Kirishima se encontraba en su habitación no podía dormir y eso se debía a su querido Osito, que extrañamente y de la noche a la mañana se sentía bien, después de que varios días estuvo con nauseas , mareos y vómitos. Esto lo mantenía preocupado “es extraño que de la noche a la mañana se sienta tan bien....” y esa era la razón por la cual no podía conciliar el sueño.
Paso una noche terrible ya que no pudo dormir casi nada y tenia mucho trabajo acumulado y para rematar su mala suerte no pudo ver a su Osito en todo el día. Ya era la hora del almuerzo y Kirishima fue a comprar algo de comer , paso por el departamento de ventas y encontró a su Osito solo, no desaprovecho la oportunidad y entro de manera sigilosa y lo abrazo por la espalda.
-te extrañe Takafumi- lo abrazo con un poco mas de fuerza evitando que su osito se soltara, inconscientemente bajo su mano hasta el vientre de su pareja y lo acaricio.
-cuantas veces tengo que decirte que no debes hacer esto en la oficina!!!!!- se quejaba un pelinegro ligeramente sonrojado -que haces aquí en primer lugar? – a Kirishima se le hacia raro que su Osito no estuviera forcejeando para que lo soltara o estuviera gritando como siempre.
-Osito te sientes bien-
-que no me digas Osito!!!! Y SUELTAME!!! – ese si era su oso gruñón pero que estaba pasando últimamente también tenia cambios de humor.
-iba a almorzar y pase por aquí, para ver que hacia mi lindo amante, además tenia muchas ganas de verte- se acerco al cuello de su pareja y comenzó a repartir besos -te extraño- siguió besando su cuello y al pelinegro se le escapaban pequeños jadeos.
Yokozawa vio a su pareja y de golpe se separo de el, Kirishima estaba sorprendido, el pelinegro cogió su mano y lo llevo a la sala de descanso mas cercana cerro con llave la puerta, tiro al castaño al sillón y se sentó en sima de el con las piernas abiertas y lo beso.
El castaño estaba en shock por lo que estaba haciendo su Osito, si ya era difícil convencer a su pareja de hacerle el amor, que ahora el mismo lo este incitando de hacerlo en la oficina lo calentaba enormemente , las manos traviesas del castaño acariciaron las piernas del pelinegro.
-Zen … hazme tuyo- las caderas del pelinegro se movían sugestivamente encima de la erección del castaño -quiero tenerte dentro de mi- eso fue todo lo que el castaño pudo aguantar, sin cuidado desgarro la camisa de su pareja dejando todo su torso desnudo , bajo sus labios hasta los erectos pezones de su pareja y empezó a lamerlos -ahhh Zen mas ….mas – Yokozawa agarro la cabeza de Kirishima pegándola sus pezones para que siguiera lamiéndolos. Las manos de Kirishima recorrían el cuerpo de Yokozawa, con cuidado lo levanto y lo recostó en el sillón quitándole los pantalones junto con la ropa interior dejándolo desnudo.
Kirishima observaba a su pareja que estaba sonrojado y jadeando -Zen … que miras tanto …. Ya quiero tenerte dentro de mi … - a Kirishima todo esto lo ponía muy caliente así que agarro a su osito y lo puso en 4 dejando su entrada a la vista.
-Yokozawa… eres increíble- sus manos masajeaban las nalgas de su osito sus dedos fueron a su entrada donde comenzó a acariciarlo -que pasaría si te lamo aquí – dijo el castaño para después lamer la entrada de su pareja sacándole un sonoro gemido -ahhhhh!!!! Mmmmgh!!! Ze …. Zen ahhhh – Yokozawa apretaba con fuerza una de las almohadas del sillón mientras disfrutaba como el castaño lo lamia y jugaba con su cuerpo. Kirishima acerco sus dedos y metió uno en la entrada de su pareja – ahh !!! Zen…ahhh m….mas !!!- los gemidos de Yokozawa cada vez eran mas fuertes, mientras Kirishima lamia y penetraba la entrada de su Osito con sus dedos , metió un segundo dedo y los abrió en forma de tijera para dilatar la estrecha entrada – Zen …. No juegues con migo …. Vamos gatito ….hazme tuyo – Yokozawa movió las caderas para que Kirishima lo penetre, mientras tanto el castaño estaba en las nubes por el comportamiento de su Osito agarro su miembro lo coloco en la entrada de su pareja, iba a penetrarlo pero…….
PIIIIII PIIIIII PIIII PIII PIIIII
El sonido del despertador y la voz de un pelinegro lo sacaron de su agradable sueño.
-Kirishima .. Que DIABLOS ESTABAS SOÑANDO!!!! – dijo el pelinegro al ver la gran erección que tenia el castaño – como sea eso no importa, date prisa o llegaras tarde – salió de la habitación dejando a un castaño muy confundido “valla así que solo fue un sueño, pero parecía tan real” se levantó sin muchas ganas de la cama, se dio un ligero baño, se cambió y se fue a la oficina. El día era tranquilo, era mitad del ciclo así que no tenía tanta presión del trabajo, salió de su oficina y fue a ver a su pareja, cuando llego no lo encontró.
-Kirishima san si busca a Yokozawa san no se encuentra- decía un feliz Henmi con muchos papeles en su mano.
-Henmi sabes a donde fue Yokozawa- el castaño estaba preocupado por su pareja “le habrán vuelto los malestares pero hoy en la mañana estaba bien, ya casi van a ser dos meses desde que le cambie las pastillas, joder!!” Kirishima se había perdido en sus pensamientos mientras Henmi lo llamaba.
-Kirishima san!!! – Kirishima reacciono ante el grito que dio Henmi
– Lo ..lo siento Henmi que me decías- Henmi observaba al castaño
-Le decía que Yokozawa san salió a hacer sus rondas regresara dentro de media hora-
-Gracias Henmi- sin más el castaño salió del departamento de ventas “Yokozawa solo espero que estés bien y pronto me des un pequeño Osito”. Mientras tanto cierto pelinegro se encontraba haciendo sus rondas por las librerías, ya iba de regreso también sumido en sus pensamientos “Que me está pasando primero los vómitos y mareos, ahora casi me casi me desmayo ciertamente debería ir a ver a un médico”. Yokozawa caminaba tranquilamente por las calles, llego a Marukawa, cuando entro sintió un fuerte mareo y todo se puso negro, el Oso salvaje se había desmayado.
La noticia de que el Oso salvaje se había desmayado se espacio peor que pólvora por toda la empresa llegando a oídos del castaño que dejo todo el trabajo botado y fue a ver a su pareja a la cual habían llevado al hospital “ solo espero que este bien” era lo único que podía pensar Kirishima mientras se dirigía a toda velocidad hacia el hospital.
Mientras tanto en el hospital el pelinegro despertaba en una camilla totalmente aturdido y confundido, trato de levantarse pero sentía su cuerpo muy débil.
-Que me paso? – en ese momento entro un médico, era alto con ojos color verde y cabello negro.
-Buenos días veo que ya despertó- el médico le dedico una cálida sonrisa que iso que Yokozawa se calmara- mi nombre es Inoue Toru, usted sufrió un desmayo y lo trajeron de emergencia a este hospital donde yo lo recibí.
Yokozawa aún se encontraba confundido –gra….gracias – su cuerpo aún se sentía débil –saben a qué se debió el desmayo- aunque no pareciera Yokozawa tenía miedo de que fuera algo malo.
-Cuando llego nos tomamos la libertad de tomarle un análisis de sangre, aquí tengo los resultados- el medico abrió el sobre, lo leyó, levanto la mirada y miro a Yokozawa dándole una cálida sonrisa- felicidades usted está por cumplir los 2 meses de embarazo- Yokozawa estaba en shock creía que había escuchado mal.
-QUE!!! Eso no es posible yo siempre me cuido- toda la debilidad que sentía se esfumo, se levantó de la camilla y fue hacia donde se encontraban sus cosas y saco las pastillas que usaba para cuidarse – Yo uso estas pastillas y siempre me han funcionado como puedo estar embrazado, quizá se han equivocado de análisis- Yokozawa le dio las pastillas al médico y este las reviso – Señor Yokozawa al parecer usted confundió sus pastillas estas son para la gripe- Yokozawa no podía creer lo que el médico le decía “como puedo estar embarazado, yo tome estas pastillas, el medico dijo que tenía casi dos meses “ y como si mágicamente hubieran refrescado su memoria recordó lo que iso con el castaño hace casi 2 meses, también recordó que el castaño le había dado la pastilla que el tomo, solo sumo uno más dos y llego a la conclusión que él no había confundido sus pastillas había sido cierto castaño al cual iba a matar apenas lo vea. Cogió sus cosas y salió del hospital pagando la cuenta en el camino llamo al castaño.
-Yokozawa ¿dónde estás?, supe que te desmayaste, estoy de camino al hospital-
-ve a casa te veo allí- y colgó la llamada, cogió un taxi y fue a la casa del castaño, en el camino no pudo evitar sonreír de manera boba y acariciar su vientre, iba a tener un hijo del hombre que amaba “ese imbécil no pudo esperar, pero tener un hijo de él y mío me hace feliz” cuando llego pago la cuenta del taxi y subio al departamento donde el castaño ya debía estarlo esperando. Kirishima estaba de un lado a otro esperando al pelinegro sintió el timbre de la casa y corriendo fue a abrir apenas lo vio lo abrazo – Dime que estas bien – Kirishima estaba preocupado, Yokozawa se apartó del abrazo.
-Maldito imbécil no pudiste esperar y tenías que cambiarme las pastillas!! –grito con cólera, Kirishima lo miro extrañado, para después entender lo que decía el pelinegro, lo agarro por la cintura y lo beso.
-Así que mi pequeña travesura si tuvo efectos- Kirishima tenía una boba sonrisa en el rostro mientras que Yokozawa quería matar a su pareja-Estoy tan feliz Yokozawa- lo beso con amor y pasión, beso que fue correspondido por el pelinegro para que negarlo estaba feliz por el hijo que tendría pero había algo que lo preocupaba.
-Kirishima que pasara si Hiyo no nos acepta- Yokozawa seguía en los brazos de sus pareja-Tranquilo mi pequeña lo aceptara- volvió a besar a al pelinegro, tan enfrascados estaban en el beso que no sintieron que cierta castaña entro a la casa y los observaba desde la puerta. Yokozawa fue el primero en notarla.
-Hi….Hiyo- la niña no decía nada solo tenía lágrimas en los ojos.