Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Te Amo a Mi Manera por Anul Kazama

[Reviews - 8]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Naruto es obra de Masashi Kishimoto

MAGI: The Labyrinth of Magic es obra de Shinobu Ohtaka

De vuelta en el castillo, Indra mantenía sus ojos cerrados, pero aun así mostraba un gesto de fastidio mientras las criadas hacían su trabajo de vestirlo y peinarlo. Para cuando terminaron, Indra abrió sus ojos, de repente en el cuarto se sintió una energía pesada a causa del enojo del azabache al verse vestido con ropas del imperio Kou y peinado con una cola de caballo y sin los mechones de cabello a los lados de su rostro.

Las criadas al verlo, quedaban y expresaban lo maravilloso que se veía al usar esas ropas, pero Indra solo tenía un pensamiento

 - De lo que Ashura, Hana y Taizo se salvaron

 - Indra-san - hablo una- el príncipe espera verlo a la hora de la comida, por favor no se tarde

El azabache no contesto, pero apenas escucho la puerta cerrarse, de inmediato busco sus ropas pero vio que no estaban

 - Ese maldito chivo… seguramente esas mujeres se las llevaron

De nuevo se vio al espejo, aunque bien si esas ropas hacían lucir su figura, el azabache no estaba contento porque sentía que tenía mucha ropa encima, además de que el peinado le parecía incómodo. No lo pensó dos veces, así que lo deshizo y volvió a hacer su peinado habitual: una cola de caballo baja y al lado de sus orejas salían dos colas que en el centro tenían unas vendas que las rodeaban. También se quitó tanta ropa encima, hasta que encontró unos pantalones negros, una camisa interior rosa, una exterior naranja con bordes amarillos y un cinturón negro con hebilla dorada.  Una vez que se “arreglo” noto que faltaba tiempo para la hora de comida, por lo que decidió conoce el Imperio.

Mientras Indra recorría el enorme castillo, sin darse cuenta se perdió pero para disimularlo siguió caminando como si ya conociera el sitio, estuvo a punto de gritar de frustración cuando escucho el llanto de un bebé, acelero su paso para encontrarse con una escena: sentado sobre una manta, Juba miraba con miedo a los guardias que lo custodiaban con filosas lanzas

 - ¿Estás seguro que debemos hacer esto? - pregunto un guardia- solo es un bebé

 - Pero no es un bebé cualquiera es el hijo de un magi y me niego a creer que nació sin magoi. Así, que haz lo que te dije

 - ¿Y qué haremos si Judal se entera?

 - Le diremos que fue un accidente

El guardia, con dudas alzo su lanza, mientras el pequeño que percibía sus intenciones, buscaba a Judal por todos lados, al ver que no venía comenzó a llorar y el guardia lanzo su ataque ya fastidiado por el llanto. Pero no conto con que una mano lo detendría

 - Que ni se te ocurra tocarlo

 - ¿Quién te crees que eres?

Pero el guardia sintió miedo al ver como los ojos de Indra cambiaban al activar el sharingan, el guardia retrocedió alejando la lanza de Juba. Al verlo, los demás guardias iban a atacar, pero Indra se colocó junto al pequeño para ambos ser rodeados por el costillar de la cual se formó un brazo

 - Se los advierto - dijo Indra- ¿están seguros que quieren pelear?

Pero los guardias hicieron caso omiso y atacaron con sus lanzas, Indra suspiro y de un solo movimiento, el brazo los alejo lejos del azabache y Juba. Los guardias se pusieron de pie y vieron la imagen del Otsusuki rodeado de llamas moradas, el costillar y el brazo, sumado al sharingan en sus ojos, huyeron despavoridos. Cuando término, Indra deshizo su jutsu, para ver al pequeño que lo veía entre asustado y asombrado, el mayor al verlo recordó a Ashura cuando era niño, por lo que sonrió con ternura y se hinco frente a él

 - No temas, no te hare nada

Extendiéndole su mano, pero Juba aun tenía miedo pero luego de unos minutos extiende su manita cuando Kougyoku apareció corriendo hacia el pequeño que estiro sus bracitos y la princesa lo cargo inmediato, preguntándole si estaba bien. Al verlos Indra pregunto 

 - ¿Es tu hijo?

 - ¿Qué? - expreso la princesa- no, pero… ¿Quién eres tú?

 - Me llamo Indra Otsusuki - reverenciando

 - Oh, entonces tu eres de quien algunos guardias estaban hablando, del invitado que trajo mi hermano 

Al escucharla, se formó un tic en el ojo de Indra, al entender que el hermano de la jovencita era Kouen y seguramente el peli rosa afeminado y el emo pecoso, la princesa lo ve extrañado 

 - ¿Y cómo te llamas? - pregunto el azabache

 - Me llamo Ren Kougyoku y el pequeño es Juba

 - Mucho gusto, si el bebé no es tu hijo, ¿de quién es?

 - El doncel que lo pario es el magi, Judal - al escuchar el nombre, Indra hizo memoria

 - Disculpa, ¿Judal es un tipo de cabello largo negro peinado en una trenza, de ojos rojos y que usa una blusita corta?

 - Si - respondió la princesa

 - No me puedo imaginar a alguien tan "loco" como el de "madre"

Apenas pensó eso  Indra, cuando esquivo un rayo al ver de dónde provenía, vio a Judal viéndolo y acercándose de manera  amenazante, Juba al verlo, comenzó a estirar su brazos pero desistió al ver que su papi no le hacía caso y se colocó delante de él y Kougyoku

 - Judal-chan

 - ¿Qué pretendías hacerle a mi hijo?

 - ¿Qué?

 - No te hagas el inocente - apuntándole con la varita- vio a varios guardias huir de este sitio, gritando que un djinn los derribo como si fueran de papel y uno de ellos dijo que seguramente mataría a Juba… así que…

 - Te equivocas  - respondió Indra- ellos eran quienes querían matar a tu hijo. Uno incluso estuvo a punto de atravesarlo con una lanza, pero llegue y lo impedí. El bebé lloraba asustado al estar rodeado de ellos

 - Es verdad Judal - intervino Kougyoku- yo llegue cuando los guardias ya no estaban, pero supe que tu bebé estaba con ellos

Judal solo la miraba sobre su hombro, para luego ver al azabache, quien también estaba serio. El magi bajo su varita 

 - Te lo advierto, si intentas dañar a mi hijo, no me importa lo que Kouen haga, te mato, ¿está claro?

 - Jamás lastimaría a un bebé y no necesito que ese tal Kouen haga nada 

Dicho eso, Indra le dio la espalda para irse del lugar, mientras Judal suspiro y volteo de nuevo donde Juba sonrió y le estiro los bracitos, siendo cargado por su papi

 - Tal vez… él… - viendo en dirección a donde camino el azabache

De vuelta Indra, seguía con su tour pero  sin querer se tropezó con algo que estaba en medio de su camino. Cuando se recuperó del golpe vio que “ese algo” era Koumei quien yacía dormido cómodamente  en el suelo; el azabache al verlo se enoja para colocarse de pie para despertarlo de una patada, luego de varios intentos,  Koumei medio dormido:

 - 5 minutos más, En-ni

Indra suspiro fastidiado, miro a su alrededor viendo una  fuente, por suerte había un cubo cerca el  cual lleno de agua  para vaciarla y  terminar de despertar a Koumei, el cual más dormido que despierto

 - Ah eres tu - Indra tiene un tic en el ojo

 - ¿Y a quién esperabas?, oye, es peligroso que sigas durmiéndote donde sea, alguien podría lastimarse o lastimarte

 - Es culpa de los demás si no se fijan por donde van - Indra suspiro fastidiado

 - Entendí la indirecta pecoso - suspiro de nuevo con fastidio - como sea - el azabache le da la espalda

 - Oe... ¿te perdiste cierto?

 - ¿Qué?, ¿perdido?, ja, claro que no, ¿qué te hace pensar eso?

 - Con esta ya son cinco veces que pasas por aquí

 - ¿Cómo lo...

 - En la tercera vuelta me quede dormido

 - ¿Estas siguiéndome?

 - Ordenes de En-ni

 - ¿Qué?- enojado- ese maldito chivo rojo.... me las pagara - empezando a caminar

 - Por ahí no es

 -Ya lo sabía - el azabache cambio de dirección

Koumei solo se le quedo viendo para luego bostezar, Indra a paso veloz llego al despacho donde entro sin tocar, haciendo que el pelirrojo quien estaba en compañía de unos guardias, solo alzo la mirada 

 - ¿Qué no sabes tocar?

 - ¡Me importa un bledo! - acercándose al escritorio

 - Señor, ¿quiere que?

 - Déjennos

 - Pero

 - Eso lo veré mas tarde, déjennos 

Los guardias reverenciaron para salir del cuarto, mientras Kouen se ponía de pie, observando al azabache

 - No te dieron la ropa que…

 - Me la cambie al igual que mi peinado, ¿Quién te da el derecho a decir que debo usar?

 - Mientras vivas aquí, deberás vestir y peinar como los donceles del imperio

 - ¿Y eso qué?, yo no estoy aquí por…

 - Te recuerdo que aceptaste quedarte a cambio que tu hermano y tus amigos regresaran a casa, además de que yo no atacaría su hogar

Indra solo apretó los puños, por lo que molesto, cerro sus ojos al mismo tiempo que agachaba su cabeza, no se percató que el pelirrojo se colocó delante suyo

 - Y al ser mi invitado, debes vestir bien

 - Vete al diablo, no tengo porque obedecerte

 - Tienes y lo haras

En eso el pelirrojo se le fue acercando hasta acorralarlo en el escritorio, quedando ambos encima del mueble, pese a que Indra puso un poco de resistencia no pudo evitar que el mayor llegara a estar a centímetros de chocar sus labios con los del menor quien por la sorpresa no hacía nada.  Indra pasó saliva, perdiéndose en los ojos de Kouen y viceversa, los ojos del contrario tenían algo que le hipnotizaban

 - Durazno…

 - ¿Qué? - Indra extrañado

El azabache vio que mayor le quita el pétalo de una flor de un duraznero, que estaba en su cabello,  dibujando una sonrisa en el pelirrojo al ver un leve sonrojo en el menor

 - ¿Pensaste que te besaría?

 - Ni que tuvieras tanta suerte

 - Pero la tengo, aquí estoy, mi cuerpo atrapando al tuyo - delineando sus labios con el pétalo- tal vez lo haga… tal vez no

Pero Indra no supo que decir cuando

 - ¡Eni-ni! – al a su hermano encima del azabache- ¡santo cielo, váyanse a un cuarto!

Kouha había entrado sin avisar, para luego ver a su hermano viéndolo con ojos asesinos, mientras Indra se levantaba, apenado y molesto.

 - ¿Qué quieres ahora Kouha?

 - Nada, los tipo de Al Thamen, quieren saber si ya terminaste de experimentar con el conejillo de indias

 - ¿Conejillo de Indias? - Indra extrañado

 - Sí, es decir, tu - señalándolo - Al Thamen también quiere hacerte una pruebas o experimentos, no me acuerdo

 - ¿Experimentar? - Indra ve al mayor- ¿así que de eso se trata? -al ver al otro serio-  ¡no soy un maldito conejillo de indias!

Dicho eso Indra salió furioso del despacho y Kouha quien estaba despreocupado, vea Kouen con cara de pocos amigos

 - ¿Qué? - con "inocencia”

 - Kouha, te he dicho miles de veces que toques antes de entrar y habla con más prudencia

 - ¿Por qué?, si es la verdad - al verlo serio- ¡ah!, espera… ¿acaso tú?

 - ¿Qué? - afilando la mirada

 - Na-nada…

Kouen solo suspiro para salir y buscar a Indra, quien yacía en otra fuente observando su reflejo: no pudo evitar recordar que en su hogar, al principio lo veían con asombro y admiración cuando demostró sus habilidades. Pero recordó que ya no estaba en hogar, con su padre, su hermano y sus amigos… aquí se sentía que era visto como un fenómeno, ya que nadie se ha tomado la molestia de explicarle detalladamente, que es un djinn y porque lo llaman “Conquistador de Calabozo”.

Frustrado golpeo el agua, al mismo tiempo que unas lágrimas amenazaban con escapar, de nuevo golpeo el líquido haciendo que le salpicara un poco en la cara, cuando una suave tela acaricio su mejilla y apunto de reclamar

- Tranquilo, solo te quito el agua - cuando el pelirrojo termino de secar su cara

- Gracias…

- Koumei, Ren Koumei - reverenciando

- Otsusuki Indra

- Mucho gusto, dime, ¿peleaste con En-ni?

- Ni me menciones a ese sujeto, es un arrogante, que cree que todo tiene que hacerse como él dice

- Bueno, él es nuestro hermano mayor, así que eso lo hace el primer príncipe imperial

- ¿Primero?

- Sí, yo soy el segundo y Kouha es el tercero

- Conocí a una chica llamada Kougyoku

- Si, también es nuestra hermana, ella es la octava princesa

 - ¿Cuántos hermanos son en total?

 - Somos diez en total, todos hijos de un mismo padre pero de tres mujeres diferentes. Kouen y yo somos hijos de una misma mujer. El resto son medio hermano y medias hermanas, seis de ellas ya están casadas por eso no viven aquí

 - Ya veo

 - ¿Y qué hay de ti?

 - Solo somos mi hermano y yo, nuestra madre murió poco después de que Ashura nació

 - Ya veo… ¿quieres dar un paseo? – el azabache lo ve extrañado- solo para que se pase el mal humor

Indra suspiro y asintió, para seguir al pelirrojo, que en realidad le daba un tour por el castillo, mostrándole las habitaciones, salones, jardines y demás lugares. Lo que no se percataron fue que Judal los observaba de lejos, pero esta vez no estaba solo

 - Esto se ve interesante -al escuchar una risa de Juba- ¿Qué es tan…

Asustado, Judal ve como Juba juega con el rukh al tratar de atraparlo con sus manitas, de inmediato mira ambos lados y cuando confirma que están solos, de nuevo dibuja el mismo sello que coloco en la barriguita del pequeño. Cuando este hace efecto, el bebé se extraña de ya no ver las mariposas poniéndose triste, Judal suspiro

 - Lo siento Juba - el bebé lo mira atento- pero solo así estarás a salvo - alzándolo al aire- cuando todo termine, podrás jugar y verlo de nuevo

Juba miraba atento a su papi para después reír cuando Judal soplo sobre su barriga, repitiendo la misma acción cinco veces, hasta que el pequeño bosteza

 - ¿Tienes sueño? - el pequeño bosteza y Judal ve un reloj- cierto, es hora de tu siesta. Bueno, vamos a cambiarte y a que duermas

El pequeño froto sus ojitos para acurrucarse al cuerpo de Judal cuando este lo abrazo a su pecho, dibujando una tierna sonrisa en su rostro

 - Lo que te estás perdiendo - pensando al mismo tiempo que besa la cabecita de Juba- rey idiota

Notas finales:

Hasta el próximo sábado


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).