Bufó con fuerza mientras se estaba terminando de vestir, había terminado por estar en recuperación en el tanque por varias horas y ahora se terminaba de vestir finalmente, con un nuevo traje, pues el anterior había quedado destrozado.
Había logrado que las cosas que tenía en la nave en que viajaba fuesen llevadas con él sin preguntas, aunque los malditos ineptos habían perdido bastantes de sus pastillas, pero ahora la guardo dentro de su armadura, a los costados, pequeñas bolsas con ellas, después de todo si llegaba a recibir un golpe sería de frente y no en sus costados, pensaba.
Uno de los doctores entró y comenzó a preguntarle cómo se encontraba, aunque él sólo dijo que iría donde Frezzer, aunque se sorprendió al escuchar que Frezzer se había ido al planeta Namek, pues en ese planeta también habían esferas del dragón, por lo que gruñó con fuerza y tomó uno de los rastreadores para salir de ahí y abordar una nave.
No dejaría que Frezzer le ganara su deseo, él realmente quería cumplir su deseo de tener un maldito cuerpo normal, nada más que aquello.
***
Habían pasado muchas cosas desde que había llegado al planeta Namek, siendo que se había encontrado nuevamente con aquellos insectos que lo habían dejado herido de gravedad en la Tierra, que le habían cortado su cola como si nada, la cual realmente pensaba que no volvería a crecer por mucho que lo deseara, siendo un golpe para su orgullo aquello, el haber perdido su cola de una manera tan estúpida como aquella.
Los había dejado vivir porque había creído que aquellos mocosos no encontrarían las esferas que había robado y ocultado, pero no era de aquella forma, esos insectos se las habían robado.
Pero cuando por fin había podido realmente darles alcance y poder invocar al dragón, nada había sucedido, siendo que habían llegado las fuerzas especiales Ginyu, que les robaron las esferas.
Fue fácil para el vencer a uno de los soldados de la fuerzas especiales, pero el otro, Reccome, realmente lo golpeo con fuerza, hasta que sintió aquella presencia, siendo que a su nariz llego el olor a Kakarotto, que había llegado al planeta Namek y detenía a Reccome de golpearlo.
Jadeó con fuerza mientras veía al alfa. Odiaba que tuvieran que defenderlo, él podía pelear bien, pero además siempre iba a odiar el hecho de que Kakarotto por biología siempre iba a ser más fuerte que él, lo sabía, sabía que podría matarse entrenando, pero el alfa siempre tendría más fuerza que él.
Jadeaba en el piso, después de haber sentido como Kakarotto vencía sin problemas a Reccome, siendo que sintió como el hombre se ponía a su lado y lo veía, sintiendo como el Saiyajin tomaba su cabeza y la alzaba un poco para meter algo en su boca.
— Come, Vegeta, te ayudara a recuperar tus energías — Le dijo con una pequeña sonrisa para darle confianza, pero finalmente se la termino tragando de mala manera, sintiendo como lo que él decía era verdad.
Sintió como sus fuerzas volvían a él y como su cuerpo sanaba, haciendo que suspirase por aquello y miró a Kakarotto de reojo, que aun le sostenía su cabeza y sintió como el alfa aspiraba su olor sin siquiera notarlo, por lo cual gruñó y se separo, ocultando su rostro para no mostrar lo sonrojado que se había puesto por aquella acción.
Maldita naturaleza, maldito Kakarotto.
No alcanzaron a hablar mucho cuando Jeice y Burter aparecieron y comenzaron a luchar con Kakarotto, siendo que Vegeta veía como aquel alfa luchaba a la par e incluso superaba la fuerza de aquellos guerreros haciendo que sin poder evitarlo pensara que ese alfa podría ser el legendario súper Saiyajin.
Pero una parte de su cabeza le dijo que Kakarotto podría ser un perfecto alfa, aunque la parte de su orgullo gruñó cual animal herido al ver que sería difícil superar el poder de pelea que tenía el hombre haciendo que bufase con fuerza por aquello.
Goku derrotó fácilmente a Burter, pero Jeice fue con su líder el cual después llegó a atacarlos.
Iba a pelear al lado de Kakarotto, pero no quiso hacer eso, siendo que salió volando de ahí, hacía la nave de Freezer, necesitaba buscar las esferas para cumplir su deseo, necesitaba huir de la condición de su cuerpo y sabía que el alfa podía hacerlo, podía luchar con ambos guerreros.
Cuando llegó a la nave mató a todos sin miramientos, para luego buscar las esferas, pero no las encontraba, así que bajo su Ki, pues sintió la presencia de aquellos insectos, y se escondió.
Escuchó como los insectos buscaban las esferas con un radar, hasta que dieron con ellas, pero se acercaban dos Ki suficientemente fuertes, pero no más que él, pero sólo se mantuvo escondido, viendo como el cuerpo de Kakarotto llevaba con Jeice, pero ese no era Kakarotto, estaba seguro de ello.
— ¿Quién está ahí? — Se sorprendió demasiado al escuchar la voz de Ginyu venir de cuerpo de Kakarotto, pero era imposible que lo hubiera detectado, pensó, pero estaba el olor en su cuerpo, ese olor a omega que había sido el mismo que le llamó la atención a Kakarotto.
Sin más salió de su escondite, no sacaba nada con estar ahí, pensó, mientras miraba el cuerpo del alfa, sabía que podría sentir su olor, su esencia de omega, era algo que tenía de aquel cuerpo, pues no podría ocultarse.
— Acabaré contigo — Dijo simplemente Vegeta mientras lo observaba, siendo que comenzaron a pelear, aunque Krillin y Gohan intentaban pararlo, pues era el cuerpo de Goku, pero en ese vieron a Ginyu, o lo que era su cuerpo realmente, siendo que en realidad era Goku en ese cuerpo.
Sin pensarlo si quiera, Vegeta se tiro a pelear con Jeice, dejándoles el cuerpo del alfa a los dos insectos, terminando con Jeice en un instante, para luego volver a golpear con fuerza el cuerpo de Kakarotto, aunque su mente le dijera que no debía destrozarlo, casi lo estaba haciendo.
Hasta que algo extraño paso y Kakarotto y Ginyu parecieron volver a sus cuerpos y luego aquel soldado termino en el cuerpo de una rana sin más.
Suspiró luego de aquello, para sin más tomar a Kakarotto en su espalda, sintiendo el olor del alfa llegar a su nariz, embriagándolo lentamente, aunque se decía que no tenía que sucumbir ante ese alfa.
— ¿D-Dónde llevas a mi papá? — Le preguntó el mocoso haciendo que bufara mientras caminaba con Kakarotto hacía la nave.
— Sólo lo llevaré a curarse — Dijo sin más, sintiendo la nariz de Kakarotto contra su cuello, haciendo que temblase con suavidad, pero sólo lo cargo para llevarlo al interior de la nave, mientras los dos enanos parecían demasiado sorprendidos por todos los muertos que había dejado.
— H-Hueles bien... ¿p-por qué? — Preguntó en apenas un murmullo Goku mientras sentía ese olor venir de Vegeta y tuvo la idea de morder su cuello, como si aquello fuera a estar bien después de todo, pensó.
— Sólo lo hago, idiota — Dijo con simpleza mientras caminaba hacía la capsula de agua, donde lo metió y le puso la mascarilla con oxigeno en su boca, para que pudiera respirar bien.
Cerró el tanque que se fue llenando de un liquido verdoso, para después ir a darle ropa a los dos enanos.
Si tenía que enfrentarse a Freezer, prefería hacerlo acompañado en vez de tener que ir solo a la muerte.
Dejo al hijo de Kakarotto cuidando de las esferas, mientras el otro enano iba a preguntar las palabras para invocar al monstruo de las esferas. Él por su parte fue a dormir a la nave, después de todo él no había dormido nada desde que habían llegado ahí y tenía que descasar aunque fuese un poco, aunque la verdad era que también quería estar al lado de Kakarotto.
Se reprochaba por aquello, odiaba el hecho de querer depender de Kakarotto, porque él no era un simple omega que tenía que depender de su alfa o alguna cosa así, además Kakarotto ni siquiera era su alfa realmente.
Cuando llegó a aquella habitación toco el vidrio que dejaba ver el cuerpo de Kakarotto, que se iba recuperando de la golpiza que le había dado, siendo que suspiró con suavidad. Ese estúpido alfa le atraía, tanto como por su naturaleza de omega como también como un guerrero al que quería superar.
Odiaba aquello, pensó mientras se sentaba y apoyaba su espalda contra la capsula, para dormir.
***
Despertar de su pequeña siesta había sido del todo menos agradable, pues los enanos habían robado las esferas y habían usado dos deseos, siendo que había estado dispuesto a sacrificar su deseo de dejar de ser un omega, para poder tener el poder para derrotar a Freezer.
Pero aquel dragón murió junto su creador y estuvieron peleando duramente con Freezer, que cuando llegó a su forma perfecta, como le decía a su transformación más poderosa, se enfrento a él.
Pero tuvo que aceptar la cruel verdad, él no tenía la energía suficiente para poder derrotar a Freezer, siendo que recibió una golpiza de parte de aquel ser, que lo tenía con su cuerpo en el suelo mientras destrozaba una pieza en su pecho.
— A fin de cuentas, Vegeta, no eres más que un simple y débil Omega — No pudo evitar abrir sus ojos, jadeando con fuerza cuando escucho esas palabras venir de Freezer, sintiendo aquella mirada que lo hacía temblar sobre él. — Todo el tiempo supe que eras eso, que nunca serías realmente fuerte, ¿por qué crees que te mantuve a mi lado todo este tiempo?
Maldito Freezer. Siempre supo su verdad, siempre supo que aunque se esforzara no tendría la fuerza que siempre había deseado, porque era un omega, que aunque luchara por seguir haciéndose más fuerte, su condición siempre le pondría un alto.
Sin poder evitarlo comenzó a llorar al sentir como Freezer lo tomaba de su traje y lo alzaba para enterrar su mano en él y matarlo.
Pero ese golpe nunca llega, siendo que sintió como Freezer era alejado de su cuerpo y pudo ver a penas a Kakarotto, que se veía demasiado enojado.
Por su parte Goku no entendía por qué al ver a Vegeta a punto de morir algo había despertado en él, un instinto que había tenido guardado de hace tiempo, un instinto que nunca creyó que pudiera estar en él.
Una vez en su cabeza gritaba que debía proteger a ese hombre, ¡era suyo! ¡debía cuidarlo!.
No comprendía de donde venían aquellas palabras, pero veía a Freezer, que lo miraba riendo como si nada.
— K-Kakarotto... t-tú puedes v-vencerlo, tú eres un s-super s-sayajin... e-eres el único a-alfa que queda... — Dijo sin pensarlo siquiera, mientras lo miraba y antes de que Goku o él pudieran reaccionar, Freezer le disparo sin más a su corazón.
Sintió el gusto de la sangre en su boca, como su vida se iba en cada respiración que daba mientras miraba a Kakarotto que lo veía sorprendido, con ira en su rostro, porque él moriría, después de todo el instinto de ellos era mucho mayor.
— É-Él d-destruyó n-nuestro p-planeta, K-Kakarotto... p-por f-favor... d-derrota a F-Freezer...
Eso fue lo último que dijo el príncipe de los Sayajin antes de morir, mientras lloraba, ajeno al caos que había causado en la mente de Goku que su omega hubiera muerto ante sus ojos sin poder hacer nada para poder ayudarlo, para que aquello no ocurriera, sólo murió ahí.