Volviendo al presente, Kougyoku seguía jugando con Juba, Judal al ver reír al bebé sonríe con ternura pero pronto su gesto cambio a uno fastidiado
- Pero tenías que arruinarlo todo como siempre, Rey Idiota
FLASH BACK
Era otra noche donde se celebraba el Mahjaran, Judal aterrizaba lentamente observando todo a su alrededor, buscando con la mirada a Sinbad al mismo tiempo que recordó lo sucedido esa misma noche tres meses atrás provocándole un sonrojo; sacudió su cabeza tenía que centrarse en él porque estaba ahí, debía de admitir que estaba nervioso e ilusionado al mismo tiempo, pues creyó que se iba a cumplir algo que jamás creyó que iba a pasar.
Al igual que aquella vez la gente no le prestaba atención por estar concentrados en la fiesta, específicamente, bebiendo, solo que esta vez había hombre bailando y cantando cosas incoherente, entre ellos un rubio unicornio acompañado de un enano de cabello azul que restregaba su cara en medio de los pechos de una chica que bailaba enternecida que no se percataba de las verdaderas intenciones del enano azul provocando que Judal negara la cabeza y soltar
- Estos dos no cambian
Pero Judal no noto que alguien si había notado su presencia y lo seguía a una leve distancia, cuidando de no ser descubierto por el magi. Después de mucho caminar, escucho una singular risa que el reconoció fácilmente: Sinbad con su copa de vino en mano un sonrojo en su rostro acompañado de cinco de sus ocho generales: Jaafar, Masrur, Drakon, Spartos y Pisti
Al verlo, Judal y sin darse cuenta, sintió una emoción que inundo su corazón y un rukh rosa lo comenzó a “molestar”, al mismo tiempo que el rukh blanco comenzó a revolotear en su vientre, el azabache al verlo, se dio cuenta de que su bebé sabía que él estaba contento
- No sé porque te emocionas, si solo es un estúpido - refiriéndose a Sinbad- aunque será divertido ver su cara cuando sepa que vienes en camino, aparte de la expresión de la monja faldera que siempre trae encima
Decidido, Judal comenzó a caminar dispuesto a dejarse ver, cuando escucho hablar al perro faldero
- Oye Sin… con aquella princesa, ya es la quinta candidata que dejas escapar
Al escuchar eso, Judal retrocedió unos pasos y se escondió tras un muro, para poder escuchar la respuesta de Sinbad pero solo escucho su carcajada
- Solo estuve ahí por razones diplomáticas - el albino se exalta
- Pero… ¿no crees que ya es hora que elijas una esposa?, después de todo, Sindria ya necesita un heredero - al escuchar eso Judal se emociona
- Estúpido -sonriendo- si supieras que la persona que odias será tu futura reina - abriendo sus ojos de sorpresa y negando- no, no ¿Qué estoy diciendo?, oráculo… la estupidez de este reino ya se me está pegando
- Pero que tonterías dices Jaafar, yo no quiero una familia - el azabache abre los ojos sorprendido
- Pero mi rey, tener una esposa es lo mejor de este mundo tener con quien hablar, alguien que te espere en casa y si el cielo lo quiere, tener hijos
Al escucharlo Judal, anido una pequeña esperanza de que las palabras del general dragón hicieran reaccionar a Sinbad, pero este solo se rio rompiendo sus esperanzas
- ¿De que están hablando? - poniéndose de pie y dirigiéndose al balcón para continuar- aun sin esposa y niños, porque en realidad no los necesito, yo tengo una enorme familia. Toda mi gente es mi familia
Luego de decir aquello, Sinbad alzo su copa y la gente le correspondió con alegría, sin darse cuenta que alguien detrás de un muro sufría, excepto por Hinahoho que solo lo observaba en silencio. Con lágrimas, Judal se alejó de ahí para regresar al imperio Kou.
Durante el viaje de regreso, Judal iba en su alfombra voladora llorando sin parar, cuando noto que el rukh revoloteaba en su vientre, al escucharlo, se dio cuenta de que su bebé lo estaba consolando, eso le hizo dibujar una sonrisa
- Aunque ese rey idiota no nos quiera -colocando sus manos en su vientre- yo te voy a amar siempre
Luego de esa noche, Judal jamás volvió a Sindria, en cambio se concentró en su embarazo con ayuda de Kougyoku y su asistente, quienes lo asistieron en el parto. Ese día el azabache estaba agotado, pero una sonrisa se formó en su rostro al ver a un bebé varón de cabello negro siendo depositado en sus brazos. El magi al verlo no pudo evitar sonreír
- Es precioso Judal-chan -exclamo enternecida Kougyoku- ¿Cómo lo llamaras?
- Juba - respondió el magi después de pensarlo unos minutos
En eso, el pequeño abrió los ojos los cuales eran de un color naranja dorado, que sorprendieron a los presentes, Judal al verlos de inmediato salio de su asombro para dibujar un sello en la barriguita del bebé, la cual brillo para luego desvanecerse
- Ju-Judal, ¿Qué le hiciste? - pregunto la princesa asustada
- Tranquila yo sé lo que hago
Una vez dicho eso, entro Al Thamen, asustando más a la princesa quien medio escondió su rostro en las mangas de su vestido, mientras Judal trataba de reincorporarse al mismo tiempo que abrazaba protectoramente a su bebé. Un anciano se le acerco
- Felicidades joven magi -con tono burlón- eres la prueba de porque se les llama los Magos de la Creación - Judal lo miro molesto
- ¿Qué es lo que quieren?
- Solo hemos venido a conocer a tu suplente - eso asusto a Kougyoku
- ¿Cómo que suplente?
- Vera princesa, al ser el hijo de un magi, no me extrañaría que este niño sea más poderoso que él y también, dependiendo quien es el padre - viendo a Judal
Judal apretó sus dientes cuando todos pusieron sus miradas en él, esperando a que respondiera
- Mi vida y lo haga con ella, no es de su incumbencia - viéndolo molesto - métanse en sus asuntos vejestorios
- Oráculo… tarde o temprano sabremos quién es el padre y tú tampoco podrás ocultarlo por mucho tiempo - viendo a Judal afilar más su mirada- ahora a lo que hemos venido
Sin que Judal y Kougyoku pudieran hacer algo, el anciano vertió un líquido en el bebé, eso asusto al magi y a la princesa, pues el líquido cubrió por completo al niño que solo los miraba atento. Una luz blanca emergió de él, el anciano lo miraba emocionado pero su rostro se ensombreció cuando la luz cambio a un tono azul mismo que extraño a Judal y Kougyoku
- Que decepción - expreso el anciano - solo es un mocoso sin utilidad - Judal respondió enojado
- Pero va a ser más útil que todos ustedes juntos
- Y yo que pensé que al nacer de ti, sería muy poderoso -siguió el anciano- de seguro de acostaste con el primero que se te puso enfrente
Judal solo frunció mas el ceño, porque a pesar de aquellas palabras de Sinbad, el azabache lo seguía amando, en eso Kougyoku se atrevió a decir
- Estoy segura que el padre del pequeño es muy valiente - Judal se sorprendió al escuchar que lo defendían
- Tal vez usted sabe quién es el padre, princesa
- No, no lo sé y aunque así fuera jamás se lo diría - contesto segura
El anciano al ver la determinación de la princesa se dio cuenta de que no mentía, por lo que solo esbozo una sonrisa
- ¿Y bien, Oráculo?, ¿Qué harás con ese niño? Porque yo recuerdo que odias a las personas débiles y tu hijo es un débil
- Yo le enseñare a no ser débil como ustedes, para que no dependa de una persona para seguir existiendo
- O podemos usar un método más rápido
Judal vio con horror como el viejo sacaba un cuchillo de su cinturón, la verlo, Kougyoku se puso en medio
- Si no se van le diré a mi hermano lo que están intentando hacer - el viejo solo chasco la lengua
- Como quieran -viendo a Judal- te dejaremos conservar a esa mascota - Judal volvió a fruncir el ceño
- Mejor ustedes váyanse a seguir lamiendo los pies a la bruja de que de seguro los mando a espiarme porque ella misma no se atreve a enfrentarme
- Ten cuidado con lo que dices Oráculo, porque recuerda cómo te puede ir o mejor dicho como le puede ir a esa cosa
- Ustedes lo tocan yo los mato
- Como sea, tus responsabilidades seguirán siendo las mismas, aun con ese engendro que tanto proteges
Dicho eso, los de Al Thamen salieron de la habitación, Kougyoku suspiro de alivio pero se preocupó al ver a Judal abrazando a su bebé
- Judal
- Te lo prometo Juba, te protegeré aunque sea lo último que haga - viendo a la princesa- oye tu bruja
- ¿S-si?
- Quiero que me prometas, que si algo me pasa, te llevaras a mi hijo lejos de aquí
- P-pero…
- Si no lo haces, aun muerto, seré tu peor pesadilla
- Si - respondió asustada- pero no digas eso
Los días pasaron tranquilos, Judal cada que terminaba los encargos de Al Thamen se dedicaba a jugar con su bebé, pero un día, se negó a ir Sindria para saber que iba a hacer Sinbad con Aladdin
- ¿Por qué no quieres hacer este encargo? - pregunto una mujer de Al Thamen- siempre has obedecido nuestras órdenes y hasta lo disfrutabas cuando destruías o ¿será que tiene algo que ver con tu engendro?
- No digan tonterías - respondió Judal bufando- simplemente ya no me interesa ir a ese aburrido reino lleno
Esa respuesta no les gusto a los de Al Thamen, el anciano solo asintió a uno de sus guardias, quien se retiró y no tardo en volver acompañado de un llanto que Judal reconoció de inmediato: Juba yacía colgado de su pie boca abajo llorando y con la punta de una daga cerca de su pecho. Eso hizo que Judal quisiera intentar correr pero dos guardias se interpusieron en su camino, por lo que de inmediato busco su varita
- Alto - hablo el anciano- sacas tu varita y te despides de tu engendro inútil - Judal lo miro furioso
- Vaya - hablo una mujer burlona - parece ser que este mocoso si puede ser útil después de todo
- ¿Qué quieren decir? - pregunto Judal
- Años buscándote un punto débil y al fin lo encontramos
- ¿Qué quieren?
- Ahora que tienes un engendro, es natural que te preocupes por el cuándo estas lejos, así que hemos decidido que nosotros lo cuidaremos con “cariño” - dijo burlándose
Al escuchar esas palabras pero más el llanto de su bebé, Judal solo apretó sus puños dando un suspiro
- ¿Qué es lo quieren?
- Que vayas a Sindria y nos investigues que quiere el rey Sinbad con el magi de cabello azul que tiene, si cumples este y todos lo mandatos que te demos, el engendro no sufre
- Está bien - respondió Judal- ¿Cuándo quieren que valla?
- Hazlo después de que calles a este mocoso
El guardia aun sostenía a Juba de su pie, por lo que Judal se acercó tomando a su pequeño en brazos, meciéndolo para que se calmara, cuando el pequeño lo hizo sonrió al ver a su papi pero seguía asustado
- Si me permiten -hablo Judal- lo llevare a dormir y después iré a Sindria - al ver que iban a reclamar- a menos que lo quieran seguir escuchando hasta que regrese y casualmente podría tardarme mucho
Los de Al Thamen se sobresaltaron y solo asintieron, poco después Judal salía de la habitación conteniendo sus ganas de llorar, pero un suave tirón en su mejilla lo hizo desistir
- Eres un pequeño travieso - Juba sonrió- tendrás que ser un buen niño para que estos vejestorios no te hagan daño
FIN FLASH BACK
Al recordar aquello, Judal tomo en brazos al bebé reiterándose la promesa de proteger a su hijo. Por si parte en otro cuarto, Indra abría sus ojos con la visión borrosa, sintió un leve dolor de cabeza. Con cuidado se reincorporo observando todo a su alrededor, cuando escucho una voz grave
- Creí que nunca despertarías
Indra miro sorprendido al lugar de donde provenía la voz, descubriendo a un joven pelirrojo sentado en un sofá apoyando su mejilla sobre su puño, viéndolo serio siendo observado de la misma forma por Indra.