25 EL REGRESO PERTE II
El resto del día pasó sin más contratiempos, aunque los dolores de cabeza vinieron al día siguiente cuando llegaron las lechuzas con los diarios. El único tema era la “resurrección de Draco Malfoy”, aunque se aseguraron que los chicos no la vean quienes ya habían regresado al colegio esa misma mañana. Tom no daba crédito al alboroto que habían armado, mostrando una foto de su hijo y su novio tomando un helado en el callejón Diagon como una pareja de adolescentes normales. Esta vez no haría nada, después de todo eran miembros dos de las familias más influyentes y era normal que la prensa amarillista hablara de ellos. Además los chicos no habían hecho nada de malo, solo tomar un helado, hasta donde él sabía. En vez de eso se quedaría en casa consintiendo a su hormonal y berrinchudo esposo. Habían regresado ese mismo día a Londres y el viaje le había sentado mal a James, por lo que estaban en cama viendo películas muggles.
¡Como cambiaban las cosas! Hasta antes de conocer a su esposo todo su mundo era buscar venganza, pero ahora aquello le parecía tonterías, su mundo era su familia, estar así en la cama con James, acariciándoles esos rebeldes cabellos, sintiendo como su bebé crecía en su interior. Si pudiese regresar en el tiempo, buscaría la manera de encontrar a su pelinegro, rehacer su vida lo antes posible, ser el hombre digno que él merecía a su lado.
- ¿En qué tanto piensas? – dijo James sacándolo de su ensoñación
- En ti, en cuanto te amo – susurro besándole el cabello – ¿Alguna vez te has arrepentido de esto?
- Por supuesto que no – dijo James – nadie me haría más feliz que tú
- Ni siquiera… – susurro Tom con miedo en la voz, miedo que solo mostraba frente a su esposo
- Tom Ryddle ¿me puedes recordar, por favor con quien me case? – dijo James sonriendo
- Conmigo – dijo este
- ¿Y a quien deje por casarme contigo? – pregunto James nuevamente
- A …– siseo Tom aferrando más a su esposo
- ¿Y quién es el padre de mis dos hijos? – cuestiono nuevamente sonriendo
- Yo – dijo Tom con orgullo – y de todos los que tengas después
- ¿Entonces qué te preocupa? – dijo James sonriendo besándole el pecho
- Tengo un mal presentimiento – respira hondo – de que algo va cambiar. Y no hablo de Voldemort, si no de nosotros, nuestra familia
- Nada malo va pasar – susurro James – tú jamás lo permitirías. ¿Acaso Sirius te ha dicho algo de los Horrocruxes?
- No. Aun no – le beso la frente –. no pienses en eso, yo me hare cargo de todo
- Prométeme que no me ocultaras nada – suplico James
Tom acaricio su rostro y lo beso dulcemente. Sus manos se deslizaron bajo la túnica del auror tocando los puntos exactos que le arrancaban gemidos. Se juró a si mismo que nada ni nadie le quitaría su mayor conquista, su familia.
Unos suaves golpes en la puerta detuvieron la arremetida de amor en contra de ese cuerpo perfecto lleno de músculos
- ¿Si? – dijo James molesto por la interrupción
- El señor Black busca al amo… – dijo el elfo
- Dile al señor Black que se lance un avada a sí mismo y que ya no moleste – gruño James volviendo a besar a su marido que gustoso lo recibió. Minutos después volvieron a golpear la puerta
- ¿Y ahora qué? – siseo James
- El señor Black dice que viene a ver al hombre más apuesto, sexi y viril después de él, su esposo, sus hijos y el amito Harry – James hizo una mueca frunciendo el ceño, pero termino con una sonrisa que se deformo cuando escucho – ósea al amo Tom
- ¿Qué? – grito James indignado
- Dijo que después del amo Tom recién venia usted – dijo e elfo
- ¿después de…? ¿estoy en… séptimo lugar? – grito James – ¡esto es inaceptable! Yo mato a ese…
- Perdone a ese plebeyo mi señor – dijo Tom sonriendo – es obvio que sufre de miopía al no ver que nuestro bebe que viene en camino también es apuesto y esta después de Harry, sin contar que el primer lugar es mío, obviamente – concluyo al salir corriendo de la habitación mientras su esposo lo llamaba con gritos de indignación –¡Noveno – grito Tom desde el pasillo – lugar
Sirius miraba la gran fotografía familiar que predominaba sobre la chimenea de la sala, pero volcó a mirar hacia las escaleras al escuchar el grito de su mejor amigo y un golpe seguido de un pequeño grito. Medio segundo después el esposo de su mejor amigo entrase ligeramente alterado
- ¿James está bien? – dijo Sirius preocupado
- Ehh… si – dijo Tom lanzando un hechizo de insonorización hacia su habitación – no le gusto su noveno lugar.
- ¿Noveno? – dijo Sirius sorprendido
- Olvídalo – dijo Tom sonriendo maliciosamente – ¿Qué novedades me tienes?
- Ya está todo listo – dijo Sirius –, hoy es luna nueva, así que es el día ideal
Tom paso saliva intentando aclarar su garganta y asintió. Se convertiría en el hombre que su familia merecía, costase lo que costase
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James había sido llamado a la estación de aurores debido a que se sumaría un nuevo integrante a su grupo de trabajo. No le entusiasmaba en lo más mínimo, y realmente esperaba que fuera una broma de santos inocentes. No estaban en un caso fácil, por lo que prefería trabajar con gente conocida por ahora, luego le daría una oportunidad al nuevo Aprovecharía el viaje para hacer los trámites para pedir trabajo de escritorio, bajo ningún concepto pensaba arriesgar a su bebé. Ya se lo imaginaba con las facciones de Tom pero su personalidad totalmente Gryffindor. Ja, si Harry a veces era un dolor de cabeza, requisito para ser merodeador, ese bebe seria el triple. Aunque si fuese un Slytherin no lo querría menos, era un pedacito suyo y de Tom, eso era todo lo que importaba para amarlo. Sus divagaciones fueron interrumpidas por la voz del comandante que pedía su atención.
James perdió literalmente todo color al ver de quien se trataba el nuevo integrante. ¡Santo Merlín! ¿Qué había pasado con su suerte? ¡No podía ser…! Miro hacia su compañero que estaba igual de estupefacto que él. Los años habían realzado sin lugar a duda su belleza y por lo visto, también su valentía
- Hola James – dijo sonriendo de manera sugestiva
Sería un día largo, muy largo para él y cuando se enterase Tom… iba a ser él quien durmiese en la sala. Empezaba a plantearse seriamente la idea de abandonar el cuerpo de aurores. ¿No había dicho Tom que necesitaba una nueva secretaria? Si lo convencía ahorrarían un sueldo. Estaba decidido, entraría a trabajar al emporio Potter, después de todo su primer trabajo había sido allí como mensajero, un castigo de su padre después de una broma a Severus. Solo regresaría a sus orígenes
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