By JiMin
Lunes a las 7:00 de la mañana, lo más normal sería decir que sonó el despertador y creí morir por tener que levantarme. Pero en realidad llevaba más de dos horas despierto, despues de padar la noche entera durmiendo a intervalos y en constantes caminatas: de mi habitación a la cocina, de la cocina a mi habitación, etc... Siempre me pasa lo mismo, no pego el ojo por culpa de JungKook.
Pensarían que mi insomnio se debe a la monumental molestia que debería tener con él, pero lo que no me dejaba dormir es el pensar que quizás ha pasado la noche con otro (otra vez), pudiera ser que haya decidido que no soy un novio demasiado celoso y controlador, que llegara a la conclusión de que no valía la pena aguantarme y fuera mejor de ir en flor en flor sin darle explicaciones a nadie. ¿Se puede ser más patético que yo?
Mi cabeza había vuelto a jugarme una mala pasada. Aquella noche de darle vueltas al tema había hecho que mi cerebro mutara lentamente en un estado de ansiedad. Las ganas de encender el móvil me calcomían. Quería saber cuántas veces me había llamado, esperando que fueran muchas. Imaginando mensaje en los que me suplicaba perdón, arrastrandose cual insecto, haciendo promesas que yo sabía no iba a cumplir, pero aun así, aliviaban mi tristeza... Si era así, todo iba bien, porque yo podía seguir con mi actitud orgullosa, sabíendo que él moría por mi perdón y que yo lo torturaría no dándoselo. Pero había una pequeña posibilidad de que aquello no pasara, razón por la cual, me daba paníco encender el aparatito de demonio. Maldita tecnología...
Llego al baño arrastrando los pies, seguro que hay zombies com mejor expresión facial que yo, y comienzo el ritual diario: me ducho, me visto y salgo de mi casa mientras me como un sándwich y un jugo porque da igual como me despierte, siempre voy tarde...
Hace dos meses que había comenzado mi curso en la universidad, Historia de Arte. Aún no conocía a nadie de mi clase, pero siempre pasaba los descansos entre clases con mi primo TaeHyung, ya que él estudiaba Diseño y su facultad estaba pegada a la mía.
-- ¡¡¡JiMin!!! ¡¡Jin me contó lo que ha hecho JungKook!!-- todo esto lo dijo gritando desde la acera contraria a donde yo me encuentro-- Tranquilo, le rayaremos su auto y así te sentiras mucho mejor-- llega hasta a mí, me agarra la cabeza y la coloca en su pecho acariciandome el pelo... me toma por imbecil, estoy seguro.
-- Tae, ¿podrías por favor dejar de hacer eso?, la gente nos mira raro... otra vez-- aparto su mano de mi cabeza, siempre consigue avergonzarme, y es que mi primo es tan sutil como un dulce en una feria...
-- Así pagas mi preocupación por ti, de malagradecidos está el infierno lleno, para que lo sepas-- ya esta molesto, cruza los brazos en el pecho, frunce el ceño y hace "pucheros", traducción: se enfadó.
-- No es eso Tae, sabes que te agradezco la preocupación, pero preferiría que la facultad entera no se enterara de mis problemas personales. Toma-- le tiendo una de las pulseras de cuero trenzado que llevaba en mi muñeca-- Te la regalo si dejas de poner cara de pocos amigos.-- le sonrío a ver si consigo calmarlo, de lo contrario me tocará aguantarle las indirectas sobre lo poco valorado que se siente y lo poco injusto que es el mundo con su bondadoso corazón, si, es el rey del drama.
-- ¡¡Okey!! Estás perdonado-- me arranca literalmente la pulsera de la mano, cambiando su expresión en el que parece ser un microsegundo, ¿cómo se puede ser tan variable?
TaeHyung tiene la misma edad que yo, y al igual que yo, él tampoco conocía a nadie en su clase cuando entramos a la universidad. Cosa que tardó una semana en solucionar, porque a estas alturas ya parecía el alcalde del pueblo. No se podía dar dos pasos sin que se parara a hablar con alguien, de diferentes clases, de diferentes cursos, ¡de diferentes facultades! Enserio que no entiendo como lo hace, no es que me consideré una persona retraída, ni mucho menos, pero es que su facilidad para interactuar con todo el mundo es impresionante.
Las clases transcurren sin novedades, y si las hay, no me percato de ellas, porque mi cabeza soló está ocupada por el que hasta hace 24 horas, era mi novio. Despues de las 3 primeras horas, tenemos un descanso de 30 minutos. Durante el cual acostumbro a reunirme en la cafetería con Jin y TaeHyung.
-- De verdad que no entiendo nada, ¡con lo lindisimo que eres!, y no es porque seas mi primo, es que eres lindo ¿y el idiota ese se da el lujo de engañarte? ¡¡Rayémosle el auto!!-- TaeHyung es un chico de ideas fijas...
-- Rayarle el auto no va a servir de nada, además, va a saber que fuiste tú-- esto ultimo iba dirigido a TaeHyung-- lo que JiMin debe hacer es buscarse a otro macho que le quite tanta tontería: un clavo saca a otro clavo-- Jin sonríe como si hubíera dicho lo mas inteligente del mundo.
-- Tae, no vamos a rayarle el auto a nadie, y Jin, sabes que lo mío no es relacionarme, además, ¿dondé demonios voy a encontrar a alguien que me atraiga aunque sea la mitad de lo que lo hace JungKook? Para irme con cualquiera mejor me quedo como estoy...
-- Solo, triste y amargado. Estamos hartos de verte así, tienes que encontrar una solución, y si la solución pasa por abrir un poco... los horizontes, pues vas a tener que abrirlos.
-- Jin, no voy a abrir nada. Quiero encerrarme en una cueva, dormirme y despertarme dentro de 10 años.
-- Y resulta que la reina del drama soy yo. Hagamos una cosa: han abierto hace unas semanas un nuevo club en el centro, vayamos este fin de semana. Quizás conozcas a alguien interesante, además, tienes que divertirte de vez en cuando. Si no te lo pasas bien, no volveremos a insistir con el tema y listo.- TaeHyung sonríe satisfecho.
Miro a TaeHyung con cara de sospecha, y es que estoy seguro que está tramando algo, y no lo digo porque quiera llevarnos a un club, lo digo la cara de falsa de inocencia que pone al decirlo y porque no estoy muy seguro de que tipo de clubs él frecuenta...
-- Yo estoy de acuerdo, no va a matarte un poco de diversión. Por Dios. Pareces un anciano atrapado en el cuerpo de un chico de 18 años. Además, lo que dice TaeHyung es cierto, si no te gusta, con no volver tienes...
-- ... De acuerdo...--No sé porqué siempre me dejo convencer por estos dos...
-- ¡¡Bien!!-- Gritan al unísono, porvocando que los estudiantes sentados en las mesas alrededor de la nuestra nos miren extrañados
-- No te arrepentirás pequeño, Kim TaeHyung te enseñara que hay cosas mejores que estar aguantando un novio descarado.
"Ya me estoy arrepintiendo..."
...
-- Es que eres imbecil. Sabes que JiMin siempre te descubre cuando haces de las tuyas, y despues te pasas una semana arrastrándote y lloriquiando por las esquinas y aun así no cambias. Te mereces que te deje...
-- Ya lo sé. Soy un imbecil, pero te estoy pidiendo consejo, no hace falta que me hundas más.-- JungKook lo miró con el ceño fruncido, aunque en sus ojos había desesperación.-- No sé qué hacer, es la primera vez que apaga el móvil, no sé ni cuantas veces lo he llamado. Normalmente tardamos una semana en hacer las paces, pero nunca se había negado a hablar conmigo. ¡Me dejó tirado en mi casa! Además, le llamé a su casa pero su madre me dijo que no estaba y que me avisaría en cuanto llegara, pero nunca me avisó. Lo que significa que llegó tarde. Seguro que estaba con el idiota de Jin, ese sólo le mete mierda de mí en la cabeza...
-- ¿Y qué esperabas? Te lo he advertido muchas veces. JiMin es un chico realmente precioso, algún dia se cansará de tus aventurillas y se íra con otro. Lo que me sorprende es que no lo haya hecho ya. Que quede claro que yo soy muy hetero, pero es que tu novio tiene un cu...
-- ¡¡YuGyeom!!-- JungKook lo interrupió, lo que de verdad le molestaba es que se fijaran demasiado en JiMin.-- Siempre me he asegurado de que ningún estupido se le acerque demasiado, y me aseguraré de que siga siendo así. No pienso dejarlo...
-- Lo que tú digas, pero ten en cuenta de que eso ya no depende de ti. Si JiMin conoce a alguien más, te tirará a la basura. Lleva 3 años aguantándote y la paciencia tiene un límite, incluso para él.
-- Eso no pasará.
JungKook hablaba en serio. Se había encargado de enamorar completamente a JiMin, que le resultara imposible estar con otro, y hasta el momento, lo había conseguido. Había tenido más que palabras con algún que otro chico que se le acercaba a JiMin, tenia que marcar su territorio. Incluso se había ganado a la madre, ya que siempre le contaba los movimientos del pequeño cuando ambos estaban enfadados. Claro que ella no lo hacía con mala intención, JiMin nunca le contó a su madre la razón de sus descusiones.
-- Aunque no pase, JungKook. Cabe la posibilidad de que simplemente te deje. Si de verdad se ha hartado de que lo engañes, no necesitará a otra persona para abandonarte...
-- Ya dije que no pienso dejarlo, ya pensaré en algo... por cierto, me da igual lo hetero que seas, no vuelvas a mirarle el trasero a mi novio.
Él lo quería, lo quería demasiado, desde el momento en que lo vio por primera vez. Pero junto con ese amor, en JungKook había crecido un sentimiento de inseguridad que le ahogaba. Podía ver cómo la gente a su alrededor se quedaba mirando a su novio, ¡ a SU novio! Y el miedo a perderlo, a que alguien más tocara a su JiMin... no lo podía soportar. Aunque nunca lo había demostrado, los celos le mataban. Había conseguido ocultarlos sutilmente, controlando a JiMin sin que esté se diera cuenta, y por ahora el plan funcionaba, pero nunca llegó a pensar que no fuera necesaria la intervención de una tercera persona para perder a JiMin. Podía matar a cualquiera que se le acercara, amenazarlo o chantajearlo, ¿pero que haría si su novio lo dejara por... nadie? ¿a quién le daría una paliza? Eso era lo que lo desconcentraba, si ese era el caso, no sabría que hacer para mantenerlo atado a él...