Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

ERES MI MAESTRO por itzerUchiha2

[Reviews - 7]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Holaaaaaaa ay lamento mucho actualizar hasta ahorita despues de un año de no hacerlo pero ya vieron que este fic no será olvidado.

Traigo un nuevo capítulo de esta historia alocada que volvió a atraer mi atención pues ya tengo casi la mitad del otro capi. disfruten :)

 

Una gran luz lo cegó obligándolo a cubrir su vista con su antebrazo, una vez más estaba en el interior del caballero, pero ahora tenía una misión que cumplir y era evitar que su alma desapareciera.

 

Aterrizó sobre un enorme campo cubierto de pasto nuevo, la primavera golpeaba con su cálida presencia aquel terreno, camino sobre aquella colina encontrándose con una imponente iglesia frente a él, divisó a 4 caballeros vestidos con armaduras parecidas a la que naruto portaba en batalla, dos llamaron su atención en particular.

 

-Gaara e Iruka-susurró siguiéndolos. Ya en el interior se pudo percatar que un hombre vestido de un hábito café y con la cruz templaria bordada con hilo blanco en su hombro izquierdo desenrollaba un largo pergamino frente al caballero que se haya arrodillado frente a él.

 

-Hoy 17 de abril de 1293, ante todos ustedes valientes caballeros de la Orden del Temple, frente a la Vera Cruz-señaló con su mano izquierda una enorme cruz de oro tras él, era hermosa, tenía incrustaciones de piedas preciosas a todo lo largo y ancho de la misma-pero sobre todo ante Dios, creador del cielo y la tierra, a quién consagramos nuestra vida, presentamos ante ellos al nuevo maestre de nuestra orden, quién jurará lealtad absoluta a la Orden, la iglesia quién permitió nuestra existencia pues quiénes la forman representan la voluntad de Dios en el mundo terrenal y a la Santa Trilogía, Dios padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo, luchará contra la herejía que azota las tierras de Dios con sangre y sudor, que sus batallas permitan devolver la pureza de esta tierra, ahora dime caballero ¡¿sabrás soportar lo insoportable?!-le dijo con firmeza al caballero quién golpeo con su puño envuelto en el poderoso y grueso metal de su armadura.

 

-¡Lo soportaré en el nombre de Dios que en su infinita sabiduría y amor me ha permitido hoy obtener el título de gran maestre!

 

Aquel sacerdote dio la espalda un momento para tomar de un altar una vaina color plateado, desenvaino con gran velocidad asestando un poderoso sablazo sobre el caballero. Sasuke abrió los ojos sorprendido ante tal ataque sorpresivo pero fue más grande cuando vio que el caballero una vez arrodillado había bloqueado el ataque tan rápido como este fue hecho, pudo ver que la espada que portaba tenía una bella empuñadura dorada que al final de la misma rodeada por un grueso círculo dorado estaba la cruz templaria, en su hoja estaban labradas hermosas firugras barrocas hasta la mitad de la hoja, cada una separada en dos grupos por dos cruces templarias terminando con el sello de los caballeros templarios, que mostraba a dos miembros de la orden subidos en un solo caballo, símbolo de su pobreza y alrededor del mismo las palabras “Sgillum Militum Xpisti” (Sello de los solados de cristo). Los otros 4 caballeros presentes en aquella ceremonia también lo atacaron pero con gran maestría y decisión bloqueo, esquivó y devolvió los mismos logrando al final colocar la poderosa hoja sobre el cuello del sacerdote quién sonrió levemente y tomando la vaina volvió a guardar la espada en la misma entregándosela.

 

-físicamente apto para que a través de tus brazos que portarán la bendición y gracia de Dios nos guiarán a la victoria, y mantener simpre firmes los votos a los que te consagraste-exigió con voz firme.

 

-yo naruto de Molay, juró obediencia absoluta a la orden e iglesia, pues su órdenes son la voz de Dios en la tierra, viviré en la pobreza, así como lo dictan las leyes de Dios y la Santa Iglesia, viviré en castidad pues somos hechos a semajanza de Dios por lo tanto mi cuerpo y espíritu no sucumbirá ante la tentación mundana de la carne-dijo al momento de amarrar la cinta dorada de aquella bella espada en su cintura, el sacerdote se acerco a él y tomó el rostro del rubio entre sus mano y le dio un casto beso en los labios, lo mismo los otro cuatro caballeros.

 

-así que el beso de la fraternidad monástica-río suavemente- si supieran el tipo de besos que yo le he dado-puso sus dedos sobre sus labios, se sonrojó cuando el rubio se dio la vuelta, su gallarda figura y su imponente personalidad una vez más lo abrumaban, su piel morena, hermosos ojos azules y curiosas marcas en sus mejillas no le quitaban nada su gran galantería-no cabe duda de porque me enamore de ti.

 

-te damos la bienvenida Gran Maestre Naruto de Molay-inclinó su cuerpo frente a él, los otros 4 caballeros se arrodillaron tras él, señal de respeto y reconocimiento absoluto.

 

-muchas gracias fraile Imbert de Perand-inclinó también su cabeza hacia él devolviéndole el gesto de respeto y camino hacía donde se encontraban los otros caballeros esperándolo a las puertas de la iglesia.

 

Los caballeros salieron de aquella iglesia despidiéndose respetuosamente del sacerdote que hizo un ademán de despedida, el rubio sonreía con sincerdiad, bromeando con los otros quiénes lo golpeaban levemente en el hombro o revolvían sus cabellos rubios, la mirada del caballero era de felicidad.

 

-Sasuke

 

Se volteó de pronto al escuchar la voz del rubio tras él, abrío sus ojos sorprendido al ver su apariencia, pues el caballero frente a él, carecía de ese brillo decidio y a la vez inocente en su mirada, sus labios estaban llenos de sangre seca y fresca presente ya fuese en las comisuras deslizándose por la misma o sobre sus labios, su armadura gastada y maltratada, su cabello suelto y algo desaliñado, el bonito color moreno de su piel no estaba presente sino que ahora se dejaba ver un tono pálido y sin vida.

 

-¿Por qué estas aquí?

 

-¿Por qué más naruto? Vengo por ti no es obvio-dijo con sus manos en sus caderas-vamos-estiró su mano hacia el rubio-debemos irnos.

 

-¿Por qué? ¿Qué sentido tiene salvar a alguien que se corrompió y viólo su juramento?

 

-¿Qué dices?-preguntó molesto tomando la mano del rubio quién se dejó, al sentir su piel estaba fría-no me iré de aquí sin ti naruto-dijo imperante, viendo como de pronto el escenario cambiaba.

 

Ahora se hayaban en una gran desierto, se podía escuchar los gritos de batalla, no soltó la mano del rubio al ser testigo de aquel escenario, cuerpos mutilados, sangre corriendo y coagulándose sobre la arena, el choque de espadas y el ensordecedor poder de las armas de asedio, el ejército estaba disminuyendo conforme los segundos pasaban.

 

-esto es lo que yo provoqué cuanto hice una incursión contra Alejandría, quería recuperar el territorio para la Santa Iglesia, pero…

 

-¡¡naruto!!-se escuchó el estridente gritó del pelirrojo que llegaba corriendo para auxiliar al rubio cortando de forma vertical al soldado que lo había herido en el estómago-¡¡por dios resiste!!-le pidió ayúdándolo a ponerse de pie, pues la herida sangraba tan abundante que estaba mareándose por la pérdida de la misma.

 

-no…-puso su mano sobre el pecho del pelirrojo separándolo-debo…usar el poder de kurama…-dijo en un jadeo cansado-sino…lo hago…mas caballeros…morirán…-enterró su espada sobre la arena pues no pudo dar ni dos pasos y sus piernas habían flaqueado.

 

-deja de ser tan idiota-lo tomó toscamente por lo hombros apoyando el cuerpo del rubio sobre él-debes recuperarte primero, si lo haces en la condición en la que te encuentras pérderas el control y lo sabes.

 

-pero…

 

-¡¡mi señor, por favor váyase!!

 

Sasuke vio como llegaba el mismo muchacho que naruto había salvado de una muerte segura cuando tuvo la primera visión del pasado del caballero, su cuerpo estaba herido, de sus labios escurría sangre y por su frente también, respiraba cansado pero ni con eso aflojaba el agarre de su espada.

 

-konohamaru-susurró cansado al joven

 

-se lo suplico váyase-asestó un poderoso golpe sobre un enemigo que cayó muerto al instante a los pies del rubio-usted es nuestro símbolo, pues es a quién Dios eligió para guiarnos, además usted me lo dijo que no debemos rendirnos en una batalla por mas caótica que esta sea-habló decidido-y con esa creencia es que sigo luchando y viviendo, que clase de caballero puedo considerarme si dejo que muera aquí cuando puedo regalarle valiosos segundos para que se salve, lo haré con gusto.

 

-no, konohamaru-le habló suplicante al mas joven-solo tienes 14 años no puedes…-se vio interrumpido por el fuerte abrazo dado por el mas joven.

 

-usted es el bastión mas fuerte de nuestra voluntad-sonrió al sentir como el rubio correspondía el gesto-usted es mi ejemplo, cuando cumpla mas edad quiero ser tan fuerte como usted, lo admiro tanto que lo convertí en mi rival, así que por favor, no muera.

 

-¡¡agh!!-dio un golpe sobre la herida del caballero quién se separó de golpe sosteniéndose su costado, fue el dolor tan fuerte que comenzó a sudar frío, tuvo que ser sostenido por gaara para no caer.

 

-por favor llevénselo-suplico mientras iruka daba un fuerte silbido llamando al caballo blanco del rubio.

 

-te lo encargo gaara-le sonrió al pelirrojo que recibió al rubio acomodándolo en sus brazos, iruka ordeno a otro caballero que ordenará la retirada a lo que se obedeció enseguida agitando un gran estardante-vete, la caballería los escoltará para que puedan huir, mi tropa y yo nos quedaremos a retener al enemigo lo mas que podamos.

 

-perdóname-susurró el pelirrojo con una mirada triste, dando un golpe a las riendas de Escarto lo hizo girar para que comenzará con su carrera para alejarse del lugar.

 

Abrió un poco sus ojos logrando ver cuando konohamaru era atravesado sin pieda por el pecho, el mas joven estiró su mano hacia donde se había ido el rubio, movió sus labios, le había mandado un mensaje que no pudo decifrar, para de inmediato ver el mismo final en iruka, quién pese a recibir el mortal ataque con la gran fuerza de voluntad que lo caracterizó siempre pudo eliminar a tres enemigos más antes de caer. Lágrimas comenzaron a deslizarse por sus mejillas, oculto su rostro en el cuello del pelirrojo quién se adelanto un poco más del contingente para que los demás caballeros no vieran como su líder se desmoronaba poco a poco.

 

-siempre me acompañaron, lucharon a mi lado, konohamaru tenía tanta vida por delante, pero mis decisiones terminaron con su inocente existencia de forma temprana-dijo el caballero con la mirada agachada, sus piernas comenzaron a ponerse transparentes-me admiraba y yo le fallé de la manera mas patética-se dejo caer de rodillas para soltar su espada al momento.

 

-naruto, no...-se vio interrumpido pues ahora aparecía el escenario de una ciudad, volteo al escuchar las firmes pisadas características del rubio.

 

Varios caballeros caminaban sobre las calles, las armaduras que vestían estaban laceradas, les faltaban partes o simplemente solo vestían sus sobrevestes, con gruesas cadenas atadas a sus pies y manos, pero el rubio se destacaba pues en su boca y estómago que ahora estaba descubierto pues había sido despojado de su armadura vistiendo simplemente un pantalón café estaba expuesto el sello sobre su estómago y que se extendía hasta su espalda, parte de sus brazos y torso, tenía gruesos pergaminos con la palabra sello en latín sobre ellos pues las letras birllaban en tono rojizo señal de que kurama quería salir de us cuerpo.

 

La muchedumbre asustada, enardecida y furiosa contra los caballeros comenzó a escupirles, lanzarles frutas y verduras en mal estado que los golpeaban manchándolos, pero, con naruto era diferente, pues a él le lanzaban piedras de diferentes tamaños algunas tan fuertes que ya le habían provocado profundas heridas en todo su cuerpo.

 

-¡¡camina demonio!!-fue jalado con tosquedad haciéndolo caer en el frío suelo-no me digas que ya no puedes caminar maldito-dijo aquel sujeto de cabello blanco atado en un coleta alta, lo tomó fuertemente de sus cabellos acercando su rostro al de él-vamos usa el poder del demonio que tienes ¿Qué esperas?-lo arrojó de nuevo al suelo azotando su pie sobre el estómago del rubio que solamente apretó sus ojos por el dolor- ah es cierto que esta sellado, jajajaja sin él solo eres basura-ahora lo pateo provocando otra herida más, no pudo reaccionar cuando sintió una fuerte embestida que lo arrojó lejos del rubio.

 

-¡¡momoshiki maldito, no te atrevas a tocarlo de nuevo o te pesará!!-exclamó el pelirrojo con decisión corriendo hacia el peliblanco propiándole un poderoso golpe en la nariz y boca con sus gruesas esposas, los otros caballeros reaccionaron igual golpeando a sus captores con gran maestría y se colocaron alrededor del rubio potegiéndolo-¡¡no se acercarán a él, lo protegeremos con nuestras vidas, pues ese es el deber de un caballero!!

 

-malditos…-se puso de pie ayudado por un par de soldados de quiénes se libero de forma tosca-entonces lo veremos…-susurró limpiándose la sangre-¡¡asesinénlos!!-los soldados obedecieron y se lanzaron contra los indefensos caballeros, el rubio trataba de moverse para ayudarlos pero sus heridas eran graves y el sello en su cuerpo hacia que este le pesará, pudo ver como los labios del pelirrojo se movían diciéndole algo que tampoco pudo entender antes de ser degollado por un soldado.

 

-El único pecado que cometieron, fue seguirme hasta la muerte-dijo con voz apagada el rubio, gruesas lágrimas resbalaron por sus mejillas-fueron unos tontos al morir por mi-apretó sus puños en sus rodillas-la iglesia, el papa, momoshiki tenían razón al odiarme, al tenerme miedo, merecía morir de esa forma, alguien como yo ni siquiera debería ser nombrado en la historia pues  las almas de todos los caballeros al igual que las de mis padres yo las condene, les arrebate sus esperanzas, sus sueños, sus vidas, merezco ser olvidado en la historia para que sus almas sean libres-su pecho comenzó a emanar un brillo gris, el ambiente comenzó a sentirse frío-ahora lo entiendo bien,mi muerte fue por las razones correc…-sus palabras fueron interrumpidas por los fuertes brazos del pelinegro que lo abrazaron con fuerza.

 

-¡¡te equivocas!!-exclamó enérgico, ahora fue su cuerpo el que brillo pero en un tono dorado, ambos aparecieron en un escenario de grandes planicies, pequeñas casas la adornaban, el ambiente era tranquilo, las personas iban de aquí allá de forma tranquila, hasta que el fuerte llanto de un bebé rompió con la tranquilidad del escenario, como si estuviera poseído el rubio camino hacia donde provenía el sonido.

 

-¿mi casa?-preguntó al reconocer la construcción, entró a la misma y ahí estaba recostada en una cama su madre, quién respiraba de forma agitada y sudaba abundantemente.

 

-felicidades minato, kushina es un hermoso varón-dijo una mujer de largos cabellos negros mientras limpiaba con suavidad el pequeño cuerpo.

 

-¡¡ya soy papá!!-dijo ahora su padre con una gran emoción y con lágrimas resbalando por morenas mejillas, la partera de cabellos negros que atendió a la peplirroja río suavemente ante el arranque emocionado del rubio, caminó hacia su madre envolviéndolo con suavidad, cuando estuvo cerca apróximo al pequeño hacia la exahusta pelirroja.

 

-naruto, al fin te conozco mi bebé-estiró sus delgados brazos para cargarlo, como por arte de magia el bebé dejo de llorar, acercó su dedo a la pequeña mano sintiendo como lo apretaba con fuerza, acercó el pequeño rostro al suyo dejando que al fin las lágrimas bañaran no solo sus mejillas sino también al pequeño que ahora tenía en sus brazos.

 

El rubio se acercó a la pelirroja y depositando un profundo beso en los labios de su mujer le sonrió para de inmediato acariciar la cabeza rubia con cariño.

 

-gracias kushina-le dijo dejando que se recargará en su hombro observando al bebé que daba pequeños pujidos en cada movimiento que hacía-soy el hombre mas feliz de este mundo, te amo-entrelazó su mano con la suya-bienvenido al mundo mi amado…-movió sus ojos a su derecha pensando-naruto, ese será tu nombre hijo ¿Qué te parece?-preguntó sonriente al bebé que dio un suave pujidito en respuesta-¿ves? Le gusta-besó la frente de su hijo con cariño misma acción que hizo su esposa.

 

Muchas escenas se mostraron frente al caballero, escenas donde sus padres estaban con él, cuando dio sus primeros pasos y como estos los festejaban con orgullo, recordó como su padre solía alzarlo y la emoción que sentía cuando bajaba sus brazos para que su nariz tocará la suya, como su madre lo abrazaba con fuerza repitiéndole muchas veces que lo amaba, como lo mecía en un columpio improvisados que había puestos su padre en un grueso roble que estaba a lado de su casa. Su padre le enseño a pelear siempre con honor pues desde pequeño manifestó que su sueño era ser un caballero y su madre le enseño a no rendirse hasta cumplir su sueño.

 

-¿sigues creyendo que moriste por las razones correctas?-preguntó el pelinegro haciendo cambiar el escenario, ahora estaban en una gran planicie a la diestra de un gran castillo con sus inseparables compañeros y amigos, iruka y gaara.

 

-oh vamos gaara no me digas que ya te cansaste-dijo el rubio un poco cansado pues había estado practicando con el pelirrojo desde temprano.

 

-cállate idiota-dijo totalmente cansado apoyándose en sus rodillas.

 

-jajajajaja te cansas mas rápido que iruka y eso que es el mas viejo de nosotros, ¡auch!-se sobó su cabeza al haber recibido el puño del pelicafé.

 

-a ¿Quién le llamaste viejo?-pregunto con una vena saltando en el puño que acaba de golpear la cabeza de naruto.

 

-jajajajajaja bueno debo reconocer que es el único que siempre logra darte tu merecido cuando haces una de tus bromas por ser el mas viejo-río el pelirrojo sintiendo también el puño del pelicafé en su cabeza-¡agh pegas fuerte para la edad que tienes!-soltaron la carcajada a lo que iruka volvió a darles un par de golpes a ambos haciéndolo caer de sentón, no vieron cuando el gran maestre se acercó a ellos

 

-iruka, gaara, naruto déjense de juegos y prepárense muchachos que debemos partir-habló firme aquel hombre que lo había salvado de aquella jaula en donde lo mantuvieron cautivo por dos años.

 

-si gran maestre-dijeron los tres al mismo tiempo comenzando a caminar tras él, ambos chicos se adelantaron unos cuantos pasos del pelicafé, el gran maestre los observó con curiosidad pues comúnmente caminaban juntos.

 

-¿oye iruka?-preguntó el rubio captando su atención-y ¿puedes pelear bien cuando sufres de ansia?-preguntó aguantando la carcajada.

 

-¿ansia?

 

-ancianidad-dijeron al mismo tiempo.

 

-¡ya fue suficiente!-explotó furioso comenzando a correr tras ellos-¡vengan acá par de idiotas!-el gran maestre reío levemente al ver como el pelicafé perseguía a gran velocidad a ambos muchachos que se desternillaban de risa.

 

Ahora las imágenes que aparecían frente a ellos, eran de todos los momentos que había compartido con el gran maestre ese hombre al que le debía el seguir con vida después de convertirse en contenedor, el agradecimiento de las personas que protegían en las caravanas a tierra santa, los sonrojos que bromas que se hacían entre caballeros cuando alguna mujer les sonreía, pues al vivir una vida de castidad la timidez estaba a flor de piel.

 

-no olvides a todos aquellos que confiaron su voluntad a ti.

 

La imagen del día en que konohamaru murió se presentó frente a él, nunca pudo saber que le había dicho aquel joven cuando con anhelo estiro su mano hacía él cuando se alejaba.

 

-se que no morirá aquí…-decía en tono agonizante-todos los que caímos hoy lo seguiremos hasta el final, nuestra voluntad siempre estará con usted y la de todos los que sobrevivieron, luche en nuestro lugar hasta donde su vida se lo permita-gruesas lágrimas resbalaron por sus mejillas-usted me salvo en todos los sentidos cuando mis padres fueron asesinados por musulmanes, me acogió cuando ya no me quedaba nada, me dio un motivo para seguir luchando y viviendo-sonrió-me da alegría haberlo podido salvar aunque fuera una sola vez, gracias por todo…mi gran maestre…mi amado padre, naruto-su mano cayó sobre la arena.

 

-konohamaru, te obligue a tener una vida entre batallas siendo tan joven, aún así tú me agradeciste y moriste con una sonrisa en tu rostro-se dejo caer de rodillas a un lado del cuerpo del mas joven acariciando su rostro con sus dedos dejando caer un par de lágrimas que terminaron sobre el rostro del mas joven.

 

-naruto.

 

Volteo de golpe al escuchar ese par de voces tan conocidas para él, ahí estaban sonrientes, justo como los recordaba, sus ojos se llenaron de lágrimas que no tardaron en deslizarse por sus morenas mejillas, los había necesitado tanto, durante las guerras anteriores en las que luchó su recuerdo, consejos y palabras de aliento que le dieron le ayudaron a tener la fortaleza que muchas veces estuvo a punto de perder, pero eran eso un recuerdo, y ahora estaban una vez más frente a él.

 

-¡¡iruka, gaara!!-corrió a sus brazos estrechándolos con fuerza, podía sentir su calor era como si estuviesen vivos, gemía con fuerza pues tenía sus sentimientos a flor de piel-los he extrañado tanto-se aferró mas a ellos quiénes sonreían correspondiendo el gesto-perdónenme, perdóneme por todo.

 

-no hay nada que perdonar naruto-dijo el pelirrojo separándolo para limpiar las lágrimas del rubio con su pulgar.

 

-pero sino me hubieses conocido habrías podido tener una vida normal y pacífica-habló en tono triste agachando su cabeza a lo que el pelirrojo lo tomó del mentón levantando su acuosa mirada-hubieras muerto por vejez en tu cama de forma tranquila, yo sólo provoqué que murieran de forma prematura- el pelirrojo acaricio la cabeza de su amigo.

 

-no tienes, ni debes culparte por lo que paso amigo, nosotros decidimos vivir de esa forma pues es el camino que escogimos, ¿lo recuerdas? De ti aprendí esa frase, no me arrepiento de nada de lo que pase a tu lado, mis padres fueron asesinados por bandidos pues mi cabello rojo no era normal, tanto que me llamaron monstruo porque era del color de la sangre, me maldecían, me golpeaban y buscaron asesinarme muchas veces, hasta que me topé contigo.

 

***************************************FLASH BACK************************************

 

-jajajajaja fue muy fácil-el pelirrojo corría a toda velocidad después de haber robado un sacó de dinero de un acaudalado que caminaba distraído por las calles de aquella ciudad, dio la vuelta en un pequeño callejón dejándose caer de sentón pues había corrido todo lo que sus piernas le habían dado.

 

-¡¡ahí estas mocoso!!-gritó de pronto un soldado

 

-maldición-logró esquivar la lanza con la que el soldado quería herirle logrando escapar una vez más, podía oír los rápidos pasos de sus perseguidores muy cerca de él, levantó la vista logrando divisar un balcón con la suficiente altura para poder subir en el y escapar por el techo, flexionó sus piernas tomándose de la orilla del mismo e impúlsandose lo suficiente para lograr sujetarse de una gruesa viga que sostenía el estandarte de una taberna para lograr subir en el techo, vio sonriente como sus perseguidores seguían de largo-tontos-divisó un caballo blanco justo donde el estaba, de un salto cayó sobre la silla del mismo, tomó las riendas para enseguida tirar de ellas para que el caballo corriera pero jamás lo hizo-maldito caballo-tiraba una y otra vez.

 

-¿se puede saber que estás intentando hacer con mi caballo?

 

Se sobresalto al escuchar una voz firme y molesta a su lado, volteo y se topo con un sujeto con una gruesa y larga capa blanca que cubría su cuerpo en totalidad al igual que su cabeza que estaba cubierta por una gruesa capucha blanca ocultando mas de la mitad de su rostro imposibilitando ver su identidad-genial-dijo en tono de fastidio al verse descubierto, sin que el encapuchado lo viera comenzó a tantear la silla del caballo-perfecto-susurró pues había sentido una espada que colgaba de la misma, sin dar tiempo a que el desconocido reaccionará dio un poderoso sablazo-lo siento pero no puedo dejar que me atrapen-habló sonriente creyendo que lo había matado pues el cuerpo de su enemigo estaba curveado hacia delante clara señal de que había sido apuñalado.

 

-¿terminaste?-preguntó sorprendiendo al pelirrojo pues había bloqueado la poderosa estocada con un cuchillo mediano que lo mas probable es que lo portara en el antebrazo de su imponente armadura-tienes muy buen brazo para ser un simple ladrón-habló tranquilo.

 

-¿Qué haz dicho?-exclamó molesto cuando sintió como de un tirón lo arrojaban al suelo soltando de golpe la espada

 

-al fin te tengo maldito niño-lo tomó fuertemente por lo cabellos-mira ese cabello es repulsivo, solo los demonios tiene esa clase de cosas en sus cuerpos.

 

-ja me dices demonio cuando tú y tus compañeros son los que mas ofensas comenten contra Dios-su sangre cubrió el suelo y parte del pie de templario por la fuerte bofetada que le dio el soldado aturdiéndolo cosa que aprovechó para esposarlo y comenzando a caminar llevándoselo con él.

 

-soldado ¿Qué harás con él?-preguntó el encapuchado.

 

-lo llevaré a la iglesia de la ciudad para que al fin el sacerdote purifique su alma y cuerpo-quiso continuar su camino pero la mano del encapuchado lo detuvo.

 

-no es necesario, lo llevaré conmigo.

 

-¿Qué?-susurró sorprendido

 

-¿con que autoridad reclama usted a mi prisionero?

 

-con la misma autoridad que la Santa Iglesia para contener a los demonios que haya sobre tierra santa-habló en tono firme desatando el pequeño botón que tenía su capa cerca de su cuello para al instante descubrir su cabeza y rostro, dejando ver sus bellos ojos azules, su piel morena y rubios cabellos, su capa se abrió mostrando su poderosa y refulgente armadura con la cruz patada en el centro de su pecho.

 

-Naruto de Molay…-susurró algo asustado el soldado-de acuerdo, este demonio ahora es responsabilidad de los templarios-lo arrojó a los pies del rubio quién no dejaba de observar con frialdad al soldado-aunque no me sorprende que entre demonios se entiendan-dijo en tono despectivo para irse del lugar.

 

El rubio se agachó y usando la daga con la que se había protegido anteriormente comenzó a abrir las esposas que aprisionaban las manos del pelirrojo.

 

-¿Cómo te llamas?-preguntó en tono serio sin recibir respuesta del pelirrojo,  se pudo escuchar un “click” y las esposas se abrieron-ya eres libre, puedes hacer lo que te plazca a partir de ahora-camino hacia su caballo acomodando la silla para poder subirse en él.

 

-oye espera…-el rubio se detuvo un momento-Por lo que me di cuenta eres alguien famoso, tu escuchaste al soldado me consideran un demonio y el haberme entregado habría hecho que tu fama aumentará mucho más.

 

-no es esa clase de fama lo que estoy buscando-monto la silla

 

-entonces… ¿Por qué lo hiciste?-pregunto algo exasperado, no tenía amigos, ni familia y ahora un completo desconocido venía a él salvándolo de una muerte segura.

 

-porque se que eres mas que esto…

 

-¿Cómo?

 

-tienes un futuro que va mas allá de ser un simple ladrón, tu golpe de espada me lo demostró, tienes la fuerza y capacidad para ser alguien de bien, solo debes encontrar el camino-le sonrió-bueno tengo que irme-dio un golpe leve a la riendas, Escarto comenzó su caminanta hacia la salida de la ciudad.

 

-oye espera…-corrió hacia el rubio que le sonrió estirando su mano hacia el pelirrojo que la tomó para subirse al caballo a espaldas del caballero-por cierto mi nombre es gaara, mucho gusto naruto-dijo sonriéndole sincero.

 

-el gusto es mío-ahora dio un golpe fuerte a las riendas haciendo que Escarto comenzará su carrera saliendo al fin a todo galope de aquella ciudad.

 

*************************************FIN DEL FLASHBACK****************************

 

-lo vez, el conocerte le dio significado a mi vida, tal como dijiste fui algo más que un simple ladrón y eso fue gracias a ti naruto, mi alma estará agradecida contigo por toda la eternidad.

 

-gaara-susurró con su voz entrecortada.

 

-naruto, no olvides lo que representaste para los que luchamos a tu lado y te seguimos hasta el fin porque siempre usaste ese poder para protegernos, para salvarnos-dijo ahora el pelicafé

 

******************************************FLASH BACK*********************************

 

Era el año de 1298, después de varias expediciones al fin habían logrado entrar a Jerusalén, la batalla era ardua sus caballeros estaban comenzando a disminuir pues el cansancio ya hacia estragos en su cuerpos.

 

-iruka-llamó al pelicafé que llego corriendo a su diestra-dime el número de bajas-preguntó sin dejar de bloquear y responder ataques de sus enemigos.

 

-180 y están aumentando-dio un sablazo rápido a otro enemigo.

 

-hemos logrado entrar y ya no podemos darnos en lujo de perder una vez más la ciudad, eche un rápido vistazo y quedan mas de 2,000 guerreros en el ejército enemigo-cerró sus ojos y dio un golpe de espada arrojando lejos a una docena de enemigos que se dirigían a ellos-dile a gaara que se preparen voy a entrar junto con kurama y necesito que ustedes con 4 de sus mejores hombres estén cerca de mí.

 

El pelicafé solo asintió corriendo hacia donde estaba el pelirrojo dando las órdenes del rubio, llegaron rápidamente hacia donde estaba el caballero rodeándolo a lo que naruto junto sus palmas a la altura de su pecho concentrándose.

 

-¿Qué planeas hacer ahora naruto?-pregunto gaara dando poderoso golpes de espada a los enemigos que querían acercarse a naruto.

 

-para eso los mande a llamar, no podré moverme mientas ejecuto esto- vieron como el cuerpo del rubio comenzaba a emanar un leve brillo anaranjado- pues voy a darles un poco del poder de kurama a mis caballeros, ya no quiero seguir viéndolos caer cuando puedo protegerlos de que sufran heridas mortales-explicó al pelirrojo quién bufó sonriente, los demás caballeros que lo protegían también sonrieron.

 

-¡¡nexum!! (Conexión)-exclamó, su cuerpo fue cubierto completamente por el manto anaranjado del zorro que se dividió por la mitad creando una capa real a su espalda, su armadura cambio por un atuendo negro con tres magatamas en ambos lados de su cuello alto, asi como en su pecho. La forma de remolino de su sello se abrió en círculos completos que también estaban presentes en sus manos y piernas, las marcas de sus mejillas se engrosaron tomando una forma rectangular, sus ojos ahora de color rojo con su pupila vertical-¡¡tutela sanitatem!! (Sanación protectora)- Abrió sus brazos de forma tosca y de sus manos salieron cientos de apéndices que con gran velocidad se unieron a cada uno de sus caballeros presentes en el campo de batalla, las heridas de cada caballero comenzaron a cerrarse rápidamente, muchos dirigieron su mirada hacia donde provenían aquel manto que los protegía viendo que no era otro que su gran Maestre, motivados los caballeros que habían caído a causa de las graves heridas se ponían de pie una vez más.

 

-¡¡el sultán Malej Nacer se ha rendido!!-gritó konohamaru con su espada en alto, un fuerte gritó de victoria se escuchó en la ciudad, los templarios habían vencido al sultán de Egipto.

***************************************FIN DEL FLASH BACK*************************

 

-siempre creímos en ti naruto y lo seguiremos haciendo-vio de pronto como muchos de sus caballeros aparecían rodeándolos, sonriéndole orgullosos y con profunda decisión en sus miradas.

 

-así es y será por siempre-dijo konohamaru sacando su espada y levántandola en alto misma acción que hicieron todos los demás-¡¡nuestras almas lucharán por usted toda la eternidad!!-sus caballeros dieron un estridente grito de victoria confirmando lo que el pequeño konohamaru dijo.

 

-nuestras almas se atormentarán si acepta que su muerte fue por las razones correctas, si deja de luchar y creer-el rubio agachó su mirada, gruesas lágrimas bajaban por sus mejillas.

 

Sus caballeros todos los que lo siguieron hasta el final ahí estaban mostrándole cuan valiosa había sido su existencia para ellos.

 

—continúa luchando por todos los que creeremos en ti por siempre- sintió como el rubio lo abrazaba fuertemente ocultando su rostro en la curvatura de su cuello tal como en el pasado-y los que lo hacen sin importar que-señaló con su mirada al pelinegro quién le sonrió con dulzura estirando su mano hacia él.

 

—Sasuke—susurró sonriendo lanzándose a sus brazos aferrándose a él en un abrazo fuerte.

 

-siempre estaremos ahí para sevirte nuestro respetado y amado gran maestre ¡Naruto de molay!—alzó su espada en alto y con un último vitoreo  desaparecieron en un denso polvillo dorado.

 

-¿Necesitas otra prueba para darte cuenta de lo necesria e importante que es y fue tu existencia en este mundo?-tomó el mentón del caballero con sus dedos-de lo importante que fuiste para ellos y de lo importante que eres…-fue acortando la distancia entre ellos-para mí-junto sus labios con los del rubio quién correspondio suavemente, envolviendo su cuello con sus morenos brazos profundizando el contacto con el pelinegro quién deslizo sus manos a sus caderas.

 

El escenario se transformo una vez más, una colina mediana se mostraba frente a ellos y en su cima una enorme y hermosa jacaranda con su pequeñas flores moradas en toda la superficie de sus ramas, el viento era suave soplaba desprendiendo unas cuantas, sonrió con nostalgia caminando hacia la misma, estiró su mano recibiendo en ella una de esas pequeñas flores en su palma desnuda, levantó su vista con profundo anhelo e ilusión, cerró sus ojos dejando que los recuerdos invadieran su mente. Camino hacia donde se hayaba colgado de las gruesas ramas un columpio.

 

-naruto-llamó el pelinegro llegando a la diestra del caballero que observaba el cielo con nostalgia mientras se mecía suavemente.

 

-este lugar me trae tantas memorias-dijo sonriente deteniendo el movimiento sin dejar de ver al cielo-mi madre solía mecerme el primer día de primavera, ella decía que era cuando la pureza de las flores bañaba y sanaba las almas de las personas, bendiciéndolas con la cálidez propia que la estación nos brinda-las flores seguían cayendo suavemente posándose en sus cabellos, hombros y piernas-mi padre me hizo este columpio cuando tenía 4 años, todavía recuerdo que se dio un fuerte golpe al caerse de sentón cuando lo amarró a la rama-río suavemente recordando el momento-dos días después de que mis padres murieran vine a este lugar, había llegado el momento de partir a Roma, tenía tanto miedo que mi cuerpo temblaba, me sentía tan sólo que llore como nunca lo había hecho, fue cuando por primera vez escuche la voz de kurama, se enfadó conmigo-acarició su estómago con cariño-diciéndome que dejará de ser un llorón porque aunque lo detestaba yo era su contenedor  y de ser necesario me protegería sin importar las consecuencias, en esos momento me sentí tan aliviado porque después de mis padres era la primera criatura que expresaba una auténtica necesidad por que yo existiera, fue gracias a eso pude sobrevivir esos 3 años en las mazmorras-volteo al sentir la mano del pelinegro sobre su hombro.

 

-naruto-susurró agachándose para tomar su rostro entre sus manos para besarlo de nuevo, sintió como el caballero respondía de forma suave a su gesto, puso su mano en su pecho separándolo suavemente, vio como abría sus ojos lentamente desviando su vista completamente sonrojado mientras ponía el dorso de su mano sobre sus labios-ya te lo había dicho-puso su mano sobre la mejilla del rubio obligándolo a verlo-te amo no por lo que fuiste sino por lo que eres para mí-volvió a juntar sus labios con los del rubio de forma demandante separándose cuando sus pulmones clamaron por aire-yo te necesito mas que a nadie-volvió a unir sus labios mientras con su brazo derecho rodeaba los hombros y el izquierdo se colocaba sobre la cintura de su caballero.

 

Naruto abrió sus labios dejando que la lengua de sasuke ingresará en el interior de su boca acariciando la suya, incitándola a iniciar una danza pasional entre ellas, mientras se aferraba con fuerza a la playera del pelinegro quién comenzó a caminar hacia la jacarnada recargándolo sobre la misma sin dejar de besarlo, soltaba leves gemidos que morían en la boca de sasuke quién levantó un poco su sobreveste para que este se deslizará por sus hombros-sasuke…-gimío al sentir como ahora soltaba los botones de su cota de malla que hacía un ruido tosco al caer sobre el suelo, sus piernas flaquearon a lo que el pelinegro lo tomó por la cintura dejando que se sentará al pie de aquel árbol.

 

-naruto-dijo en un gemido separándose de los adictivos labios de su caballero para comenzar a descender por su cuello dando lamidas y leves mordidas, marcándolo como suyo, sintió las manos de naruto colarse bajo su playera para sacarla por su cabeza haciendo el lo mismo con ya playera de algodón que aún se hayaba sobre el deseable cuerpo de su rubio.

 

Se acercaron de nuevo para unir sus labios en una caricia suave, el caballero se aferró al Uchiha quien delineaba su cintura con sus dedos de forma lenta, deleitándose con cada exquisito músculo que se echibía a su tacto mientras el gimió contra sus labios cuando sus manos viajaban por su pecho paseándose por los pectorales también marcados. Lo amaba con locura y haría lo que estuviera en sus manos para traerlo de vuelta, lo recostó sobre el cespéd sin separarse un momento de esos adictivos labios dejando que naruto le hiciera espacio entre sus piernas.

 

—Te amo…—le susurró sonriéndole bajando ahora sus pantalones con lentitud, descubriendo sus morenas piernas.

 

El caballero se sonrojo cuando empezó con un camino de besos lentos que iban descendiendo por sus hombros, pecho y estómago, soltó un gemido cuando sintió la lengua de Sasuke en su ombligo, hundiéndose con gran deseo en esa pequeña y sensible cavidad que lo hizo cerrar sus piernas sobre el cuerpo del otro quien ahora descendió por su vientre bajando la ropa interior dejándolo totalmente desnudo frente a él, elevó su torso para poder admirarlo, sonrojado y jadeante, su piel canela, sus músculos.

 

—Hermoso—dijo sonriendo al caballero quién volteo su rostro hacia otro lado por la vergüenza.

 

Besaba sus muslos internos con lentitud, hasta llegar a sus ingles cubiertas por una mata de vello igual de rubio que sus cabellos, enredando sus dedos entre ellos beso la punta del miebro del rubio que ya estaba mas que sensible y duro por su tanda de besos y caricias que dio sobre su cuerpo.

 

—¡Sasuke!—gimió su nombre cuando sintió que algo húmedo se cernía sobre su miembro acariciándolo de arriba hacia abajo, presionando toda su extensión de forma exquisita.

 

Levantó su mirada atestiguando un paisaje erótico al ver la cabeza de su maestro moviéndose de arriba hacia abajo haciendo sonidos morbosos con su boca, bajo sus manos para acariciar esos cabellos tan negros como la misma noche que danzaban al ritmo de sus movimientos.

 

Sasuke por su parte desabrocho sus pantalones bajándolos con sus manos sin detener su felación para también quedar totalmente desnudo frente a su caballero que apretaba con fuerza el pasto bajo sus manos arrancando un poco cuando él apretaba con su lengua el tronco de su miembro, el también estaba tan deseoso de su moreno que se separó de su suculento manjar riendo levemente cuando escuchó un gemido de protesta cuando se vio abandonado.

 

—Nunca olvides… que todas las personas que te conocieron… te quisieron y protegieron incluso con sus vidas…—le dijo acomodando su miembro en su entrada empujando muy levemente metiendo sólo la punta—no las desperdicies… rindiéndote naruto.

 

El caballero se sostuvo de los hombros fuertes del pelinegro cuando sintió su intromisión, clavando sus uñas arqueo su espalda, abrió sus ojos mirando los otros dejando que gruesas lágrimas bajarán por su mejillas.

 

—¿Lo merezco?—preguntó suplicante—¿Merezco ser recordado?

 

El pelinegro entró completamente en ese interior que solo a él le pertencía, entrelazó sus manos con las del otro que las apretó fuertemente acostumbrándose a su tamaño.

 

—Si… porque…yo…—se acercó a su rostro para besarlo con gran lentitud y profundidad—te amo naruto uzumaki.

 

El rubio sonrió dejando que más lagrimas bajaran por sus mejillas gimiendo con fuerza cuando sintió como su maestro empezaba a moverse en su interior, entrando y saliendo con lentitud pero profundidad tanta que tocaba ese punto que lo hacía ver las estrellas. Sasuke por su lado movia sus caderas contras las morenas las cuales aplaudían esa unión, su miembro perdiéndose entre esas firmes y redondas nalgas que vibraban con cada empuje, separó sus manos para sostener sus rodillas abriendo mucho mas sus piernas moviendo su cuerpo iniciando un viavén rápido y corto que hacían gemir a su caballero quién dibujaba un mapa en la piel de sus brazos.

 

—Sasuke, sasuke… yo voy…—no pudo terminar su oración cuando sintió el fuerte cosquilleo de su vientre anunciándole un poderoso orgasmo que mancho sus estómagos y parte de sus rostros.

 

Abrió sus ojos y se sonrojo al por mayor cuando el pelinegro se limpio su mejilla y barbilla de la semilla de su caballero lamiendola con una mirada totalmente lasciva saboreándola.

 

—Exquisito.

 

No pudo más y con la fuerza que impele hacer el amor golpeo el pecho de su maestro tirándolo sobre el pasto para el quedar sobre sus caderas.

 

—Ohh… parece que libere tu lado pasional—sonrió divertido.

 

—Cállate—dijo sonrojado—me toca.

 

—Bien… porque no me he venido ni una sola vez

 

El caballero frunció el entrecejo, ¿era un desafio? Bien lo haría delirar de placer inicio sus movimientos sobre sus caderas apoyándose en su pecho, se movía de arriba hacia abajo sobre ese miembro duro y caliente que abría sus paredes de forma exquisita y delirante, deslizándose con tal profundidad que su próstata era golpeada con ímpetu arracándole gemidos de extásis que provocaban que incluso su lengua se asomase de entre sus labios, un pequeño riachuelo bajaba por su barbilla, sus largos cabellos rubios rozaban los muslos del pelinegro quién apretaba con fuerza los contrarios, marcándolos con sus dedos gimiendo también al sentir las caídas del caballero sobre sus caderas, provocando un sonido de chapoteo que lo excitaba aún mas, paso sus manos hacia sus nalgas abriéndolas con deseo buscando poder ingresar aun mas profundo en ese bello cuerpo de ser posible, las amasaba, las golpeaba y abria con lujuría.

 

—sienteme mi naruto… desde lo mas profundo…sienteme—pidió arqueando su espalda ayudando al caballero a penetrarse.

 

El caballero separó su mano llevándola hacia su pezón derecho estimulándolo, tirando de él, estaba en éxtasis total sus ojos incluso se ponían en blanco con cada embiste sobre ese cuerpo fuerte del que se declaraba enamorado.

 

—Naruto yo...

 

—Yo también

 

Ambos dieron un sonoro gemido de placer, naruto terminando por segunda vez sobre sus vientres, estómagos y pechos y Sasuke en su interior tan abundante que su semen resbalaba por sus muslos aún dentro de su caballero que se dejo caer sobre su pecho.

 

—mi hermoso naruto… te amo… regresa a mi por favor

 

Rogó el pelinegro a su rubio besando sus labios una vez más, una luz envolvió sus cuerpos.

 

********************************************************************************

Pein miró con gusto como el brillo de ambos cuerpos se desvanecía dejándolos ver al fin.

 

—Ha vuelto—mencionó konan cuando vio el tono de piel del caballero que volvía a la normalidad

 

Sasuke recostó a su rubio sobre el suelo mirando tranquilo como parecía estar bien y sin problema alguno, acaricio su mejilla con cuidado y cariño retirando algunos mechones de su frente; sus ojos comenzaron a abrirse lentamente dejando ver sus bonitas orbes azules que tanto le gustaban.

 

—¿Dónde estoy?—preguntó deorientado sentándose.

 

—En casa, naruto, estas en casa—le dijo el pelinegro abrazándolo con fuerza—idiota me asustaste, creí que te había pérdido—le dijo juntando su frente con la  del caballero.

 

—Pero aquí sigo, por ti y por todos los que siguen creyendo y creen en mí.

 

—Lograste traerlo de vuelta—dijo pein soltando un suspiro arrepentido—de verdad lamento lo que ocurrió si no hubiera sido por ti, mixtecatl se había perdido por completo de verdad muchas gracias.

 

Ambos chicos simplemente asintieron con una sonrisa al pelinaranja quién camino hacia donde yacía el moreno quién se recuperaba poco a poco, se arrodillo frente a él a lo que el moreno acaricio la mejilla de su maestro transmitiéndole su perdón, konan sonrió ante el acto pero poco duro ese momento de paz cuando de pronto un terrible tos azotó a la chica quién escupió una gran cantidad de sangre desvaneciéndose.

 

—¡Konan!—exclamó pein sosteniéndola antes de que terminará de lleno en el suelo.

 

Ambos chicos corrieron en dirección de pein quién dejaba libres sus lágrimas que bajaban por sus mejillas.

 

—Konan, yo…yo…

 

—Pein escúchame… sabíamos que era cuestión de tiempo para que esto… ocurriera.

 

—perdóname…nunca fuiste feliz conmigo…siempre te provoque tristeza—pidió a la chica con gruesas lágrimas bajando por sus mejillas.

 

—No—atrajo su rostro hacia el suyo dando un beso profundo—no quiero irme… sabiendo que te sientes… de esta forma porque es mentira… siempre fui feliz a tu lado…me aceptaste y amaste con una increíble sinceridad que jamás pensé… tuviera derecho

 

El caballero y sasuke se acercaron hacia ellos junto con el arquero quién le sostuvo una de sus manos a la chica quién lo miro sonriente apretando su gran mano.

 

—Cuídalo mixtecátl— volteó hacia el rubio quién tenía sus mejillas húmedas por las lágrimas que por ella descendían—Ganen la guerra y terminen con esta pesadilla para todos los que se han involucrado… por favor

 

Ambos sirvientes asintieron sellando su promesa con la moribunda chica quién soltó un profundo suspiro tranquilo y que se dejo escuchar en medio de ese oscuro bosque llevándose consigo su último aliento.

 

—¿Konan?—la llamó—Konan, no te vayas!!!—exclamó abrazándola con fuerza—no me dejes te lo suplico—exclamaba cuando el cuerpo de la chica empezó a brillar haciéndose mas ligero entre sus brazos—no mi amor, por favor no me dejes solo, te lo suplico!!

 

Al también contener magia en su cuerpo, Konan se convirtió en pequeñas esferas blancas rodearon a los presentes, una emotiva despedida por parte de la peliazul. El moreno puso su mano en el hombro de su maestro quién se abrazaba el torso arrodillado al suelo, gimiendo doliente por la partida de su amada.

 

—es una energía tan cálida—susurró el caballero con una de esas esferitas sobre su dedo que descendió ya perdiéndose en el estrellado firmamento.

 

Sasuke estrecho al caballero contra su pecho dejando que sus lágrimas se secarán sobre su ropa, beso su cabeza mirando hacia el cielo a donde había partido la chica soltando un suspiro preguntándose si de verdad podría destruir el Santo Grial llegado el momento.

Notas finales:

Muchas gracias a todos los que le dan una oportunidad a esta hisotira alocada jejejejeje espero les guste este capítulo.

Y no se preocupen que si actualizare pronto. 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).