Bonus
Una simple invitación a comer en su casa, algo tan simple y inocente.
Algo que se había tornado en algo nada inocente.
Un simple beso de agradecimiento fue lo que los llevo a aquello.
Dos personas entrando a la habitación, besándose con pasión desenfrenada, los labios rojos e hinchados por la brusquedad de aquellos besos.
Dientes chocando de vez en cuando, entre movimientos torpes que delataban su desesperación.
El mayor introdujo sus manos por debajo de la camisa de su amado, acariciando la piel tersa.
El rubio se aferraba al cuello de su novio, estaba nervioso pero el deseo era aún mayor.
Un gemido broto de sus labios cuando el azabache empezó a masajear los pezones, calentandolo.
Sasuke bajo sus besos a su cuello, besando con lentitud, saboreando la piel entre sus labios.
Naruto mordía su labio intentando reprimir los gemidos, con la respiración irregular.
Sasuke continuaba besando su cuello y acariciando los pezones de su novio, pronto la camisa le empezó a estorbar. Se separó de él y con destreza y rapidez, le quitó esa prenda.
Lentamente fue recostado en la cama, perdido en las sensaciones y caricias, mientras sentía como su novio empezaba a bajar sus beso, descendiendo a su clavícula.
Con nervios y timidez, impropios de su persona, llevo sus manos al torso blanco del Uchiha, introduciendo sus manos dentro de la camisa y quitandosela para quedar en condiciones iguales, acariciando con lentitud, memorizando cada parte del cuerpo contrario.
Los besos finalmente llegaron a su pecho, el azabache llevo su boca a uno de los pezones, lamiendo lentamente, atrapandolo con sus labios y mordiendo suavemente, mientras su mano derecha pelliscaba el otro. Su mano izquierda descendió por el torso acanelado, llegando al lugar deseado.
Aún con el pantalón puesto, empezó a acariciar el bulto que había ahí, producto de la excitación.
Naruto intento acallar sus gemidos, pero cuando sintió a su novio masajeando su miembro sobre la ropa le fue imposible.
Sasuke paso al otro pezón. Dejo que su mano derecha subiera al otro pezón mientras metía la izquierda en el pantalón del Uzumaki.
Los gemidos no se hicieron esperar.
Sasuke acariciaba el miembro de su amado, presionando ligeramente, moviendo su mano tanto como podía dentro de la ropa.
Sasuke sonreía mientras oía los gemidos de su amado, dejo el pezón para bajar sus besos al abdomen, besando con ternura y pasión, y llegar a aquello que le impedía continuar.
Con sus manos bajo el pantalón de su rubio, llevando consigo la ropa interior, liberando el miembro de su amado, sonrió lijeramente y se acercó a los labios de su novio, mientras su subia y bajaba por el miembro del Uzumaki.
Gemidos morían en sus bocas, mientras se besaban con fuerza, demostrando la ansiedad que cada uno sentía, entregándose a ese mar de sensaciones desconocidas para ellos.
Naruto, perdido en ese mar de sensaciones, sin dejar de besar al mayor, bajo sus manos al pantalón de su acompañante, desabrochando y bajandolo, sacando una sonrisa del otro.
Fue Sasuke quien corto el beso, pero no borró su sonrisa, se levantó, y bajo lentamente el pantalón y boxer que aún lo cubrían, ante la atenta mirada azulina.
Naruto, con las mejillas sonrojadas, veía con atención como las prendas caían, mordiendo su labio inferior inconscientemente, logrando que la sonrisa del Uchiha se agrandará.
Sasuke tomo el pantalón que aún estaba en las rodillas canelas y lo quito totalmente, apreciando el cuerpo de su novio como dios lo trajo al mundo, sintiendo como la excitación aumentaba.
Se recostó sobre su novio nuevamente, acomodandose entre las piernas morenas, frotándose contra el miembro contrario, sacando gemidos de su amado y reprimiendo los propios.
— Ah, ah, aahh — trataba de no gemir, pero se le hacía imposible, se sentía tan bien.
Pero sus cuerpos exigían más, un simple rose no bastaba, se deseaban como pocos lo han hecho.
Sasuke tomo nuevamente con sus manos el miembro de su amado, mientras el suyo descendía hasta frotarlo contra la entrada de su rubio.
Se acercó a la oreja del Uzumaki, golpeando con su aliento en la oreja, aumentando la excitación del rubio — Naruto — le llamó — Quiero entrar — pidió casi en un ruego.
— Hazlo — autorizó el rubio, con la misma urgencia que él, deseaba sentirlo ya.
Sasuke sonrió y lo beso, mientras su rubio se abrazaba a él, sus manos aún masturbaban a su novio, con una lentitud torturosa. Lentamente introdujo su miembro en la entrada de su novio, causándole un dolor indescriptible.
Sasuke sintió las lágrimas que el rubio dejaba caer por sus mejillas, las uñas que se enterraron en su espalda y la queja que su amado se negaba a dejar escapar, todo producido por el dolor que sentía, haciéndolo sentir culpable.
Sin saber que hacer, siguió entrando con lentitud, aumentando la velocidad con la que lo masturbaba.
En cuanto terminó de entrar, se quedó ahí, en quietud, aún cuando su cuerpo y su propia exitacion le rogaban por comenzar a moverse, no lo hacía, su deseo era que ambos disfrutarán de ese placer carnal.
Fue Naruto, quien aún con el dolor, empezó a mover sus caderas, comenzando un vaivén lento, que pronto se volvió desenfrenado.
Moviéndose solo por instinto, guiados por la pasión, sintiéndose, exclamando el nombre contrario entre gemidos y gritos de placer, gruñendo, arañando, mordiendo, disfrutando del placer.
— Ah, ah, Sasuke, ah — gemía el rubio incesantemente.
— Mmm, Na-Naruto, ah — le seguí Sasuke.
El calor aumentaba a cada segundo, el sudor perlaba los cuerpos que se entregaban en un acto de amor, presos de sus más bajos instintos.
El final se acercaba a cada embestida, un calor se concentraba en su vientre.
— ¡Sa-Sasuke!
— ¡Naruto!.
Y así termino. Un acto tan banal pero tan significativo cuando lo haces con la persona correcta, con la persona que amas.
Sasuke, sin siquiera pensarlo, se corrió dentro del cuerpo ajeno, mientras el rubio se corrió sobre su propio vientre, manchando y en a parte y a su amado.
Después de eso no hubieron más palabras, no había necesidad, simplemente se acostaron uno a lado del otro, sé sonrieron cómplices, viéndose a los ojos, susurrando con la mirada un Te amo.