Manny estaba esperando a Tony para empezar a preparar el desayuno, como todos los días.
Desde el momento en el que Manny había cuidado a Tony y le había dicho lo que sentía, la relación entre ambos había empezado a ser diferente. Especialmente si se trataba del comportamiento de Tony pues a pesar de que seguía siendo el tipo posesivo y pervertido que siempre había sido, estaba empezando a sentir algo real por Manny. Sus caricias eran más suaves y sus besos eran más dulces. Por otra parte, Manny, que no podía comprender sus sentimientos pero que quería sentirse querido, estaba feliz de los cuidados que Tony le daba y hacía las cosas que sabía que le gustaban al otro, para poder quedarse con él.
Tony entró a la cocina y saludo a Manny con un beso que sorprendió y alegró al pequeño a partes iguales. Para descontento del mayor, el niño se separó rápidamente y comenzó a sacar los ingredientes necesarios para preparar Hot-cakes. Cuando intentó alcanzar una bolsa de harina de la repisa más alta (sin conseguirlo) el adulto aprovechó la oportunidad para seguir.
-¡Tony!-Manny sintió una mano recorriendo su espalda-¡Espera, es de día!
-¿Y qué?- Tony colocó a Manny sobre la barra de la cocina y lo atrapó en un beso-Eso no hará que lo disfrutes menos, ¿o sí?-Le sonrió con malicia a Manny, listo para atacar, pero este se consiguió escabullir entre sus brazos y huir escaleras arriba.
-¡A ver si me atrapas! ¡Sabes cuál es el premio!-Ese era otro de sus juegos: Manny corría e intentaba sorprender a Tony mientras él intentaba alcanzarlo; el perdedor tenía la obligación de obedecer al ganador el resto del día.
Tony empezó a correr hacia el cuarto, ese era el escondite común para su niño, cuando entró, escuchó un ruido en el armario, seguro que allí estaba. Se acercó a la puerta, pero cuando estaba a punto de abrirla, alguien se le echo encima por la espalda y lo tumbo sobre la cama.
-¡Wow, lo conseguí, te atrape Tony!-Manny estaba sobre él y no paraba de reírse-No pensé que lo conseguiría, pero lo hice, ¡ahora tu estas debajo!
-Oye, se supone que yo te persiga, ¡no al revés!-Tony fingió estar molesto, pero después le sonrió a Manny y le dio un beso- Pero felicidades, me atrapaste.
-¡Si!
-Me impresionaste, ¿Cómo hiciste el ruido dentro del armario? Incluso vi moverse la puerta
-No juegues, yo no lo hice - Manny intento sonar tranquilo, pero su voz delataba su temor - Debimos haber desayunado antes de jugar, ya estas alucinando
-Manny, escuche una risa dentro del armario, ¿Estás seguro que no fuiste tú?- Si había alguien en el armario, podría llegar a lastimar a Manny.
-¿Estás diciendo que…- Una risa macabra e infantil se escuchó desde el armario-Tony…
-Manny, no te muevas-Tony se empezó a levantar de la cama, poniendo en todo momento al pequeño detrás de él.
-Tony…tengo miedo...-Manny se aferró al traje de Tony y este volteó para verlo, se notaba que estaba realmente asustado, tenía que protegerlo a cualquier costo.
-Tranquilo, no voy a dejar que te pase nada, no te preocupes…-Tony miro a Manny -Tony miro a Manny y le pidió que se alejara del armario lo más posible, pero Manny no quería dejarlo solo
-Pero…Tony….-Manny estaba asustado, pero Tony estaba cada vez más preocupado por él.
-¡¡¡Solo hazlo!!!- Finalmente retrocedió. No quería gritarle, pero si lo que fuera que estuviera en el armario lo lastimaba….Tony se dijo que había sido necesario. Ya se lo compensaría después.
Tony se acercó a la puerta y la abrió, entonces, apareció una niña extremadamente pálida de cabello largo y de colores, llevaba una falda blanca con estampados y una pequeña daga con forma de lápiz en una mano.
Ella alzo su arma y apuntó justo hacia Tony. Antes de que este se diera cuenta, se escuchó un gritó:
-¡No!- Manny saltó hacia la niña y la empujo hacia el suelo, cayendo sobre ella. En la caída, la daga le hizo un corte a Manny en el brazo y luego calló y se deslizó bajo la cama hasta el otro lado de la habitación. Manny sonrió triunfante por haberla atrapado, pero la chica se empezó a reír mientras sacaba un cuchillo de una bolsa en su vestido y lo acercaba a Manny.
Tony jaló el vestido de la niña y la empujó al otro lado de la habitación para luego levantar a Manny y revisarlo con cara de preocupación.
-¡¡¡Manny!!! ¿¡¿Estas bien?!? ¡¿¡Te hizo daño!?!-Tony lo reviso de forma apresurada hasta que vio el corte-¡¿Cómo se atreve?! ¿¡Cómo te atreves tú a saltarle encima!? ¡Pudo haber sido algo grave! ¡¡¡No puedo creer que hayas hecho eso!!! ¡Estas castigado! ¡Para siempre!
-¿¡Qué!? ¡¿Por qué?!- Manny hizo una mueca e intentó soltar su brazo de Tony
-¡¿¡Qué por qué!?! ¡¡¡Por haber saltado sobre una idiota con un cuchillo!!! ¡¿Qué no te dije que-En ese momento, una voz molesta interrumpió a Tony, que soltó a Manny y volteó a ver a la niña, que lo miraba enojada.
-¿Disculpa? ¿A quién llamas idiota, Idiota? ¿Y me harías el favor de pasarme mi lápiz? Por si no lo has notado, este cuchillo para mantequilla no sirve de mucho a menos que tengas hambre
-¿Para qué necesita un cuchillo sin filo una asesina?
-Manny, si estamos hablando con una loca, te agradecería que no hicieras preguntas que no vienen al caso, ¿estamos?
-Perdón…-Manny se inclinó e intentó ocultar sus ojos húmedos. Mierda, Tony había olvidado lo fácil que era entristecerlo.
-Hey, no llores, ni siquiera he empezado a lastimarte, el corte con mi lápiz no cuenta-La niña se levantó del piso y Tony se puso de pie también- Oh, Relojero, no te preocupes, no voy a hacerle nada a tu angelito, pero deberías tener cuidado, si llora por cualquier cosa, podría deshidratarse con facilidad. Por cierto, mi nombre es Paige. ¡Encantada de conocerlos!-La chica hablaba rápido y parecía estar emocionada, pero su voz se escuchaba lejana y distraída. A Manny y a Tony los asustó su tono. Después de un rato en silencio, volvió a hablar- Bueno, sé cómo se llaman, pero ya que ninguno parece dispuesto a presentarse, me veo obligada a llamarlos por su apariencia, así que…¡Hola!
-Oye… ¿Cómo sabes nuestros nombres? ¿Eres adivina? ¡Eso sería genial! ¡La vida de un adivino debe ser muy divertida, con el circo y todo eso…!-Manny sonrió y siguió pensando.
-Bueno, en lo del circo acertaste, aunque yo no estaba ahí por ser adivina- La cara de Paige se ensombreció por un momento, pero luego recuperó su emoción- Pero por si no lo has notado, los escuche llamarse por sus nombres hace un rato…Si hacen eso, algún loco podría matarlos… ¡o darle su información a un vendedor de órganos!, Deberían tener más cuidado….Aun así, no presentarse ante los demás sigue siendo de muy mala educación. Relojero, deberías educar mejor a tu angelito… ¿o es que ya te encariñaste con él? ¡Que lindo! Es poco común para un secuestrador, pero eso no le quita lo adorable a su relación…
-¡Cállate! ¡Vete de mi casa y déjanos en paz!-Tony levantó la daga/lápiz del piso y señalo con ella a Paige
-Ay Relojero, creo que deberías tener más cuidado con lo que dices. A pesar de no tener mi lápiz, podría lastimarte...o a tú angelito- Sorpresivamente, Paige hizo como si se fuera a lanzar sobre Manny, pero luego corrió hacia la puerta y fue escaleras abajo. Tony se apresuró a ir tras ella y la encontró a punto de salir.
-¡Espera! ¿Por qué estabas aquí? ¿Qué quieres?
-Bueno, hoy estaba aburrida y decidí salir a pasear, luego encontré una casita con tres tipos hablando de cómo sacar a tú angelito de aquí…pero en ese momento no sabía quién era, hasta que decidí entrar a esta otra casa y lo entendí todo. Sé mucho sobre tu situación, más de lo que quisiera, (por cierto, parece que creen que estas enfermo, ¡deberías ir a un doctor! O a un manicomio…) .Sé que el niño no es lo que deseas y te puedo asegurar que el otro, la razón de que ese este aquí, vendrá por él. Recuerda tus inicios, Relojero, tus obsesiones pasadas están llegando y podrían arrebatártelo…- Paige salió dando un portazo y riendo a carcajadas.
-Entonces… ¿no era yo a quién buscabas?- Tony se dio la vuelta y vio a Manny, de seguro había escuchado todo - Tú solo… ¿Todo esto era solo…?
-Manny, déjame explicarte…-Tony se aproximó a Manny y lo abrazó, pero el niño se soltó bruscamente y se alejó del hombre.
-¡ME MENTISTE! ¡ME USASTE! ¡TODO ESTE TIEMPO FUI SOLO EL CEBO! ¡¿POR ESO NO PODÍA DORMIR CONTIGO?! ¿¡Y TODOS LOS JUEGOS!? ¡TODO FUE MENTIRA!
-Manny…
-¡NO! ¡DEJAME SOLO!- Manny corrió por las escaleras y se encerró en el cuarto de Tony. Estaba destrozado, todo lo que había creído sentir había sido mentira. Había abandonado a Harry y a Robin por una estupidez, por alguien a quien no le importaba en absoluto. No había intentado escapar, no había pensado en lo mucho que sus amigos lo querían, solo había intentado formar parte de algo más, solo estaba buscando más amor, a pesar de que su familia ya lo quería lo suficiente. Nunca había entendido lo que Tony le hacía, pero quería estar con alguien que lo apreciara… ¡Pero su familia lo apreciaba! ¿Por qué había sido tan tonto? Ahora nunca iba a poder verlos otra vez.
Escuchó los pasos de Tony en la escalera. Estaba tocando la puerta. Manny se recargó contra esta y respiró, intentando ocultar sus sollozos. Tony, desde afuera, también se había recargado contra la puerta y estaba pensando en cómo convencer a Manny de que no todo había sido un juego. No lo había sido, ¿verdad? Ya no estaba seguro de nada. De pronto, escuchó un murmullo, pero no lo entendió.
-¿Qué dijiste Manny? No pude escucharte, lo siento- Tony espero un momento. Nada. De repente, la puerta se abrió y él cayó al suelo, desde donde pudo observar a Manny, que ni siquiera le preguntó si estaba bien después de su caída. Okey, se lo merecía.
-Pregunte si era cierto, lo que Paige dijo- Manny se inclinó hacia Tony, que seguía sin levantarse- ¿Solo estoy aquí para que te quedes con Roy?
-Bueno…es difícil de explicar…-Tony estaba apenado, Manny de seguro lo odiaba y con toda razón-En realidad, sí-Manny estuvo a punto de llorar de nuevo, pero se contuvo y de inmediato el mayor se explicó: - Me refiero, a que esa fue sólo la causa, aunque en principio era para atraer a tu…padre, eres demasiado lindo como para no encariñarme contigo, ¿sabes?-Manny se sonrojo y miro hacia otro lado, enojado y apenado por la seductora sonrisa de Tony-Hey, no te enojes, en realidad es tu culpa, cuando te encontré…probablemente hubiera sido peor dejarte…¿No crees?-Tony se alzó un poco y beso a Manny repetidamente, mientras le hacía cosquillas y lo hacía reír. Manny intento alejarse, ya sin su enojo y más que avergonzado por el comportamiento de aquel tipo.
-Entonces… ¿por qué no puedo dormir contigo?-Desde que había llegado, él dormía en el cuarto de Tony y el dueño de la recamara dormía en el piso, fuera de esta.
-Bueno, es que yo… no creía poder aguantarme si te tenía todas las noches a mi lado en mi cama…-Tony comenzó a reírse y le revolvió el cabello azul celeste a Manny.
-¿Aguantar qué?-Ese niño nunca dejaba de ser inocente…
-Tu sabes…”eso”….
-No, no lo sé, ¿Qué es “eso”?
-¿Realmente quieres saberlo?-Tony se hincó y se acercó a Manny…más de lo necesario
-¡¡¡Por supuesto!!!- Manny le sonrió y lo abrazó sin tener la más mínima idea de lo que estaba por pasarle.
-Entonces, te lo mostraré, ahora mismo- Tony levanto al más pequeño y lo beso suavemente, mientras caminaba hacia la cama y cerraba la puerta de la habitación.
Y se lo mostró.