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Mamma por KittieBatch

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Notas del capitulo:

A petición de las hermosas personas que ha comentado en los diferentes sitios donde publiqué este OS, traigo el primer extra de la historia. ¡Gracias por leer! y no se olviden de visitar mi página de Facebook: Fanfics by KittieBatch 

 

Algo más, los extras son atemporales, así que el orden que siguen es el orden en que tuve inspiración para escribirlos y no la secuencia de tiempo que debería llevar según la historia.

Extra I

¡No te metas con mi cachorro!

 

Ese día nunca sería olvidado por ninguno de los presentes, Yuri Katsuki, el amable japonés había mostrado un lado desconocido incluso para Viktor. Yakov temblaba y no de furia, estaba genuinamente asustado por el japonés, Lilia mantenía silencio, Georgi y Mila buscaban una salida del lugar y Yurio, él simplemente se escondía tras Yuri. 

 

¿Pero cómo llegaron a esa escena? Esa mañana mientras los tres tomaban el desayuno y Yurio anunciaba que Otabek podría visitarlos ese verano Viktor recordó que Yuri y él debían ir a arreglar los últimos papeles de nacionalidad para Yuri, al estar casado con un ruso él gozaba ahora de los beneficios de la doble nacionalidad pero para ello hubieron formularios interminables que llenar y visitas agotadoras al consulado, visitas a las que el rubio no podía acompañarlos. 

 

  ─ Con esto por fin podremos dejar de preocuparnos por elegir la nacionalidad de nuestros cachorros─ dijo Viktor y Yuri asintió, Yurio los observó con recelo, no sabía que estuvieran buscando tener hijos. 

 

─ ¿Van a tener cachorros?  ─   preguntó el rubio casi dolido buscando una respuesta negativa en su mamá.

 

  ─ Inevitablemente Yura, los tendremos─ contestó el moreno y el mundo pareció ser un lugar menos seguro para el rubio, de pronto tenía miedo, llevaba casi un año viviendo con ellos y en ese tiempo fue tratado y adorado como hijo único por la pareja, se permitían consentirlo y él se dejaba consentir, incluso en las presentaciones fuera de temporada lo llevaban, viajaban con él y en más de una ocasión escuchó a Viktor y Yuri discutir con Yakov por exigir tanto a Yurio cuando en ocasiones estaba más que exhausto.  

 

  ─ No por el momento─  añadió Viktor ─ Yuri aún tiene una carrera brillante en el patinaje y un embarazo en este punto podría frenarlo.

 

─ Osea que... ¿ahora mismo no tendrás un cachorro?─ dijo el rubio y vio a Yuri reír y negar con la cabeza.

 

─ No, aún no, el asunto de migración es solo prevención─ añadió y sus palabras trajeron paz al corazón alborotado en dudas del joven ruso. 

 

─ Así que solo te llevaremos al entrenamiento e iremos por los papeles de Yuri, pórtate bien Yurio─ sonrió Viktor con su típica sonrisa de corazón y el joven asintió. No le gustaba estar sin sus padres cerca, especialmente sin su mamá cerca, le gustaba verlo entrenar, tenerlo cerca le hacía concentrarse mejor, dejarse fluir en el hielo. 

 

─ ¿Llegarán por la tarde?─ Yurio preguntó ansioso, ese día llegaría un posible promotor y necesitaba apoyo moral. 

 

─ Claro, estaremos allí─  prometieron ambos y todo volvió a la normalidad. Tal y como dijeron, llevaron al joven al entrenamiento y fueron directamente a realizar todos los trámites restantes. 

 

Yurio saludó a Yakov de la forma habitual, Lilia parecía pelear con Georgi y Mila hablaba por teléfono, suspiró con pesadez, odiaba que justamente ese día Viktor y Yuri no estuvieran con él, el promotor llegaría cerca de medio día y no se sentía capaz de soportar la presión por completo. Se puso los patines y entró a la pista, tan pronto puso los patines sobre el frío manto blanco pudo relajarse, como siempre Yakov exigía más y él comenzaba sentirse exhausto. Él único que parecía adaptarse a esos entrenamientos inhumanos era su mamá, Yuri tenía una habilidad insuperable de resistencia, un punto a favor si deseaba programas más osados. Hace meses que Yurio y Yuri se encargaban de mejorar su resistencia y aunque lograba grandes avances aún no era del todo suficiente para el programa que Viktor tenía planeado para él. Yakov estaba de acuerdo con que probase cosas nuevas y dados sus avances entrenaría el programa hecho por Viktor para la próxima exhibición. Tenía dieciséis años y su cuerpo estaba en constante cambio, como omega sus formas comenzaban a aparecer, se volvían casi escandalosas y sí, en secreto quería llegar a tener un cuerpo parecido al que su mamá tenía actualmente, quería ser tan seductor como lo era su mamá, quería atraer a Otabek tanto como Yuri lo hacía con Viktor. 

 

Esperaba con ansias que Otabek viniera ese verano a vistarlo, quería verlo. Estaba dispuesto a conquistarlo, tanto que incluso preguntó a sus padres sobre cómo hacerlo, ellos se rieron pues ninguno era bueno en esa área, el que ellos terminara juntos no se basó en un juego de seducción, más allá de los programas de Yuri, durante el tiempo que Viktor vivió con Yuri forjaron un lazo único, tuvieron tropiezos para entenderse pero al final lo lograron, cuando se dieron cuenta estaban en China besándose frente a todos, y en un parpadeo en Barcelona comprometiéndose. ¿Pelear? ¡claro! eso era de paquete, todos pelean, sin embargo lo importante era la reconciliación, y en ese punto de la conversación Yuri lanzó una mirada seria a Viktor y él no se atrevió a dar detalles sobre exactamente qué era a lo que se refería. Yurio se dio una idea y decidió que tampoco quería ahondar en ello.

 

  ─ ¡Yurio!─ llegó Mila a él abrazándolo por la espalda ─ ¿Es cierto que Yuri está esperando un bebé? No creí que tuvieran cachorros tan pronto, ah... con un bebé ya no tendrán tiempo para ti─ añadió ella y el rubio la alejó de un codazo.

 

─ ¡Cállate bruja! ¡Mamá no está esperando un cachorro!─ gritó demasiado alto llamando la atención de todos. 

 

  ─ ¿Cómo estás tan seguro? Yo lo escuché quejarse hace poco, incluso lo vi pálido... ¿Cómo estás tan seguro?─ añadió ella segura de sus palabras. 

 

─ Mamá dijo que no estaba esperando un cachorro─  añadió Yurio y Mila suspiró enternecida

 

─ Quizás no te han dicho nada porque no saben como lo tomarás, después de todo, no eres su hijo, Yuri responderá a su cachorro, ese que nazca de él, sabes que es así, pronto se acabará este juego raro que tienen ustedes ─ Yurio la vio con profundo odio, se sentía lastimado. Sin embargo ella podría tener razón, después de todo, la conversación de esa mañana fue extraña, si Yuri tuviera cachorros en ese momento se acabaría esa vida, ya no podrían estar juntos, él no pertenecía a su manada, Viktor nunca lo defendería como lo hace un Alpha con sus cachorros. Él estaría solo otra vez, perdería otra vez a su familia. 

 

  ─ ¡Mamá no va a tener un cachorro!  ─ dijo y se alejó de ella, quería ir al baño y lavarse la cara con agua fría para que todas esas sensaciones y emociones dejaran de molestarlo, entonces la cereza del pastel apareció al lado de Yakov, el promotor había llegado. 

 

  ─ Yuratchka─ llamó Yakov y deseó que la tierra lo tragara en ese momento ─ ¿qué te parece si le muestras a nuestro invitado lo que has entrenado para la próxima exhibición?─ dijo el entrenador tras presentarlos. Yurio asintió. 

 

El promotor era un Alpha sin omega, lo podía oler, el hombre que superaba los cuarenta años le causaba una sensación de miedo, no quería estar cerca de él ni por un momento, sentía ese par de ojos desconocidos sobre él, quería vomitar a causa de la repulsión que le generaba sentirse desnudado con la mirada. 

 

Se colocó en posición y entonces el sonido de la voz de Lilia diciendo que era hora de la comida le dio alivio al rubio, después de que Yuri se volviera su madre él tenía un horario específico para las comidas, Yakov sabía que desobedecer al  japonés era algo que no quería hacer, una ocasión fue suficiente para entenderlo, aún recurdaba que incluso Yuri le recordó el plan hecho por el nutricionista para Yurio. Ahora más que nunca agradecía que su mamá se encargara de ser tan estricto en esos asuntos, después de todo los japoneses podían ser muy severos en algunas cosas, ahora lo sabía de primera mano. 

 

Yakov tuvo que disculparse con el promotor diciendo que eran órdenes específicas de la madre del rubio y que deberían esperar un poco. Eran las tres de la tarde cuando por fin Yurio volvió a la pista, alargó todo lo que pudo el tener que volver a ser observado por ese promotor, sus papás aún no llegaba, prometieron que estarían allí y aún no pasaba, aunque llamó en repetidas ocasiones el teléfono de Yuri lo enviaba a buzón y el de Viktor sonaba y nadie lo atendía. 

 

  ─ ¡Vamos Yurio!─ gritó Yakov y el rubio no tuvo más que moverse, aunque el programa aún no estaba completo lo poco que realizaba parecía encantar al promotor, por un momento pudo desconectarse de todo, a la mitad del programa tuvo que detenerse pues aún no lograba realizar esa parte. Vio a Yakov y al promotor y supo que estaban contentos con lo poco que habían visto. 

 

Buscó con la mirada a Viktor y Yuri y aún no estaban, se sintió decepcionado, como aquellas ocasiones en que nadie iba a verlo competir. Salió de la pista, a esa hora solo Georgi y Mila estaban presentes y Lilia en una esquina se encargaba de hacerlos llorar con sus ejercicios de estiramiento. 

 

  ─ Eres impresionante chico─  dijo el promotor ─ aún te hace falta experiencia pero tienes toda la capacidad, me gustaría que habláramos de tu futuro ─ el hombre sonrió de forma extraña y el rubio quiso salir corriendo, Yakov tuvo que atender una llamada y se alejó de ellos, el lugar era lo suficiente grande como para que ese hombre acosara al rubio sin que nadie se diera cuenta. 

 

  ─ Gracias, he estado trabajando duro─ dijo el rubio intentando pasar del hombre. 

 

─ Eres un omega joven y llamativo, si aprendes a usar tu potencial ─ dijo el hombre atrayendo al rubio con fuerza a sus brazos, apretando sin ningún escrúpulo sus glúteos─  podrás tener todo lo que desees...

 

─ ¡Suélteme!─ gritó y a tiempo que decía eso otro grito que identificó como el de un Yuri furioso resonó por todo el lugar, el hombre lo soltó y en cuestión de segundos tenía al japonés entre ellos protegiéndolo con su cuerpo. 

 

─ ¡Suelta a mi hijo Alpha estúpido!  ─ gritó el moreno y el hombre se quedó quieto sin saber qué hacer, era mucho que procesar, el joven omega que tenía impidiendo que se acercara al ruso no parecía tener la edad suficiente para ser madre del joven ruso, sin embargo podía sentir ese aroma amenazante de toda madre defendiendo a su cachorro.

 

─ Que tenemos aquí─ dijo por fin el hombre, a ese punto los demás venían hacia ellos llamados por el escándalo. ─ Ni siquiera es tu cachorro, no interfieras omega, aunque si quieres que también me encargue te ti no me molestaría, los asiáticos son un plato difícil de hallar en Rusia.  

 

  ─ ¿Eso es todo lo que tienes?─  Yuri vio con desprecio al Alpha y Yurio se abrazó a la espalda de su mamá aterrado, le daba miedo que ese hombre le hiciera daño a su mamá ¿dónde demonios estaba Viktor cuando se le necesitaba?

 

─ Oh, un omega que se cree superior─ se burló el hombre. 

 

─ Te lo advierto, ¡No te metas con mi cachorro!─ gritó amenazante, Yakov y los demás estaban congelados, no sabían a quién de los dos temer más, si a Yuri que claramente defendía a su cachorro o al Alpha molesto. 

 

  ─ ¡Calla maldito omega! ¿Acaso no sabes quién soy? ¡Yo puedo tener a tu cachorro cuando y como quiera si desea ser alguien en este mundo! ─ amenazó el hombre y Yuri rió divertido. 

 

  ─ Mi cachorro tendrá éxito por sí mismo, eres un asqueroso Alpha ¿Qué dirá el mundo de ti si se enteran que acosas a patinadores que promueves? ─ el hombre elevó la mano hecha puño dispuesto a romperle la bonita nariz y un par de dientes a ese Omega irrespetuoso, una mano detuvo la acción en el acto, era Viktor. 

 

  ─ Tú, basura─  siseó Viktor apretando el brazo que buscaba lastimar a su amado Yuri. ─ ¿Acaso pensabas tocar a mi amado y delicado Yuri? ¿Qué estabas pensando? ¿Estás mal de la cabeza? ─ El hombre se veía aterrado, su brazo comenzaba a ponerse morado por la falta de circulación.

 

─ Deberías educar a ese omega─ dijo y su suerte se selló. Viktor dio una patada en su estómago sacando todo el aire de su cuerpo.

 

─ Ya lo dijo Yuri pero te lo voy a recordar─  amenazó Viktor ─ ¡No te metas con NUESTRO cachorro!─ gritó y para ese punto la presencia de ambos padres viendo de forma asesina al hombre terminaron de hacer que prácticamente se arrastrara a la salida del lugar. Yakov reaccionó y fue tras el hombre, quizás aquello fue justo pero no dejaba de ser un promotor, podría desprestigiar la imagen de Yurio. 

 

  ─ ¿Cómo estás?─ dijo Yuri abrazando a Yurio, lo sintió aferrarse a él y afianzó su cuerpo al suyo liberando ese aroma a durazno que calmaba al rubio ─ tranquilo, papá y yo estamos aquí ─ murmuraba ─ perdón por llegar tarde, nunca te dejaríamos solo con un tipo como ese, perdón Yura. 

 

El aroma de Yuri inundó el ambiente e incluso Mila se sintió un poco nostálgica, Georgi apreció cada segundo que tuviera oportunidad el aroma prohibido de Yuri Katsuki. 

 

  ─ Mamá─ murmuró el rubio después de unos minutos abrazado a Yuri ─ ¿Me quieres como querrás a tus cachorros a pesar de no serlo?─ sollozó, más allá del incidente la duda puesta en su cabeza por MIla pesaba más.

 

  ─ Yura ¿de qué estás hablando?─ Yuri alejó al joven de su abrazo lo suficiente para ver sus ojos, entonces comprendió que pasaba, estaba triste por las dudas que atormentaban su alma.

 

  ─ Yo sé que no soy tu hijo, pero si pudieras quererme solo un poco de lo que vas a querer a tus cachorros─ pidió el rubio y a Yuri se le partió el corazón. Viktor rodeó con sus brazos a su esposo y a su hijo en silencio, dejando que se desahogaran. 

 

  ─ Yura, desde que me pediste que sea tu mamá lo he sido, en ese momento tu comenzaste a ser mi cachorro, no importa nada, eres mío. 

 

─ Nuestro cachorro─ añadió Viktor dejando un beso en la mejilla de su esposo y uno en la frente de su hijo. 

 

─ Entonces ¿aunque tengan hijos no me van a dejar de querer?

 

─ Nuestros hijos serán tus hermanos Yura, nadie reemplaza a nadie, eso es lo que pasa cuando eres familia─  murmuró Yuri a gusto en el abrazo triple. 

 

Esa tarde volvieron temprano a casa, Yakov pudo hablar con el promotor y aunque él no patrocinaría a nadie de su equipo el viejo entrenador tampoco estaba dispuesto a que sus patinadores corrieran peligro con un pervertido como ese. Los Nikiforov-Katsuki se fueron sin decir nada, pero Yakov sabía que al día siguiente no existiría lugar en el mundo para ocultarse de la fura de ambos padres. Mila por su parte pensaba disculparse con Yurio, definitivamente ellos no eran ningún juego extraño, Viktor y Yuri eran los padres de Yurio.  

 

Tras darse un baño el rubio fue a la sala donde Yuri descansaba en el enorme sofá, Viktor había salido a correr junto a Makkachin y solo el japonés estaba en casa, su mamá seguía oliendo a durazno, todo el trayecto mantuvo el aroma constante para proteger a Yurio del pánico y gracias a eso el joven ruso parecía más tranquilo. Con sigilo se coló entre los brazos de su mamá que parecía estar quedándose dormido con la televisión encendida en el canal de noticias. 

 

  ─ Hola Yura ¿te secaste bien el cabello?  ─ dijo Yuri acomodando a su hijo en sus brazos. La comunicación entre ellos era en inglés, envidiaba a veces a su papá pues él ahora hablaba un poco de japonés, así que podía compartir algo más con su mamá, para Yurio era molesto no poder entender el idioma de su mamá, especialmente cuando lo calmaba con palabras dichas en japonés. 

 

  ─ Mamá─  llamó y Yuri lo vio esperando la pregunta ─ cuando ese hombre me atacó, tu le hablaste en ruso, todo ese tiempo hablaste en ruso, también me hablaste en ruso. ¿por qué no me dijiste que hablabas ruso?

 

─ Lo siento Yura, tu papá estaba enseñándome ruso por las noches, quería darte la sorpresa para la exhibición, he visto tu expresión cuando tu papá y yo hablamos en japonés, así que decidí perfeccionar mi ruso para que puedas decirme todo eso que necesitas en tu idioma. pero gracias a ese hombre tuviste que enterarte así, perdona Yura─ dijo el japonés apenado. 

 

  ─ Solo quiero oir una cosa de ti mamá─  dijo Yurio y Yuri asintió.

 

─k1; l3;n2;k3;l3;n2; m0;kk3;n3;, l9;ml5; (YA lyublyu tebya, syn )─ susurró el japonés dejando un beso en la frente del rubio. El rubio sonrió abrazándose emocionado a su mamá, siempre recordaría ese momento, para toda su vida recordaría la voz de su mamá diciendo "Te amo hijo" ya no tendría que dudar del amor de su mamá.

 

  ─ Mamá ─ dijo tras media hora de silencio ─ ¿Por qué papá llegó después de ti?

 

─ Bueno, verás, estábamos llegando al centro deportivo cuando sentí que estabas en peligro, entonces prácticamente salté del auto, tu padre tuvo que estacionarse y después correr a nuestro lado, no podíamos solo dejar el auto a la deriva. Así es esto, papá nos va a proteger siempre, pero mi instinto me dirá cuando estés en peligro Yura.

 

  ─ Gracias mamá por defenderme aunque ese hombre fuese tan alto como papá ─ sonrió Yurio. 

 

─ No dejaré que se metan contigo Yura, eres mi cachorro después de todo, mi hijo.  

 
Notas finales:

**********

Gracias por leer, estén pendientes de la publicación del segundo extra. 


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