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Te Amo a Mi Manera por Anul Kazama

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Notas del capitulo:

MAGI: The Labyrinth of Magic es obra de Shinobu Ohtaka

Naruto es obra de Masashi Kishimoto

Miraban extrañados como todos trabajaban duro colocando las decoraciones, así como la representativa flor de esa época: para uno era completamente raro ver a la gente ir de aquí para allá y para otro, no creía que en ese sitio de clima cálido, llegaran a celebrar esa fecha.

Indra y Juba solo estaban en medio de uno de los enormes jardines del imperio, viendo como sus árboles eran decorados con esferas y luces, sus paredes eran adornadas con escarcha, botas y figuras relacionadas con la navidad. El mayor, con el bebé en brazos, solo se movía para no estorbarles a los criados que iban de aquí allá, buscando que todo quedara perfecto

 - Ese idiota…

Era lo que Indra susurraba al ver como los encargados de vigilar que todo estuviera bien, armaban semejante alboroto si algún adorno estaba mal puesto, en eso, escucho que alguien se acercaba a ellos. Koumei, al notar la expresión que portaba el azabache al ver como dos de los encargados se empezaban a pelear.

 - ¿En tu aldea celebraban navidad? - preguntó el pelirrojo ignorando la situación.

 - Pues en una festividad, normalmente lo que hacían era hacer un banquete para todos. La verdad no sé si era navidad eso - ahora que se ponía a pensar Indra, nunca fue de llamarle mucho la atención aquel festejo, se la pasaba un rato con la gente para después desaparecerse.

 - Entonces, espero que en esta tu primer navidad te la pases bien, aparte, va a ser también la primera de Juba - el bebé en brazos del Otsutsuki volteó con Koumei dándole una pequeña sonrisa.

 - Lo sé - suspiro - la primera lejos de mi familia, mi hogar, mi gente… - viendo a Juba - y la primera sin su padre

 - ¿Judal sigue sin decir quién es su padre?

 - Y es lo mejor - Juba lo miraba curioso - así lo mantendrá a salvo

Koumei solo alzo los hombros para seguir viendo las decoraciones, sin notar una miraba rojiza desde un balcón, Kouen estaba atento a los movimientos de Indra, para su suerte no estaba solo; sus tres generales y Kouha lo miraban en silencio, hasta que

 - ¿Se encuentra bien mi lord? - pregunto Kin Gaku

 - Si - sin dejar de ver a Indra

 - Mi lord - hablo su general dragón - ¿Por qué no deja que el joven regrese a su aldea solo por ese día y que después vuelva al imperio?

 - Me parece buena idea, mi lord - siguió Kin Gaku - si me lo permite desde hace meses se le melancólico y triste, que mejor regalo que estar con…

Kin Gaku guardo silencio al ver la dura mirada de Kouen, clara señal de que no dejaría ir a doncel, por lo que solo se giró retirándose del lugar, Kouha con una sonrisa burlona

 - Es claro que En-ni quiere pasar la navidad con Indra - sonriendo - yo que ustedes no volvería a mencionar eso de dejarlo ir

Por su parte, Judal como siempre, yacía frente a los ancianos de Al Thamen

 - Buen trabajo Oráculo - terminando de leer un pergamino - como siempre cumpliendo al pie de la letra nuestras ordenes - con tono burlón

 - Si quieren algo…

 - Descuide santo sacerdote - hablo otro - como sabe y gracias al gran corazón de nuestra ama, le dejaremos todo este tiempo libe para que conviva con su engen… - esquivando una estaca de hielo

Judal miraba seriamente al hombre para después retirarse, al mismo tiempo que apretaba sus puños. Cuando salió al pasillo, vio que este ya estaba decorado; puso su vista en un angelito, la cual toco y sonrió

 - Es verdad, será la primera navidad de Juba

El moreno sonrió, también era la primera vez que celebraría esa fecha, ya que en años pasados no le importaba celebrarla, pero ahora tenía una razón para hacerlo. Se preguntó al mismo tiempo que regalo le daría a su bebé. En Sindria las cosas no eran diferentes, las personas también hacían sus arreglos pero en el palacio real, todo estaba en silencio desde hace 4 meses

Cuatro meses atrás, luego de una larga espera, Drakon vio el barco que traía de vuelta a su amada, Saher. Hinahoho se encontraba esperando también, recibiendo a una efusiva Pisti y aun preocupado Spartos

 - ¿Qué tal el viaje? - pregunto el gigante

 - Bastante divertido - sonrió Pisti

 - Lo puedo ver, ¿y que averiguaron? - pregunto el peli azul y antes de que el peli rojo respondiera - descuida, se para que los envió Sinbad al Imperio Kou, pero también confirmaría una sospecha que tengo

Luego de unos minutos de no creer el reporte, Spartos yacía frente a la puerta del despacho de Sinbad, giro a su lado derecho donde seis de los Ocho Generales le levantaban el pulgar en señal de ánimo. El joven finalmente se animó y toco la puerta, para recibir un pase, al entrar

 - Ah, Spartos - Sinbad sonriendo - ¿Por qué no me avisaron que llegaron hoy?

 - Pues… Hinahoho y Drakon dijeron que has estado ocupado - sonriendo nervioso - así que fueron por nosotros… aunque Drakon

 - Lo sé, desde que los envíe siempre está en el puerto, pero me alegro que volvieran con bien - sonriendo para ponerse serio - ¿y que averiguaste acerca de Judal?

Spartos tomo aire para darse valor y le entrego los pergaminos a Sinbad, quien trataba de leerlos, pero…

 - Spartos…

 - Lo se… estaba tan nervioso que no pude evitar temblar al momento de escribir, pero el informe que tengo es que… que…

 - ¿Si?

 - Pues... jeje...

 - Spartos, habla ya

 - Judal es doncel y tiene un hijo

Esas palabras hicieron que Sinbad quedara en shock, casi al grado de desmayarse y de no ser porque Spartos reacciono, logro sentarse en su silla. El peli rojo quedo impresionado por lo pálido que se puso el peli morado, al mismo tiempo que lo abanico con uno de los documentos, cuando por fin pudo hablar

 - Spartos… ¿Qué fue lo que dijiste de Judal?

 - Que tiene un hijo y es doncel

 - M-me estás diciendo q-que Judal tiene un hijo... es mentira, ¿verdad? - el asombro se dejaba notar en su mirada.

Sin saber porque, Spartos miro con tristeza a Sinbad para pasarle los dibujos que Saher había hecho de Judal y Juba; el mayor pudo ver a un sonriente magi sosteniendo a un pequeño bebé de cabello negro que tenía su mirada fija en una paloma

 - ¿Quién es…

 - Nadie sabe quién es el padre

 - ¿Qué?

 - Al parecer, el magi se ha negado a revelar la identidad del padre de su hijo, pero lo que si supe, fue que desde que este niño nació, Judal ha cambiado mucho. Y la verdad, cuando Saher, Pisti y yo lo vimos, no lo pudimos creer

Sinbad escucho con atención, lo sucedido en el mercado del Imperio, la manera amable en que Judal solicitaba las cosas, jugaba y cuidaba de su bebé, y al ver en el dibujo esa sonrisa honesta, llena de amor y ternura hacia el pequeño, hizo que Sinbad se preguntara si ese era el mismo Judal que tanto le insistía ser equipo, aquel que mato a inocentes, aquel que se burló de él, aquel títere de Al Thamen. Simplemente no lo podía creer.

Tomo otro dibujo, donde solo estaba el pequeño: de cabello negro con su flequillo igual al de Judal, unos enormes ojos y una inocente sonrisa, Spartos solo lo miraba en silencio, pero por el semblante de su rey, no fue difícil adivinar que algo se había roto dentro de el

 - Sinbad… hay algo que…

 - Sinbad - entro Ja’afar molesto - ¡¿es cierto que mandaste investigar al magi del imperio?!

Pero Sinbad no reacciono, aun cuando el albino le quito los dibujos y el resto de los generales junto con el trio de amigos entraba, Sharrkan, Yamuraiha, Drakon y Hinahoho pudieron ver las imágenes del pequeño

 - Así que este pequeño es el hijo de Judal - hablo Yamuraiha - es adorable

 - Debiste verlo en el mercado - hablo Pisti - era tan tierno, sentí ganas de ir y pellizcarle sus mejillas

 - ¿Y cómo se llama? - pregunto Drakon

 - Juba - respondió Saher - tiene seis meses

 - ¿Y quién es la madre? - pregunto Sharrkan

 - Es Judal - respondió Pisti y al ver la cara del espadachín - es doncel

Sharrkan parpadeo tres veces, al igual que Ja’afar y el trio de amigos, por lo que Saher procedió a contar lo que vieron en el mercado, Sinbad por su parte seguía con una mirada lúgubre, tomando la imagen de Judal, sin duda la esposa de su general dragón había capturado la esencia del magi: recordó su última visita a Sindria, donde le jugo su broma, su burlo de él, además de darle una sonrisa maliciosa y ahora, el magi le daba una sonrisa de amor y sincera a un pequeño.

Mientras tanto, sus generales, el trio de amigos y Saher, seguían alabando al pequeño, al mismo tiempo que algunos expresaban su incredulidad del cambio de Judal

 - ¿Y quién es el padre del bebé? - pregunto Aladdin

 - Nadie lo sabe - respondió Pisti

 - Bueno, quien quiera que sea el padre de ese bebé, debe ser alguien a quien ese loco ama o amo demasiado para aceptar tener y conservar al pequeño - expreso Alibaba tomando la imagen de Judal y Juba - pero de verdad, ¿Quién amaría a este lunático?

 - SALGAN DE AQUÍ TODOS

 - ¿Sinbad? - Ja’afar sorprendido - oye, ¿Qué te

 - DIJE FUERA, YA

Antes de que pudiera decir algo, Hinahoho sujeto al albino del hombro negando, por lo que todos empezaron a salir de la habitación, al mismo tiempo que el gigante había dibujado una sonrisa la cual conservo, cuando todos llegaron al jardín

 - ¿Qué es gracioso Hinahoho? - pregunto Sharrkan

 - ¿Qué no es obvio?, Sinbad esta celoso

 - ¿De quién? - pregunto Ali baba

 - Del bebé - el trio lo miraba confundido al igual que Ja’afar y Sharrkan - Pisti, Saher, ¿ustedes creen lo mismo que yo? - las mencionadas asintieron

 - Hinahoho, ¿de qué hablas? - pregunto Ja’afar

 - Solo piensen, ¿el pequeño no les recuerda a alguien? - todos pensando

 - ¿Acaso? - empezó Morgiana - el bebé… se parece a Sinbad

 - Morgiana no digas locu…

Ja’afar se quedó callado al ver que con la mirada, Hinahoho, Saher, Pisti y Spartos confirmaban la paternidad del padre del bebé, eso hizo que el albino imaginara a Sinbad abrazando a Judal y al pequeño, cuando todo se puso negro; al poco rato todos los generales lo llevaban a su habitación luego de ver al visir desmayarse.

En su oficina, Sinbad había descargado su ira con lo primero que veía, en otras palabras, su despacho era todo un caos; solo seguían los dibujos de Judal y el pequeño sobre la mesa, el cual tomo para observarlo con atención

 - Judal… ojala fuera mío

Cuatro meses después, luego de ese evento, Sinbad no volvió a ser el de antes, si bien en las fiestas de Sindria volvía a ser el mismo, ya no se encontraba rodeado de su harem. Pero también había algo que no cambio, sus sueños; en ellos siempre se encontraba solo hasta que Judal llegaba con un pequeño bebé en brazos, pero antes de que el peli morado pudiera tomarlo en sus brazos, el mayor despertaba de golpe. No entendía que significaba. Por su parte en el Imperio Kou

 - Vamos Juba, puedes hacerlo

Kougyoku le daba ánimos al pequeño Juba, que yacía de pie frente a ella e Indra, quien se distancio a cinco pasos del pequeño, listo para recibirlo. El bebé los miraba entre inseguro y decidido, eso que la princesa terminara de confirmar quien era el padre del niño, pero eso no importaba ahora

 - Vamos Juba, aquí te recibo - le decía Indra

 - Quizá a un no está listo - comento Koubun Ka - aunque considerando la edad que tiene, ya debería poder dar mínimo unos cuantos pasos

 - Sí, pero tome en cuenta que siempre lo tenemos en brazos - respondió Indra - vamos Juba, tu puedes

Pero el pequeño solo los miraba mientras trataba de seguir manteniéndose pie hasta que una sonrisa se dibujó en su carita, los presentes vieron a sus espaldas para ver a un sorprendido Judal

 - ¿Qué están haciendo?

 - Animando a Juba para que camine - expreso Kougyoku - pero Juba no

En eso, se escucharon unas leves pisadas, todos vieron a Juba dando un paso al mismo tiempo que se detenía para seguir de pie, hipnotizado por verlo así, Judal se arrodillo mientras que extendía sus brazos, poco le faltaba al bebé para alcanzar al magi cuando se tropezó, eso hizo que todos se asustaran, pero Juba alzo su carita algo triste haciendo sonreír al sol negro de ternura

 - Mi niño, ya estas creciendo - tomándolo en brazos - no estés triste ya lo lograras

 - Bien hecho Juba - sonrió Indra mientras Kougyoku le aplaudía

Esos ánimos hicieron que el bebé sonriera, pero en la mente de Judal, no pudo evitar imaginarse a Sinbad de nuevo, recibiendo a Juba en sus brazos y expresando lo orgulloso que estaría del pequeño

 - ¿Judal estas bien?

 - ¿Qué?

Indra le hizo notar una lágrima al moreno y la mirada de preocupación en Juba, el magi de inmediato reacciono

 - Si estoy bien, me entro una basura en el ojo - sonriendo

 - Pensabas en el padre de Juba, verdad - hablo Kougyoku asustando a Judal

 - Si dices algo, te mato - con tono amenazador

 - Tra-tranquilo, no diré nada - respondió nerviosa

Judal solo asintió para retirarse a su habitación con Juba, Indra miraba preocupado al magi

 - ¿Descubriste quien es el padre? - pregunto Indra

 - Si

 - ¿Lo conoces? - la princesa asintió - entonces no lo vuelvas a mencionar

 - Óigame no…

 - Koubun Ka - lo detuvo la menor - él tiene razón, no debemos mencionar nada, sabes que Juba-kun está en peligro. Así que

 - Entiendo princesa

Ya en su habitación, Judal arrullaba a su pequeño para la hora de su siesta, pero Juba parecía no querer dormirse aun, por lo que empezó a balbucear y al ver los ojos del pequeño

 - Estoy bien Juba - al ver la mirada insistente del bebé - de acuerdo, pensé en el idio… en el tonto de tu padre - sonriéndole - estaría feliz de verte tratando de caminar. Sabes - acostándose ambos en la cama - tienes sus ojos y su fuerte forma de mirar

Juba sonrió a su papi, haciéndolo reír también, para después quedarse dormido acurrucado en su cuerpo, eso hizo sonreír a Judal. Finalmente la noche buena llego, ese día, todos celebraban en grande, Sinbad seguía aparentando alegría, pero cuando ya no pudo soportar mas

 - ¿Se siente bien mi rey? - pregunto Drakon

 - Si… algo cansado, así que me retiro. Despídeme de todos

 - Que descanses

Drakon lo miraba atento, era más que claro que Sinbad no estaba bien desde que se enteró de la existencia del hijo de Judal. Pero opto por darle su espacio, conocía bien a su rey y sabía que de un momento a otro, les diría lo que tiene en mente.

Sinbad llego a su habitación, saco una botella de vino de la cual bebió directamente de la botella para luego dejarse caer en la cama y sin darse cuenta se quedó dormido. Cuando despertó, todo estaba en silencio, era algo normal después de una noche de fiesta. Llego a la cocina donde se sorprendió de ver una larga trenza negra sirviendo la mesa. Primero parpadeo, luego se froto los ojos, pero esa melena negra seguía ahí, cuando

 - ¿Se quedara viendo o va a sentarse su tonteza?

Sinbad abrió sus ojos sorprendido de ver a Judal, pero estaba vestido de otra manera

 - ¿Qué?, ¿me veo mal?

Para sorpresa del magi, Sinbad se apodero de sus labios, Judal no dudo en responder pero al sentir que el beso iba subiendo de tono

 - Sinbad… espera…

 - No… - besándolo de nuevo

 - No estamos solos

 - ¿Qué?

Esas palabras detuvieron a Sinbad, para ver una manta en el suelo, donde estaba…

 - Su tonteza - luego de separase de Sinbad - quiero presentarte a Juba

Sinbad vio como Judal tomaba en brazos al pequeño que no quitaba su anaranjada mirada de él, pero lo más raro para el oji dorado, era que no odiaba al bebé; todo lo contrario, sentía que una enorme felicidad lo embargaba. Juba tampoco dejaba de verlo algo curioso pero luego el pequeño sonrió estirando sus brazos

 - Sinbad… Sinbad… reacciona

El mayor volvió en sí, viendo al bebé que esperaba que lo tomara en brazos, un miedo invadió a Sinbad, pero finalmente se armó de valor y cargo al pequeño, dorado y naranja no dejaron de verse. El rey de Sindria sentía romperse a llorar

 - Ayer - hablo Judal - empezó a dar sus primeros pasos

 - ¿De verdad? - el magi asintió - crece muy rápido

Alzándolo al aire y haciendo reír al pequeño, la cual hechizo al peli morado, luego los tres se dispusieron a desayunar. Ese día, Sinbad convivio con Judal y Juba, olvidando por completo el lugar donde estaban, los tres jugaban, reían y convivían juntos. Finalmente, antes de que el día acabara, Sinbad tenía a Juba acurrucado a su cuerpo completamente dormido

 - Judal…

 - ¿Si?

 - Sé que esto es un sueño

Antes de que Judal pudiera responderle, el mayor de nuevo le robo un beso, uno que Judal no rechazo, al contrario, le respondía con la misma intensidad que lo recibía, cuando se separaron

 - Tienes razón Sinbad, es un sueño

 - Judal

Sin que pudiera hacer nada, Judal pasó su mano por los ojos de Sinbad, haciéndole sentir sueño, pero aun con la poca conciencia, el mayor pudo evitar quedar acostado encima de Juba, el cual le fue retirado de sus brazos por el magi, quien lo veía ¿triste?

 - Ju-Judal…

 - Lo siento Sinbad…

Sinbad finalmente se quedó dormido sin poder escuchar las últimas palabras de Judal, al día siguiente, el mayor se despertó de golpe viendo a su alrededor y viéndose a sí mismo, como siempre, estaba desnudo

 - Ese sueño

Luego de decirse esa frase así mismo, Sinbad observo sus brazos, como si algo le faltara, fue cuando recordó al pequeño Juba: pequeño, inocente y parecido a Judal… apretó fuerte sus manos, ya no le importaba, hoy le informaría a sus Ocho Generales, su amor por Judal y aunque no fuera suyo, aceptaría al bebé como su hijo.

En el Imperio Kou, Judal terminaba de vestir a Juba luego de un baño, el bebé lo miraba serio y triste, el magi le sonrió

 - Lo sé, pero era necesario… y este era mi regalo de Navidad para ti - uniendo su frente con la de Juba - aunque el haya pensado que fue un sueño

Notas finales:

Sabemos que ya paso la fecha, pero por diversas causas, no pudimos subir este capitulo y el siguiente. En este Judal le hace creer a Sinbad que todo es un sueño, pero un regalo de Navidad tanto para el "Su tonteza" (perdón, je) y para el pequeño hijo de ambos, Juba


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