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Él
~Parte 3~
Naruto, el desafortunado.
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La imagen de los inexpresivos ojos negros lo persiguió durante todo el fin de semana.
Naruto Intentó por todos los medios encontrar una solución para su actual situación, sin embargo, no había encontrado nada. No tuvo ningún problema para reconocer la naturaleza de las emociones que le abrumaban, pero sabía que no era del todo bueno que se dejase abrazar por ellas, no cuando estaba enamorado de quien, aparentemente, fue pareja de su fallecido hermano gemelo hasta hace solo unos pocos días.
Cada vez que ese pensamiento regresaba, Naruto se llevaba ambas manos a la cabeza queriendo arrancársela de golpe por lo irónico de la situación. Él no había vuelto a Konoha para eso. Jamás se lo había podido imaginar. De hecho: ¿Podía ser eso posible para empezar? Él solo había querido reencontrarse con la familia que se vio obligado a abandonar cuando era pequeño, solo había querido conocerlos, e intentar retomar aunque fuera un poco la vida que tuvo que dejar atrás. Quería ser un buen hijo, y un buen hermano… pero eso no sería posible sintiéndose atraído por Sasuke de todas las maneras que se pudiesen imaginar.
Sasuke…
Kakashi le había revelado su nombre el mismo día del funeral, y a pesar de no haberlo dicho con claridad, Naruto sabía perfectamente que este intuía lo que le había ocurrido al verlo: Lo que pasó cuando cruzaron miradas durante el entierro de Menma. Y pensándolo mejor, tal vez fue por eso mismo que le dijo quien era Sasuke antes de que hubiese cometido alguna estupidez garrafal. Por eso, aquel día simplemente había dado las condolencias a una pareja que parecía ser responsable de su hermano antes de su deceso -quienes se sorprendieron mucho al verlo-, y se marchó junto a Kakashi del lugar. Si se hubiese quedado más tiempo, no quería pensar de lo que hubiese sido capaz.
Desde entonces, su cabeza había dado vueltas y vueltas en torno a sus posibilidades, pero todas acababan de una forma que debería estar prohibida en algún sitio. La única opción que le quedaba era esperar que su encuentro hubiese sido algo de una sola vez y que el sentimiento de identificación que tuvo con Sasuke con solo verlo, hubiese sido solo algún tipo de confusión por el estrés.
Ese día lunes tenía planeado hacer todo lo posible por quitarse la imagen de Sasuke de la cabeza. Con su inicio en la nueva universidad, tenía mayores oportunidades de conocer a alguien más y esperaba que con eso, su atención por el otro quedase en el olvido con el tiempo.
A diferencia del día en que llegó a Konoha, ahora sí era capaz de percibir la calidez de las fechas, y la fuerza de los colores a su alrededor mientras se adentraba en el edificio principal del campus. Gracias a ello, sus ánimos también parecían estar más altos, dándole confianza.
Se adentró por un gran pasillo principal y siguió las indicaciones que Kakashi le entregó el día anterior. Tras caminar un buen tramo -confundiéndose en ocasiones-, llegó hasta la oficina que ocupaba su tutor. Gracias a que este tenía un cargo importante en la universidad, se le facilitó en parte su traslado desde la universidad en Suna.
--Con que has logrado salir de la cama antes de las nueve. Estoy orgulloso de ti, Naruto. -- le dijo Kakashi como saludo. Naruto solo hizo una especie de mueca expresando su molestia, el podía hacer cualquier cosa si se lo proponía.--¿Qué necesitas?
--Quedaste en darme mi horario de clases hoy… ¿Cómo llegaré a clases si no lo tengo?
Kakashi sonrió. Por supuesto que sabía el motivo de su presencia. Después de entregárselo, comenzó a hablar acerca de todo lo que involucraba que hubiera ingresado en esas fechas, comenzando por cómo se reflejaba en las clases que tendría. Su tutor, con un sentido del humor más misterioso de lo normal, le explicaba brevemente lo que trataría en cada una de sus clases hasta llegar a la suya. Ambos se verían en solo tres horas más.
--Recuerda agregarle el “sensei” a mi nombre, Naruto. -- dijo, mientras Naruto abría la puerta de la oficina para marcharse de allí.
--Sí, sí. Como digas, Kakashi-sensei.
Cuando salió para dirigirse a su primera clase, Naruto recordó con claridad la emoción que mostró Kakashi cuando le pidió ayuda para trasladarse de universidad. Ahora entendía el por qué. Sin dudas, todo en aquel sitio era más acogedor de lo que había pensado, más lleno de vida. Este sería un buen comienzo, a pesar de no tener todo lo que imaginaba meses atrás. Le hubiese agradado compartir eso con quienes fueron su familia una vez…
La primera clase pasó sin pena ni gloria.
Se había presentado debidamente como el estudiante transferido que era y luego todo transcurrió con normalidad. La chica sentada a su lado se ofreció a darle sus notas para ponerse al día con los temas. Cuando Naruto le agradeció, sus mejillas se tiñeron de un tono rojo que resaltaba en contraste con su clara piel y su cabello oscuro. Su nerviosismo fue tan notorio, que Naruto sintió que se contagió de él hasta que se despidió de ella para dirigirse a su otra clase.
Cuando llegó, pudo notar que sus compañeros aparentaban un poco más edad que aquellos que vio antes.
Pero no fue solo eso lo que notó.
Varios de ellos lo miraron con sorpresa al ingresar al salón y algunos más, con recelo. El nerviosismo que había dejado atrás pareció regresar a él con fuerza, pero hizo lo mejor que pudo para sobrellevarlo. Kakashi, quien estaba adentrándose al salón justo tras él, se dio cuenta de esto y tras apresurarse en llegar a su puesto frente al pizarrón, dio los buenos días y lo presentó ante todos.
--…Bien chicos--comenzó. -- él es Naruto Namikaze. Se trasladó desde La universidad de Suna y desde hoy nos acompañará. Toma asiento. -- Dándole un leve golpe en el hombro, le invitó a sentarse con un gesto. Intentaba tranquilizarlo. -- Para no perder más tiempo, continuaremos con…
Naruto suspiró aliviado cuando tomó asiento cerca de una ventana. Agradecía internamente que fuese justo en esta clase -donde posiblemente lo reconocían-, donde Kakashi le acompañaría. Los minutos continuaron su transcurso entre las lecciones de su tutor y algunos comentarios de sus compañeros. Una chica, de cabello extrañamente rosa y un chico que tenía pinta de no saber mucho sobre nada, hicieron alusión a los retrasos de Kakashi, y que estaban seguros de que aquel día había llegado temprano para no dar una mala impresión a Naruto. No pudo evitar reírse al recordar cuanto le insistía a él que no se retrasara por las mañanas. Por fin sentía que estaba entrando en confianza.
Ese sentimiento no le acompañó demasiado.
Cuando le vio entrar al lugar, con total confianza y los oídos cubiertos por unos audífonos, el impacto que sufrió fue todavía más grande de lo que podría haberse imaginado.
--¡Oh! Buenos días, Sasuke.-- la voz de Kakashi resonó en el lugar.
Realmente el mundo lo odiaba.
--¿Kakashi? …¿Qué haces aquí tan temprano? -- dijo, quitándose los audífonos.
O por dios, su voz era…
--¿Esa es la forma de hablarle a tu profesor?
--…Buenos días.
Si durante los anteriores días se sentía perdido, ahora lo estaba todavía más.
La expansión dolorosa en su pecho y su confusión emocional, no le permitía pensar en nada más que en su mala suerte y en que algo debía estar realmente mal en él, para considerar su encuentro como algo concertado por el destino. Él no debía considerar esto como algo bueno, no conociendo su impaciencia e impulsividad cuando ponía su atención sobre alguien más.
Por primera vez en su vida, no quería dejarse llevar por sus emociones, por lo que Sasuke le hacía sentir…pero aún así, a pesar de su atracción irracional por el otro, no podía dejar de mirarlo.
Revivió sin proponérselo el instante en que deseó ser parte de lo que Sasuke necesitaba, de todo lo que quería, y cuando sus ojos se encontraron una vez más, Naruto olvidó todo su debate interno e inspiró con fuerza para darse valor ante lo que estaba por comenzar.
Definitivamente, ya no podría dar vuelta atrás.
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