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Buttontale. La historia de las almas por Lubay Nue

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Notas del capitulo:

Y sigo insistiendo que esto duele… al igual me sigo preguntando por qué rayos es que me quise meter a esta idea… en fin, por algo habrá sido ¬¬ por idiota por ejemplo… pero bueno, me faltaba mi granito de arena… aun cuando este fic me este destrozando a cada rato TT_TT ni qué hacer

 

¡A leer!

 

-¡Papyrus!-  escucho el grito a sus espaldas y no le hubiera dado tanta importancia de no ser que la voz, chillona y que parecía provenir del suelo se escuchaba realmente desesperado y temeroso, giro entonces su mirada, varios pasos detrás, justamente entre la entrada de su casa y el camino que el ya llevaba recorrido, se encuentra aquella extraña flor que le mostro donde se encontraba el libro que hace poco había encontrado y que le cuesta leer por completo

 

-¿Ahora qué quieres? Voy tarde-  gruño molesto, la flor esta vez no se intimido, se le veía más asustado y preocupado por lo que sabía que por la imponente y aterradora presencia que tenia Papyrus

 

-tu hermano, tienes que hacer algo, tu hermano está cayendo en sus redes-  pide nerviosamente, casi como si se ahogara en el miedo de saberlo perdido… de haber fallado en su misión, Papyrus solo enarca un ojo confundido ¿Cayendo en las redes? Aunque debía admitir el esqueleto que ese día en particular su hermano ha estado actuando muy extraño, demasiado risueño y soñoliento… se le veía cansado, pero la sonrisa que tenia, no era para el realmente y no cree que tenga que ver con alguien mas

 

-dejémonos de mierdas-  gruño el esqueleto dando zancadas para llegar frente de la flor

-¿Qué mierda está pasando aquí?-  pregunto molesto, pues sorpresivamente un sentimiento incomodo se acuno en su alma, calando su corazón y sintiéndose incomodo, una sensación fría, gélida mas bien, la idea de que algo no iba bien y en lo único que su mente piensa y mantiene como un retrato a fuego, es ver a su hermano recostado en la mesa, viendo embelesado al muñeco y sonriendo para sí mismo con una alegría que le hubiera gustado ver sin aquella cosa… las palabras de Flowey solo han hecho que ese sentimiento de que algo no está bien se incrementen… ya no puede callar esa idea

 

-tu hermano esta en serio peligro… y solo tú puedes salvarlo-  pide suavemente

 

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-… ¡hagg! ¡estúpida flor parlante!-  gruñe el más bajo lanzando a la cama un libro que tenia y que estaba tratando de guardar junto al resto… pero no puede más, las palabras de aquella flor, el recuerdo de su verdadero hermano, el recuerdo del otro Papyrus… parece que todo atenta contra sí mismo y le obliga a tener un corto circuito y una sensación de confusión molesta

 

Se sienta en el suelo, tomando su cabeza adolorida, cierra sus ojos, de pronto se siente mareado, su alma duele y a su mente, como a un mal recuerdo llegan las voces de su verdadero hermano, cuando, en diferentes situaciones suele gritarle, insultarlo, decirle cuando lo odia, que es menos que basura, un inútil, inservible, asqueroso… todas esas palabras lo calan, le duelen demasiado, no quiere seguir escuchando… no quiere mas de ese estúpido dolor que ha soportado por tantos años

 

-no… b-basta… ya basta Papyrus-  grita al vacio, abriendo sus ojos; entre lagrimas su mirada y su mente se distorsionan casi deseando romperse en pedazos, su mente juega sucio con sus ojos llorosos, cree ver a su hermano pisándolo y golpeándolo aun cuando ya no siente dolor… tal vez porque otra vez está a punto de quedar inconsciente lejos de la realidad…

 

Su mirada baja de un modo lento, encontrándose con la sorpresa de ver “como siempre” heridas sangrantes en sus antebrazos… tal vez otra vez ha intentado arrancarse la vida y para cerciorarse que así lo haría, cuchillos y huesos se muestran atravesados por todo su cuerpo esquelético… es extraño, no le duele, no siente la sangre resbalándose, no siente el frio que ya había experimentado con anterioridad a cada herida sangrante… solo el dolor de las palabras de Papyrus… al pasar sus manos es como si las armas enterradas en su cuerpo fueran ilusiones… no están, las manos de Sans no pueden sentirlas ni quitarlas…

 

-es cierto… yo solo quiero morir-  se dice cerrando sus ojos resignado a morir por fin… pero escucha una nueva voz, a su costado derecho llamándole de un modo gentil por su nombre; cuando el mencionado abre sus ojos para ver en la dirección de quien le llama, se encuentra con los ojos de botón de aquel otro Papyrus, viéndolo con gestos que parecen de preocupación

 

-¡Sans!-  escucho su voz, Sans ya no sabía reconocer bien si estaba bien o no, si estaba alucinando o si era real… solo entrecerró los ojos un segundo, notando al siguiente que se encontraba siendo tal vez cargado por el otro Papyrus y llevado hasta su habitación y su cama; depositado con todo el cuidado del mundo y arropado, acaricio con cuidado su mejilla y le sonrió de un modo gentil pero apenado

-podrás quedarte aquí siempre que así lo desees-  le recordó… los ojos de Sans no aguantaron mas y se cerraron suavemente presas de un sorpresivo cansancio… había tenido una crisis

 

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Abrió sus ojos de golpe, ni siquiera había pensado realmente como es que había llegado a su habitación, como era que estaba arropado o porque estaba ahí en primer lugar, solo salto de la cama, sintiendo sorpresivamente un dolor en su pecho que prefirió ignorar por completo… era cierto, para Sans era cierto; aquel otro Papyrus le había dado la oportunidad de quedarse a su lado, de no volver a esa mierda de realidad… Sans no lo iba a desperdiciar y mucho menos que menos iba a esperar un minuto más para ir al lado de la única persona que realmente parecía tenerle importancia

 

Así que apenas se medio acomodo sus ropas, ignorando donde fuera que estuviera su muñeca, corrió escaleras abajo, no le importo si hacia ruido o no, su hermano no estría por esas horas gracias a su trabajo y no llamaría en otro tanto más, así que podía correr con toda la velocidad que quería, no usaba su tele transportación pues prefería correr, pareciera más bien que la ha olvidado por su desesperación, salta los últimos escalones y llega por fin a su destino, a aquella diminuta puerta

 

-¡Papyrus!-  grita con esperanza, barriéndose en el suelo para poder tocar la puerta, abrirla y pasar sin dudarlo ni un segundo, pero apenas sus dedos tocan la puerta un grupo de huesos color a la sangre aparecen, Sans ni siquiera puede alejarse, su alma fue vuelta de un color carmesí y alejado de golpe, siendo estampado contra el sofá con rudeza. Sus ojos se abren y busca por la habitación, encontrando que en la sección que conecta con la cocina y la sala, se encuentra su hermano cruzado de brazos realmente colérico por lo que ve, pues incluso su ojo derecho brilla en carmesí

 

-¿P-Pero que mierda? ¡Papyrus! ¡¿No se supone que estabas en tu trabajo?!-  pregunta alarmado y asustado, no quiere verlo a él, no quiere volver a sufrir de sus abusos… solo quiere que alguien lo quiera, solo quiere ser feliz al lado del otro Papyrus ¿Es que es mucho pedir para alguien como él?, de igual modo le parece extraño que Papyrus se muestre verdaderamente molesto… había pasado tiempo (aun cuando el mismo lo golpeaba) que el esqueleto más alto no mostraba su ojo carmesí y llameante ¿Qué clase de razón tendría esta vez para mostrarlo? ¿Esta vez por fin lo iba a matar? ¿En definitiva? Muy tarde… esta vez Sans no pensaba morirse sin pelear…

 

-cierra la puta boca-  escucho su voz y sintió como la magia apresaba su alma lastimándolo de paso, un gruñido de dolor se hace presente y antes de que pueda decir algo, siente como es elevado y llevado lejos de la puerta, Sans apenas lo nota, apenas puede ver la puerta de su salvación alejándose con tranquilidad de él… aun y con el dolor lastimando su alma, su mano se estira en dirección de la puerta… quiere volver al lado del otro Papyrus…

 

-n-no… P-Paps…-  gime en un lucha en vano por poder llegar a la puerta, Papyrus, el original Papyrus observa aquello con una pizca de miedo que se vuelve sorpresa y a su vez, cambia a una de molestia e ira incontrolable, su magia se mueve por si sola aun antes de que el esqueleto más alto piense sus movimientos, el cuerpo de Sans ha sido estampado agresivamente contra un muro, creando un pequeño cráter en la madera y haciendo al esqueleto a soltar un gruñido de dolor

 

-escúchame bien Sans… no dejare que vayas a esa puerta jamás…-  sentencia seguro, es la maldición de ambos hermanos, Sans mira a su hermano, por primera vez en muchos años, las lagrimas caen de sus ojos, su mirada que siempre se mostro o fiera o sino sumisa, ahora muestra tristeza, un sentimiento de tristeza, soledad y dolor que cala a Papyrus… hoy no podrá dormir, a sus pesadillas llegara la imagen de aquel rostro lloroso de alguien que ya no se puede defender de la vida

 

-déjame… ir con él-  pidió tan suave como un susurro de dolor, como una súplica por el último deseo de vida, los ojo de Papyrus se abren con la sorpresa, es turno de la mano del más alto aferrar el cuello de su hermano y estrellarlo con violencia nuevamente en el muro donde aún se encuentra pegado, haciendo que Sans escupa un poco de sangre, su mirada comienza a volverse borrosa, en menos de un segundo ha caído inconsciente, sin siquiera haber podido defenderse de la ira de su hermano

 

Una vez que Papyrus ve que su hermano ha quedado inconsciente suelta un suspiro cansado, la magia aun sujeta a Sans por su alma pero Papyrus lo estrecha contra su pecho, lo aferra con miedo al tiempo que oculta su rostro entre el hombro y el cuello de este, lagrimas caen por sus mejillas y en suaves susurros llama por el nombre a su hermano… tiene miedo de perderlo, así que carga con el de un modo nupcial y con todo el tiempo del mundo arrastra sus pies en dirección de la habitación del mayor… volverá a dejarlo en su cama por segunda vez en el día…

 

*-existe una bruja con botones en sus ojos que roba niños-*  recuerda que fue lo primero que le dijo Flowey luego de él exigir explicaciones…

 

Recuerda que escucho la voz de Sans gritando por su nombre

 

*-le enseña a los niños lo que ellos mas quieran, los atrae con dulces, golosinas y afecto-*  respondió la flor con miedo y un mirar triste…

 

El llego a la casa y llamó a su hermano mas no obtuvo respuesta

 

*-les entrega lo que mas anhelan y los obliga a que dependan de él…-*  cada frase le entregaba más miedo a Papyrus… ¿En que se había metido Sans?... ¿Por qué no había dicho nada aun? ¿Por qué se había dejado cegar de un modo tan estúpido?

 

Lo encontró entonces, a mitad de salón, aferrando su pecho y viendo sus manos asustado, parecía que veía algo aterrador, pero no respondía a su llamado

 

*-el dueño del diario, perdió a su hijo a causa de la bruja, que robo la figura de su hermano fallecido y le entrego lo que el mas quería… una vida con una verdadera familia-*  parecía consternado, no entendió el por qué, pero se veía apenado

 

Llego a su lado, tomándolo de los brazos, encuentra como se va perdiendo en la inconsciencia por momentos… recuerda que de un tiempo para acá, tiene crisis como esa donde parece tener alucinaciones… Papyrus tuvo que medicarlo antes de que se auto lastimara más de lo que ya tenía en sus muñecas y antebrazos ya rasguñados y sangrantes

 

*-dijo que lo quería… pero el otro Gaster me lo dijo… ella solo se alimenta de la vida de los que no son como ella… y encierra sus almas, para vivir en esclavitud y ceguera-*  aquello fue la gota que derramó el vaso, Papyrus tembló de miedo…

 

Cargo con su hermano y lo llevo hasta su habitación, cuido hasta que vio que cayó dormido y entonces pudo levantarse para curar sus heridas recién creadas, mientras mentalmente se lamentaba… se suponía que Sans ya no se hacía esto a si mismo… tal parece, nuevamente se ha equivocado

 

*-¿Cómo puedo detenerlo?-*  se había apresurado a preguntar a la flor que le miro nervioso

 

*-no dejes que entre de nuevo a su mundo… no dejes que cosa los botones en sus ojos-*  pero fue cuando se escucho el grito de Sans… y Papyrus corrió en su ayuda al interior de la gran casa para dos

 

Cuando lo vio descansar con respiración acompasada salió de su habitación y con cuidado descendió por entre los corredores hasta llegar a la puerta más pequeña, la misma que Flowey le había mostrado… la observo un momento en silencio hasta que tomo una decisión. Salió de casa determinado a proteger a su hermano, no lo iba a perder por un estúpido ser. Tomo de entre las cosas extra de la mudanza cemento, graba y comenzó a preparar todo… sellaría para siempre la maldita puerta…

 

Escucho movimiento en la casa y entro a buscar a su hermano, pero lo encontró aun dormido… el silencio reino, una llamada azoto la casa, antes de que pudiera preguntar por quien era, la voz de una mujer muy molesta sonó, apenas comprendió algunos de los insultos… la capitana Undyne era de temer y con su voz chirriante aun peor. Le explico que Sans había tenido otra recaída, la capitana no dijo mas, solo, que le mantuviera informada… al poco rato de colgar, recordó que aun tenía el libro entre sus ropas, lo saco un momento, quería saber si lo que la flor le había dicho era cierto

 

Pero antes de comenzar su lectura, escucha los pasos apresurados de Sans, escucha un grito desesperado del mismo; ni siquiera lo piensa, solo corre en su dirección, encontrando que ha llegado a aquella puerta y con todo el temor del mundo combinado con una diminuta esperanza, quiere llegar hacia ella. El temor de saber que podría perderlo si atraviesa aquella puerta lo obliga a actuar con instinto que con inteligencia, niega a que toque la puerta y lo aleja lo masque puede, la batalla comienza y Papyrus pierde nuevamente el control…

 

Ha dejado inconsciente nuevamente a su hermano… al hermano quien le pide por piedad, que le deje ir a ese lugar

 

*lo lamento Sans… no te voy a perder*  se juró

 

--------------

 

Abandonando lo que antes estuvo por hacer, se sienta en la sala, justo delante de la puerta, observa el sol brillando con fuerza, el cargo de consciencia es pesado aun para Papyrus, pero saca de entre sus cosas el pequeño cuaderno comenzando a leer desde donde se quedo la última vez.

 

Tragedia tras tragedia, lo único que encuentra de certero es que ese hombre de nombre Gaster lo ha perdido todo… las ultimas paginas explica de un modo muy confuso lo que sucede después, su letra comienza a distorsionarse, pero llega a un punto critico

 

Después de leer sobre el proyecto Flowey y su propósito de recabar información sobre aquel otro mundo que Gaster ha visto y sobre aquel que denomina como “la bruja” y la que incluso ha dibujado, con una apariencia muy similar a la suya, se encuentran notas sobre la muñeca… ¿La muñeca? Papyrus observa que aquella tiene la misma forma que del monstruo, pero algo que comparte es los botones en los ojos y que el hijo del científico no lo deja en ningún momento

 

Poco después, el punto más crucial…

 

El acepto su trato… decidió quedarse a su lado

 

No tenía sentido y lo que siguió después, borrado por las lagrimas, algunas paginas rasgadas por la pluma y finalmente los últimos garabatos a mitad de cuaderno…

 

“Él tiene a Sans” “Él tiene a mi hijo” “Él lo ha matado” “Se comió su vida y se trago su alma”

 

Papyrus sitio como si acabara de ver algo peor que una escena de crimen... no lo pensó más, se levando de su asiento y salió por la mezcla para sellar para siempre aquella puerta maldita. Más cuando regreso…

 

Se vio obligado a afrontar algo peor que su propia realidad

 

------------

 

¿Iba a dejarlo? ¿Igual que siempre, iba a dejar que Papyrus tomara todo lo bueno de él para llevárselo y acabar con todo así como si nada?... no, por una única y maldita vez, no quería que acabara así… ya estaba arto, sus ojos se habían abierto desde hace rato, el crepúsculo incluso ya había acabado desde hace un par de horas pero no tenia ganas de moverse, su cuerpo le dolía ligeramente ¿Hacia cuando que su hermano no le golpeaba? Tal vez desde que llego lo único bueno en su vida que era el otro Papyrus…

 

El otro Papyrus… Sans tuvo un momento para intentar pensar en lo que sucedía… todo lo llevaba a que él era la mejor opción en todo, aun desaparecer de la vida de su verdadero hermano y quedar a su lado para siempre… después de todo ¿Qué podía ser peor? Incuso prefería eso a volver al lado de quien le maltrataba… ya era hora de que esto acabara… para todos

 

Así que, con eso en mente, se levanta de su cama, aun sufriendo el dolor en su espalda y nuca, camina con cuidado de no hacer ruido, llega hasta la sala después de un rato y encuentra la puerta, una nueva sonrisa se crea, una llena de esperanza por poder lograr lo que anhela… acabar con su sufrir… estira su mano pero escucha algo caer… su mirada gira sorprendido… es hora de afrontar la verdad…

 

… … …

 

Un hueso es lanzado de parte de Sans, Papyrus apenas puede reaccionar y hacerse a un lado, observando como el más bajo le mira de un modo asesino y salvaje, casi como si fuera un animal con rabia, lo señala con su dedo y su ojo izquierdo comienza a llamear en carmesí

 

-no te atrevas Papyrus…-  sisea molesto y amenazador, el más alto parpadea sorprendido… ¿Hace cuanto que no ha visto esa expresión asesina en su hermano mayor? ¿Hace cuanto lo había degradado a ser lo que era? ¿Hace cuanto… que no sentía miedo al ver esa mirada? En especial, por que esta era la primera vez que esa mirada iba dirigida para el…

 

Si… Papyrus tenía miedo de la mirada amenazadora de Sans

 

------------

 

-vuelve a tu habitación-  demando iluminando su ojo para prepararse para la batalla, aunque, por sorprendente que pareciera, su hermano no se inmutó, esta vez, justo esta vez, cuando Papyrus realmente quería que Sans se acobardara, fue que su hermano mayor se mostro realmente como era… un ser peligroso…

 

-no-  Papyrus sabia, que cuando Sans se comportaba de un modo serio (“asesino” sería la mejor palabra), ni siquiera el con toda su fuerza podría contra el… ya varias veces le ha mostrado que, cuando lo hace enfadar levemente no podía contra el… ahora que Sans se mostraba realmente decidido a hacer lo que pensaba, Papyrus se pregunta si tan siquiera podrá llevarle el ritmo por más de dos minutos a su aterrador hermano. No, negó mentalmente intentado no demostrar sus conflictos internos… no importaba si podía detenerlo o no… debía impedir a toda costa que Sans entrara en aquella puerta, aun si para hacerlo debía demoler la casa entera… un segundo…

 

-te he dado una orden Sans-  gruño Papyrus… ya tenía una estrategia, ahora, tenía que buscar como llevarla a cabo sin dañar tanto a su hermano, o por lo menos lo suficiente para que no se mueva mas. Su idea es callada mentalmente cuando siente un hueso rosando su mejilla y cortando parte del mismo, al girar su mirada hacia atrás encuentra un hueso de Sans clavado en la pared de aquella casa

 

-tú ya no me darás órdenes Papyrus-  gruñe amenazantemente, colocando su mano izquierda en el bolsillo de su chaqueta y mostrando un mirar amenazante que solo por un segundo amedrenta a Papyrus, pero debe mostrarse fuerte, no puede dejar que Sans llegue a su destino

 

-al parecer has olvidado quien manda aquí cierto escoria?-  pregunta molesto, creando huesos a su alrededor y preparándose para pelear realmente contra su hermano Sans; a lo lejos, Flowey observa la escena… no le dio tiempo de entregarle a Papyrus la llave de la puerta, ahora solo observa oculto tras un pilar para no ser visto por nadie, traga duro, ruega mentalmente que esto sea suficiente para poder salvar al esqueleto más bajo de ambos

 

El silencio sorpresivamente se crea, tan abrumante como pesado, pareciera que la tensión que se percibe podría romper en cualquier momento con el mas mínimo movimiento de parte de ambos… la mirada flameante de ambos se mantiene de un modo fijo hasta que Sans, determinado a no rendirse esta vez, eleva una de sus manos de un modo tan lento que parece ir en cámara lenta para todos, Papyrus no dice nada, apenas encuentra el movimiento de su hermano lanza huesos a su ataque; no busca lastimarlo, busca alejarlo de la puerta lo mas que puede, de ser posible, de la casa y destruirla… ya después buscarían donde ir a vivir, por ahora tiene en claro cuáles son sus prioridades

 

-¡Aléjate Papyrus!-  grita Sans lanzándose al ataque, siendo apenas esquivado por muy poco por su hermano, los huesos comienzan a ser lanzados, Papyrus encuentra beneficioso que Sans ataque a diestra y siniestra pues tiene oportunidad de destruir la casa sin que el otro se dé cuenta que va por la puerta, los huesos son lanzados, aparecen cabezas de Gasters Blasters atacando a todos lados, Papyrus maldice mentalmente al no poder acertar un golpe directamente a la puerta, parecería que su hermano la está protegiendo pues de algún modo, no puede llegar a ella ni ninguno de sus golpes

 

Chasqueo con molestia mientras evadía un nuevo ataque de su hermano, esta vez, optando por dejar de lado la discreción, le da la espalda, sabiendo lo peligroso que aquello significaría a su vida, lanza un ataque directo a la puerta, pre dispuesto a destruir por fin lo que pone en peligro la vida de su hermano, su sorpresa es medianamente grande cuando se da cuenta que los ataques de Sans junto a la cabeza de un Gaster Blaster parece deteniendo el golpe hacia la puerta, dejándola completamente intacta

 

-¡Sans! ¡Hazte a un lado! Destruiré esa porquería de mierda y todo estará resuelto-  gruño molesto ante su impotencia… sorprendentemente su hermano estaba actuando de un modo tan extraño que le preocupaba… al diablo el orgullo, debía protegerlo cuanto antes fuera… por desgracia, lo que no espera es ver las lagrimas cayendo por sus mejillas, aun cuando su mirada continúe siendo asesina hacia su persona

 

-no… si lo vas a destruir hazlo después de que pase por ella, así ni tu ni yo tendremos que seguir soportando mas esta mierda de vida; tú te habrás deshecho de mí y yo no volveré a molestarte-  refunfuñó el más bajo tratando también de hacer notar sus palabras, a Papyrus le recorre un escalofrío de miedo abrazándolo con fuerza desde sus espaldas

 

-Sans ¿Has perdido la cabeza? ¿Tienes una puta idea de la mierda que estás hablando?-  pregunta con molestia, con el miedo de ver que pierde a su propio hermano, Sans baja la mirada con toda amenaza hacia su persona, ambos tragan en silencio, con la presión de la situación que se presenta delante de ellos

 

-mas puta idea de la que tú tienes imbécil… te estoy dando la oportunidad de tu vida… yo desaparezco dejándote libre de mí y yo me alejo de ti… tan putamente fácil que hasta tu estúpida cabeza vacía puede comprenderlo-  gruñe creando a su alrededor huesos afilados que apuntan directo a su hermano y protegen la puerta detrás suyo, tan pequeña que apenas llega su altura a las rodillas de Sans… pero era cierto, Papyrus comprendía los motivos de Sans para aceptar entonces ir… ahora comprendía

 

-¿Y quién te ha dado autorización de alejarte de mi pedazo de basura?-  pregunta colérico, no quiere perder a su hermano, quiere decirle que está bien, que quiere que se quede, que no quiere perderlo… pero es difícil… hoy en día, hablar como gente civilizada parece algo imposible entre ambos… ¿Cuánto se ha roto entre ellos? No es momento para pensar en eso, pero de igual modo duele… duele demasiado

 

-hooo, pues no necesito tu maldito permiso, yo, me largo Papyrus y ni tú, ni tu estúpida mente retorcida me lo va a impedir-  grito dejando asomar nuevamente pequeñas lagrimas que se negaron a caer aun a último momento… Sans se estaba destrozando ahí mismo, se estaba perdiendo en un limbo entre el dolor, sufrimiento y el estúpido amor de hermanos que aun le tenía a su hermano… Sans era tal vez un mal hermano, o era bueno… ni siquiera el ya podía saberlo a estas alturas

 

-no te lo voy a permitir Sans… me perteneces-  “Vive” fue lo que más deseo decirle en ese momento, “perdón” “fue mi culpa” “no debimos llegar a esto” “esto no es tu culpa”… tantas palabras que se aglomeran en la mente y pecho de Papyrus, lagrimas que se niegan a salir y ataques que vuelven a volar con la negatoria del más bajo, Sans no está dispuesto a seguir con aquella vida… Papyrus no está dispuesto a perder a su hermano por algo como esto…

 

Tiene miedo de perderlo

 

Un nuevo ataque se hace presente, esta vez, Sans ha acertado directamente a su hombro izquierdo, en el tiempo que Papyrus lleva su mano para tomar el hueso y tratar de sacarlo, el mayor de los hermanos aparece delante suyo con ayuda de sus tele transportaciones y lo toma de las ropas, viéndose entre ambos, la mirada de Sans demuestra una aterradora determinación unida con un sentimiento de dolor, tristeza, soledad e ira… ira contenida por tantos años de frustración y remordimientos…

 

Papyrus parpadea, siente su magia revuelta como si fueran tripas reales, su cuerpo se tambalea y por fin cae de rodillas, se encuentra en el patio trasero de la casa, lejos, muy lejos de la puerta, su hermano Sans, a un par de pasos de distancia de él, viéndolo con seriedad y frialdad… el viento mueve la chaqueta rota del mas bajo mientras Papyrus saca por fin el hueso en su hombro, observando cómo su hermano se mantiene estático… aun cuando tiene el momento perfecto para acabarlo, para asesinarlo, aun cuando sabe de antemano que jamás lo hará… el amor que tiene hacia él es mayor

 

-esto se acabo Papyrus… supéralo y vive… vive feliz, lejos de mi-  susurra, más que como una maldición, pareciera que el mayor trata de hacerle ver al más chico que la vida continua, que, sin importar que, aun sigue deseando lo mejor para el… es una desgracia que el mayor haya comprendido para mal, que lo mejor era mantenerse lejos… no era a eso a lo que quería llegar Papyrus

 

-¡No!… ¡Sans! ¡Espera!-  grita, estirando su mano, pero ya es tarde, Sans se ha tele transportado de nuevo. Papyrus no presta más atención a la severa herida que le ha creado su hermano, se levanta corriendo, casi parece por primera vez que corre con una velocidad que nunca se le hubiera visto… maldice no tener la misma habilidad que él para sus “atajos” pero aun así, aun cuando corre con todas sus fuerzas, el miedo lo invade… sabe que es lo que hará Sans ahora… y tiene miedo… porque sabe que llegara tarde para impedirlo…

 

-¡Sans!-  grita entrando a la casa, corriendo entre los pasillos de la casa

-¡Sans no lo hagas!-  suplica con miedo en su voz, abandonando el tono de mandato o de intimidación… honestamente, suplica con miedo porque no haga una estupidez… pero apenas llega a la sala donde hasta hace un par de segundos estaban peleando, se encuentra con Flowey delante de la puerta pequeña abierta

-¡Sans!-  grita aterrado, la flor desaparece en el suelo, Papyrus se arrastra para observar pero aun cuando él pueda entrar… no hay nada ahí…

 

Un muro de ladrillos pasa a través de la puerta…

 

-¡¿En dónde está Sans?!-  grita a sus espaldas, aun cuando no encuentra ni a la planta; repite su pregunta con más fuerza y molestia, la flor aparece delante del sofá y bastante alejado del esqueleto que parece arder en ira, Flowey no parece en buen estado

 

-lo siento… intente detenerlo… pero no pude… tu hermano atravesó el portal y cuando intente detenerlo apareció el muro de ladrillos-  susurro sin poder confrontarlo de frente, su mirada corría a la del esqueleto que parecía pasmado con la situación

 

-no… ¡no! ¡Tiene que haber! ¡Tiene que haber una puta forma de poder llegar a él! ¡Tiene que haber un modo de llegar hasta Sans!-  grita volviendo la mirada a la puerta, cierra su puño, comienza a golpear la pared de ladrillos, sus nudillos se vuelven sangrantes antes de poder hacer una grieta, así que comienza a usar sus huesos… pero la pared que tira, solo deja ver el otro lado de la casa… no hay ningún túnel especial…

 

No hay rastro de Sans

 

Notas finales:

¡¡¡Esta es la putada más cruel que he visto!!!! Y lo peor es que soy yo quien la escribe… joder que duele TTnTT pero bueno, una vez más vemos que todo se puede resolver si tan siquiera las personas hablaran como era debido… ¿Tan difícil es? ¬¬ según se muestra, para estos hermanos si… por desgracia, todos sabemos lo que pasara una vez que Sans acepte quedarse al lado del otro Papyrus… la historia se repite y seguiremos sufriendo una vez mas TT_TT joder…

 

¿Les ha gustado?

Que tengan lindo día (noche por acá)

¡Comenten!

Perdonen que lo publique hasta domingo por la noche ¬¬ no me dejaron antes 


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