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Te Amo a Mi Manera por Anul Kazama

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Notas del capitulo:

MAGI: The Labyrinth of Magic es obra de Shinobu Ohtaka

Naruto es obra de Masashi Kishimoto

 - Pero Sin... te paso que te enamorarás de una mujer o doncel que te gusta contratar, de algún hombre pero... ¡¿Judal?! ¡De todos los seres existentes tenías que fijarte en ese desalmado! ¡¿Por qué no puedes ser normal por una sola vez en tu vida Sinbad?! - el regañado y Masrur abrieron los ojos, si, Ja'far tendía a gritarle e incluso pegarle pero nunca con tanto odio en su voz.

 - B-Bueno Ja'far... tal vez Judal no sea una gran persona, pero algo tiene... sus ojos rojos que ocultan tantas cosas - un suspiró enamorado salió de sus labios.

 - ¡Lo perdimos! ¡Lo perdimos! - tal vez empezaba a exagerar un poco - ¿olvidas TODO lo  que ha hecho? - el enojo era muy evidente - ¡es alguien sin sentimientos, Sinbad! - ahí fue cuando el rey se puso serio.

 - Todos pensaban eso de ti Ja'far - el albino se quedó callado bajando la mirada - ¿se te olvida que también hiciste sufrir a muchas personas? - no obtuvo respuesta - tú ocultabas tu dolor con esa máscara del “niño mercenario” - suspiro - sé que Judal ha hecho mucho daño, pero sé que él es igual a ti antes de que fueras mi compañero. Pero como tú, ha cambiado

Con pesar, Sinbad tomo la foto del causante del cambio en Judal, Juba. Apretó su puño conteniéndose de arrugar la imagen

 - Y bien, ahora que has aceptado tu amor por ese niño, ¿qué piensas hacer?

 - Preparen un barco al Imperio Kou, iré por el

 - ¿Y crees que querrá venir?, recuerda que él tiene a alguien - Drakon haciendo referencia al bebé

 - ¿De quién hablas? - mostrando un leve enojo

 - Del niño, su hijo, ¿recuerdas?, ese magi ya no está solo

Sinbad solo guardo silencio mirando el dibujo del pequeño, por lo que solo suspiro

 - Entonces vendrá con nosotros

 - Oye, espera Sinbad, ¿acaso?

 - Lo nombrare primer príncipe de Sindria, aunque no sea mío

 - Pero Sin - hablo de nuevo Ja'far - sabes que un… y perdóname que lo diga, un bastardo no puede tomar ese cargo. Si traes a ese…

 - Ja'far, es más que obvio que Judal no me va a amar sobre su hijo, así que, el niño vendrá con nosotros

 - ¿Estás loco Sin?

 - No

 - ¿Y dime?, ¿que pasara después?, ¿crees que después Judal aceptara tener un hijo contigo? Y más importante aún, ¿Cómo sabes si ese magi te corresponderá?

 - No importa, igual pienso nombrar a ese niño mi heredero. Y yo sabré como enamorar a Judal

 - ¿Es idiota o se hace? - preguntó Pisti a Yamuraiha.

 - Para ser idiota no hay que fingir - respondió la maga negando con la cabeza.

Al escuchar ese comentario, Spartos intento decirle que Juba es su hijo, pero Drakon lo detuvo con la mirada en señal, que Sinbad debía descubrirlo solo, sumado que aún no era el momento

 - A ver si así aprende a hacerle caso a sus generales...y dejar de ser tan idiota - pensó Drakon, al mismo tiempo que lo observa y sonríe - y es más que obvio que le tienes celos a tu propio hijo, tan idiota eres para no darte cuenta que es tuyo

Poco después, Ja'far daba la orden de preparar el barco que saldría a la mañana siguiente con rumbo al imperio Kou; subían provisiones para el tiempo que durarían en el mar y una que otra arma para estar preparados en caso de un ataque enemigo.

Sinbad se había retirado su habitación, pidiendo que le dejaran solo. Estaba planeando o mejor dicho, ensayando lo que le diría a Judal para confesar su amor por él, convencerlo en vivir en Sindria y convertirse en su "reina", aparte de prepararse mentalmente para un niño pequeño, y no es que no le agradaran los niños, al contrario, pero ya hacerse cargo de uno que no es suyo como si lo fuera, sería una tarea difícil.

Aun así, Sinbad recordó ese sueño, donde conoció al pequeño Juba. Miro sus brazos, los sintió fríos y vacíos, así como sus labios y su corazón; con esta motivación, el peli morado se motivó para hacer hasta lo imposible para tener el amor del magi y, en un futuro, el del bebé.

En el Imperio Kou por su parte, Judal no dejaba de abrazar protectoramente a Juba, quien se aferraba a él y escondía su rostro en su pecho, esto lo hacía cuando el magi estaba frente a uno o los miembros de Al Thamen, en esta caso, Markkio, quien seguía con su “sonrisa”

 - Es increíble cómo va creciendo - expreso el sonriente - aún recuerdo cuando era más chico, dígame mi santo sacerdote, ¿ya habla?

 - No - Judal lo miraba seriamente - ¿Qué es lo que quieres ahora?

 - Oh, lady Gyokuen solo quiere saber porque ya no nos encargas a tu… ¿bendición?, seguro que ya sabría caminar y hablar, ¿no es así pequeño? - Markkio se le acerco sonriente pero Juba se aferró más a Judal, quien se ladeo de abrazándolo más - por cierto…

 - Se los dije el día que Juba nació, lo que haga con mi vida no es de su incumbencia.

 - Oh querido magi, ¿y esa respuesta le darás a tu hijo cuando pregunte por su padre?

 - Eso es asunto mío, si eso es todo me retiro - yéndose

 - ¡Solo recuerde santo sacerdote!, ¡no podrá ocultar la paternidad de su engendro; la octava princesa y ese extranjero no podrán protegerlo siempre!

Judal solo pudo reforzar el agarre saliendo de ahí, Juba había comenzado a temblar y eso solo podía preocupar al azabache, que con pequeños susurros le iba calmando poco a poco.

 - Haré todo lo posible para protegerte...

Cuando llegó a su habitación se sentó dejando al bebé descansar en sus piernas sin dejar de abrazarlo. Tocaron a su puerta.

 - Judal-chan, ¿puedo entrar? - la voz de la octava princesa le calmo, sabía que podía confiar en ella.

 - Pasa - la joven entró y antes de que Judal pudiera dejar acostado en su cama a su bebé, Kougyoku se lo arrebató con velocidad pero cuidado comenzando a darle mimos que solo hacían feliz al infante - te gustan demasiado los niños, ¿no?

 - ¡Me encantan! y Juba-chan es tan lindo y bonito. Espero que no saque tu lado sádico - un pequeño tic apareció en el ojo derecho del azabache.

 - Bueno, ¿Qué quieres? - viendo a la princesa alzar a Juba al aire quien reía divertido

 - ¿Recuerdas que evento se aproxima o más bien será dentro de tres días?

 - Sabes que odio las adivinanzas - cruzando los brazos

 - Bueno, es el cumpleaños de En-ni - expreso la princesa emocionada

 - ¿Y? - Judal despreocupado

 - ¿Cómo que “y”?, es un evento importante y debemos celebrarlo. Tengo pensado hacerle una gran fiesta y claro que tú y Juba-kun están invitados - viendo al magi reír - ¿Qué?

 - Dudo que Kouen quiera a Juba en su fiesta y más desde que le vomito encima de su capa favorita

 - ¿Qué? - viendo a Juba - ¿eso hiciste? - el bebé le miro tratando de entender y después rio

 - Y deja eso de lado, todo sucedió delante que Indra

 - ¡¿De verdad?!

 - Sí, pero tu hermano tuvo la culpa: el tonto olvido sacarle el aire a Juba después de darle su biberón. Mi bebé empezó a llorar y cuando Kouen le dio una palmada

 - Vaya, con razón estaba de mal humor ese día - viendo a Juba - eres un travieso como tu mami

Judal apenas iba reclamar, pero al escuchar la risa de su pequeño, lo hizo sonreír. Poco después, mientras le cambiaba su pañal a Juba

 - ¿Y qué tienes en mente?

 - La verdad no se me ocurre algo - suspiro la princesa - por eso vine a ti, por si tenías ideas

 - Sabes que las fiestas no son lo mío - poniéndole talco al bebé - y antes de que digas algo, cuando Juba tenga su primer cumpleaños, quizá ahí se me ocurra algo - abrochando el pañal - listo - alzándolo al aire

Kougyoku solo pudo sonreír al ver de nuevo a Judal contento mientras alzaba a Juba al aire, al recordar las expresiones del pequeño, la princesa suspiro

 - No cabe duda, Juba es hijo de Sinbad-sama - pensó - ¿y entonces Judal-chan, me ayudaras?

El azabache suspiro fastidiado, cuando sintió un leve tirón en su ropa, cortesía de Juba, quien lo miraba con ojitos un poco suplicantes

 - La misma mirada de su tonteza cuando quiere algo - suspiro pensando - está bien, te ayudare

 - Kyaa, gracias Judal-chan - abrazándolo

 - Si, si - viendo a su bebé bostezar - pero lo hare cuando Juba se duerma

La princesa solo asintió emocionada, en la biblioteca por su parte

 - Es increíble - expreso Indra emocionado

 - ¿Es la primera vez que ves una biblioteca? - Koumei bostezo

 - Claro que no, mi padre tiene una, es pequeña pero - tomando un libro - está llena de notas que el mismo escribió - tomando una caja de madera - ¿Qué hay aquí?

 - No sé - bostezo el pelirrojo - hay cosas que solo traen y lo guardamos

Indra solo bufo y con permiso de Koumei, trato de abrir la caja, cosa que se le comenzó a dificultar cuando

 - ¡Ay!

 - ¿Qué paso?

 - Nada

Mientras tanto, Kouen, acompañado de sus generales, Kouha y sus damas, iban camino a la biblioteca para buscar más información acerca del djin de Indra

 - En-ni, creí que ibas a dejar ese asunto en paz

 - Dije que no le iba a preguntar a Indra, mas nunca le dije que buscaría por mi cuenta

 - Ay En-ni, así nunca te lo vas a ganar - viendo al mayor echarle una mirada molesto

Cuando llegaron a la biblioteca y antes de que abrieran la puerta

 - E-espera, ¿Qué vas a hacer con esa cosa?

 - Lo voy a meter para después sacarlo

 - Pero es enorme

 - Tranquilo he hecho esto miles de veces

 - A-ay… se más amable

Fuera de la biblioteca Kouen emanaba un aura oscura, mientras sus generales estaban sonrojados imaginando lo que sucedía, Kouha solo rascaba sus mejillas, mientras sus tres damas de compañía temblaban de miedo y más cuando escuchaban

 - Koumei

 - Relájate, ya casi sale

 - Aahh… - ese gemido fue la gota que derramo el vaso

 - ¡¿Qué diablos está pasando aquí?!

Contrario a la escena que esperaban ver, Koumei sujetaba la mano de Indra

 - ¡Koumei, ¿qué diablos estás haciendo?!

Un nuevo tic se formó en el ojo del primer príncipe, al ver como su hermano succionaba un dedo de Indra, quien hacía gestos de dolor, cuando finalmente

 - Listo - sacando algo de su boca - sí que era grande

 - Maldita astilla - expreso Indra - gracias

 - No hay de que - respondió el pecoso - tenías razón, si hubiera usado la espada sería peor

 - Aunque tu solución era algo rara

 - Esto lo hacía cada que Kouha o Kougyoku se astillaban... siempre funciona

Kouen tosió llamando de nuevo la atención de Koumei e Indra, quien solo bufo molesto en especial al ver la cara de burla de Kouha y al resto de los espectadores sonrojados

 - ¿Qué pasa En-ni? - pregunto Koumei

 - Oh nada - respondió Kouha - simplemente pensó que

 - ¡Kouha! - el mencionado ríe

 - No te enojes En-ni - sonriendo zorrunamente - admite que te dio celos pensar que…

 - Kouha-sama

El pobre chico yacía tirado en el suelo con un golpe en la cabeza cortesía de un furioso Kouen, Indra solo negó mientras Koumei se medio dormía de pie. De vuelta en Sindria, en la habitación de Sinbad

 - Judal, quiero que vengas conmigo a Sindria… no, no… Judal cásate conmigo… tampoco

Sinbad se tiraba su propio cabello mentalmente, buscaba las palabras adecuadas para pedirle a Judal ser su doncel, pero nada lo convencía, ¿Por qué motivo?, finalmente el peli morado estaba dispuesto a sentar cabeza pero nunca se imaginó que declarar su amor al sol negro era tan difícil. Si bien recordó lo fácil que es seducir a cualquier chica o doncel que se le ponía enfrente, incluyendo las de su harem, no sabía que palabras usar para expresar lo que sentía por el azabache y su aceptación hacia su hijo.

En el pasillo, Alibaba se dirigía hacia la habitación del rey, iba con una enorme sonrisa y entrando sin tocar

 - Sinbad… ¿ah?

 - A-Alibaba-kun

El rubio casi se cae de espaldas al ver a Sinbad a punto de besar una almohada después de decirle que la amaba, lo cual era vergonzoso para el mayor

 - Alibaba-kun

 - E-está bien - sonriendo - perdón por interrumpir y

 - No interrumpes nada

Alibaba vio como Sinbad devolvía esa almohada a su lugar, al mismo tiempo que la miraba y acariciaba con melancolía, el rubio bajo su mirada para después entrar al cuarto decidido

 - Sé que no es de mi incumbencia pero… ¿ensayabas para pedirle al… al… - Sinbad suspiro

 - Si - mirando la almohada - pero no sé cómo decírselo, así como el hecho de que aceptare a su hijo

 - Bueno, quizá la almohada no sea buena compañera para practicar - sonrió el rubio

 - Es que… es

 - ¿Si?

 - Aquí donde pase la noche con Judal

 - ¡¿Qué?! - Alibaba sorprendido - ¿Cómo y cuándo?

 - La verdad - sonriendo - no lo recuerdo mucho, salvo que pase la noche con una chica con aroma a durazno, ruda y agresiva pero - recordando el rostro de Judal - muy hermosa. Al día siguiente, me di cuenta que se trataba de Judal

Sinbad apretó su puño con fuerza, frunciendo levemente el ceño, algo que no pasó desapercibido para el rubio, quien recordó su reacción al enterarse de que Judal tiene un hijo

 - ¿Qué pasa Sinbad-san?

 - Nada - suspiro - solo pensaba que… - sonriendo - olvídalo, ¿se te ofrecía algo?

 - Sí, pero - sonriendo - eso no importa, si quieres te ayudo para que te le declares al magi del Imperio

 - Pensé que lo odiabas

 - Bueno… no olvido que por su culpa Kassim… - apretando los puños - en fin, realmente quiero corroborar que ese magi realmente cambio por su hijo

 - ¿Dudas que ese niño no lo haya cambiado?

 - Bueno Sinbad, las personas no cambian de la noche a la mañana

 - Sabes… eso me recuerda cuando conocí a Ja'far - sonriendo - él se mostraba como un asesino a sangre fría y despiadado, peor o igual a Judal. Pero solo basto con salvarlo de caer en la depravación en la celda de Valefor, bueno… - recordando las lecciones con Rurumu -  con eso basto, para que lo hayas conocido en Baldad

Alibaba se mostró sorprendido al imaginarse a Ja'far con la personalidad de Judal, con el chico amable, educado y responsable que es ahora. Eso hizo sonreír al rubio

 - Bueno, Sinbad-san, como dije te ayudare y después, te diré a que vine

 - Gracias

Una hora después, Morgiana se dirigía a la habitación de Sinbad, para ver si había visto a Alibaba poco le faltaba para llegar cuando

 - ¡Morg-san!

 - Aladdin - la fanalis de volteo a verlo

 - ¿Aún no encuentras a Alibaba?

 - No, voy con Sinbad-sama para ver si está ahí

 - Entonces te acompaño

Morgiana solo sonrió y asintió, reanudando ambos el camino hacia al cuarto de Sinbad, cuando llegaron y al abrir la puerta, la fanalis y el magi se quedaron en blanco al ver al peli morado a punto de besar a Alibaba, cuando este se dio cuenta que había espectadores

 - Ah - expreso el unicornio en blanco

 - Mo-Morgiana… Aladdin - Sinbad también nervioso

 - Alibaba-kun… ¿tú y el tío Sinbad?

 - NO - expresaron los dos al mismo tiempo

 - Alibaba-kun me ayudaba a practicar - expreso Sinbad

 - S-sí, sí, eso - respondió el rubio sonriendo nervioso - pero sin querer, Sinbad-san se emocionó de más y…

 - Lo siento, Alibaba-kun - sonrió Sinbad nervioso

 - Entonces, ¿vas en serio por Judal? - pregunto Aladdin

 - Sí, no solo por él, también por su hijo, a quien espero querer como si fuera mío

 - Sé que lo conseguirás, tío Sinbad - sonrió Aladdin - bien, ¿siempre si vamos a ir al Salón Rosa?

 - Claro - respondió Alibaba emocionado

 - ¿A eso venias conmigo? - pregunto el peli morado

 - ¿Eh?, si, ya que vamos a estar fuera mucho tiempo, Sharkkan tuvo la idea de ir a ver chicas lindas

 - Ya veo - sonrió Sinbad - lo siento, pero esta vez no cuenten conmigo - el rubio y el peli azul se sorprenden - lo sé pero - cruzando sus brazos - a partir de hoy, quiero ser completamente de Judal, así que, debo despedirme de algunos de mis hábitos

 - Entonces si vas en serio - comento Alibaba - al menos que sea una especie de “despedida” de soltero

 - Lo siento, pero ya no me apetece ir a ver o estar con otras chicas y donceles - sonriendo - supongo que esto es estar enamorado

 -          Bueno, más chicas lindas para mí - rio Alibaba con picardía cuando escucharon un golpe

 - ¿Morg-san, estás bien?

Los varones pusieron su atención a la fanalis quien escondía su rostro bajo su flequillo, para después darse la vuelta e irse

 - ¡Morg-san!

 - Estoy bien

Tanto Aladdin como Alibaba se escondieron tras Sinbad, los tres estaban asustados cuando la pelirroja les dedico una mirada lúgubre para seguir su camino. En el Imperio Kou, en la habitación de Indra

 - Así que es el cumpleaños del idiota

 - No le digas así - Kougyoku con un puchero

 - Lo siento, pero soy honesto - bufo - y más después de lo que paso en la biblioteca

 - Hubiera sido divertido verlo - sonrió Judal - me hubiera reído mucho, ¿listo Juba?

Judal retiro el biberón del pequeño para después darle golpecitos en la espalda y sacara el aire, cuando lo hizo, el bebé bostezo

 - Indra, ¿puedo?

 - Claro - sonriendo

 - Gracias

Con cuidado, Judal se acostó junto a pequeño para arrullarlo, mientras la octava princesa y el castaño los observaban con una sonrisa, hasta que Juba se quedó dormido, pero el magi seguía abrazando al bebé

 - ¿Otra vez Judal? - pregunto la princesa

 - Sí, pero no importa lo que hagan, nunca sabrán quien es su padre

 - ¿Y cuándo Juba quiera que le hables de él? - hablo Indra

 - De hecho - sonriendo - lo hago y sé que él me entiende - acariciando el cabello de su bebé - bueno, a lo que vinimos - viendo a Kougyoku - ¿Qué planeas para la fiesta de Kouen?

 - Pues planeo un gran banquete claro, pero también pienso como entretener a los invitados

 - Pero casi siempre contratan acróbatas y otros artistas - comento Judal - además de música muy aburrida

 - Indra-chan, ¿Cómo celebran los cumpleaños en tu país?

 - Bueno, hacemos un banquete para todos, hay música y juegos…

Indra bajo su mirada con melancolía, al mismo tiempo que se reprochaba por no haber valorado tan cálidas convivencias. La princesa y el magi, solo lo observaban en silencio mientras el pequeño seguía dormido, la primera sonrió

 - Lo tengo, Indra-chan, ¿crees que puedas ayudarme a hacer una fiesta como en tu país?

 - Bueno, yo no participaba mucho pero

 - Basta con que sepas como las hacen

 - Pero en esas fiesta todo era sencillo

 - No importa, yo sabré hacerla digna de mi hermano, por favor ayúdame - en modo suplicante - normalmente se lo pediría a Judal-chan, pero es un perezoso

 - ¡Oye!

 - Antes de tener a Juba claro - sonrió la joven - por favor Indra-chan

Indra estaba en la misma situación que Judal, quien lo observaba algo burlón, el castaño suspiro

 - Está bien, te ayudare

 - KYAAA

 - ¡Bruja!

 - Lo siento, lo siento

Era lo que decía Kougyoku después de despertar a Juba con su emocionado grito, mientras Judal trataba de dormirlo. Esa noche, en Sindria y siendo exactos en un burdel

 - ¿Qué paso Sinbad, no que no ibas a venir? - expreso un burlón Sharkkan

 - Solo vine por el vino - respondió un sonriente Sinbad con una copa en la mano

 - Si como no - el moreno guiño el ojo - oh, ¿ya viste a Alibaba y Aladdin?

Los mayores vieron con una sonrisa a Aladdin quien enterraba su cara entre los pechos de una chica, mientras Alibaba estaba con una debatible cara de felicidad y pervertido sinvergüenza mientras abrazaba a unas bellas chicas

 - Chicas, todas ustedes son preciosas, mis reinas

Era la frase que el rubio repetía una y otra vez, sin saber que fuera de una ventana al igual que hace tiempo, Morgiana apretaba sus puños con rabia al mismo tiempo que las lágrimas salían de sus ojos, al sentirlas, la fanalis las limpio con sus manos tratando de que no llorar pero le fue imposible no hacerlo al mismo tiempo que no dejaba de pensar en Alibaba coqueteando una y otra vez con esas chicas. Luego de llorar un rato, escucho una voz conocida

 - Yamuraiha, cálmate

 - Suéltame Pisti, a ese lo mato, lo castro, le arrancare la piel a tiras y se lo daré de comer a las serpientes en la próxima cacería

Morgiana miro de nuevo hacia adentro, para ver a un Sharkkan completamente sonriente piropeando a una chica, pero para su sorpresa, Sinbad estaba solo excepto por la copa de vino mientras miraba divertido a sus compañeros de juerga. La fanalis de nuevo volvió su atención al escándalo protagonizado por la maga y la rubia

 - ¡Suéltame Pisti!

 - Yamuraiha, cálmate por favor

 - Yamuraiha-san - la maga y la rubia se detiene

 - Oh, Morgiana

La fanalis solo las observo, a los pocos minutos, el encargado del burdel se acercó a Sinbad y los demás

 - Perdona majestad

 - ¿Si? - sonrió el peli morado

 - Disculpe mi atrevimiento, pero, ¿no desea que una de mis chicas lo...

 - Lo siento, pero no - sonrió el peli morado - yo ya he elegí a mi compañero de vida

 - Majestad - sonrió el hombre - ¿acaso ya eligió esposa?

 - Esposo, un doncel - dándole un trago a su vino - mañana iré a proponérselo, hasta entonces, no diga nada

 - Por supuesto majestad - sonrió el dueño - deseo que ese joven lo acepte, ya era hora y con perdón suyo, que Sindria tuviera su reina. Si me permite un momento

Sinbad solo asintió, mientras miraba su reflejo en el vino recordando a Judal y en parte, al bebé.

 - ¿Realmente podre verlo y quererlo como mi hijo? - pensaba el peli morado - sin embargo, hay algo en ese niño que me es familiar - recordando los ojos del pequeño - y no solo por Judal, si no, por alguien más, ¿pero quién?

 - Majestad

 - ¿Si?

 - Mire, este es cortesía de la casa - mostrando una botella de vino - para celebrar que usted encontró a alguien digno de usted

 - Huele muy bien - sirviendo un poco en su copa - y es delicioso, pero debería guardarla

 - De hecho - sonrió el dueño - tengo guardada otra aún mejor; si el doncel lo acepta, la usaremos el día de su boda

 - Gracias

 - Ah, y por cierto, ¿el señor Sharkkan? Y - viendo una tarjeta - ¿el señor Alibaba?

 - Soy yo - el mencionado alzo la mano - mi amigo esta allá, ¡oye Alibaba, nos buscan!

 - ¡Ya voy! - sonrió el unicornio y después de disculparse con las chicas - ¿Qué pasa?

 - Bueno, me piden por favor que esperen aquí, alguien me pidió que les envíe a mis mejores y más solicitadas chicas

 - ¿De verdad? - respondieron emocionados

 - Si, esperen por favor, ya terminan de arreglarse

 - ¡Claro!

 - Siendo así - Sinbad trata de ponerse de pie

 - Oe, Sinbad, espera un momento, total que tu magi no se va a enterar

 - Sharkkan, fui honesto cuando dije que no me apetecía estar con nadie excepto el. Por si no te has enterado, ya tengo más de nueve meses que no he llamado a mi harem, así que

 - Gracias por esperarnos - los interrumpieron dos voces femeninas

 - Descuiden chicas, llegan a tiempo, nuestro amigo esta por irse

 - Sharkkan - le reprocho Sinbad

 - Vamos, vamos, Sinbad-san, como nuestro regalo de semi bodas, compartiremos a nuestras compañías

 - Oh, ¿su amigo se casa? - se escuchó una de las voces

 - Si es que su doncel lo acepta - hablo el moreno - al igual que el bebé que el susodicho tiene

 - ¿Una madre soltero?, su amigo es generoso al aceptar hacerse cargo de un niño ajeno

 - Y lo es - sonrió Sharrkan - vamos chicas siéntense…

 - Si no se queden ahí para…

Sinbad vio como sus compañeros se quedaron en blanco y cuando miro a sus espaldas se puso igual: dos mujeres altas, de complexión muscular; ojos y bocas pequeños y una nariz grande en cada chica. Una de cabello largo y oscuro, la otra rubia de cabello rizado. Ambas usando un collar, pendientes y un vestido color rosa.

 - E-eh… yo me retiro

 - Oh, ¿el rey no se queda?

 - N-no… mañana salgo de viaje y

 - ¡Oye Sinbad, ni se te ocurra dejarnos solos! - grito Sharkkan

 - Lo siento - sonriendo - pero estas señoritas son para ustedes, con su permiso

 - Si-Sinbad…

 - Descuiden, seremos amables con ustedes

Debido a que Alibaba seguía en shock, Sharrkan fue el único que lanzo un grito. Mientras tanto, una muy sonriente y satisfecha Yamuraiha, acompañada de una alegre Pisti y una lúgubre Morgiana, cosa que no pasó desapercibida

 - ¿Estás bien Morgiana? - pregunto Pisti

 - Si

 - Debe estar cansada - Yamuraiha intervino - mañana será un día muy pesado, a menos que

 - No, quiero saludar a Hakuryuu-san

 - Y créeme que el estará feliz de verte - expreso la maga

Pero para la maga no era secreto lo que la fanalis sentía por Alibaba, a quien tacho más como un idiota, menos mal que Masrur no estaba enterado; de igual modo, Yamuraiha sabía que quizá, el cuarto príncipe imperial aún tenía una oportunidad de ganarse el corazón de Morgiana

Notas finales:

Gracias por leer y perdon por la tardanza, pero el bloqueo esta dificil pero ya poco a poco lo voy superando n_n


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