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IMPERDONABLE por Liss83

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Notas del capitulo:

Estoy finalizando semestre y me estan sobrexplotando. Pero aqui esta. Espero les guste. Por fa comenten

  El gran comedor era un hervidero de chismes cuando Harry entro a la mañana siguiente para desayunar con sus amigos. Todos hablaban al mismo tiempo sobre un secreto pero él los ignoro totalmente, mientras se sentaba junto a Hermione. Su primera clase seria Pociones y bajo ningún motivo iba a llegar tarde, sino quería dejar viudo a Draco antes de tiempo. ¿De dónde había salido ese pensamiento? Si Severus Snape se llegaba a   enterar que se le había cruzado la idea de convertir a su único hijo en su esposo… No. Prefería un Avada antes que eso.  Desayuno a toda velocidad y bajo hasta las mazmorras del castillo a toda prisa. Iba tan concentrado en las torturas que Severus le podría hacer que no pudo evitar chocarse contra alguien a quien abrazo por la cintura para evitar que cayese       - ¡Harry! – dijo Giny Weasley sonriendo mientras se abrazaba a él con la excusa de que había perdido el equilibrio – parece que el destino quiere decirnos  algo - ¿En verdad crees esa estupidez Weasley? – dijo en un tono muy peligroso Draco detrás de ellos. - Lárgate de aquí Malfoy – exigió en el mismo tono la pelirroja acercándose más al moreno que se había quedado totalmente sorprendido - ¿Qué no tienes dignidad, maldito mortífago? - Ya escuchaste Draco – dijo Harry cuando este iba hablar – lárgate – la sonrisa de Giny se ensancho a mas no poder viendo las lágrimas del nombrado a punto de caer – pero llévame contigo, mi amor – dijo limpiándole la lagrima que se le cayó –. Giny, lo siento, no te había visto. ¿Cómo estás? Ya sé. Vienes a felicitarnos a mi Dragón y a mí por nuestro noviazgo. – sonrió abrazando posesivamente al rubio – muchas gracias. Y no te preocupes que si soy muy feliz. Ahora si nos permites, tenemos… - ¿Estas bromeando verdad? – dijo la muchacha atónita – ¡Tú no puedes salir con…! - ¿Y por qué no? – siseo ya molesto  - ¡Es hijo de mortífagos! – grito la pelirroja - Yo nunca les he visto la marca tenebrosa a ninguno – dijo mirándola fijamente - ¡Por Merlín! – sonrió irónicamente – eso todo mundo lo sabe. Y hablando de saber, ¿tus padres saben de esta estupidez…? – iba seguir hablando pero sintió como su cabeza golpeo la pared mientras era estrangulada - Escúchame muy bien Weasley – prácticamente susurro en su cara - Harry, suéltala – suplicaba Draco mientras Giny intentaba liberarse –, la vas a lastimar. Harry por favor - Porque no lo voy a  repetir – continuo como si nadie más hubiese hablado –, no me interesa si Draco es el mismísimo Voldemort – susurro – nadie lo va alejar de mí. Es mío y yo soy suyo, punto ¿te quedo claro? – la soltó y ella cayó al suelo tosiendo y con la respiración entrecortada – en cuanto a mis padres, claro que lo saben y están encantados con mi elección - Harry, la clase – dijo Draco nervioso - Vamos – dijo Harry tomándole la mano mientras salían corriendo – el profesor Snape me va matar       Dejaron a la muchacha tirada en el suelo.  Al llegar al salón de pociones, entraron a hurtadilla tomados de la mano. Miraron en todas direcciones y no vieron rastro del maestro, sin embargo cuando se iban a sentar junto sus sillas se separaron inexplicablemente, dejándolos en extremos opuestos del salón. Ambos miraron hacia todos lados y de una esquina de la habitación salió el profesor Snape, mostrándoles una mirada que a Harry le hizo recordar a su papá, lo que definitivamente le helo la sangre       - Como ya dije – explico el maestro en un susurro mientras miraba  fijamente a  Harry – suspenderemos el examen de hoy para hacer una de las pociones más peligrosas que existe en nuestro mundo – Amortentia. ¿Alguien sabe de qué se trata? – Draco iba levantar la mano pero su instinto de supervivencia le gano a su valor Gryffindor en esa ocasión –. Señor Longbbottom – dijo cuando este levanto la mano - Es la poción que crea un enamoramiento falso a la persona que lo bebe hacia aquella que se la dio – dijo Neville desde su asiento - Cincuenta puntos para Gryffindor. Muy bien señor Longbbottom – dijo Severus       La clase trascurrió sin mayores incidentes hasta el final, aunque por supuesto que Severus no les despego la vista de encima a ninguno de los jóvenes. Draco y Harry salieron del salón conversando entre risas, pero antes de llegar  a las escaleras, Harry recordó que había olvidado su libro, por lo que le dijo a su novio que siguiera y lo alcanzaría luego       - Señor – le dijo entrando nuevamente - Creí que no iba venir a nuestro compromiso señor Riddel – dijo este sonriendo de manera  - ¿Olvida acaso de que casa es mi herencia materna, por así decirlo? – dijo Harry sentándose frente a este - Basta de estupideces, Harry – dijo el maestro – quiero que termines tu relación con mi hijo - Disculpe – dijo Harry atónito  - Estoy dispuesto a darte lo que quieras con tal de que te alejes de mi hijo – dijo con voz tranquila  - ¿Lo que quiera? – dijo Harry alzando una ceja, y ahí estaba, la combinación del mago que aterro al mundo mágico y el estudiante que aterro Hogwarts, en resumidas cuentas su peor pesadilla, respiro hondo y asintió – quiero la verdad sobre Voldemort - Esta muerto – dijo con aburrimiento el profesor - Mañana tenemos salida a Hogsmeade, ¡cómo nos vamos a divertir Draco y yo! – dijo sonriendo - Ni te atrevas a acercarte a mi hijo – siseo el mayor - ¿Ha escuchado sobre la casa de los gritos? Creo que es ideal para un poco de romanticismo entre dos adolescentes enamorados – continuo el joven sin dejar de sonreír - ¡Está muerto! ¿Por qué no lo aceptas como el resto del mundo y ya? – dijo Severus irritado - Porque  a diferencia del resto del mundo, quiero la verdad – dijo el joven alzando también la voz - ¿Y que hará con ella? – dijo Severus entrecerrando los ojos – Mejor aún ¿Qué haría si descubriera que muchos de sus seres amados están relacionados con los mortífagos? - ¿Entre ellos usted? – dijo Harry desafiante - No, Harry – dijo con pesadumbre en la voz cerrando los ojos – no te confundas. Si te digo con tanta convicción que está muerto no es porque yo sea un mortífago, sino porque yo vi morir a mucha gente durante la guerra y no quiero revivir ese terror, ni mucho menos, que mi hijo lo sienta en carne propia. Por eso, si no piensas renunciar a esta busqueda estéril, te voy a suplicar, no, te voy a exigir que te alejes de él - Yo amo a Draco – susurro algo intimidado – jamás lo lastimaría - No parece – replico Severus –, y honestamente, yo no quiero a una cría de basilisco al lado de mi hijo. Así que… es hora de que yo tome cartas en el asunto - ¿A qué se refiere? – dijo un tanto intimidado el pelinegro menor - Ya lo sabrá. Suerte en su búsqueda señor Riddel – y el profesor salió sin mas       Algo en el fondo le gritaba a Harry que acababa de cometer el peor de sus errores y que lo pagaría muy caro       *                             *                             *       Aunque no lo quisiese aceptar, la conversación con Severus no salía de la cabeza de Harry varias semanas después de esta, pero se consolaba a si mismo diciéndose que si todavía su prospecto de suegro no había hecho nada, ya no lo haría, aunque una vocecita dentro suyo le decía que el peligro no había pasado todavía, por lo tanto no debía bajar la guardia todavía. Y sucedió justo cuando habían dado por sentado que y nada iba pasar.   Todo el grupo de los merodeadores se dirigía a cenar al Gran Comedor, cuando la profesora McGonagall los intercepto       - Señor Malfoy – dijo – sus padres lo esperan en el despacho del director - ¿Mis…padres dijo? – pregunto sorprendido - Si. Sus padres – dijo la subdirectora –, los señores Malfoy - ¿Los dos? – preguntó nuevamente con incredulidad - Sí, señor Malfoy – dijo con paciencia – y le recomiendo no hacerlos esperar       Draco miro a su novio y se fue a ver a sus padres. Los instintos de los Merodeadores le dijeron que siguieran a su compañero. El camino se le hacía eterno al rubio mientras seguía a su jefe de casa. Al llegar a la base de la gárgola que custodiaba la entrada, la maestra dijo “Chispas de Chocolate” y la estatua les dio paso. Draco entro temblando de pies a cabeza, pero él era un Gryffindor y como tal se comportería. Respiro hondo y golpeo la puerta. Segundos después escuchaba la autorización para pasar       - Adelante, señor Malfoy – dijo sonriendo el director – sus padres necesitan conversar con usted - Director. Padres – hace una pequeña venía con la cabeza - Draco, ve hacer tu maleta – dijo Lucius sorprendiendo al muchacho rubio – Hoy mismo te iras a Bulgaria, tu papi y yo hemos decidido que estudiaras en Durmstrang - El director ya firmo tu traslado – dijo Severus autoritario – así que date prisa - ¡Ustedes no me pueden hacer esto! – grito el joven - No lo vamos a discutir, hijo – dijo Severus – así que apresúrate. Te acompañaremos y luego debo volver a preparar las pruebas de mañana - ¡Usted no se llevara a Draco a ninguna parte! – dijo entrando sorpresivamente al despacho con varita en alto - ¿Señor Riddle  como entro aquí? – dijo el director realmente sorprendido - Ven, Dragón – dijo tendió su mano hacia él rubio que se la tomo sin dudar ni un solo instante en tomarla - ¡Draco regresa inmediatamente! – ordeno Lucius - No padre – replico el joven parándose detrás de Harry –. No quiero ir a Durmstrang. Aquí están mis amigos. Esta Harry - Te dije que… - intento Lucius atraparlo pero una enorme serpiente negra completamente con ojos verde esmeralda en lugar del hijo de su antiguo amo - ¿Harry? – dijo Draco sorprendido mientras este lo envolvía con sus anillos - ¿Pero qué…? – dijo Lucius levantando su varita contra la serpiente - Baja esa varita, Lucius – ordeno Albus – ¡No hagas ninguna tontería! - ¡Lucius, vas a lastimar a nuestro hijo! – suplico Severus nervioso – bájala por favor – el hombre lo hizo - Vámonos Harry – dijo abrazándose al lomo de la serpiente – vámonos amor, vámonos       Harry rapto fuera del despacho rumbo al bosque prohibido sin que nadie los pudiera detener                    

 

Notas finales:

Gracias por continuar con esta locura. Nos  vemos en quince dias. Besos


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