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Nothing in my way por beatbreack

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Notas del fanfic:

Algo de hace algun tiempo que espero retomar así que lo volví a subir *-*

Como siempre espero tener algo de tiempo para arreglarlo y la verdad es algo que escribo solo para mi.

Notas del capitulo:

Como siempre si tengo algun comentario intentaré mejorarlo y avanzar *-* si no lo dejaré por aquí para no olvidar que alguna vez escribí esto

Porque cuando te alejas todas esas mentiras se acercan cada vez más. Se sentía mareado cada vez que recordaba esas palabras que ahora parecían tan simples.  Un “Te amo” salía de sus labios y bajaba por su estómago al recordad que su cabello negro caía suavemente por su espalda. “Lo siento, pero Te amo…”  se repitió mientras sentía como sus manos temblaban. “Ya no sirve que lo intentes, hace ya a algún tiempo que ambos lo sabemos. Tú no me amas y yo estoy dejando de hacerlo también… Supongo que no era la indicada, no es necesario que llores, ya lo he hecho por los dos…” “Quieres encontrarte conmigo, cuando sea el momento indicado… aunque este sea el fin de el “nosotros”. ¿Quieres encontrarte conmigo en otra vida?” no podía intentar detener todo, solo quería la esperanza de que no fuera él final. “Esto es todo lo que yo tengo, no puedo prometerte nada más, me has dejado vacía…”

La música reventaba sus oídos, mientras no sabía si iba o venia.  Nadie parecía acercarse, o tal vez todos estaban tan perdidos como él. Recordaba haber recibido uno que otro cigarrillo de algún lugar, el sabor al licor saturado en su garganta le impedía saber lo que bebía. Las chicas a su alrededor, todas tenían el mismo rostro y repetían las mismas palabras, unas tras otras, eran las mismas… repetían lo mismo… “Yo si quiero encontrarme contigo, yo si quiero seguir tu camino”. Pero no, ninguna era quien buscaba, solo estaba ahí, había solo un lugar donde podría encontrarla, pero ese único lugar estaba perdido, rodaba por todo ese lugar sin saber nada. Ese lugar era su cabeza, la que ahora vibraba con el sonido de la música y se embriagaba entre aquellos que bailaban he iban y venían sin ninguna dirección como destino.

“¡¿Ri eres tú cierto?! ¿Dónde te has metido? ¡Háblame dime donde estas!” era la cuarta vez que marcaba sin darse cuenta, pero marcaba al mismo número, una y otra vez.  El aire fresco le pego en el rostro y lo trajo de vuelta a la realidad. Había logrado salir del club, pero ahora sus sentidos parecían haberle caído todos de golpe.  Desde su estómago a hasta su cabeza retumbaban aun como si estuviera dentro del lugar. “Líder… líder ¿Dónde estoy?”  su voz se quebraba mientras intentaba sostenerse de las paredes, pero no pudo soportarlo más, había tratado de evitarlo todas esas veces, intentaba olvidarlo. Trabajaba mucho más de lo que debía, había decidido desconectarse un tiempo en Japón, olvidar todo con trabajo, con programas en los que debía sonreír y hacer reír a los demás. Era bueno en eso, era bueno siendo extrovertido, el mejor escondiendo sus propios sentimientos. Pero hoy un día cualquiera de invierno donde las calles se congelaban bajo sus pies mientras la blanca e implacable nieve caía delicadamente y cubría todo. Hoy era ese día cualquiera en que la chica a la que amaba con toda su vida, ella se había acercado y sin ninguna expresión en su rostro había terminado por decir ya no te amo, déjame en paz.

¿Por qué? esa pregunta había estado sobre el tanto tiempo, tenía a alguien más, todo había sido una simple broma para ella.  Sabía lo volátil que solía ser, pero le encantaba la forma en que termina sorprendiéndolo, cambiaba los planes, lo sacaba de la rutina con cosas tan simples, cosas que no volverían a suceder porque un día como ese, una tarde en que saldrían a celebrar su aniversario la mujer que llenaba su vida se acercó hasta él y escupió fríamente que estaba cansada de todo.  “Estoy viendo a otra persona… te has llevado todo de mí, ya no queda nada que puedas buscar aquí. Estuve confundida un tiempo, pero me di cuenta que es así de simple ayer te amaba, hoy no siento nada por ti…”

Desde ese día se había suprimido todo, se había inundado de todo, para olvidar, para hacer como si todo fuera un mal sueño, hasta ese día un día como el que la dejo ir.  Apoyo su espalda contra la pared y dejo que su cuerpo se dejara caer con todo el peso que había tenido tanto tiempo y por primera vez en mucho tiempo lloro mientras al otro lado de la línea el mayor lo escuchaba sin saber dónde ir. “Ri… ¿calma sí?  Trata de decirme donde estas… iré por ti ¿está bien?” intentaba hablar con calma, para ayudar al menor, lo conocía bien estaba preocupado por el maknae.  Después de todo era el líder del grupo, todos esos años juntos le permitían saber que este era reservado con sus sentimientos, pero que estaba mal. Sabía que desde que estaba en Japón se había metido en tantos problemas y ahora que regresaba estaba feliz porque podría ayudarlo, porque podría cuidarlo. Eran amigos, sabía que no estaba bien, solo quería ayudar. “Yo no lo sé líder, todo… todo… tengo frío… este oscuro, tal vez… la calle tengo frío…”

Su voz se quebraba tras cada palabra y un nudo en el pecho comenzó a presionar lentamente haciendo que lo que decía fuera menos comprensible. Alzo la vista nublada por las lágrimas y soltó un sollozo más alto mientras veía el nombre del lugar, se estaba engañando a sí mismo, solo quería verla por eso ese díe había ido al mismo lugar en que la había conocido. “Aeroplane… es Areoplane…” repitió soltando el teléfono mientras seguía llorando. El mayor, lo supo, no necesito saber más tomo sus llaves y salió rápido de su apartamento. Tenía que encontrar al maknae, antes que alguien más lo hiciera.

 

“Seung es simple… no hay más camino, no para ti ni para mi…” sus ojos comenzaron a humedecerse, claro, pero él no quería llorar, solo estaba ebrio y cansado, solo la escuchaba en todas partes, solo era eso, tampoco la extrañaba, el dolor parecía ser una suave espina sobre su pecho, escocia suavemente como recordándole algo, algo que él no quería asumir.

Unos pasos rápidos chocaron con sus pensamientos “Ri, pequeño bastardo desconsiderado”, soltó una voz molesta, una voz que claramente conocía muy bien. El líder estaba molesto, asustado, no sabía cómo el menor podía meterse en tantos problemas, más que eso no entendía porque lo hacía.

“hyung… eres tú…” fue todo lo que pudo articular, luego de eso comenzó a llorar, comenzó a llorar como no lo había hecho nunca, repitiendo una y otra vez el nombre del mayor quien realmente no entendía nada y termino por arrodillarse frente al maknae. “Ri ¿Qué te sucede?” dejo que su pensamiento se concretara mientras lo abrazaba fuertemente. “hyung puedes… sacarme de aquí” hablo con dificultad a causa de las cantidades altas de alcohol que había ingerido, mientras intentaba levantarse sin éxito.

Ji Yong suspiro con pesar, negando con la cabeza ligeramente y tomo al menor de uno de sus brazos logrando que así se incorporara. Intentaron avanzar, pero no dio mucho resultado haciendo que el mayor terminara por rendirse mientras alzaba su voz con calma para que el menor lograra escucharlo entre el bullicio que salía desde el local. “¡Hey Ri… súbete!” le ordeno mientras se ponía delante de él permitiéndole que subiera a su espalda. “Hyung estás loco…. No lo haré” como siempre su dignidad y terquedad salían a flote por naturaleza, pero el mayor no tenía tiempo para eso, en cualquier momento cualquier paparazi aparecería y otro titular sobre la “alocada” vida del maknae saldría a la luz. “¡Que te subas ahora SeungRi!” la voz del líder salió a la luz y automáticamente el menor se subió de mala gana a su espalda, como si estuviera entrenado para obedecerlo. No dijo nada más solo camino hasta donde había estacionado su auto intento que el menor bajara de su espalda, pero en el trayecto se había quedado dormido sobre su espalda. Como pudo logro abrir la puerta del copiloto acomodándolo en el asiento y asegurando al pequeño que dormía inocentemente como si no hubiera hecho nada. “Dios aun es solo un niño…” termino por decir mientras daba la vuelta y se subía al coche. En ese instante algo fuera de lo normal hizo que el mayor volviera a dirigir la mirada al pequeño que parecía balbucear algunas palabras. “Ahora que sucede pequeño…” pronuncio suavemente mientras se acercaba a ver si conseguía oírlo, sin darse cuenta termino frente a frente con el rostro del maknae. “Por favor… tu no me dejes solo…” dijo inesperadamente el menor entre sueños y sin previo aviso junto sus labios con los de este. 

 

Los labios del menor solo se posaron ligeramente sobre los propios, pero fueron suficiente para sacudir el mundo del líder de BIGBANG, el astuto joven que entro tempranamente en el mundo de la música y que se enfrentaba día a día a la prensa, a su público y últimamente gracias a la fama que había alcanzado al grupo en estos ocho años, a las entusiasmadas miradas que le daba el mundo.  
¿Cuántas citas había tenido en su vida? ¿Con cuantas chicas había salido antes?  No era capaz de recordar el historial de conquistas que guardaba, porque después de todo pese a la imagen que debiera cuidar, era un hombre y tanto la fama como las chicas le llovían.  ¿Por qué ahora su corazón parecía haberse disparado de esa manera? ¿A caso había sentido algo así antes? Su mente se perdió en esto al sentir los suaves labios del menor moviéndose con cuidado, acariciando los propios como si hubiera sido algo que ya había hecho antes.  Las manos del mayor se posaron suavemente en el mentón contrarío separando con cuidado al menor, observando su rostro unos segundos. Las lágrimas se deslizaban por sus mejillas, SeungRi no parecía tener la intención de abrir sus ojos. Esta imagen solo quebró más la voluntad de Ji Yong quien estaba absolutamente fuera de sí, el beso del menor lo había descolocado, de una manera que nadie lo había hecho antes. Seco cuidadosamente son su mano las lágrimas del contrario antes de que su voz irrumpiera en la intimidad silenciosa que se había generado al interior del automóvil. “No te dejaré, prometo cuidarte incluso más que siempre si me dejas hacerlo” Su tono de voz se hiso más pausado y profundo para intentar calmar al alcoholizado maknae.  El sabor a alcohol en los labios de este era indescriptible, se había bebido todo el bar, si es que eso era posible, la preocupación del mayor se extendió hasta la resaca que tendría el día siguiente mientras seguía limpiando las lágrimas del contrario consiente de que este estaba fuera de sí.  “¿Qué te sucede?” Susurró sin apartar la distancia por alguna razón no había logrado alejarse lo suficiente hasta el punto que su propia nariz rozaba suavemente con la del menor, pero esto no duró mucho, finalmente el ansiado sueño alcanzo a SeungRi haciendo que su peso se cargara sobre el mayor que trato de sostenerlo como pudo para luego acomodarlo nuevamente sobre su asiento.

Lee Seung Hyun no estaba bien eso estaba claro, su vida era un absoluto descontrol y más que eso parecía ir cada vez peor. El adorable maknae había crecido en un pueblo tranquilo a las afueras de Seúl en un lugar donde destacar no le fue difícil, el tiempo en la YG había hecho que aprendiera que las cosas no eran tan fáciles como lo esperaba, más aún cuando fue expulsado junto con otro de los trainers antes de debutar. Para Ji Yong nada de esto era ajeno y aunque desde un principio se mostró duro ante los entrenamientos ya que sus deseos de ser solista lo habían llamado muchas veces a enfadarse injustamente con todo, el menor había sido capaz siempre de seguirle el ritmo, más que eso siempre se había encargado de recalcarle que lo admiraba y que un día sería tan grande como él. 
Habían pasado muchas cosas de ese entonces, ocho años dan para mucho, pero los lazos entre los miembros de BIGBANG habían persistido en el tiempo y aunque el maknae hubiera crecido su amistad se había estrechado con el líder pese a que ya no usara su ropa a escondidas ni lo siguiera hasta el centro comercial para comprar incluso a veces las mismas cosas. Ji Yong solía reprocharle todo esto y uno de sus pasatiempos había sido molestar al pequeño, pero a medida que el tiempo pasaba, se acostumbró y no pudo evitar que su cariño se volviera sobre protector como el de un hermano mayor que vigilaba los pasos del contrario, siempre apoyándose uno contra otro. Pero en este último año todo aquello parecía haberse quebrado de golpe y habían tenido su quiebre final cuando este había decidido viajar a Japón. 
Todas estas cosas venían una y otra vez a la cabeza del líder mientras conducía de vuelta al apartamento que había comprado cerca del edificio de Seung Hyun. “Es algo temporal Ji Yong, debemos evitar que se meta en más problemas. Ya le propuse trabajar en un álbum solista y vi ese destello aún en sus ojos. Ese que uso para convencerme que BIGBANG lo necesitaba, es su última oportunidad y lo tiene claro, hablé con Daesung y Taeyang aceptaron quedarse cerca también y sé que tu podrás mantenerlos a la raya, te lo pido como un favor.” Las palabras “Favor” salían pocas veces del Ceo Yang y aunque mudarse a un nuevo lugar era realmente molesto considerando que debía trasladar todas sus cosas no fue capaz de negarse, principalmente por dos razones fundamentales la primera porque si Yang se lo pedía es porque consideraba que sería una manera de controlar a la prensa que atacaba intensamente al menor del grupo por todos los escándalos en que había generado su alocado viaje a Japón y segundo porque SeungRi se había hundido desde que le dio fin a aquella relación, no podía olvidar todas las veces en que se escabullía entre los ensayos, o comenzaba a hablar de cuanto amaba a la chica, de todo lo que había dejado de hacer. Siempre con una enorme sonrisa, como un pequeño feliz por su juguete nuevo, no era capaz de regañarlo se veía realmente feliz. 
 Su memoria repasaba cuidadosamente aquellos recuerdos, lamió sus labios distraídos, el sabor de los suaves labios del menor parecía haberse impregnado en los propios “realmente había bebido demasiado”, pensó para sí mientras recorría las calles nocturnas de Seúl. Su corazón aun parecía palpitar inconstante por lo sucedido, una ligera mueca se formó en sus labios antes de observar de reojo al menor que se había rendido finalmente al sueño, soltó su mano del manubrio y acaricio con cuidado su cabello intentando ordenarlo una vez que el semáforo dio en rojo, volviendo a mirar adelante mientras dejaba escapar un suave suspiro. Aun no encontraba respuestas para nada de lo sucedido sin embargo su corazón no se calmaba. “¿Qué era todo eso? Por favor Ji Yong es tu dongsaeng, casi tu hermano.”
Unas cuantas calles más, dudo un poco al pensar donde lo llevaría pero finalmente se decidió llevarlo hasta su departamento, quedaba unas calles más allá del edificio de SeungRi podría regresar caminando la mañana siguiente sin mayor problema, sabía que si alguien lo veía llegar en ese estado solo sería la comidilla de la prensa rosa y más que eso podría estar en problemas con Yang, se prometió que lo cuidaría de hecho acababa de hacerlo no dejaría que se pusiera así nuevamente. Prefirió eso, si alguien se enteraba podría decir que fue una fiesta en su casa y que se le fue de las manos nada fuera de lo común podría contactar con algunos amigos para que reafirmarán todo y listo. 
Aparco el auto en el subterráneo del edificio así sería más fácil no ser visto fue lo que pensó mientras se detenía y apoyaba su espalda por completo en el asiento de su Bentley para luego dirigir la mirada nuevamente al menor. Lo observo con cuidado, la forma en que sus ojos se encontraban cerrados, su respirar pausado y sus labios entre abiertos, esos labios que habían estado sobre los propios hace un momento. Se acercó con cuidado y deposito un beso en su frente guiado solo por pequeños impulsos que eran claramente inexplicables en ese momento.
“Ri… debo sacarte de aquí, debes ayudarme si no, no sé cómo te sacaré” murmuró a eso mientras salía del auto dando la vuelta para abrir la puerta del contrario. El menor ya no era aquel pequeño que podía atrapar entre sus brazos mientras jugaba, había crecido mucho en ese tiempo y casi lo había alcanzado sin embargo aún podía jactarse que era más alto, por unos centímetros como le había hecho admitir el maknae, pero lo era, era más alto. No pudo contener una pequeña risa que salió al recordar esa discusión que parecía interminable y que finalmente había ganado al admitir aquel detalle sumado a que tuvo que sobornarlo con dándole esa camisa que tanto le gustaba. Pero compartir su ropa ya no era algo que le molestara incluso en muchas ocasiones se había decidido a comprarle algo a más de alguno de los integrantes porque consideraba que iba con su estilo, aunque particularmente el maknae siempre se veía más favorecido. 

“¿Decidiste si me ibas a ayudar? Pequeño panda, me las vas a pagar esta vez” Susurró como si jugara, sabiendo que el menor no era consiente de nada de esto, sin embargo, cuando este se inclinó para sostenerlo e intentar levantarlo, el menor abrió ligeramente los ojos. “Hyung, no te has ido… te quedaste conmigo” susurro, claramente el alcohol hablaba por el nuevamente. “Me gustas mucho Ji” susurró mientras rodeaba el cuello del mayor, ayudando de esta forma a que lo sacara del auto. El mayor solo sonrió y una vez que logro ponerlo en pie lo sujeto un poco desde la cintura ya que no le dejaba otra opción. “Te decidiste a ayudarme... Ri también me agradas mucho, pero debo llevarte a la cama. ¿Sostente de mi si puedes sí?” Dijo en un tono calmado caminando con cuidado mientras comprobaba que el menor hacía lo que le pedía, una vez que logro entrar en el ascensor se decidió a apoyarlo contra la pared y no pudo evitar reír ligeramente, cualquiera que viera esa escena pensaría que se trataba de cualquier cosa. 
“Sabes Ji Yong… no estoy bien, tu siempre lo estas, si me quedara siempre cerca de ti… tal vez todo estaría bien”. El alma rota del menor hablaba por sí sola, esconder sus propios sentimientos siempre tendría un limité desde que ella lo había dejado perdió su norte ahora sentía que tocaba el fondo y con esta misma sensación sus brazos se aferraron al contrario en el debate de su mente poco lucida que se fundía en el amargo sabor al alcohol. 
Ji Yong se limitó solo a corresponder al abrazo desesperado del maknae mientras acariciaba con cuidado su espalda, un impulso que no pudo evitar que buscaba de alguna forma calmar el dolor del menor que parecía más profundo, algo en el líder parecía encogerse cuando escuchaba aquellas palabras que le rebelaban lo roto que se sentía el aparentemente inquebrantable espíritu luchador de Victory. 
Las puertas del ascensor de abrieron en el décimo piso del hotel, escogido sin ningún objetivo en particular pero que curiosamente desde su habitación era capaz de ver claramente el edificio en que vivía el menor.  
G-Dragón se vio obligado a romper aquel abrazo comprobando que su compañero se había vuelto a dormir, suspiro suavemente y luego de unos cuantos intentos fallidos logro cargarlo en su espalda avanzando lentamente hasta su habitación, logro sacar la tarjeta y deslizarla para que finalmente la puerta se abriera, sin pensarlo mucho se dirigió hasta su propia habitación para recostarlo con cuidado.
Finalmente se dejó caer en la cama luego de haber recostado al pequeño. Se detuvo unos segundos cuando la imagen del beso volvió hasta sí, la forma en que se acercó, eran realmente suaves, el dolor del menor, todo eso fue capaz de percibir en ese instante ¿Fue acaso eso lo que le impidió que se alejara?, sus ojos cansados le jugaban una mala pasada obligando a cerrarlos suavemente, otra nube de recuerdos se asomaba y sintió deseos de abrazar una vez más al maknae.  “SeungRi, sé que no te gusta, pero ¿Podría abrazarte?” Dijo casi en un susurro sin esperar una respuesta mientras lo rodeaba entre sus brazos, sin embargo, aún dormido era capaz de percibir la tristeza que cargaban los hombros del contrario, sin pensarlo apoyo sus labios sobre la frente de este. “Tranquilo todo va a estar bien” pronunció en el mismo tono profundo como si esto pudiera ayudarlo, sin embargo, las manos del menor se aferraron suavemente a este
Ji Yong finalmente cerro los ojos inundado por la calidez contraria, una mezcla de sentimientos lo inundaba, sentimientos que claramente no era capaz de separar en ese momento, pero ¿A caso importaba?  La verdad carecía de relevancia le había prometido a Yang que lo ayudaría, esa era su escusa y con esa misma concilió el sueño haciendo caso omiso a la forma inusual en que su corazón latía.

Sus labios se acoplaban perfectamente mientras sus manos aprisionaban la cintura del contrario haciendo que en este gesto el labio de ambos se entre abrieran dejando el paso para que sus lenguas comenzaran un simple juego en el que el dominio no era claro. Sus manos se deslizaron por su espalda hasta el trasero del contrario, presionándolo con descaro como si fuera propio haciendo que una clara queja saliera de los labios ajenos permitiéndole ganar aquel pequeño juego que habían comenzado con sus lenguas buscando aún más contacto avanzó dando pasos que fueron a dejar al menor contra la pared. El silencio se rompió inminentemente cuando el gemido del maknae irrumpió en los labios de Ji Yong, haciendo que el calor fuera a acumularse en su parte baja después de todos esos desesperados toques y besos, pero algo fuera de lo común que comenzó como una tenue luz que molestaba su vista aun cuando aquel dulce sonido salido en ese tono suave que tanto le encantaba del maknae, claro porque aunque hubiera dicho que le gustaba, se escapaba de eso, a él le encantaba su voz y escucharla de esa forma había provocado que el calor latiera sobre su entrepierna, pero esa maldita luz era cada vez más intensa privando al líder de todo aquello. De pronto la música irrumpió de golpe en la intimidad de su sueño, si porque escuchaba claramente esa melodía pegajosa que últimamente sonaba una y otra vez en la radio.  Más claro, era esa melodía que había decidido dejar como tono de llamada entonces sus ojos se abrieron de golpe para coger el teléfono, logro sentarse en la cama para finalmente contestar.
“¡No está! Ji Yong lo perdimos, lo perdimos anoche Daesung y ese mocoso salimos, pero lo perdimos. No sé dónde estará y peor aún quizás con quien estará esta vez.”
Aún aturdido fue capaz de ver la hora que marcaba el reloj de pared, 11 am, bastante tarde para anunciar una desaparición, sin decidirse a contestar bajo la mano libre hasta su pantalón, el mismo que había usado la noche anterior y comprobó lo que era inminente. Agachó el rostro tratando de no reír, pero su risa salió inminente de sus labios, creo que esto sería un secreto que guardaría por mucho, tener sueños húmedos con tu compañero era algo ridículo clara imagen que lo que los medios de comunicación decían no era mentira. “Se estaba volviendo loco” sus labios soltaron la expresión en su idioma que calzaba perfectamente con lo que acababa de describir “Michi…go” 
Youngbae que desesperado buscaba ayuda en el líder se quedó unos segundos en silencio antes de volver a repetir toda la historia “¿Estas fumando algo ahora?” esas ultimas y absurdas palabras hicieron que Ji Yong estallara en risas antes de calmarse para dignarse a contestar a su preocupado mejor amigo que ya pensaba que había enloquecido. 
“Está conmigo, a noche me llamo no sabía que estaba con ustedes. El ceo me pidió que lo mantuviera vigilado por eso fui por el apenas lo localicé, no sabía que estaba con ustedes por eso no llame para avisar, lo menos que quería era formar un escándalo” Habló distraído levantándose con cuidado de la cama caminando en dirección al baño para tomar una ducha, se giró bruscamente para observar que el menor seguía durmiendo como una roca y de hecho seguiría así pensó. “Falto que se bebiera el agua del florero Youngbae, tendremos que hacer algo por ahora no creo que se mueva mucho” Un suave suspiro irrumpió desde el otro lado de la línea mientras el estilizado vocalista entraba al baño escuchando la opinión del siempre calmado Taeyang. “Es esa chica ¿No? Es joven aún puede que sea el primer amor de peso de Ri, como sus hyungs deberíamos ayudarlo a salir de esto. No hay nada que se pueda interponer en su camino, en realidad en el de nadie.” La sonrisa del líder se extendió mientras encendía la ducha tanteando distraídamente la temperatura del agua sin la intención de soltar el teléfono, aclaró su voz antes de dar una respuesta definitiva. “Déjamelo a mí, yo enderezaré al pequeño. Digamos que el plan Nothing in my  way está en marcha.” Dijo a modo de juego antes de negar y responder finalmente. “Quiero ayudarlo, me preocupa de sobre manera, yo me encargaré si me veo en apuros recurriré a ustedes pero ya sabes que nada, ni nadie se me escapa cuando lo tengo en la mira. Vamos a ayudarlo no te preocupes, somos una familia. Estoy entrando en la ducha te hablo más tarde” Fue lo último que dijo antes de colgarle y meterse rápidamente bajo el cálido chorro de agua que relajo su cuerpo de inmediato haciendo que su cabeza volviera a perderse en todo. ¿Estaba mal? No lo estaba… tal vez sí, no lo sabía un sueño era solo eso no, pero ese beso, ese beso no lo dejaba en paz. Caer en caos no ayudaría, debía sacar a Seungri de todo esto y centrarlo en algo que sabía que era su pasión, la música. Luego pensaría en qué carajo le pasaba a su cuerpo.

Entre tanto el menor se removió sobre la cama del mayor, era amplia, una cama jumbo elegida por el mismo líder, no le gustaban los decoradores de interiores por eso el mismo había decidido cada una de sus cosas y su posición que había improvisado esta vez por el repentino cambio. 
El aroma a Ji Yong estaba por todas partes, un aroma que no le era ajeno por esto más que sentirse incomodo e interrumpir su pesado sueño favoreció este, no era su cama, el aroma a Sun Hi no estaba en ningún lado. 
Ese nombre tan simple era el que aún volvía loco Seung Hyun, pero más que eso le dolía, le dolía como una herida abierta pero el dolor se aliviaba, el calor que hace unos instantes rodeaba su cuerpo, el aroma ajeno, hizo que poco a poco abriera sus ojos volviendo a sentir aquella puntada en el pecho que tanto lo aquejaba.

Notas finales:

La verdad no lo revisé, simplemente lo subí asi que puede que lo arregle en unos dias~ Apreciaría muchos sus comentarios, me ayudan a mejorar


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