Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Buttontale. La historia de las almas por Lubay Nue

[Reviews - 0]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Desde el primer cap había dicho que sería un fic trágico y triste… se los advertí ¬¬digo esto porque es depre este cap con un toque de nervios… ya ustedes verán a que me refiero

 

¡A leer!

-¡Sans, despierta, es hora de tus análisis!-  con aquel llamado de su padre, Sans abre los ojos, encontrándose solo en la habitación y de vuelta a lo que él reconoce como su realidad… si bien, su habitación no es realmente diferente, encuentra ciertos puntos admirables, como que el techo de “su otra habitación” posee un decoro que simula la galaxia y sus estrellas, unos cuantos juguetes que eran de su hermano y también algunas cosillas que el aun tiene guardadas de la mudanza… fuera de eso, su habitación es prácticamente igual

 

Suelta un suspiro cansado mientras observa la habitación, encontrándose por fin con la muñeca de Papyrus, la toma y esta vez la estrecha contra su pecho, sintiéndose contento de haber pasado semejante sueño la vez pasada. Incluso el sabe que no son sueños si esa muñeca está ahí. Al escuchar el llamado de su padre por segunda vez le hace soltar un respiro tranquilo, baja con cuidado de su habitación; su mente se desvía a los grandes beneficios de tener la habilidad de regenerar su cuerpo con velocidad, algo que por lo menos da gracias a los experimentos de su padre; sus heridas sanan más rápido que las de cualquiera

 

De todos modos, baja tranquilo, sintiéndose como nuevo, llega hasta la sala donde su padre ya lo espera con una mesa repleta de objetos científicos y de medicina… y sorpresivamente su estado animado desaparece al caer en cuenta de lo que es su realidad, suspira cansado y se acerca, sentándose al lado de su padre, este comienza a preparar todo lo que necesita para los medicamentos de su hijo

 

-… hay algo que necesito contarte-  susurra después de un rato de silencios, notando como aunque su padre no lo mira, le ha hecho la seña de que le esta prestado entera atención, Sans suspira por lo bajo, aun tiene en sus manos la muñeca de Papyrus bien aferrada y espera no perderlo esta vez. Así que, de un modo tal vez tímido trae a la muñeca desde atrás de su espalda hacia el frente, sentándolo sobre sus piernas y esperando por que su padre se digne en algún momento para verlo y no solo a los estudios que no para de hacerle

-encontré una puerta extraña… que conecta a un mundo sin igual-  explica tranquilo, sabiendo que ha captado la atención confusa de su padre, este por su lado lo mira confuso, Sans no habla de cosas “fantasiosas” como lo hacía Papyrus, aunque también puede observar que el más bajo tiene entre sus brazos un muñeco, una copia perfecta de su hermano Papyrus

 

-¿De dónde sacaste eso?-  pregunta Gaster tomando el muñeco aunque siente el ligero forcejeo de su hijo, Sans al final acepta desprenderse de él, para que su padre escudriñe el muñeco a detalle, es sorprendente la habilidad y los detalles que posee el muñeco, que parece una copia casi perfecta de su difunto hijo… si no fuera por aquellos botones, sería una copia perfecta, pero no es lo importante; mientras devuelve el muñeco a Sans, lo mira expectante por una respuesta a su pregunta, Sans lo mira fijamente mientras toma de vuelta el muñeco y menciona

 

-del otro lado de la puerta, hay otro Papyrus y el cambio a “conejito” por esta muñeca con su apariencia-  explica tratando de ser lo más acertado en sus palabras, Gaster no parece querer creerle así que gruñe por lo bajo

-estoy hablándote de la misma puerta de la que tú me dijiste que estaba soñando… la prueba más clara es esto-  menciona colocando delante suyo el muñeco como la prueba más clara de la verdad, Gaster no está de acuerdo… teme que la enfermedad comience a afectar la mente de su hijo, aunque supone que no es posible, tal vez sea a los experimentos que él hace… en cualquier caso…

 

-es un sueño Sans… no puede ser real-  explica Gaster, poniéndose de pie y marchando del lugar, Sans lo mira, su mirada seria ha cambiado a una de sorpresa y desconcierto… su padre… ¿No le creyó?

 

-¡Espera! ¡No estoy mintiéndote!-  grita subiendo al sofá para ver a su padre quien ya casi ha salido de la habitación, Gaster se detiene, no queriendo verlo, hay silencio entre ambos y Sans siente que su oportunidad de que todo acabe con bien, se escapa de sus manso, asustado de su posible repetición de un sueño se apura a responder

-Papyrus tiene ojos de botón y… y también estas tu pero… pero podremos vivir ambos, juntos… en el mismo lugar… y-y ya no tendría más enfermedad, tampoco Papyrus-  explica nervioso, Gaster por fin desvía la mirada hacia atrás, viendo a su hijo, con lagrimas en sus ojos pero negadas a salir todavía, puede ver el temor y el nervio que hay en este mientras le habla, como sujeta con fuerza el muñeco en una de sus manos y el temblor de su cuerpo

 

-Sans…-  le llama, el esqueleto contrario teme escuchar otra negatoria, así que cierra sus ojos asustado y niega del mismo modo efusivo que cuando era todavía más pequeño y temía por lo desconocido

 

-¡Ven con nosotros y veras que no estoy mintiendo! ¡Podremos jugar juntos! ¡Ya no habrán mas enfermedades! ¡Ya no habrá razones para volver a sufrir!-  responde asustado

 

-¡Sans!-  el grito molesto de su padre hace frenar a Sans, por fin, las lagrimas comienzan a caer fluidamente al darse cuenta… no necesita que su padre diga más que eso, su rostro, molesto y desaprobatorio es todo lo que necesita para comprender que el mayor no le ha creído en ninguna de sus palabras… la molestia es clara en el mayor

-muévete, tenemos que continuar con los experimentos y aun no hemos desayunado-  acota molesto, dándole la espalda y marchado lo más rápido puede… no puede pensar más en eso, no quiere pensar en lo que dijo Sans

 

Así que sale de la habitación, pasando a la cocina lo más rápido puede; una vez solo, se toma del lavabo y mira hacia el exterior con ayuda de los ventanales, respirando erráticamente, sus ojos se inundan en lagrimas. Cubre su rostro con una de sus manos y se maldice por todo lo que ha pasado… la situación se le está escapando de las manos y su hijo, su último hijo y única familia está sufriendo las consecuencias de no poder salvarlo correctamente… Gaster está desesperado por ayuda pero… ¿De quién?

 

Sans por su parte, se encuentra arrodillado en el sofá aun, ocultando su rostro en el respaldo, llora suavemente, lastimado por saber que su padre no cree en sus palabras, herido por saber que no puede hacer nada por sí mismo sin ponerse en peligro mortal, maldice internamente su salud tan frágil, aun más frágil que la de su hermano. Se culpa a sí mismo por no ser más fuerte, por no tener algún método creíble para que su padre le crea y no poder hacer nada para sanar su lastimado ser… él sabe que “esto” no es fácil para nadie, no es fácil para su padre Gaster, no es fácil para el… y en su momento, tampoco fue fácil la pérdida de su madre y su hermano respectivamente

 

¿Qué se supone que haga ahora?

 

-------------

 

El día pasa lento, tortuoso para ambos integrantes de una gigantesca y muy fría mansión solitaria… los experimentos pasan, los medicamentos sin probar, los ataques de dolor por parte de Sans, los intentos vanos de Gaster por salvarle la vida a su último hijo… todo pasa con la misma lentitud y desasosiego de parte de ambos seres

 

Ni siquiera se dignan a hablarse mutuamente más allá de las órdenes y respuesta que deben entre los experimentos, no creen poder hablarse correctamente después del incidente de la mañana. Pasada la tarde, comenzando con el crepúsculo apenas denotando por lo lejos, Sans se encuentra cojeando, está sumamente lastimado y cansado de los nuevos experimentos. Su padre ha conseguido más estudios, busca aun con desespero hallar la solución a su terrible y extraña enfermedad…

 

Aun ayudado de su reputación y de conocer a gente por todo el mundo, busca entre científicos y doctores… no hay más pacientes a lo largo de la historia que tengan la misma enfermedad o parecida… Sans y Papyrus son los únicos casos conocidos… no hay mas maneras de ayudar, aun cuando muchos científicos y doctores busquen por la salvación del único “niño” de Gaster

 

-vamos, este es el ultimo-  dice Gaster a Sans, mostrando en el medio de la habita con una cama metálica y varias computadoras conectadas a la misma, incluso materiales médicos por si hay complicaciones. Sans traga asustado, viendo de nuevo el infierno al que se iba a someter, niega. No solo asustado, no solo cansado… ya esta arto de todo, ya no quiere seguir con esto por más tiempo

 

-no-  responde tímidamente dando un paso hacia atrás, aferrando contra su pecho el muñeco de Papyrus. Gaster gira a verlo, con la sorpresa ahora común de saber que su hijo se niega a una orden, mas lo que le ha hecho girar esta vez, ha sido su tono de voz

 

Usualmente, cuando Sans se niega o demuestra inconformidad es de un modo bastante seguro de sí mismo, bastante molesto, osco, hiriente, lastimero hacia sí mismo y hacia su padre, gruñendo y demostrando un ser fiero y molesto del mundo que le rodea. Pero esta vez ha sido diferente. En esta ocasión, Sans se ha negado con sumisión, de un modo suave y apenas perceptible… así que Gaster ha girado a ver a su hijo, encontrando lagrimas cayendo fluidamente por sus mejillas y mojando el suelo; el muñeco aferrado fuertemente contra su pecho y un mirar que se desvía hacia el suelo, sus pequeñas convulsiones hacen a Gaster comprender que es una de esas situaciones en las que el contrario se muestra como de verdad es y no como el adulto que se vio obligado a ser… Sans se está mostrando como un niño pequeño y asustado por lo que está a punto de pasar

 

-Sans-  susurra su padre viéndolo sorprendido; desde la muerte de Papyrus, Sans había abandonado esas formas de ser para volverse rencoroso hacia el…y por esta vez, de verdad, de verdad Gaster quería dejar los experimentos para con su hijo… pero todo era para él, para que de algún modo pudiera sobrevivir en el futuro, así que debía ser fuerte por los dos y negarse. Desvió la mirada al suelo y extendió su mano hacia la camilla

-vamos… sube ya y acabaremos más rápido-  le dice con el dolor de saberlo, Sans lo mira y sus lagrimas caen mas fluidamente, negando asustado, aprieta el muñeco en su pecho y su mirada asustada cambia a una de odio, cerrando sus ojos comienza a gritar

 

-¡Te odio!¡Ya no quiero seguir con esta estupidez!-  ante el grito de Sans, Gaster parece molestarse, el menor da un par de pasos hacia atrás asustado y mira a todos lados buscando una salida antes de que su padre lo obligue a ir hacia la camilla metálica, es en ese momento que Sans comienza a correr en dirección contraria, saliendo de la habitación y corriendo escaleras abajo para poder llegar a su salvación

 

Gaster no ha perdido el tiempo aun cuando sabe que su hijo no puede escapar, corre detrás suyo por toda la casa, tratando de evitar que siga con su magia, coloca huesos delante suyo para que no se mueva como si fuese una jaula, pero el mayor ocupa su poca magia para tele transportarse solo al otro lado de los mismos, Sans esta tan débil que no puede ir más lejos que eso, pero es todo lo que necesita. La carrera continua por toda la casa, Gaster se confunde al ver que Sans no ha intentado escapar por las puertas que dan fura de la casa, sino que en su lugar, corre hasta llegar a la sala principal donde para su sorpresa ve aparecer una puerta

 

No siendo suficiente la sorpresa del momento, Gaster puede observar como Sans corre hacia aquella puerta que estaba seguro, no había antes de esa mañana, viendo como Sans la abría y entraba lo más rápido entre sus gateos. Gaster corre alarmado de lo que ve, llegando a su lado, la puerta que Sans dejo abierta permite verlo aun corriendo por lo que parece un tubo de colores para niños pequeños. El mayor se toma su momento, no mando a construir la casa con algo así y en todo caso, ese particular tuvo no lo había visto

 

-¡Sans!-  grita al ver que ha llegado al otro extremo y que sale por lo que parece otra puerta. No lo ha pensado demasiado, comienza a gatear para llegar a donde su hijo se ha ido… tiene que detenerlo, si sigue usando su magia y forzándose así mismo le dará un ataque y no podrá hacer nada por estar tan lejos de sus medicamentos

 

Al llegar al otro lado del tubo que nunca ha visto, pasa por la puerta y se encuentra nuevamente en la sala. Confundido mira a todos lados, escudriñando cuidadosamente, hay cosas que son diferentes entre su sala a ante de pasar por la puerta, confuso mira a todos lados, no tiene tiempo de ver su casa, tiene que encontrar a su hijo pronto. Comienza caminando, supone que Sans esta cercas por los hipidos que crea; busca con cuidado y por fin, al llegar a otra habitación encuentra a Sans… pero no está solo

 

Su sorpresa es grande cuando escudriña con cuidado a la persona que sujeta tan cuidadosamente a su hijo, sus defensas bajan y su sorpresa parece querer jugarle sucio junto a sus ojos… pero ahí está, su difunto hijo Papyrus, tan alto como lo recuerda y con sus ropas, su “cuerpo de batalla”, el esqueleto mas alto se encuentra abrazando posesivamente a Sans quien a su vez entierra su rostro en su pecho, sollozando suavemente, incluso la muñeca que había aferrado a su ser durante todo el día se encuentra ahora en el suelo, pareciera incluso que la misma le observaba desde el suelo, juzgándolo…

 

-¿Quién eres tú?-  pregunto Gaster sintiendo enfado, una ira recorrerle… alguien estaba jugando con la mente y corazón de su hijo y no iba a permitirlo tan fácilmente, sin embargo, al observar que ese otro Papyrus por fin levantaba la vista de Sans, Gaster siente un escalofrío… Sans no le estaba mintiendo cando dijo que era otro Papyrus pero con ojos de botones

-suelta… a mi hijo-  demanda molesto, activando en sus ojos la magia y dejando aparecer a sus alrededores manos que se mueven de un modo tenso, Papyrus por su parte, ha levantado a Sans del suelo, cargando con él, lo acorruca con cuidado, notando como el mismo Sans da pequeños saltitos cada que escucha la voz de su padre, aferrándose de paso a las ropas de su otro hermano

 

-vamos papá… no hay por qué ser violentos delante de Sans… sabes que no nos gusta la violencia aquí-  le sonríe amablemente, Gaster parece molesto, pero sorprendentemente su magia se esfuma delante de sus propios ojos, siente como si hubiera algún tipo de “tapón” en su magia que le niega a activarla, no solo eso, de uno de los costados de ese Papyrus ve aparecer a una copia idéntica a él, solo que este Gaster (al igual con botones en los ojos) toma a Sans de un modo cuidadoso y lo lleva lejos de la situación que se presenta… Sans ni siquiera es consciente de lo que sucede en esos momentos a su alrededor

-no te preocupes, “Papá” no le hará daño a Sans-  responde después de ver que Gaster continua observando en la dirección en la que se ha marchado el otro Gaster con Sans aun en brazos

 

Es solo en ese momento que Gaster siente un escalofrío trepando por su columna, observa molesto a esa copia de Papyrus y de igual modo, siente como una bruma de magia bastante toxica aparece a su alrededor, aun cuando ese Papyrus este sonriendo, la bruma que le rodea ayuda a comprender que está realmente molesto con lo que pasa. Dando un par de pasos hacia delante, el otro Papyrus toma la muñeca que Sans había tirado y la observa divertido, sonriendo ligeramente y moviendo la muñeca como si no fuera la gran cosa, quitando un poco de pelusa y polvo de la misma

 

-es curioso como alguien que solo busca lo mejor en la ciencia termina encontrándose con algo que parece sacado de la ficción y la magia ¿No es así querido padre?-  le pregunta burlón, chasqueando sus dedos y sorpresivamente tumbando a Gaster de espaldas, una silla aparece y lo lleva con velocidad hasta el comedor varias habitaciones después, ahí, sentado y sin poder moverse, puede apreciar el mayor como aparece aquella copia falsa de Papyrus, caminando tranquilo y sentándose a su costado, sonríe divertido y ambos se miran, Gaster está comenzando a perder la poca paciencia que le queda

 

-¿Por qué rayos has tomado la forma de su hermano? ¿Qué quieres de él?-  pregunta cada vez mas y mas molesto, aquel Papyrus ríe divertido, casi en un tono burlón mientras se inclina sobre sus codos y se apoya en estos sobre la mesa, viendo divertido a Gaster, casi como si este fuese una presa que muy pronto atraparía

 

-eso no te incumbe… “querido padre”… solo alégrate de saber que Sans es feliz nuevamente junto a nosotros-  Gaster se ha molestado, esa no es la respuesta que busca y de todos modos le hace entender que las cosas no pueden ponerse peor, no lo demuestra, pero está asustado, preocupado por su hijo a quien comienza a escuchar reír por lo lejos, Papyrus, quien también escucha aquello sonríe de medio lado, haciendo su cabeza en dirección de donde provienen las risas del más bajo de los presentes

-Sans ha olvidado el problema que le has hecho pasar… ahora esta divirtiéndose con su “otro” padre-  menciona levantándose de su lugar y viendo nuevamente a Gaster

 

-no dejare que le hagas daño a mi hijo-  amenaza con molestia, intentando activar de nuevo su magia para verse amenazador, sin embargo, su barbilla es tomada con demasiada fuerza por parte del otro Papyrus quien lo obliga a verse directo a los “ojos”

 

-pero si eres TÚ quien lo lastima-  se burló con una mirada prepotente y superior que denotaba una amenaza bien oculta

-no me interesa que hagas en este mundo… si te acercas a Sans… te matare-  finaliza, alejándose del lugar y tarareando una melodía que no puede entender. Una vez el otro Papyrus fuera de la habitación Gaster siente que el “tapón” que negaba a su magia desaparece, ahora que se encuentra libre, se pone en pie…

 

*tengo que salvar a Sans*

Notas finales:

¡Las cosas se ponen feas!! DX aunque de por sí ya lo estaban desde antes XP… en fin, Sans trato de que ambos (él y Gaster) vivieran en el mundo del otro Papyrus para que incluso Gaster no sintiera mas tristeza ni pesar… Sans lo único que quiere es que su familia vuelva a ser lo que antes era, antes de la enfermedad… pero Gaster al ser científico (como muchos) no cree en la ficción así que no le cree a Sans… aun cuando sabe que Sans nunca le ha mentido… el otro Papyrus está molesto, han hecho llorar a su Sans y valla que ha amenazado a Gaster… no sé si decir que da miedo o ponerme a gritar como la fangril loca que soy por decir que el otro Papyrus pareció un poco yandere… en fin

 

¿Les ha gustado?

Que tengan un buen día

¡Comenten!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).