Capitulo I
-¿Qué pasó?-
Desde que Steve desapareció de la vida de Tony todo cambió para el castaño. Apenas era visto en lugares públicos y nada se sabía de su vida privada, algunos meses después se coló la noticia en los periódicos, Tony fue captado con un bebé en brazos, uno muy pequeño, lo único que se apreciaba era su cabellera castaña.
En Wakanda la noticia no llegó hasta un par de meses después, Steve se paralizó al ver la imagen. Era obvio que el bebé era hijo de Tony, un cálculo mental rápido y se dio cuenta de algo, ese niño podría también ser hijo suyo... Un vuelco a su corazón y un discurso atropellado a T'challa y pronto se hallaba en un avión hacia Nueva York dispuesto a conocer la verdad.
Se hallaba más que emocionado por la idea, tanto que se le olvidó un pequeño detalle. Tony lo odiaba. No sabía como reaccionaría al verlo, no sabía que pasó en todo ese tiempo, desconocía que los recuerdos de Tony fueron alterados.
Llegó a la Torre Stark y no tuvo problema alguno para ingresar a su antigua casa, el lugar se veía diferente, todo lucía más suave, ya no era ese estilo industrial que gustaba tanto a Tony, ahora era cálido y familiar, una cobija con estampado de animales llamó su atención, claramente pertenecía a un bebé.
—¿Qué hace aquí?— la voz molesta de Visión resaltó en el silencio del lugar.
—¿Visión?— volteó hacia la voz y halló a un tipo rubio y alto de atractivo considerable.
—Capitán tiene que irse, no tiene derecho a estar aquí— dijo caminando a él. Un bebé castaño interrumpió la tensión que se comenzaba a formar entrando al lugar gateando a toda velocidad, tras él Tony llegó persiguiéndolo.
—¡Tony!— la voz emocionada de Steve se escuchó y el castaño se detuvo sorprendido.
—¿Sí? ¿Te conozco?— dijo el genio tomando al bebé en sus brazos, se parecía tanto a Tony, sin embargo resaltaban dos hermosos ojos azules iguales a los de Steve.
—Soy yo, Steve— el rubio vio desconcertado a su amado y al que decidió era su hijo.
—Lo siento, no creo que nos conozcamos— se encogió de hombros el castaño dejando al bebé estirar los brazos hasta Visión. —¿Quieres ir con papá? Está bien, ve con él... —Visión se acercó a ellos tomando al bebé en sus brazos.
Steve no entendía nada, Visión no podía ser padre de ese bebé, no, claramente no lo era.
—Cariño yo lo arreglo— dijo el sintezoide dando un beso dulce en los labios ajenos y Tony asintió, justo en ese momento Friday anunció un problema en su laboratorio y Tony se dirigió a hacerse cargo.
—Maldito ¿qué le hiciste a Tony?— rugió el rubio.
—Lo curé— sonrió burlón —Peter y Tony son míos ahora. Te fuiste de su lado sin importar que tendrían un hijo... Él no te recuerda y no lo hará, nunca te conoció, ya no. Es mío, son míos, lo conozco mejor que nadie... Largo de aquí.
Steve estuvo a punto de echarse sobre Visión para callarlo, sin embargo la mirada asustada del bebé lo detuvo.
—No me daré por vencido, no voy a perder a Tony y mi hijo solo porque a ti se te antoja, ya sabrás de mi— dijo saliendo del lugar molesto.
Visión acunó a Peter con suavidad en sus brazos llevándolo al lado de Tony. En una prisión Asgardiana Loki reía divertido, tanto que tuvo que recordarse respirar. —Humanos, qué fáciles son de controlar— decía entre risas. Inició con ese juego por aburrimiento y ahora simplemente estaba complacido con el poder que ejercía sobre ellos.
13 meses atrás.
Los mareos comenzaban a ser constantes, Tony tenía una ligera sospecha pero anhelaba con toda la fuerza de su alma que solo fuesen suposiciones suyas, dos cosas hacían que deseara no estar esperando un bebé, la primera, en la batalla sufrió tantos golpes que posiblemente el bebé sufriría daños a largo plazo, y la segunda… Su padre no estaría allí para apoyarlos.
Se concentró, a pesar de sus malestares matutinos, en ayudar a Visión, descubrieron que podrían darle una apariencia humana con tan solo unos cambios y tras una semana de intenso trabajo en el laboratorio y ayuda precisa de un genetista amigo suyo pudieron meter al sintezoide en una capsula y realizar el proceso. Con cuidado escogieron su nueva apariencia, Tony tenía cierta idea de cómo hubiese sido Jarvis si de Inteligencia Artificial pasaba a un ser humano, un bosquejo rápido hecho por Friday y tenían la apariencia aproximada de Visión, cabello rubio, ojos azules que guardaban el color de sus orígenes, piel blanca y bronceada, el porte era maravilloso, todo un caballero, y las pestañas largas daban una profundidad perturbadora a su mirada. El extraño experimento duró unas cuantas horas.
Tony casi podía sentirse como el mismo Dr. Frankenstein cuando vio salir a Visión convertido por completo en ese hombre que dibujaran tiempo atrás, físicamente resultaba hermoso, ahora que lo tenía enfrente sentía que el diseño no le hacía justicia a la apariencia que ostentaba el sintezoide. Con el cuerpo de un hombre común también estaba la necesidad de identificarse como uno, así que tomo el nombre de Jarvis Verstand, el apellido era un simple juego, Tony dominaba la lengua alemana. Solía gritarle a su padre en alemán para ponerle los nervios de punta cuando lo regañaba, sabía que Howard no soportaba nada que tuviese que ver con ese país y Tony se esforzaba por hacerlo sentir aún más incómodo. Así que tras pensar bien en las raíces de Jarvis y lo que fuese antes de convertirse en Visión, la palabra correcta apareció en su repertorio, palabra que definía sus antiguos orígenes. Al sintezoide le pareció perfecto, pues él conocía lo unido que estuvo Tony a Jarvis antes que Ultron lo usara.
Así fue dado a conocer a los pocos que preguntaban por la presencia de ese hombre idílico que acompañaba a todas partes a Tony, pronto corrieron rumores de una posible relación y cuando el abdomen de embarazo fue imposible de ocultar en Tony algunos suspiros escaparon de quienes apenas los conocían. Ninguno se molestó en aclarar la situación, para el sintezoide era interesante analizar ese tipo de reacciones y para Tony era irrelevante quién creyesen que era el padre de su bebé.
Tuvo que admitir a regañadientes que su peor temor se cumplía y esperaba un hijo del Capitán América, en otro escenario eso hubiese sido algo hermoso, la mayor ilusión de su vida, sin embargo ahora no resultaba tan esperanzador. Con Rhoday y Vision Aka Jarvis, se preparó para enfrentar el futuro, ambos hombres se dedicaron a cuidarlo y velar por él, especialmente Jarvis quien tenía fascinación por Tony, sin él no podría estar vivo y le guardaba profundo respeto pues su naturaleza humana resultaba aún más fuerte que cualquiera que analizara.
Fue una tarde lluviosa durante el quinto mes de embarazo en que su amigo, el Dr. Black, realizaba una ecografía y Jarvis observaba curioso el movimiento del bebé, desde que se enteró del embarazo de su creador estaba a la expectativa de todo el proceso, nunca pensó que pudiera llegar a fascinarle tanto la vida no nata, además que cada síntoma que experimentaba Tony le parecía la consecuencia más bella de aquel proceso. Una onda expansiva crispó la piel de todos los seres humanos, algo frío recorrió la espalda de Tony y de pronto su mente pareció haberse reiniciado, una sensación de frescura mental lo invadió y giró su visa hacia el hombre rubio que tenía a su lado, sonrió tranquilo y Jarvis lo vio tan feliz como puede estar el orgulloso padre del bebé que se observaba en la pantalla. Dos segundos bastaron para que la realidad se distorsionara y los recuerdos de las personas en el mundo cambiaran.
—Es un bebé sano y fuerte Tony— fueron las palabras del médico y sonrió a Jarvis —Pero no puedes descuidarlo, tiene que comer bien y hacer ejercicio, nada de ir tras villanos locos, tranquilidad, eso necesita tu esposo Jarvis.
—Me encargaré de que ambos estén tranquilos— sonrió el rubio a Tony y él sonrió reclamando un beso de su pareja. Ambos tuvieron una sensación extraña de que aquello era confuso, sin embargo rápidamente limpiaron sus pensamientos remplazando cualquier sentimiento desagradable por el regusto de sus besos y la próxima venida del primer hijo.
Presente.
Steve no comprendía cómo pasó aquello, de pronto todo estaba confuso, Tony parecía no reconocerlo y el sintezoide parecía ser completamente diferente al que conociera, definitivamente no era el rencor típico de quien se siente traicionado por lo que le hizo a Tony, había algo más y él tendría que averiguarlo. Lo primero era buscar un sitio donde quedarse, afortunadamente su viejo apartamento en Brooklyn seguía perteneciéndole y la llave aún descansaba bajo el tapete de la entrada. Entró y el polvo envolvió su nariz, era claro que nadie estuvo allí desde hace mucho tiempo. Encendió la luz encontrándose con una escena peculiar, los rastros de una presencia pusieron sus sentidos alerta, un vaso de vodka quebrado sobre la alfombra, el viejo aroma a la colonia de Tony, un sobre en la mesa de la cocina. Y sobre su cama las pertenencias que dejó en casa del genio. Supuso que en algún momento Tony llevó todo aquello a su casa buscando cerrar el círculo, no tuvo que pensarlo mucho para notar que aquel cambio en los pensamientos de Tony sucedió algún tiempo después de la batalla.
Sus manos temblorosas abrieron el sobre que descansaba cubierto por una gruesa capa de polvo, la fina caligrafía del genio apareció, el sobre contenía una carta que acompañaba los resultados de laboratorio, leyó detenidamente el contenido.
“Steve, no estás aquí, ni lo estarás en un largo tiempo… estoy en esta cocina imaginando que aún tenemos una vida juntos, aunque ver esto tan desolado me recuerda lo improbable que es… dejé todas tus cosas en la habitación y decidí servirme un trago, inevitablemente no pude beberlo sin sentir que el estómago se me revolvía…
Esta carta es mi despedida. No voy a usar esa vieja reliquia que enviaste por FedEx, preferí hacerlo de esta forma, Visión y Rhodey insistieron en que debía decirte, así que estoy cumpliendo con ello. Vamos a tener un hijo, un bebé. Me preocupa seriamente el futuro y el camino correcto a seguir para ser un buen padre, nunca imaginé hacer esto solo… te escribo esto antes de mi primera ecografía, hoy conoceré al bebé por primera vez, tengo cinco meses de embarazo, tan solo cuatro más y mi bebé estará abriendo sus ojitos a este mundo, ahora más que nunca quiero hacer de esto una versión mejorada, cuando llegues a leer esto, porque sé que inevitablemente lo harás, te pido que también busques hacer de este mundo un lugar mejor y más seguro para mi hijo. Es lo único que necesitaremos de ti, que cuides del mundo en que mi pequeño dará sus primeros pasos.
Supongo que ya lo dije, hasta siempre Steve.
~Tony”
¿Cómo sentirse frente a eso? Quería correr nuevamente a la Torre Stark y arrancar de los brazos de Visión a Tony y a su bebé, suyos, ellos eran suyos y no estaba dispuesto a renunciar. Una mezcla de euforia y dolor lo acompañaron, no sabía cómo entender el panorama que le ofrecían ahora, Tony estaba consciente de quien era el padre de su hijo hasta la fecha en que escribiera esa carta, Visión y Rhodey apoyaban la idea de informar al padre, entonces ¿qué pasó? Su cabeza dolía, nunca fue bueno para los acertijos, no, él no era Stephen Strange o Tony Stark, su capacidad de razonamiento ciertamente era algo limitada, tomó los materiales de limpieza que aún conservaba en un viejo armario y se dispuso a limpiar su hogar, esa sería su base de operaciones para la pelea que daría con tal de que su amado moreno volviese a amarlo.
Lo cierto era que mientras más se proponía planes Steve, alguien en otro planeta sonreía divertido, Loki pasaba muchas horas aburrido en ese encierro, una cárcel era algo sinceramente monótono y desde que su madre murió nada lo distraía, un buen día estaba jugueteando con algunas cosas que su madre le enviara antes morir y fragmentos de un polvo extraño resaltaron entre las tapas de un libro antiguo, los unió y descubrió que eran nada más y nada menos que vestigios de la gema de la realidad, no servía de mucho para ser honestos pero sí que podía jugar con ella un rato. Tras hacer pruebas del alcance de sus poderes decidió que su objetivo serían los líderes de aquel grupito de amigos de su estúpido hermano que impidieron su reinado en la Tierra. Se enteró de las discrepancias de ambos y vio la ocasión perfecta de usarlos para su sana distracción, después de todo él tan solo era un Dios travieso, muy travieso.