Ya estaba todo planeado para entrar en la casa de Tony, pero no iba a ser fácil. Por eso Harry, Robin y Roy tenían que esperar a que fuera el momento oportuno. Estaban decididos a rescatar a Manny, pero todavía faltaban dos días para poder ir a su misión y las cosas estaban cada vez más tensas entre Harry Y Roy, pues se pasaban el día evitándose y las veces que tenían que estar en el mismo espacio ambos dejaban de hablar y salían lo más pronto posible.
Al anochecer de ese día los tres se fueron a dormir, pero Harry no podía conciliar el sueño, no dejaba de pensar en todo lo que había pasado. Le vino a la mente el día en el que conoció a Roy, estaba solo y triste, como él. Pensó en el día en el que se enteró de que le gustaba Roy y como se lo había ocultado para no perder su amistad. Pensó en la carta de Roy, en la forma en la que había vuelto desesperado a buscarlo y la tristeza que lo abatió al no encontrarlo en ninguna parte. Pensó en el día en el que se había decidido a olvidarlo y en como lo había encontrado sosteniendo la mano de un niño idéntico a él, con los mismos ojos y la misma sonrisa. Pensó en los ojos de Roy al verlo junto a Robin y en la forma en que ambos instintivamente se habían alejado. Pensó en la primera vez que le hablo a Manny, como por un momento sintió que estaba viendo de nuevo a Roy después de que su padre lo hubiera golpeado, la forma en la que Manny le había sonreído…también recordó como lo había sacado de su casa, como le había gritado a Roy y el puñetazo que había recibido, la manera en que él y Robin adoptaron al pequeño, luego recordó que nunca había imaginado llegar a algo con ese niño, que nunca había sido real ese sentimiento, de que lo único que esperaba de Manny era su sonrisa y su cariño, no una pareja, sino un hijo. Siempre había estado consciente de que no le gustaba Manny, de que seguía queriendo a Roy y de que no le iba a hacer nada al niño, pues quería que su esperanza de recuperar a Roy se volviera realidad y porque no estaba dispuesto a lastimar a un niño. Pero, si Roy estaba con él, ¿Por qué no le decía todo? ¿Por qué solo se evitaban? ¿Acaso Roy había llegado a odiarlo?
La simple idea de Roy odiándolo lo deprimió, tanto que no observo a la silueta sollozante que caminaba frente a él hasta que esta lo descubrió, pegó un salto y cayó al suelo.
-¡Harry!-¿Por qué diablos Harry lo había tenido que encontrar en un estado tan lamentable? Más le valía salir de allí rápido.
-¿Roy?-Harry le tendió la mano, pero el peli-azul lo ignoró y se intentó levantar, tropezando y volviendo al piso.
-Emm… ¡H-hola! No sabía que estabas aquí…y-yo-Trató de levantarse de nuevo, pero sus ojos estaban llenos de lágrimas y terminó en el piso de nuevo- Yo ya me iba… -Por fin consiguió levantarse y apresurarse hacia las escaleras, pero una mano firme que sujetaba su brazo lo detuvo- ¿Q-qué pasa?
-No vas a volver a hacerlo…-Roy volteó y vio que Harry estaba enojado y que no parecía dispuesto a soltarlo- No de nuevo
-¿Qué?-¿Qué rayos decía?
-¡¡¡No vas a volver a irte!!! ¡No vas a abandonarme otra vez!
-Harry, tranquilízate…-¿Qué estaba diciendo ese tonto?
- ¡NO¡- Harry no podía controlarse, no podía soportarlo-¡No voy a dejar que te vayas! Ese día…yo estaba enojado…pero leí tu carta…y volví….y tú ya no estabas…y yo… ¡Me sentía tan abandonado! Y cuando te volví a encontrar… con Manny…
-Espera, ¿¡Qué!?-¿Cómo se atrevía ese maldito?- ¡Tú fuiste el que me abandono!
-¡Porque me golpeaste con un libro y me dejaste tirado! ¡Yo quería huir contigo! ¡Yo quería confesarte todo en el camino!
-¡Pues pudiste haberlo hecho ante….¿Qué?-¿Qué había dicho? ¿Confesarle qué?- ¿Qué dijiste?
-¡Qué te iba a decir todo en el camino!¡Nunca antes me habría atrevido! –Entonces…. ¿era cierto?-Tú….me gustabas-Realmente no lo había superado aún- Yo no te dije nada, pero así fue, y luego, cuando por fin tenía una oportunidad de decírtelo, ¡vienes, me dejas inconsciente y te vas sin hacerme caso!
-¡Pensé que lo habías dicho por el golpe!
-¡Pues no fue así!
-¿Entonces porque te llevaste a Manny? ¿Por qué te importa tanto? ¿Por qué querías hacer cosas raras con él?
-¿Yo? ¡Tú eres el pedófilo!
-Yo nunca le hice nada, simplemente lo adopte porque estaba solo y…..me recordaba a ti
-¡Yo tampoco le hice nada!, pero estaba intentando…protegerte….era como verte después de que tu padre te golpeara…no sabes lo horrible que era verte así y luego verlo así a él…yo…-Habían llegado a la sala y sin decir nada se sentaron uno junto al otro. Comenzaron a hablar de todo lo que había pasado, de sus sueños y de los dulces recuerdos que compartían. Finalmente, sus sentimientos estaban siendo revelados y aceptados.
-¿Recuerdas el día en el supermercado?-Roy había ido a comprar cosas para la comida e iba sujetando la mano de su “hijo”, al que había encontrado días antes solo y aterrado. Mientras pensaba en que debían comer realmente los niños (los días pasados habían comido cereal y cosas empaquetadas, nada aptas para un pequeño en formación), vio a su adorado mejor amigo, una figura alta e imponente de cabello largo y piel bronceada que le hizo sentir cosquilleos en el estómago, pero al acercarse su alegría se esfumo: Iba con alguien más, un tipo alto y pálido de cabello verdusco y aspecto intelectual. A Roy se le fue el alma al piso al darse cuenta de que Harry lo había olvidado.
-Lo recuerdo perfectamente, ese día me había prometido olvidarte, como todos los días desde que te fuiste- Harry había empezado a vivir con su tutor de la universidad, un profesor casi de su edad y muy amistoso que lo había impulsado a seguir estudiando en casa. Eran mejores amigos y habían ido a comprar comida y cosas para la casa que compartían. De repente, cuando Harry se volteó para agarrar una caja de cereal que Robin no alcanzaba, vio a su querido Roy, tan lindo con su sonrisa y su cabello azul celeste, que había crecido bastante desde la última vez que se habían visto. Antes de poder decir nada, vio que Roy estaba sosteniendo a un niño pequeño idéntico a él: con los mismos ojos verdes y el mismo cabello azul, era como ver a Roy de pequeño.
-Me asusté mucho esa vez, pensé que estarías enojado conmigo- En cuanto se vieron frente a frente, acompañados de alguien más, ambos habían salido corriendo. Harry jaló a Robin del brazo y lo arrastró fuera de la tienda mientras Roy cargaba a Manny y salía por una puerta distinta. No hubo tiempo para nada más.
-Yo no quería creerlo, pensé que ya no podría recuperarte nunca ahora que tenías un hijo- Harry rio y se acercó un poco más a Roy, que se sonrojo como siempre- Y luego encontré a Manny en el parque, con moretones en los brazos y aun así hablando de ti como si fueras Superman. Sólo podía pensar en que era como verte a ti de pequeño.
-Sé que no fui el mejor padre, pero estoy dispuesto a rescatarlo y a demostrarle que puedo cuidar de él perfectamente.
-¡Tú lo has dicho!-Harry ya estaba prácticamente sobre Roy- Sé que serás el mejor padre que él pueda querer.
-¿En serio?-Roy se veía demasiado lindo, sus ojos se habían iluminado de una manera hermosa-Gracias
-¿Sabes? ya me gustabas desde antes de leer tu carta, no era necesario dejarme tanto tiempo para que te lo dijera-Harry sonrió y pasó su brazo sobre los hombros de Roy.
-Harry…Te había extrañado- Las palabras de ese idiota lo estaban atrapando, no podía continuar.- ¡Te extrañe! ¿Ok?-Tenía que decirlo-¡Te extrañe muchísimo! ¿¡Hay algún problema con eso!?-En los ojos de Roy aparecieron dos diminutas gotas saladas.
-Yo también te extrañe mucho- Harry confirmo sus palabras aprisionando a Roy con un beso. Roy ya no pudo contener sus lágrimas y se rindió ante aquella persona, tan segura, tan estable, tan perfecta que lo estaba arrastrando de nuevo a su amor. Sin saber cómo, Roy termino acostado sobre Harry y con el brazo de este protegiéndolo de nuevo, se quedó dormido.
*A la mañana siguiente:
-¡Despierten tortolitos!
Harry despertó y vio a un sonriente Robin junto a él, sosteniendo una bandeja con tres tazas de chocolate.
-¿Harry? ¿Qué pasa?- Roy entreabrió sus ojos e hizo un pequeño puchero por haber sido despertado. La expresión de su cara le provocó un ligero sonrojo a Harry
-N-no pasa nada, vuelve a dormir…-El pelirrojo besó suavemente a su chico en la mejilla y lo cargó suavemente, haciéndole señas a Robin para que no hiciera ruido. Llevó a Roy a su cuarto y lo dejó en la cama para volver con su amigo. Ya en la sala, se sentó y tomo una de las tazas de chocolate.
-¿Así que…resolvieron las cosas?-Harry asintió. Robin había esperado eso por mucho tiempo, quería ver a su mejor amigo contento, pero no podía estar totalmente feliz. Para sacar a Manny, Roy iba a entregarse. Esa parte del plan no le había sido rebelada a Harry y Robin estaba seguro de que no los iba a perdonar, pero había sido la decisión de Roy. Por lo menos lo iba a dejar disfrutar mientras Roy siguiera ahí- Me alegro
-Yo también- Harry se acabó el chocolate que quedaba en la taza y se despidió de Robin para volver al cuarto con Roy, obviamente, sin sospechar nada.