajos más tarde.

 

Pensó en llamar a Taehyung también, pero creyó que a Yoongi no le agradaría la idea... le preguntaría cuando llegase.

 

Su madre entró en la habitación y le observó con curiosidad.

 

 

 

 

—No sueles ser tan responsable... ¿a qué se debe? —inquirió.

 

—Bueno... mi mes de castigo terminó. Así que tengo derecho a salir libremente.

 

—¿Eso crees?

 

—Sí.

 

—¿Y si no me da la gana de mandarte a donde sea que quieras irte? —Jeongguk se giró y le miró con frialdad.

 

—No puedes hacer eso, el calendario pone que ya puedo salir.

 

—Sí pero al calendario lo hice yo.

 

—Vale, ¿qué quieres? Si es por lo de tu cita con ese tipo sabes que me la suda.

 

—En realidad es porque hoy tenemos una reunión todos los socios de la BigHit y vas a quedarte solo porque he quedado en que luego de eso iría a beber con unas amigas.

 

—Ah, no importa —se giró y siguió resolviendo las ecuaciones en su cuaderno.

 

—Es que tampoco creo que Jimin vaya a recibirte en su casa.

 

—Me da igual.

 

—¿Seguro?

 

—No es como si esta fuera la primera vez que me dejas a mi suerte. Vete tranquila, yo me las arreglo.

 

Wendy sintió un poco de culpabilidad. Mordió su labio y se debatía mentalmente entre si darle un abrazo o algo.

 

—¿Quieres algo más?

 

—No, nada. Te quiero.

 

—Lo que digas. Ahora vete, estoy ocupado —su madre se giró lentamente—. Ah, espera —Wendy le miró de vuelta—... déjame las llaves, no estoy seguro de a qué hora me iré ni de cuándo volveré.

 

—En la encimera... y nada de alcohol, Jeongguk, sabes que odio que bebas.

 

El pelinegro pensó que su madre era muy hipócrita.

 

Le escuchó marcharse y volvió a concentrarse, dejándolo pasar. Ahora quería terminar de resolver los ejercicios para no tener de qué preocuparse luego. Estaban un poco complicados, sobre todo porque factoreo no era un tema de su agrado.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Estaba a punto de terminar cuando oyó un grito desde fuera.

 

—¡Conejito!

 

Se detuvo en seco. De algún modo sentía que era dirigido hacia él. Decidió no darle importancia pasando de eso, pese a que la voz le sonaba de alguna parte.

 

—¡CONEJITO! ¡JEON, TE HABLO A TI, POR LA PUTA! —comenzaron a golpear su puerta—. ¡Conejo, sal de una jodida vez! ¡Me canso aquí afuera!

 

Dejó sus apuntes y salió de inmediato, no quería que los vecinos escucharan el alboroto.

 

—¿Yoongi?

 

—Hasta que te dignas en aparecer. ¿Te dejan salir?

 

—Emnh, bueno~...

 

—Ven —tiró de su muñeca y le acercó —, he encontrado un sitio genial en lo que iba camino a casa. Podríamos beber allí.

 

 

 

Jeongguk cerró la puerta, luego de haber sacado sus llaves, y se dejó llevar por el pálido muchacho.

 

 

 

No dejaba de hablar del lugar que había descubierto. Resultaba ser una construcción abandonada, que Jeongguk y todos en la localidad conocían por tener mala pinta y fama de guarida de perdidos... combinaba con Suga, de hecho.

 

—Woah, ¿no te gusta?

 

—No, apesta.

 

—Sí, lo sé... te acostumbrarás —se quitó la mochila y se puso a revolver en ella—. Mnh, he traído revistas porno que tomé de la habitación de mi hermano y un par de botellas de donde mi padre guarda el alcohol. Oh, y tengo unos cuántos porros... ¿con qué nos hacemos mierda?

 

—No me gusta el porno, el wiski es demasiado fuerte y jamás he fumado —se sinceró.

 

—¿Nunca has fumado?

 

—No eso —lo señaló.

 

—¿Quieres aprender?

 

Jeongguk vaciló. Había visto a varias personas con colocados y la verdad no se veían agradables, ni tan cool como presumían. Le contaban siempre que la experiencia era genial, que no se igualaba con absolutamente nada pero él creía que exageraban. La verdad, no estaba en sus planes quedar como un idiota y reírse hasta porque una mosca vuela y provoca un zumbido extraño en el acto.

 

—No lo sé...

 

—Oh, vamos. No dejes que fume solo.

 

—Es que...

 

—No te va a pasar nada, lo juro.

 

Jeongguk hizo una mueca.

 

—Podríamos solo beber.

 

Yoongi rodó sus ojos y se encendió un porro.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

El aroma que desprendió fue diferente al de un cigarrillo común, era mucho más agradable para oler, ya que no le hacía marear ni doler la cabeza. Se inclinó disimuladamente y comenzó a aspirar más del humo que el fino pedazo de papel emanaba. Estornudó, acto que Yoongi vio muy tierno.

 

—Acércate —Jeongguk negó suavemente—. Venga, no te voy a hacer nada malo.

 

El menor se inclinó un poco más hasta quedar de frente a Yoongi. Este dio una larga calada, le tomó del cuello y lo acercó a sus labios, sin llegar a besarle, sino pasando el humo coquetamente. Cuando terminó dejó un pico en sus labios y se separó de nuevo.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

—¿Lo ves?

 

—Huele bien —admitió.

 

Yoongi rió ligeramente y asintió una y otra vez.

 

 

 

 

Destaparon una botella y comenzaron a bebérsela de a poco, mientras Yoongi encendía de nuevo el papelito, que se apagaba con cada calada.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

—Mnh, imagina esto. El profesor de Gimnasia, los vestidores del coliseo, sexo en medio de una clase y beber y fumar en la tarde.

 

—Oh, suena, bien... espera —dijo al caer en cuenta de sus palabras. Se había vuelto un poquito más lento—. ¿Me estás diciendo que te follaste a Zhāng?

 

Yoongi sonrió lascivo.

 

—No, solo nos besamos.

 

—¡¿El primer día de clases?!

 

—Así es —bebió un poco sin quitar su sonrisa de suficiencia—. Me gustaría un polvo ahora mismo... pero algo me dice que eres virgen y yo así no juego —dijo con tranquilidad.

 

Jeongguk se sonrojó un poco. No era del todo virgen, pero Yoongi se refería a su polla así que sí. Lo era.

 

 

 

 

 

—Ven, prueba un poco.

 

—H-hyung... tus ojos... —advirtió.

 

—¿Están rojos? —preguntó con un poco de miedo. Jeongguk asintió—. ¿Mucho?

 

—Algo...

 

—Mierda —se recostó en la pared. Lucía cansado, pero no se veía mal, se miraba atractivo.

 

—¿Eso es malo?

 

—No realmente. Pero me dejé el gotero en casa.

 

—Yo tengo un gotero en la mía —propuso.

 

—Genial, podríamos ir a por él y de paso me des algo para comer, muero de hambre.

 

—Claro, vamos.

 

—Emnh, pero avísame so estoy haciendo el idiota, ¿sí? Que a veces no me fijo.

 

Salieron de la deteriorada construcción con un poco de torpeza. Yoongi porque iba colocadísimo y Jeongguk porque había estado todo el rato respirando del humo.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Luego de una larga travesía en donde se pasaron de la casa varias veces y tuvieron que regresarse entre risas, pudieron dar con el hogar de Jeongguk. Una vez allí no perdieron tiempo y se pusieron a devorar todo lo que encontraban en la nevera.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Co~-ne~-ji~-to~ —dijo entre eructos y Jeongguk rió con fuerza—. También puedo decir el abecedario, pero —miró la botella de cocacola vacía—... voy a necesitar más soda.

 

Se encogió de hombros y arrojó la basura a la papelera encestando de lleno.

 

—Woah, eso fue genial, hyung.

 

—Sí, bueno, suelo jugar baloncesto —alardeó—. Podríamos jugar alguna vez aunque estoy seguro de que perderías.

 

—Con un brazo como el tuyo y esa puntería es probable, sí.

 

—Sí, es por las pajas.

 

 

 

 

 

Y así siguieron perdiendo el tiempo, entre conversaciones absurdas y uno que otro beso subido de tono.

 

A Yoongi, Jeongguk le agradaba en demasía.

 

 

 

 

 

 

Notas finales:

HEY! ¡¿VIERON EL COVER DEL JIKOOOK?! Estuvo hermoso, joder x.x

 

Well, nuestro Agustd hace su aparición por primera vez en este fic, wow *-* y ha sido un puto amo -espero que haya cumplido con sus espectativas-.

 

Aprovechando para advertirles también sobre el yoonkook que se presenterá bastante seguido... pero escuiden, que es solo una parte para desarrollar esta historia ^^ y también decirles que... sean un poquitín tolerantes con Yoongi, por es un hijo de puta en este fic c': so, espero que no lo odien demasiado.

 

¡Eso es todo! No olviden el review

SAYOONARA~


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