Aun antes de que amaneciera, Edge ya estaba despierto por completo, listo con su traje de batalla y preparado para otro día mas, aunque aun siendo el gran, temible y poderoso Edge, tenía cierta preocupación… su hermano mayor Red estaba despierto, eso ya lo sabía, había escuchado algunos de sus movimientos y suponía que lo encontraría pronto en la cocina. Después de todo lo que había estado pasando con ellos en los últimos días…
No era un misterio saber que su relación se estaba yendo a pique principalmente por su culpa, tampoco que en más de una ocasión haya estado a punto de matar a su propio hermano y peor aún, que este haya tratado de acabar con su propia vida en el doble de ocasiones por su misma culpa… Papyrus podía decirse resistente, pero incluso alguien como él llegaba a tener limites
¿Por qué todo había acabado de ese modo tan mierda? Incluso si se lo preguntara cientos de miles de millones de veces, no podía dar con la respuesta a su pregunta, solo era consciente de un hecho. La vida de su hermano mayor peligraba por su culpa y lo que era aun peor, es que no sabía qué hacer al respecto para evitarlo y regresar lo hecho… no era estúpido “aunque internamente de verdad deseaba serlo” él sabía que no había marcha atrás después de todo lo que había pasado…
Desde el primer instante en que el golpeo a su hermano y ninguno puso un alto la relación se destruyó dramáticamente, desde que comenzó a insultarlo, desde que comenzó a mostrar desprecio por la única persona en todo el mundo que se preocupo por el… y lo sabía, pero no sabía lo que había pasado a ciencia cierta, no comprendía incluso sus propias acciones
Y se sintió realmente estúpido cuando el balde de agua congelada le cayó encima aquella vez que al llegar a casa lo que lo había recibido no había sido su hermano todo lastimado por sus golpes, sino por una llama de un hospital cercano que decía que su hermano había hecho su primer intento de suicidio y que había sido encontrado por puro milagro por Alphys, compañera de trabajo en un laboratorio genetista en el que trabajaba su hermano ocasionalmente pero que les dejaba bastante dinero. Amargamente puede recordar que aquella vez había tenido una fuerte discusión con Red, como comenzaba a ser costumbre, se había ido después de dejarlo inconsciente de tantos golpes… al llegar imagino que lo encontraría en su habitación o terminando de preparar la cena como se había vuelto la costumbre… pero la llamada molesta de Alphys explicando que llevaba rato tratando de contactarlo le hizo comprender aquella vez que las cosas no serian como él esperaba…
Había corrido lo que ese día no había hecho, había corrido como si su vida dependiera de ello, porque de cierto modo, la vida que pendía, era la de Red, no la suya. Llego tan rápido como pudo al hospital, encontrando a Alphys quien se encontraba en la sala de espera, al llegar, la científica le explicó lo poco que ella sabía. Había llegado desde la tarde a su casa, Red tenía que haber llegado desde la mañana a trabajar en un muy importante experimento que estaban haciendo en conjunto, pero como el esqueleto mencionado nunca llego, Alphys molesta fue hasta su casa, suponiendo que se había quedado a haraganear…
Como ese tipo de situaciones eran comunes (en especial desde que Edge golpeaba a Red) Alphys ya tenía conocimiento de donde estaban las replicas de llaves para la casa, entro sin problemas y cuando llego a la habitación de Red lo encontró desmayado y con varios botes de analgésicos, calmantes, sedantes y pastillas para dormir… todo un coctel de medicamentos diferentes y fuertes vacios y regados, un minino de dos por cada sección dicha y a Red tumbado en su cama como si sufriera de dolor. Alphys comprendió rápido el problema y mando a llamar a una ambulancia. El tiempo corrió lento después de eso; cuando la chica supo que Red estaba algo más estable (pero no por eso fuera de peligro) llamo a Edge, suponiendo que su hermano no sobreviviría y en especial sabiendo que solo tenía 1 de vida, era lógico que no pasaría la noche y desde ese momento había estado llamando insistentemente a la casa de los hermanos…
En ese momento, como a una de las famosas malas bromas de su hermano, que también había dejado de decir por ordenes y violencia de Edge… el mismo esqueleto sintió como si le cayera no solo un balde de agua fría, con trozos de hielo sobre todo su ser sino también un peso indescriptible llamado remordimiento se acuno en su pecho asesinándolo sin matarlo realmente. Lo obligo a esperar junto con Alphys y tardíamente en compañía de Undyne quien se había enterado poco después del asunto
Ese fue el primer intento de Red por el suicidio… después de eso lo mantuvo en casa una semana o al menos eso intento por que al tercer día Red ya se mostraba bien… frio y distante pero “bien” al menos hablando en sentido de la salud pues incluso los ojos de Edge no fueron ciegos a su deceso mental… pero no sabía qué hacer, no podía hacer nada… la impotencia se volvía odio, el odio en violencia y la violencia se volvía a desbordar en Red quien sin poder oponer resistencia cada día que pasaban juntos hacia al mayor de los hermanos caer más bajo en un vórtice del que temía Edge, el fondo fuera realmente la muerte
Para amargos recuerdos del más joven, los intentos por acabar su vida no quedaron ahí, uno tras otro, cada vez más desesperados, cada vez peores y más hirientes hacia ambos… Edge se vio en la obligación de llegar mucho más temprano de sus trabajos para buscar a Red y evitar que cometa estupideces gigantescas y graves y también fue en más de una ocasión que el mismo Edge pudo apreciar con sus propios ojos el ver el cuerpo a punto de quedarse sin vida de su hermano…
Inconscientemente Edge aprendió a usar la magia curativa, instintivamente se volvió alguien que en un silencioso y mortuoso secreto cuidaba de la delicada salud de su hermano, pero por algún motivo, no podía tratar con el tan abiertamente como deseaba, de algún modo incomodo, ese lazo que a ambos los unía se había roto indescriptiblemente y lo sabía, junto con la culpa, Edge sabía que el tenia toda la culpa por todo lo que le había provocado a su hermano y eso le lastimaba mas, no saber qué hacer al respecto
A veces incluso el se consideraba a sí mismo como un completo idiota ¿La razón? Simple; al ver que no podía interactuar correctamente con su hermano después de todo lo acontecido, después de tantos golpes e insultos y de tantos intentos de suicidio de parte de Red; Edge tomo la estúpida opción de empeorar las cosas… si no podía tratar directamente con él cómo de verdad deseaba, con ese sentimiento de preocupación, con ese deseo de compasión y amor hacia su único hermano mayor, entonces lo tomaría como la basura “ que creía que era” lo humilló aun mas; le obligó a creer que su vida le pertenecía en más de un sentido, lo obligo a sobrevivir y le ato la correa al cuello con la esperanza de que con eso los intentos de Red por quitarse la vida disminuyeran… pero había sido todo lo contrario… habían ido en aumento tan abrumadoramente que Edge también caía junto a Red en un vórtice de pánico y terror… estaba perdiendo a su única familia delante de sus ojos y no podía hacer nada, todo lo que hacía lo empeoraba considerablemente… ¿Qué podía hacer entonces?
Aumentan la gravedad del asunto… si, por mas “estratega” que fuera Edge y habilidoso, no era muy inteligente en ocasiones contadas, como lo era todo lo relacionado con su hermano, así que dejo de llegar temprano a casa, ahora, no importaba el momento, el debía de saber donde es que estaba su hermano, debía de saber estrictamente que estaba haciendo, donde lo estaba haciendo y si no se estaba lastimado o intentado “nuevamente” quitarse la vida
Eso, de algún modo que parece milagroso, comenzó a reducir las veces en que Red trataba de quitarse la vida, pero por el contrario, empeoraba la relación de ambos, a Edge no le importo, no le importaba si con eso mantenía vivo a Red… pero entonces, como a un mal juego, como al trago amargo que era la vida, Red le había hecho comprender que las cosas “no mejoraban” con sus acciones, sino que estas empeoraban abrumadoramente con las mismas… la clara muestra fue cuando Red extendió sus manos delante de Edge a sus costados, no era con la intención de recibir un abrazo…
Red se estaba rindiendo… bajo la mirada y susurro que lo matara, que acabara por fin con la agonía y la molestia que representaba delante de él… pidió por primera vez que lo matara de un golpe y por fin en definitiva… fue la única vez en todo ese tiempo, que Red se mostro honesto… pidiendo por que el dolor acabase, porque, si de verdad representaba lo peor en la vida del más alto, que diera un fin concreto y se dejaran de juegos estúpidos y de ser clientes frecuentes del hospital donde vivían… Red le pidió a Edge con ojos llorosos que acabara con su vida para acabar así con el dolor que representaba vivir
Y aunque Edge solo lo golpeo hasta dejarlo inconsciente, en su interior, en su alma, Edge pudo sentir como algo se rompía y desquebrajaba de un modo tan doloroso que incluso el cristal más fino se vería roto en grandes partes a comparación de su alma… lo estaba perdiendo… estaba perdiendo a su hermano a tal grado, que ya no le importaba pedirle directamente que lo matara…
*no puedo… nunca podría hacerlo* se dijo cerrando sus ojos y tratando de arrancar esa última imagen de su mente… si bien, habían disminuido la cantidad de veces que Red se trataba de suicidar, estas fueron reemplazadas por las frías y tristes peticiones dolidas del mismo para que acabara personalmente con su vida… ahora alegando que así al menos el sería útil dando love y experiencia
Edge había encontrado diversas maneras para negarse… la más importante y que solía utilizar mas era decir que no valía la pena acabarlo, sabía que humillaba y mermaba más a su hermano, pero no podía decirle simplemente que no quería matarlo… ¡joder! Edge podría ser un idiota, pero no quería perder a su única familia… y si, estaba arrepentido por lo que hacía, pero ¿Qué podía hacer por él? Todo lo que hacía, todo lo que trataba de hacer para el se volvía en su contra, arruinaba aun más la relación de ambos, los alejaba y al final, terminaban peor que al principio
-Sans- susurro decaído mientras se sentaba en su cama y colocaba sus codos en sus rodillas para apoyar su cabeza entre sus manos en señal de dolor
-howdi- una voz ligeramente chillona hizo mella entre sus pensamientos, al alzar la mirada al frente en la puerta de su recamara no vio a nadie, parpadeo confuso viendo a todos lados ¿Habría sido una mala pasada de su mente?
-aquí abajo- volvió a escuchar, al bajar la mirada encontró a una flor a un par de pasos viéndolo con una suave sonrisa tranquila, Edge parpadeo confuso
-¿Qué cosa eres y que estás haciendo en mi habitación?- su pregunta amenazante hizo temblar ligeramente a Flowey, pero se negó a retroceder, simplemente sonrió con algo de nervios viéndolo lo más tranquilo podía en su situación
-soy Flowey, Flowey la flor… yo vivía aquí junto al hombre que me creó… y quiero ser tu amigo- dijo inclinando su rostro un poco, mostrándose adorable he inofensivo… Edge enarco un ojo confuso… ¿Esa flor quería ser su amigo?
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El día paso sorprendentemente rápido y tranquilo, Red no podía estar más contento y tranquilo, aunque continuaba acomodando cosas en la sala, observa a la muñeca que está delante de él, sonríe de medio lado, dándole un momento la espalda para comenzar a acomodar los libros en la estantería
-¿Sabes yo pequeño? Es bueno un poco de paz y silencio… mierda, creo que nunca había estado tan tranquilo como hoy… incluso hoy pude comer 3 tarros de mostaza sin que nadie me dijera nada…- le sonrió, regresando para tomar otro montón mas, esta vez, el muñeco ha desaparecido de su lugar, al girar su mirada confuso, encuentra al muñeco entre los huecos de los libros de la estantería, parpadea confuso pero prefiere ignorarlo… ya ha visto a su hermano con botones en los ojos… ver un muñeco poseído parecía más normal si hacían una comparativa
-ojala días como estos pasaran más a menudo, es agradable poder estar así- sonríe acomodando el resto de los libros
-aunque preferiría tiempo con mi Papyrus…- su suave susurro parece irrumpir en el silencio de la habitación, al alzar la mirada, el muñeco mágicamente ha vuelto a aparecer nuevamente delante suyo, un suspiro cansado sale de su pecho y su mirada baja suavemente
-extraño cuando ese imbécil y yo podíamos tratarnos como hermanos… era un bastardo bastante lindo y amable ¿Sabias? Era atento conmigo aunque se hiciera pasar por un pedazo de tsundere, casi siempre solía abrazarse a mí y gritar a todo aquel que me veía que yo le pertenecía… en ese entonces era una situación linda… no como ahora- su ilusión por momentos muere ahogado en la soledad de saber cuál es el presente
Red ha ocultado su mirada, sus cuencas carmesí desaparecen en la oscuridad de su dolor, toma el muñeco, ya ha acabado con los libros y ahora camina en dirección de su habitación, no importando que sea el atardecer… no tiene hambre, solo quiere volver a dormir y recordar el pasado
-desearía recuperar a mi hermano- es lo último que susurra comenzando a subir escaleras arriba
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La noche llega, cuando Edge por fin tiene la oportunidad de salir de su habitación se muestran telarañas en su ropa, polvo envolviendo todo su cuerpo y arañas muertas… el esqueleto continua maldiciendo a su suerte mientras entre sus manos porta una libreta especial, arrugada y que parece vieja y bastante desgastada, continua tratando de sacudir sus ropas para poder lucir un poco más limpio
-maldito cobertizo, maldita y estúpida situación… estúpida flor extraña parlante- gruñe cada vez mas Edge, tratando de limpiarse y al saber que es inútil, gruñendo con mas enfado… finalmente ha llegado a la sala principal donde se encuentra una puertecilla, enarca algo confuso e incrédulo un ojo
-bien, al menos la flor parlante no estaba mintiendo- susurra suavemente sentándose en el sofá que pega directo a un ventanal, dándole la espalda a aquella puerta oculta, prende una lámpara y abre el libro en la primera pagina…
“Proyecto Flowey”
Comienza el texto, una letra perfecta, apenas descifrable por poco, le cuesta trabajo pero puede leerlo, el problema es que tiene que estar completamente concentrado para poder comprender lo que este anota, gruñe mentalmente ¿No podía estar con el tipo de fuente normal? ¿Por qué demonios tenía que estar codificado?
-tsk… ni que hacer- gruñe comenzando a leer lentamente
… … …
Sus ojos se abrieron lentamente al escuchar una suave campanilla sonando con insistencia… apenas distinguió su habitación en penumbras se levanto lentamente, al buscar en su cama, no encuentra la muñeca con su apariencia, así que, con una sensación de emoción comienza a levantarse y baja lentamente, pasa de puntitas por la habitación de su hermano, cuando cree que está solo, trata de correr pero al llegar a la punta de las escaleras encuentra el muñeco viendo en su dirección, extrañado lo toma y al comenzar a caminar con emoción, encuentra luz tenue en la sala, asustado, vuelve de puntillas, camina lo más lento y cuidadoso puede encontrando a su hermano en la sala leyendo algo muy entretenido
*mierda… ¿Por qué carajos esta el aquí?* se pregunta molesto, apretujando con más fuerza el muñeco en su pecho y maldiciendo a su suerte. Piensa en dar marcha atrás… tal vez lo mejor es no ir por esa noche a ver al otro Papyrus, pero el sonido de campanillas se vuelve a cada tanto más fuerte e insistente que incluso Red teme preguntarse si Edge no lo escucha o si tal vez, solo él puede escucharlo
*lo mejor es que me largue de aquí* se dice nervioso pero apenas lo ha pensado, junto al insistente tintinear la puerta se abre lentamente creando un suave sonido chirriante que incluso Edge ignora
Por un momento, Red juraría que de no ser un esqueleto de color blando, se habría puesto tan pálido como un fantasma al ver la escena; el miedo que le corroe no es por ver abrirse la puerta, sino que su hermano no le ha prestado atención al asunto, sigue de espaldas leyendo muy entretenido lo que sea que tiene en sus manos así que luchando por hacerse un poco de valor coloca el muñeco en su bolsillo y de un modo muy lento comienza a gatear, tratando de no usar magia y de pasar lo mas sigiloso puede por las espaldas de su hermano
Decir que la adrenalina no corre por sus huesos seria mentir, llega lo mas apresurado pero silencioso puede hasta la puerta, solo que en esta ocasión entra de espaldas, gateando aun y cuando ya se encuentra completamente dentro del túnel cierra tras de sí apenas dejando levemente entreabierto por si necesita volver rápido. Espera unos segundos en silencio, tratando de escuchar si es que su hermano lo ha notado, cuando descubre únicamente el silencio de la habitación sonríe emocionado, girando alegremente hacia su destino, su gateo se vuelve mucho más rápido hasta el punto de casi correr y salir del otro lado donde Edge no está leyendo… la sonrisa se asoma por su boca y se levanta tan rápido puede
-¡Esto de vuelta Papyrus!- grita emocionado, comenzando a correr para buscar a su “otro” hermano
-¡Estoy aquí Sans!
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Todo comienza como un suave, gentil, cálido y muy agradable sueño que cualquiera anhela y que pronto se vuelve en tu pesadilla personal. Lo que conoces como tu vida se transforma en tu peor pesadilla, lo que alguna vez pensaste como tu mas grande anhelo, se vuelve tu propia condena
Fue así, como un dulce sueño, como un suave anhelo por algo precioso, una hermosa dama… pronto, una futura hermosa familia
Nuestro primer hijo, Sans, nuestro primogénito, niño genio, dulce y carismático como su madre, noble y sensible, todo un pequeño niño hermoso y perfecto. El mundo no podía ser mejor para nosotros y entonces, llega nuestra segunda bendición
Pero, lo que hermosamente llega, parece no venir sin un precio alto a pagar. Una vida por otra, cruda realidad descarada que golpea en el único lugar donde todos somos susceptibles, frágiles… desprotegidos
Con la muerte de mi esposa, la vida de mi segundo hijo brilla entre llantos que claman por su madre, se parte en mil pedazos mi corazón, pero ahora menos que nunca puedo dejarme caer, mis hijos… NUESTROS hijos me necesitan más fuerte que nunca
El dolor ahoga nuestros corazones, pero de un modo lento todo comienza a florecer de nuevo. Las sonrisas de mis hijos me mantienen fuerte ante las adversidades… no hay nada que no podamos lograr juntos. He, me he vuelto demasiado meloso desde que la conocí a ella, no importa, no me arrepiento de nada
-haggg, esto es lo mas estúpidamente empalagoso que he visto en mi vida- gruñe Papyrus enderezándose un momento y haciendo crujir sus huesos de la espalda por la mala posición en la que se encuentra, gruñe otro poco y talla sus ojos, está cansado pero la flor parlante dijo que era muy importante que leyera todo hasta el final, parpadea confuso buscando por la habitación un reloj…
-pasan de media noche- susurra observando que muy pronto el reloj en la sala marcará la una de la madrugada, un bostezo se crea en su pecho y voltea al otro lado observando que la puerta sigue bien cerrada y que no hay rastros de Red por ningún lado… es mejor, la flor le dijo que no podía dejar que Red entrara de nuevo… y la razón la encontraría en ese libro de fuente problemática
Negando a seguir quejándose con fastidio prefiere continuar con la lectura en ese momento, su mente por lapsos parece desviarse a una idea curiosa ¿Cómo actuarían él y su hermano cuando llegada la situación, tuviesen familia? La persona que redacta las palabras parece hablar de un modo tan empalagoso aun cuando procura que su escritura sea seria, no comprende mucho al respecto pero supone que será cierto aquel dicho que el amor ablanda los corazones duros…
Y por un amargo momento, el recuerdo de Red y todo lo que han vivido juntos, en especial lo problemático llega a él junto a un amargo sentimiento de culpa bien merecida… quiere cambiar eso pero, aun cuanto más lo piensa, parece no poder hacer nada más que arruinarlo todo, niega una última vez, demasiado pensamiento estúpido que al final no lleva a ningún lado, prefiere seguir centrado en la lectura que escuchar tanto a su mente, recuerdos y en particular, sus pensamientos
Al ser un científico, en más de un momento llegue a pensar que dios era menos que una idea banal y sin sentido, cuando la conocí a ella admito que llegue a pensar que tal vez, dios existía y creaba a los seres más perfectos y hermosos como ella pero… pero mientras la tragedia vuelve a golpear a mi hermosa y diminuta familia yo me pregunto ¿Qué clase de pecado habré cometido yo para que dios me odie tanto?
Mis hijos enfermaron, no es una enfermedad que pueda ser curada, nunca la había visto en todos mis años como científico… los médicos tampoco saben nada acerca de esto, por desgracia, solo una cosa es segura… entre mas pasa el tiempo, la enfermedad se esparce, la vida de mis hijos es cortada día tras día, el dolor es agudo aun para ellos… señor, solo son niños ¿Qué clase de cruel castigo tienen ellos que pagar?
Por un momento Edge tiene un sentimiento de comprensión, puede que el mundo sea cruel, pero cree comprender el sentimiento de dolor que tiene aquel hombre al redactar sus letras, el también sufrió bastante cuando se entero del primer suceso de Red, aquel momento cuando estuvo por primera vez al borde de la muerte
Una tragedia tras otra, Edge lee las palabras escritas en aquel idioma extraño, encuentra con preocupación que la situación de la familia parece ir en picada… primero la muerte de su esposa, después la extraña enfermedad en sus niños pequeños y ahora, junto a intensas investigaciones para librarlos de la enfermedad, el hijo más joven ha muerto en una terrible explosión. Edge abre los ojos con sorpresa alarmante…
-Murió el más pequeño- susurra preocupado y dolido… el sonido del cucú sonando lo hace salir de su ensoñación, parpadea confuso viendo a todos lados, el amanecer ya pega molesto en su rostro pero él ni siquiera se había dado cuenta sino hasta ahora, mira molesto y camina por la habitación, se encamina directo a su habitación dejando el libro sobre la cama y entrando a darse un baño… se siente míseramente cansado, no durmió nada por hacer “guardia” aun cuando no comprende bien “el por qué” al salir de bañarse y prepararse para salir a su trabajo, encuentra de nuevo el libro donde lo ha dejado… el silencio se apodera de la habitación y finalmente termina por tomarlo y guardarlo entre sus cosas… ya lo ira a leer más tarde
Al salir de su habitación y bajar a la cocina para comer algo encuentra a su hermano tranquilo, tarareando una melodía extraña pero lúgubre que no sabe reconocer, aun cuando no ha hecho nada de ruido y observa minuciosamente a su hermano, puede ver sentado en la cocina a un diminuto peluche, el mismo que le había visto con anterioridad y que no solo no le había dado confianza, sino que le parecía extraño observar en el
Ahora que tenía tiempo de observar mas a detalle el muñeco tan peculiar podía ver claramente que era una copia casi exacta del mismo Red, con la única diferencia de tener botones negros por ojos, era extraño y le causaba una gran desconfianza el tan solo verlo y le parecía más peculiar ver que su hermano Red lo tuviera todo el tiempo consigo y que incluso, parecía hablarle y reír delante de él… un sentimiento de preocupación invadió a Edge, pero ¿Qué podía hacer? Tal vez dejarlo por ahora tal y como estaba, era lo menos que podía hacer por todo el problema que había estado causándole…
-ho, buenos días hermano- sonrió gentilmente Red apenas se giro encontrándolo, Edge lo miro con un ápice confuso y de sorpresa, pero solo respondió moviendo asertivamente la cabeza y caminando lentamente hacia la mesa, se mantiene callado, observando que ni siquiera Red le está prestando verdadera atención. En otro momento, eso le hubiese molestado, pero en ese momento en particular se encontraba mas callado observando a detalle sus movimientos, aquella gentil y tranquila sonrisa que no era falsa como las que el más bajo siempre mostraba, una verdadera felicidad tierna que envolvía al esqueleto como si su vida realmente no pareciera una mierda… un desayuno extrañamente nutritivo servido únicamente para él y a Red sentándose donde siempre en la mesa, solo que esta vez poniendo el muñeco delante suyo, entre ambos hermanos y Red recostándose en la mesa para observar con ensoñación al mismo objeto que comenzaba a poner los pelos de punta a Edge
-¿Y tú no piensas comer?- pregunto osco y amenazante aunque para su continua sorpresa, Red solo le sonrió con toda esa felicidad y gentileza que hacía años no le veía, negando tranquilo regresa a su posición original, recostándose en la mesa para observar con anhelo al muñeco que sigue en su lugar
-¿Has empezado por fin la dienta que te ordene tomar?- continua con la vaga esperanza de que Red le conteste, ya sea de un modo sumiso o tal vez que le diga algo nuevo… sin embargo, la sonrisa contenta, tranquila pero tal vez cansada de Red lo descoloca
-no, estoy bien, gracias Papyrus pero no tengo hambre- dicho esto, se levanta de la silla y camina en dirección a las habitaciones teniendo el muñeco entre sus manos
-si me disculpas, tengo más cosas que atender… nos veremos más tarde hermano- y ha desaparecido de la cocina sin siquiera decir mas
-¿Pero qué mierda ha sido eso?- se pregunta confundido
-esto no es bueno… parece ser que el otro Papyrus ha comenzado a engatusarlo- escucha la voz de la flor, al buscar por la habitación ha encontrado a la flor viendo en la misma dirección en la que Red ha desaparecido, Edge lo mira confuso y en vez de preguntar, la sensación de que el libro tal vez tenga las respuestas le llega de golpe a la cabeza calando molestamente sus pensamientos… así que lo único que atina es a sacar el libro de entre sus ropas
-aun tengo tiempo- menciona suavemente mientras regresa su vista del reloj de la mesa y comienza a leer donde se quedo la ultima vez… ya después le explicara a Undyne por que no llegó tan temprano como de costumbre