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Buttontale. La historia de las almas por Lubay Nue

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Notas del capitulo:

Sorpresa, sorpresa, sorpresa… veamos que nos espera en este capítulo en especial XD… ya estamos a cosa de nada para acabar este arco… tristemente, sabemos lo que significa TT_TT pero bueno, espero les guste de todos modos

 

¡A leer!

Para Flowey era como ver nuevamente la historia repetirse por segunda vez… era ver claramente como el otro Papyrus consolaba cuidadosamente a aquel Sans de ropas rojas y negras, de carácter violento, pero que, de algún modo, se encontraba aferrado al cuerpo del más alto, llorando desconsoladamente y con ligeros temblores en su cuerpo, asustado y destruido por lo que hace cosa de nada había sucedido con su hermano

 

Flowey podía notar que aun era de día, un agradable atardecer de no ser que estaban del otro lado, en el domino de la bruja. Aquel otro Papyrus acaricio nuevamente la nuca de Sans, tratando de captar su atención de entre tantas lagrimas, encontrando rápidamente los ojos del más bajo, aun derramando lagrimas y viéndolo con una tristeza y dolor profundo, el otro Papyrus muestra un gesto apenado, limpiando con su pulgar las lagrimas del otro, trata de mostrar un gesto compasivo y gentil, Sans apenas puede notarlo pero se aferra a las manos que limpian sus lagrimas

 

-ya, ya paso todo… ya estas a salvo Sans-  susurra el otro Papyrus viéndolo gentilmente, Sans asiente a sus palabras cerrando sus ojos y gozando de la tranquilidad y confort que el esqueleto más alto le entrega con sus acciones, siente ser cargado por el otro por toda la casa hasta llegar al comedor donde yace apenas unos postres pequeños y un par de tazas de té

-¿Deseas comer algo Sans?-  pregunta el otro Papyrus sentándose en la mesa junto a él en sus piernas, Sans niega, no tiene deseos de muchas cosas, solo… solo quiere permanecer en el regazo del contrario, sintiendo lo que tanto le hace falta… el amor de alguien

 

-estaré bien en un rato-  susurra suavemente aferrándose a sus ropas, el otro Papyrus asiente, estrechándolo gentilmente contra su pecho y acariciando sin malas intenciones desde su nuca hasta su espalda baja, observando como de a poco se va quedando dormido, espera paciente

 

-Sans… ¿Has pensado en lo que te dije?-  preguntó algo impaciente el otro Papyrus, captando la adormilada atención del más bajo, separándose un poco de su pecho, ambos se miran y el otro Papyrus sonríe lo más tranquilo que puede, intentando ocultar la desesperación por su respuesta afirmativa

-¿Has pensado en quedarte aquí para siempre? ¿Conmigo?-  pregunta, obligando suavemente a Sans a enderezarse en su lugar para verse mejor, el esqueleto más bajo talla uno de sus ojos y bosteza perezosamente

 

-yo… no lo he pensado aun del todo-  susurra, un sentimiento de que tal vez no sea lo correcto le abruma sorpresivamente, el recuerdo de su hermano… creyó haber visto a mitad de la batalla que tenían que tal vez Papyrus mostraba un rostro suplicante y temeroso… tal vez, es seguro que estaba viendo mal por tantas lagrimas de miedo, pero Sans cree que ha visto en Papyrus, en su verdadero Papyrus un mirar de suplica y miedo… y no precisamente miedo ante sus ataques o su sorpresiva agresividad…

 

Sans ya había visto como se comportaba Papyrus cuando mostraba miedo interno hacia el… para el mayor de ambos hermanos, no era un problema descubrir los gestos mas minúsculos de su hermano, no cuando lo que trataba de ocultar con esmero era el miedo que le tenía. Por un momento Sans se desvía de su actualidad, recuerda el rostro aterrado que le vio a su hermano, era la primera vez para ambos… era la primera vez que Sans veía ese rostro aterrorizado en su hermano y por supuesto, era la primera vez que Papyrus observaba el monstruo, el verdadero demonio que podía llegar a ser Sans. Aquella vez, Sans había descuartizado (literalmente) a un grupo de delincuentes que habían tratado de propasarse con su hermano, aun cuando fueran niños Sans sabia muchas cosas que tal vez para su corta edad no debería de saber… así que saber que irían a violar a su pequeño hermano no era algo agradable

 

Aquella vez, aquella su primera vez, Sans demostró de lo que era más que capaz, aun para ser un pequeño mocoso y Papyrus comprendió, que Sans podía llegar a ser un demonio aterrador si se lo proponía… Sans demostró en ese momento, quien era el puto amo, aunque el precio fue que ambos quedaran traumados de por vida, aun hoy en día Sans no puede borrar de su mente la imagen que tiene de su hermano; aun cuando trato de acercarse y extenderle la mano a su propio hermano, este se hizo hacia atrás asustado, temeroso de lo que pudiera sucederse si se acercaba a alguien como él… Sans no pudo decir más… solo esperar a que su hermano recobrara la confianza… aunque sabía que desde ese día algo se había roto entre ellos dos, no dijo nada… tal vez había sido su culpa; aun se cuestiona si fue así, sin embargo no se arrepentía de haberlo salvado…

 

Desde entonces Papyrus se había vuelto un tanto más callado en cuanto a lo que pensaba o sentía, tal vez ese había sido uno de los tantos detonantes que habían tenido ambos hermanos para separarse… aun así, Sans aun podía leer bien a su hermano, sabia cuando él le tenía miedo, sabía cuando le mentía, sabia cuando algo le pasaba… aun cuando con el tiempo esa habilidad se fuera perdiendo, algo que aun podía reconocer perfectamente de su hermano eran las expresiones de miedo, tristeza, angustia, desesperación o soledad…

 

Cuando peleo contra el por poder volver a aquel otro mundo, Sans pudo observar en su hermano miedo, desesperación y mucha angustia… no comprendía porque, tal vez llego a pensar que le preocupaba, pero era estúpido, su hermano le había hecho comprender que eso no era cierto, que era solo un estorbo, que tal vez lo tenía por lastima ¿Por qué tomarse tantos problemas para alguien a quien ya no quería? No tenía sentido, era absurdo aun para Sans lo que pensaba…

 

-¿Sans?-  escucho entonces la voz de alguien más, al subir su mirada se encuentra con las manos enguantadas en rojo de la persona rodeándolo, por un momento cree que se trata de su hermano, recuerda rápidamente que durante la batalla, Papyrus mostro miedo, tanto a sus poderes, a que por fin se veía determinado a algo que no fuera dominarse ni humillarse y también, un creciente miedo a algo que mas que no supo identificar realmente…

 

-lo siento… me distraje ¿Qué me decías?-  preguntó avergonzado de haberse perdido en sus pensamientos, cuando subió su mirada a quien le hablaba, por un mili segundo pensó que se trataba de su hermano, su aspecto era exactamente igual… sin embargo esta vez, las cosas eran diferentes… ese no era su hermano aun cuando lo parecía; era un esqueleto, si, pero no era su esqueleto… tenía casi toda la apariencia de Papyrus, lo único que lo diferenciaba abrumadoramente era que ya no poseía esa mirada amenazadora y peligrosa que le vio deformarse a lo largo de los años

 

Esta vez, su mirada estaba cubierta por un par de botones, negando a ver si es que habían ojos afilados, diminutos y carmesí en ellos, solo botones negros, tan oscuros como peligrosos y destellantes de vez en cuando que le miraban o suponía que le miraban; él podía sentir su mirada encima aun cuando no tenía una pupila… ¿En realidad la tenia? Y aun así, a veces sentía su mirada pesada, tal vez aun más pesada y peligrosa que la de su hermano, mas no hizo nada para detenerle, pues aun cuando no tuviera ojos, sus cejas y su boca eran suficiente para ayudarle a comprender las expresiones que hacía en ese momento, como una de ligera inconformidad que rápidamente trato de ser sustituida por una sonrisa gentil

 

-te pegunte si te parecía quedarte aquí para siempre-  le reprendió con suavidad, en un intento de regaño y pequeña burla oculta en un tono reconfortante, justo lo que su ahora lastimado corazón mas necesitaba, parpadeo confuso, asintiendo a su comentario aun cuando esta casi seguro que había dicho que no había terminado de pensar en aquello, incluso Sans sabía que estaba mintiendo… el ya había pensado en quedarse ahí para siempre

 

Desde que despertó aquel día había pensado decidido que se quedaría para siempre a vivir con el otro Papyrus, de hecho, tal vez la razón de toda la pelea había sido eso... Sans había querido acortar el tiempo, su determinación a decir un “si” había menguado cuando peleo contra Papyrus… no es que le hiciera dudar, es solo, que de pronto, al estar entre los brazos del otro Papyrus algo le había echo dudar si lo que estaba a punto de hacer de verdad era lo correcto

 

No estaba escapando de la realidad o por lo menos eso era lo que él quería creer, no estaba haciéndole daño a nadie, de hecho, lo había pensado tanto, que había llegado a esa conclusión, si él se quedaba al lado del otro Papyrus, el otro Papyrus no estaría solo, además de que le trataba de un modo amable y agradable, le hacía sentir valeroso, único, especial… lo hacía sentir otra vez un ser vivo y no solo una mierda de la sociedad como lo había derribado a ser su hermano… con el otro Papyrus tal vez podría volver a sentir de nuevo esa calidez de hermanos que había perdido con su verdadero hermano, además, su verdadero hermano se desharía por fin de él, quedaría libre, seguramente dejaría de amargarse y por fin podría ser feliz si lo daba por fin por muerto, lo único que podría ser de lamentar es que no podría ayudarlo a aumentar su amor y su experiencia si lo mataba… por lo menos para eso quería serle útil una última vez… era una desgracia que ahora deseara vivir al lado de ese otro Papyrus

 

En cualquier caso, era de esperar que no iba a durar mucho mas al lado de su hermano, ya fuera porque de verdad él se volviera loco y acabara con su vida o se aferrara a la ultima y estúpida idea de que fuera su hermano quien lo matara para así, por lo menos, al morir creer ciegamente que por lo menos había echo algo bueno en su estúpida vida de mierda además de matar… por lo menos le hubiera servido una única vez a su hermano para algo en su futuro… aumentar su poder y eso… era, en cualquier caso, lo único que llego a esperar de verdad en su vida, lástima que ahora tuviera a alguien más por quien vivir

 

Y aun así, ahí estaba Sans, observando los movimientos de aquel otro Papyrus, menguando en la decisión que había tomado tan determinado esta mañana… observando dudativo si lo que estaba haciendo era lo correcto… parecía, a su forma de ver, que la tela delgada que lo ciega esta mas suelta que antes, pues parece darse cuenta que no es muy normal lo que pasa, pero de igual modo, tampoco quiere volver a casa, no quiere volver al lado de su hermano después de aquella batalla pues esta casi seguro que el más alto lo matara apenas se vean…

 

¿Qué más puede hacer entonces? Incluso ahora tiene miedo de todo… ¿Qué debería hacer?

 

-esto es para ti Sans-  escucho por fin la voz de su hermano… falso, de aquel otro Papyrus, aquel que quería robar el lugar de su verdadero hermano… aquel que merecía más tener un hermano que el bastarde del Papyrus original… y aun así ¿Por qué Sans esta titubeando? ¿Qué le entrega ese miedo animal? ¿Qué es ese sentimiento de que algo no cuadra en esta escena?

 

Tal vez sea porque el regalo que entrega tan cuidadosamente el otro Papyrus en realidad es un par de botones gruesos, un hilo y una aguja muy afilada ya ensartada en el hilo… tal vez sea por el terciopelo rojo que adorna con almohadilla el reglo o tal vez sea el pasear tranquilo de los repentinamente fríos dedos del otro Papyrus sobre su espalda en sus hombros

 

-n-no entiendo Paps-  susurra suavemente, cree estar en shock, repentinamente son muchas cosas para él y la mente de su verdadero hermano, cuando es un niño pequeño y llorón llega a el de golpe, como una imagen imposible de borrar de su mente, sabe que su hermano ya es fuerte y que no pasara nada… pero esa imagen no se quita de su mente… tiene miedo pero ¿A qué?

 

-solo quiero que te quedes aquí… así, tu hermano cruel y despreciativo jamás volverá a ponerte un dedo encima… si te quedas aquí, Sans… jamás volverías a sufrir conmigo como te hace sufrir tu hermano… aquí serias feliz… junto a mi-  susurra el otro Papyrus poniéndose delante de Sans, sentándose a un costado y captando su atención…

 

*¿Por qué flaqueas? ¿Qué no era esto lo que más deseabas esta mañana?*  se pregunto a si mismo como reclamo, desviando la mirada a cualquier otra parte que no fuera la de aquel otro Papyrus

-q-quisiera pensarlo otro poco mas… hoy… fue un día duro… no estoy seguro de estar en buenas condiciones para tomar una decisión tan… importante para mí-  susurro nerviosamente, sintiendo un silencio pesado que es callado por una gentil caricia en su cabeza, gira su mirada rápidamente encontrando con el otro Papyrus que le sonríe lo mas gentil posible

 

-está bien, no te forzare… vamos, te llevo a tu habitación-  susurra estirando sus brazos en dirección del esqueleto más bajo, un momento de silencio se forma y sin pensarlo mucho, Sans se lanza a los brazos de aquel otro Papyrus para aferrarse a ellos como un cachorro que necesita ser cuidado y protegió… el silencio se hace tranquilo, Sans oculta su rostro entre el hombro y cuello del otro Papyrus, restregado suavemente su rostro con aquel aroma que, por un segundo le parece diferente al de su hermano, cierra sus ojos un segundo… ese día fue cansado hasta para el

 

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-¡esta mierda no está funcionando!-  grita ya arto Edge, había abierto y cerrado tantas veces la puerta por el resto de día, había buscado como entrar de nuevo, pero no había encontrado nada, había buscado incluso en el libro que Flowey le había dado pero no encontró nada al respecto, hablando de eso, la puta flor había desaparecido después de su primer grito de desesperación

 

Después de que Sans desapareciera de la casa como por obra de magia Papyrus había buscado como acceder a aquel otro mundo del que Flowey y el libro hablaban, pero no había dado con nada, busco, intento activar la puerta con magia… intento de todo, pero aun cuando llego la noche, no pudo encontrar nada al respecto… por una vez en toda su vida… tiene miedo de la noche que llega a él para cubrirlo en una oscuridad que le llena de desesperación… Sans siempre había estado ahí para el… hoy, se siente solo y vulnerable sin su hermano

 

Pero era Sans quien más lo necesitaba a él, de eso estaba seguro

 

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-oye, amigo… pareces perdido-  escuchó una voz que parecía tener un eco suave, parpadeo confuso, estirándose en aquella cama que poseía, miro a todos lados, encontrando nada mas un suave murmullo, talla sus ojos nuevamente y camina por la habitación

-no te recomiendo que te quedes aquí mucho tiempo… esa bruja es peligrosa para todos-  susurra aquella voz, Sans supone, ya conociendo como es ese mundo ligeramente diferente al suyo original, realmente no le toma importancia a que este hablando con la nada o más bien, que la nada le esté hablando a él… si ya hablo con una flor parlante, hablar con el vacio no es la gran cosa

 

-¿De qué mierda estás hablando? Y déjate ver, no seas cobarde-  amenazó lo mas fuerte pudiera, ganando solo una tranquila risilla sin ganas de parte de aquella voz

 

-si lo hago, te asustaras de mi y es lo último que necesitamos… anda, tienes que irte de aquí antes de que sea demasiado tarde para ti también-  la voz parece tranquila, perezosa pero también asustada, por lo menos esta vez no parece apurada, aunque para oídos de Sans es lo más molesto que puede pensar…

 

-vete a la mierda, no pienso volver-  gruñe molesto, ganando un suspiro de cansancio de parte de aquella voz

 

-en serio no cambiaras de parecer a menos de que te diga que pasa ¿Cierto amigo violento?-  pregunta derrotada y molesta aquella voz, Sans gruñe y antes de que se pueda decir algo mas, delante del mismo va apareciendo lentamente como a un fantasma. Por una vez en mucho tiempo, tiene que hacerse hacia atrás, cayendo de trasero por lo que hay en el suelo, se encuentra sorprendido al ver un esqueleto parecido a él, pero con botones por ojos y sin la parte desde la cadera hasta sus pies, pues estos tomaban la forma fantasmagórica de la cola de uno

 

*un fantasma*  piensa únicamente el esqueleto que aun esta convida, observando a quien posee botones por ojos y que llora un espeso liquido, aun cundo su espectro es de un color azul y mantenga una sonrisa tranquila que lo único que logra es mostrarlo de un modo más retorcido y tenebroso, Sans se pone en pie, no estaba dispuesto a acobardarse por una imagen así… aunque debería admitir que es más perturbador que Napstablook cuando lo conoció aquella primera vez

 

-lárgate, no pienso volver-  menciona aunque una parte de él muy interna comprende un par de palabras de aquel ser antes de haberse aparecido delante de el… “irte de aquí antes de que sea demasiado tarde para ti también”… no tiene sentido nada o tal vez es él quien no quiere darle sentido a lo que ya se ve que es esto no iba con el…

 

-tienes que volver a tu verdadero hogar… o podría pasarte lo mismo que a mí-  susurra colocando su mano izquierda sobre uno de los botones de ojos, Sans da un par de pasos hacia atrás asustado, niega en repetidas veces…

 

-no… ¡No! ¡A la mierda! ¡El otro Papyrus jamás haría algo así!-  grita, pegando carrera en dirección opuesta al espectro, no lo piensa, alcanza a ver en su escape que la luz del día ha acabado, por un segundo se pregunta qué hora ha de ser pues no cree que sea tan tarde… mas bien, no tiene ni idea de que hora ha de ser… aun así, se mantiene, corre en dirección de la puerta, mas encuentra la gran sala cerrada con llave, le parece extraño

 

Es solo en ese instante que se detiene de sus acciones ¿No se suponía que estaba buscando al otro Papyrus? ¿Por qué había corrido entones a la puerta que lo conduce al lado de su hermano verdadero? Se supone, había despertad con la seguridad de hacer su trato… ¿Por qué de pronto parece que no es tan buena idea? Niega, tomando una buena bocanada de aire, trata de controlar sus miedos, de entenderse a sí mismo, así que gira su espalda y la pega contra la puerta, dejándose caer lentamente con ayuda de esta y sentarse en el suelo tomando su rostro con pesar… tenía que pensar bien las cosas antes de que fuera demasiado tarde

 

-Sans… ¿Qué haces aquí tu solo hermano? Pensé que aun seguías dormido-  escuchó la voz del otro Papyrus y al alzar la vista pudo ver cómo, con gesto preocupado se acercaba a él aun cuando los botones por ojos no permitieran realmente distinguir su verdadera mirada… ¿Esa criatura tendría alma acaso? Aun más importante ¿Le tenía miedo o cariño a esa falsa figura de su hermano?

 

-está bien Paps… acepto que me cosan los botones-  susurra no muy crédulo de sus ideas… después de todo, no hay nada más que pensar, el ya lo había decidido desde hace tiempo. Aun si hiciera el ademan de intentar volver al lado de su hermano y lo lograba, eso no garantizaba que las cosas cambiarían; de hecho, lo más seguro en ese momento para Sans, es que si vuelve al lado de su Papyrus original, este lo golpearía tan fuerte que tal vez lo terminaría matando por accidente y si no era así, segarían con la misma vida, el maltratándolo al grado de varias veces dejarlo al borde de la muerte y el sin poder hacer nada más que llorar en soledad…

 

-ho, cuanta alegría me da Sans… ya no estaré solo nunca más-  grita el otro Papyrus cargando con Sans y estrechándolo contra sus brazos, comenzando ya a caminar… Sans asiente, mas ido a sus pensamientos que nada, cree que con esto ya nadie sufrirá nunca más… él quiere creer que con esto, todo se resolverá… si, está escapando nuevamente de la realidad, pero cree que es lo mejor para todos… incluso para su hermano Papyrus…

 

¿Cómo podría preocuparse por alguien a quien siempre dijo odiar?

 

*esto es lo mejor*  se dijo a si mismo cerrando sus ojos resignado y colocando como de costumbre su rostro entre el hombro y cuello de quien le cargaba felizmente hablando sobre lo que iban a hacer ahora que futuramente Sans se dejara coser los botones en los ojos

 

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Dolor… era consciente únicamente de eso… todo dolía como los mil diablos, como aquella primera vez que su hermano le golpeo… era extraño, no había entendido bien como funcionaban las cosas, el otro Papyrus lo había aferrado con fuerza, aun cuando le sonreía de un modo gentil, tenia listo el hilo y la aguja, los botones delante y a su costado izquierdo, el estaba sentado encima de una mesita donde parecía que fungía para hacer costura pues estaba ataviado con cajones que tenían muchas cosas referentes al tema…

 

-solo sentirás un poco de dolor al principio pero después te acostumbraras-  susurro el otro Papyrus antes de comenzar…

 

Por desgracia, a aquel otro Papyrus no se le había ocurrido poner anestesia a antes de comenzar… Sans pudo observar con pavor como la gran mano de aquel otro Papyrus se adelgazaba mas allá de lo que era normal para un esqueleto, volviendo sus huesos de un color plateado y delgado como finas ajugas largas, sus huesos sonaron mas como metales delgados y pequeños chocando y antes de que pudiera detener lo que en un momento le lleno de temor, se sintió amarrado de pies y manos por algo que no podía ver, pues el terror de apartar la mirada de aquellos botones fue mas

 

Solo recuerda que alcanzó a ver aquella mano delgada estirada hacia él, allegándose para tocar con cuidado sus cuencas y enterrar sus dedos afilados al grado de crear sangre.

 

Gritos, fue todo lo que se escuchó después de eso, los gritos de Sans entre el dolor y suplicas llamando a su otro hermano, buscando sin lograr el poder liberarse… el otro Papyrus no era estúpido, arranco primero la base de su magia, aquel ojo izquierdo que rebosaba de magia y flameaba en señal de activación, fue lo primero que arranco dejándolo expuesto y débil… con su otro ojo, Sans pudo apreciar como las manos de aquel otro Papyrus se movían tranquilas pero veloces, aun él podía sentir la sangre escurriendo de su cuenca vacía y como de algún modo extraño, era cosido a través del mismo el nuevo botón que serian sus ojos

 

Después de eso se desmayo por el dolor

 

… … …

 

Aun con el agonizante dolor que sentía, de algún modo logro recobrar el conocimiento y mantenerlo, lo sabía, el dolor lo hacía desmayarse cada cierto tiempo, no importando cuanto luchara… pero aguanto, aguanto el dolor y gimió por lo bajo, notando que estaba recostado, que podía moverse pero que en especial, había algo a su costado, movió su cabeza, sintiendo la comezón de algo espeso resbalar con mucha lentitud por sus mejillas, suponiendo la zona, se imaginaba que se trataba de sangre, de su sangre…

 

Ya apestaba algo a sangre, suponía que era el… pero lo que llamo su atención era la calidez de lo que había a su costado, acerco primero sus manos dudativas, encontrando la tela tibia de algo y luego lo que compendio como costillas, se acerco de un modo lento y temeroso, realmente estaba asustado y con un fuerte dolor en sus ojos después de lo que había sufrido… pero se alivio al encontrar el aroma de su hermano…

 

-Papyrus-  gimió aferrándose a las ropas de aquel esqueleto, notando una mano acariciar su nuca, no podía reconocer entre tanto dolor si era la de su verdadero hermano

 

-¿Cómo te sientes Sans? ¿Te duele?-  escucho la voz tranquila, el asintió pasando apenas la punta de sus dedos de un modo tan suave y ligero, lo más suave para no hacer presión en los botones que estaban bañados en sangre y que aun dolían como los mil diablos

 

-¿Dónde estoy? ¿Qué es lo que ha pasado?-  pregunta asustado… ¿Quién es quién está a su lado? ¿Su verdadero hermano, su “otro” hermano? Tiene miedo… no puede reconocer de quien se trata y eso le asusta

 

-te desmayaste… espera, voy por unos paños limpios y agua tibia para limpiar la sangre que aun escurre-  escucha y siente movimiento, ahora puede comprender que se encuentra en una cama, escucha las pisadas al marchar y como una puerta es cerrada, se queda quieto, aun cuando había llamado a ese Papyrus… ¿Realmente era esto lo que había deseado?

 

-llegue demasiado tarde-  escucha una voz lamentarse, asustados se encrespa, sentándose con mucho trabajo en la cama, mira a todos lados, teniendo que hacerlo de un modo lento pues el dolor lo ensordece y lo obliga a ahogar gemidos de dolor

-amigo… vamos, aun estas a tiempo, tenemos que llevarte al lado de tu verdadero hermano… corre-  escucha el terror en su voz, Sans extiende su mano, puede sentir un frio que parece jalarlo en alguna dirección

 

-¿A dónde me llevas? ¿Por qué quieres que vuelva con mi hermano?-  pregunta asustado… tal vez de verdad quiere creerle… pero en este preciso instante es solo un niño pequeño asustado que no sabe que está haciendo y que, con tal de callar ese miedo es capaz de hacer cualquier cosa… como seguir a quien le esta guiando cada cuando para decirle que hay al frente suyo

 

-porque esa bruja es peligrosa… solo corre, tengo que salvarte… por favor, corre-  suplica el fantasma guiándolo por la casa, tan rápido como el dolor permite a Sans junto a su ceguera recién, lo lleva y trastabilla varias veces, pero eso no niega… el instinto de supervivencia se activa en Sans al escuchar la voz del fantasma cada vez más nervioso, estresado y asustado… sabe por instinto que tiene que escapar

 

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-corre, ya casi hemos llegado-  escuche la voz de aquel fantasma jalándome en alguna dirección, me preguntó que hace, quisiera poder aferrarme a él para saber por dónde es que me lleva, aun cuando solo puedo sentir como suavemente me jala en diferentes direcciones, noto que se detiene, baja su mano y me jala; yo me arrodillo, el mueve la mano que sujeta de mi, haciéndome tocar la puerta, con su ayuda la abro pero al tratar de pasar hay algo que me detiene

 

-duele- susurro, no lo había pensado y había puesto mi cabeza en intenciones de pasar, así que me golpee directamente en los ojos donde aun yacen los botones sangrando, escuche su maldición, tantee el lugar pero no pude encontrarlo, decidí entonces buscar la puerta, la encontré abierta y al pasear mis dedos por la zona encontré solo un montón de ladrillos obstruyendo el camino… el camino estaba bloqueado… no había nada mas

-¿Qué… que es esto?-  pregunte asustado, golpeando los ladrillos con fuerza, lastimándome de paso, intento activar mi magia pero ahora, sin mis ojos esta es inexistente… no puedo escapar de aquí

 

-a-ahí viene… ahí viene la bruja-  susurro asustada la voz que me había llevado, sintiendo como si un par de manos se aferraran a mis hombros y se ocultara en mi costado…

 

-¡¿Por qué esta mierda no se abre?!-  grite asustado, golpeando con todas mis fuerzas, incluso usando mis pies sin éxito alguno

 

-porque una vez que los botones son puestos en tus ojos no hay manera de que puedas volver a tu verdadero hogar… ahora que tus ojos son botones, no puedes salir de este mundo… te quedaras aquí para siempre… Sans-  el terror parece invadirnos a ambos, mi cuerpo tiembla sabiéndome apresado, puedo sentir el temblor también de quien me aferra. Junto a un fuerte jaloneo de parte de quien me había estado guiando, escucho gritos desesperados… han tomado a mi acompañante, pero a como me encuentro, no hay algo que yo pueda hacer al respecto*

 

Asustado y confundido por lo que pasa a mi alrededor, siento como soy tomado de uno de mis brazos, jalado en dirección alguna, obligado a trastabillar en mi camino sin poder escapar realmente y sin llegar a caer al suelo, siento como, quien supongo que es el otro Papyrus me aferra, se detiene bruscamente, siento que se inclina y posteriormente sale… sorpresivamente, entre el lapso de detenerse he inclinarse, la otra voz también desaparece junto a sus gritos… antes de poder entender que pasa, la mano que tan agresivamente me toma, jala mi cuerpo, elevándome por los cielos hasta sentir como soy tomado con más cuidado y llevado en brazos hasta otro lugar apartado

 

-¿Q-Que haces? … ¿A-Adonde me llevas?-  titubee en preguntar hasta que sentí un par de “besos” chocar contra mi mejilla he ir caminando hasta llegar a mis dientes donde un clanck mas sonoro que los anteriores hace un eco desagradable y que desata las tensiones… un escalofrío me carcome y siento como mi cuerpo se debilita de un momento a otro, antes de poder saber que está pasando, soy devuelto a una cama bastante cómoda, y quien me sujetaba, se acomoda de algún modo que no puedo comprender

-¿Qué está pasando Paps?-  pregunto asustado… esto no me gusta, siento cercanías extrañas y coloco mis manos al frente, encontrando con los huesos de alguien, comienzo a tantear cuidadoso… es el rostro del otro Papyrus… puedo sentir los botones donde deberían de estar los ojos

 

-me aseguraré de que te quedes aquí… para siempre… 

Notas finales:

*joder, por un instante pensé en shipearlos XP se veían shipeables en ese momento Red y Classic… lástima que no se pudo TT_TT

 

Bien, volviendo “una vez mas” con el asunto que nunca se dijo nada sobre las almas, pues por mis (de esos) que los fantasmas trataron mas de ayudar que en la película, pero fue en vano… un punto interesante que nadie me ha sabido responder (ni el creador del AU) es que pasa con Blueberry si solo le es cosido un botón, en el caso de Red y Sans ya hemos visto que no pueden escapar, Sans porque es un fantasma, un alma atrapada; con Red, se sabe que aun cuando siga vivo, si posee los botones le será imposible el poder escapar… así que ahí queda el punto más intrigante en cuanto a mí respecta… ¿Qué pasaría con Blueberry si solo se le fuera cosido un botón? Porque hay de imágenes sobre eso, montón, pero nada dicen en la historia (oficial de Buttontale) así que ni modo… me quedo yo con la duda ¬¬ el siguiente es el ultimo capitulo del arco de Red… espérenlo con pañuelos por que estará como este fic… triste y cruel TT.TT

 

¿Les ha gustado?

Que tengan lindo día

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