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Nothing in my way por beatbreack

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Notas del capitulo:

Me había resisitido a seguir con él pero cuando lo leí me di cuenta de algo y no quise dejarlo pasar. Escribí esto hace mucho tiempo al nivel que no era capaz de recordar todo lo que decía pero quede perpleja con ciertas cosas que me sucedieron y que se relacionan un poquitito a esta historia ajajaj

En fin, intentaré retomarlo~ solo porque hay alguien que lo sigue y eso me es suficiente *-*


Sus manos rebuscaron rápidamente sus cosas mientras la luz saturaba inevitablemente su visión antes de poder enfocar con claridad la persona que yacía a su lado, claramente era el líder, sin embargo, SeungRi no recordaba con exactitud como había llegado a aquel lugar y peor aun, su cabeza parecía querer estallar así que se acercó de manera perezosa para así esconder su rostro contra uno de los hombros de Ji Yong que aún mantenía el teléfono entre sus manos.

— YoungBae ¿Te parece si te llamo algo más tarde?  Bella durmiente salió de su pesadilla —soltó a modo de broma mientras colgaba definitivamente su móvil para abrazarlo. La relación del Líder con aquel chico no siempre había sido de aquella manera estrecha, por mucho tiempo Seung Hyun se resistía a los abrazos y pequeñas muestras de aprecio de la mayoría de las personas, más aún cuando se trataba de sus compañeros, pero el dragón había domado poco a poco aquella actitud algo terca al punto en que en aquel momento fue el menor quien busco aquel abrazo, necesitaba uno.  El sabor amargo inundaba cada espacio de la boca del menor, pero no era lo que realmente le molestaba, lo que lo inquietaba constantemente era aquella especie de vacío en su pecho que parecía no llenarse, aunque en aquel momento entre los brazos firmes del mayor podía sentir su corazón algo más contenido o eso es lo que sentía. Sabía que debía afrontar su día a día y aquello les había ya mencionado a sus Hyungs, que podía con ello, por eso pese a sus preocupaciones lo habían dejado ir libre a su departamento bajo la condición de que descansara y se repusiera, pero había vuelto a caer en lo mismo. Tenía un serio problema con el alcohol, cuando bebía era capaz de perder su conciencia al nivel de dejarse arrastrar por la primera persona que le diera de alguna manera algo de estabilidad emocional. Por eso aquel abrazo le parecía tan aliviador desde cierto punto de vista.

— Tranquilo — susurró con calma el mayor mientras sus manos acariciaban de manera tranquila su espalda antes de hablar. No era necesario alzar demasiado la voz, la cercanía le permitía cierta privacidad a su dialogo — Ri no tengo las palabras de consuelo, sabes que no las tendré, puede que entienda como te sientes pero eso no lo hace equiparable. Yo sé que necesitas que te reconforten … — Soltó sintiéndose algo torpe y es que, pese a que en su cabeza  sonaban bien, todos los recuerdos de anoche lo hacían tardarse más de la cuenta en articular una idea clara de lo que esperaba decir. Porque, sí, había ensuciado sus pantalones y era algo que debía solucionar por lo pronto sin ser descubierto.
— Y yo quiero hacerlo, pero debes dejarme entrar ¿Puedes hacerlo? No dejaremos que la prensa te haga más daño… no, que… que nadie vuelva a hacerlo por ahora — prosiguió mientras sus manos recorrían la espalda formada del menor, aquella que había crecido junto al más pequeño quien solía ser un niño dulce y delgado. Pero que ahora yacía escondido en aquel cuerpo de adulto, masculino, bastante atractivo si se lo preguntaban directamente. Sin rodeos SeungRi era un hombre, el más atractivo que conocía hasta ahora.

El menor se mantenía inmóvil atento a todas sus palabras mientras alguno que otro recuerdo se atravesó por su cabeza ¿A caso fue el quien lo llamo? Claro, había sido eso, Ji Yong lo había rescatado de toda aquella angustiante noche, ya era suficiente, había sufrido demasiado y si, sentía que seguiría haciéndolo, pero estaba ahí, el líder de BIGBANG ofrecía como siempre su apoyo.
— Gracias por ir … gracias por estar aquí — soltó apenas, sus labios estaban demasiado resecos al punto que debió relamerlos para poder proseguir. A diferencia de la noche anterior en que el alcohol corría por sus venas ahogando todo lo que fuese posible, haciendo que sus lágrimas escaparan por la mínima razón. Sin embargo durante el día parecía incapaz de llorar y hasta cierto punto inexpresivo.

—No dejes que suceda lo de Japón, no me dejes solo — soltó sin siquiera imaginar que aquella petición ya había sido hecha hace varias horas más y con una actitud absolutamente diferente. Una que abrió fuego a la curiosidad de GD.

Ante aquello el mayor no pudo más que sonreír mientras separaba poco a poco sus brazos y de manera cuidadosa levanto el rostro algo perplejo del maknae que aun parecía bastante desequilibrado por la cantidad de sustancias que rondaban por su cuerpo. —Ven a vivir conmigo… no te lo estoy pidiendo, te lo estoy ordenando. Ayer me hiciste salir de madrugada, sabes que mi trabajo se concentra de noche, hiciste que perdiera horas valiosas de trabajo y no planeo que siga siendo así. Al menos hasta que estés lo suficientemente estable … será como cuando compartíamos habitación — Finalizó analizando en detalle la expresión del pequeño, después de todo no siempre podía mantener aquella distancia. Gracias a ello volvió a corroborar que pese al tiempo aquellas ojeras y aquel pequeño brillo en sus ojos no había desaparecido, tal vez se estaba algo más opacado. Los ojos vivaces del maknae estaban tristes, pero no dejaban de ser hermosos, eso fue lo que pensó mientras el menor terminaba de responder por aquella propuesta que más que propuesta había sido articulada como una orden.

—Si será así entonces quiero dormir en tu cama… — su sorpresiva respuesta descolocó un poco la calma del mayor, claramente no lo molestaba, pero no esperaba aquello así que simplemente atinó a asentir antes de escuchar las razones. — Es… es grande y cómoda, y aun duerma donde duerma querrás dormir conmigo. ¿Cómo cuando compartíamos habitación?  — Soltó mientras cerraba sus ojos para así liberar poco a poco un suspiro que parecía atrapado entre su pecho, justo al lado de aquel gran agujero, más abajo del constante nudo en su garganta. Aliviando de momento aquella angustia que pesaba sobre su cuerpo.

— Será así, solo podrás salir de noche si es conmigo. Ceo Yang no está molesto, pero me pidió llevarte a la oficina… es hora de levantarse bebé — pronuncio deteniéndose en aquellas últimas palabras, no era común que lo llamara de aquella forma pero había salido de manera inesperada así que simplemente se controló mientras se ponía de pie dándole la espalda al menor. Por suerte la posición del baño le favorecía para hacerlo — Tomaré una ducha, luego si te es conveniente puedo llevarte al edificio para que busques algo de ropa — logró decir mientras caminaba rápidamente, necesitaba hacerlo así que sin girarse se encerró finalmente en el baño, entre que llevaba sus manos a desordenar de golpe su cabello. “Dios JiYong realmente estas enloqueciendo, en verdad, en verdad… es tu culpa” fue en lo último en que pensó mientras se deshacía de su ropa sucia para darse una ducha ajeno a todo lo que sucedía en el exterior de aquel impecable baño, salvándose de quedar expuesto a aquellos sueños subidos de tono que había tenido con el maknae.

Todo en su lugar, después de todo Ji siempre había tenido una ligera obsesión por el orden y la limpieza, cosa que era visible por todo el lugar. Desde las cortinas hasta los diversos decorados parecían mantener una armonía casi perfecta entre el blanco y el negro. Todo aquello le daba tranquilidad, el orden perfecto, el sonido del agua y la calidez de esta misma recorriendo cada rincón de su cuerpo, perdiéndose poco a poco en los túneles de su cabello mientras en sus pensamientos se repetía una y otra vez la suavidad de los labios del menor.

Fuera de todo aquello SeungRi se mantenía inmóvil, había dicho que sí, primero porque sabía que necesitaba ayuda pero por sobre todo, porque extrañaba la compañía del líder, se sentía demasiado solitario. Era la primera noche que descansaba bien desde el día en que Sun había simplemente desechado su corazón. Daesung hyung se lo había dicho reiteradas veces, que mantuviera la calma que el dolor se apaga poco a poco, pero él había cometido el error de intentar saltarse aquellas “etapas”. “Debes vivirlas paso a paso, aceptar tu culpa en los grados en la que puedas aceptarlo y dejar ir. Afronta el dolor, el seguir huyendo de el no te hace bien” sus palabras eran como siempre demasiado certeras.

Antes, tal vez hace un par de años, su relación y la de Dae-Dae como solía decirle de manera cariños, había sido difícil apenas se hablaban entre si, el era demasiado joven e extrovertido y Dae era todo lo contrario, por muy alegre y comunicativo que solía verse, en la vida cotidiana era demasiado instropectivo. Esto en un principio les causo problemas, ambos eran demasiado diferentes y lograr confluir en un tema podría ser muy difícil pero poco a poco la vida se encarga de unir y limar aquellos polos tan opuestos, al punto en que hoy en día GD y Daesung eran sus mayores confidentes. De hecho fue Dae quien le presentó a Sun… Sun. La verdad es que en un principio no le había llamado la atención pero aquella chica logró convencerlo hasta que su corazón se hablando y cuando lo tuvo en la palma de su mano simplemente decidió dejarlo ir. “No puedo con esto… encontré a alguien más” su voz dulce era capaz de ser cruel y fría, no había tenido ningún titubeo, el corte había sido certero y entre sus manos había sacado su corazón.

Torció ligeramente los labios al sentir el sabor amargo entre sus labios, aun sentía el sabor del licor sumado a lo que había fumado, jamás había fumado hasta ahora, tal vez había caído muy bajo… pero no lo suficiente, después de todo Ji hyung había venido logrado extender sus brazos para sacarlo del fondo.

Con la poca energía que le quedaba decidió levantarse de aquella cama con algo de torpeza mientras observaba la calma de aquel lugar y después de mucho tiempo, se escapó de sus labios una ligera sonrisa al llegar a la cocina. Los implementos, desde las espátulas hasta las ollas y cacerolas, se encontraban ordenadas en degradé, desde la más grande a la más pequeña y también por tonalidades, la mayoría de la loza era rojiza y negra. “¿No te habrás excedido esta vez hyung?” se dijo a si mismo mientras buscaba un par de tazas, aun no se sentía listo para cocinar, pero al menos quería preparar algo de café para el mayor así que simplemente puso la cafetera mientras se acomodaba en el sillón.

Su mirada se perdía nuevamente en el ventanal del edificio, los rascacielos inminentes evocaban lo rodeado y ahogado que uno podía sentirse incluso en su hogar mientras recordó de golpe su móvil. Lo había olvidado por completo, anoche tuvo la suerte de que este no se descargara y fue su única ancla de comunicación. Sus manos se deslizaron sin llevarse ninguna sorpresa, 40 llamadas de YB, unas 25 de Daesung y 10 mensajes de Ji… y bueno T.O.P hyung estaba desaparecido por completo a causa de las grabaciones para la película así que poco y nada sabían el uno del otro. Estaba perdido en ello cuando de pronto todo se fue a negro, las cálidas manos del mayor habían cubierto sus ojos, logrando sorprender al maknae que aún estaba pendiente de las incontables notificaciones — ¿Por qué no mejor te bañas aquí? Tengo algo de ropa… muy poca que podría prestarte — soltó el líder consiguiendo al fin la risa del menor quien soltaba poco a poco el móvil para liberarse de aquel agarre.

— Lo dices porque de seguro YG quiere matarme ¿No? El prefiere las matanzas algo más temprano… — soltó mientras terminaba por señalar la cafetera a lo lejos apoyando cuidadosamente su cabeza contra el respaldo del sillón. — Hay café… — susurró como si fuese un secreto y sin pensarlo más se dirigió a la ducha, después de todo había llegado el momento, debía dejar de hundirse, no tenía más posibilidades. El líder había extendido su mano y él la tomaría de manera firme, estaba decidido a no soltarla hasta que pudiera correr nuevamente a su lado, como siempre lo había hecho.


Una vez que ambos estuvieron listos, Ji Yong con unas cuantas tazas de café en el cuerpo y Ri algo más compuesto y con un par de ojeras que cualquier panda real habría envidiado, se dirigieron al afamado lamborgini del líder. Tal vez demasiado lujo para llegar a la empresa un par de cuadras más allá, pero necesario para escapar de la mirada atenta de la prensa y las fans que parecían hacer guardia día y noche frente al gran edificio coronado con el par de letras característicos YG.

Los nervios del menor del grupo habían aumentado poco a poco mientras esperaba frente a la puerta de la oficina del gran Ceo. El líder había optado por dejarlo solo esta vez, él sabía que cualquier cosa que saliera de YG no sería más que una ayuda, confiaba en él, siempre había confiado en aquel viejecillo de expresión dura pero de corazón amable. Sin embargo, Ri era ajeno a todo, planeaba dar la cara por todo lo sucedido pero el miedo lo inundaba de todas formas… ¿Dónde había dejado su móvil? Su cabeza estaba en el aire. Lo había abandonado en el departamento, fue lo que logró pensar antes de que la gran puerta se abriera dejando ver a Yang en el marco que con un pequeño gesto llamo al menor dentro.

—Seungri~ — el tono calmado y nasal de su voz llamaron la atención del joven para que lo acompañara a sentarse frente aquel gran escritorio. La oficina del Ceo se encontraba llena de pequeños premios y discos que adornaban por doquier el lugar, haciéndola ver ligeramente acogedora, pero era bien sabido por todos que ser llamado hasta aquel lugar siempre correspondía a algo importante. La tensión parecía cortar el aire como una navaja mientras el mayor influyente del mundo del espectáculo coreano carraspeo para comenzar. — Sabes Seungri, cuando llegaste aquí, el día de las audiciones recuerdo que lo que más me llamo la atención fue aquella convicción en tus ojos. Hablamos muchas veces de dejarte fuera, debías trabajar demasiado tus aptitudes vocales y muchos dudaron de ti. Al punto en que oficialmente quedaste fuera… — sus palabras eran tenues, pero cavaban hondo en el alma dañada del maknae que parecía mantener la tensión en su cuerpo.

— Pero contra todo lo esperado regresaste, siempre fuiste demasiado arrogante, pero aquella arrogancia era ligera. Nunca ha sido agotadora o empalagosa, al contrario, cada día refrescas al resto, los motivabas a trabajar mucho más. ¿Sabes por que? Porque a ti nadie te dio nada en bandeja, tú has pulido tu talento con trabajo duro, tan duro como el de los demás chicos y eso te hace parte de BIGBANG. Yo vi aquel día eso en tus ojos… lo vi pero… ¿Dónde está eso ahora Victory? — soltó de manera certera mientras su mirada conectaba de golpe con la del menor.
Y aquello fue decisivo, estaba sobrio pero aquellas palabras habían sido demasiado, no se podía ser tan duro ni tan firme. Sus ojos se llenaron de lágrimas y por primera vez en mucho tiempo comenzó a llorar sobrio. Pero pese a eso el Ceo no se detuvo, no siempre había sido un líder innato, ver a uno de sus subordinados de aquella forma le dolía, después de todo cada uno de esos chicos era casi un hijo para si. Sin embargo, el tiempo le había enseñado que el dolor solo puede trabajarse así que simplemente tomó algo de aire para proseguir.

—Quiero que vuelvas. Has jugado demasiado y ya es tiempo de que plasmes todo ese dolor en un álbum. Vamos a salir juntos de todo esto… Quiero ver relucir toda esa victoria en tus ojos. ¿Puedes hacerlo por este viejo amigo? — Agregó mientras el menor se vio obligado a cubrir su rostro para calmar un poco su llanto que parecía hacerse más y más serio con cada palabra de YG. Sin más asintió un par de veces, era lo que necesitaba, necesitaba decirle al mundo que sentía, que le dolía el peso de los años, que le dolía crecer y enamorarse.

 

Fue así como Seung Hyun salió de aquella oficina con el proyecto de su segundo mini álbum, comprendiendo que estuvo al filo de perder de alguna manera todo lo que había conseguido y conformaban su esencia. Sus pasos parecían aún algo pesados porque pese a todo no era capaz de tener en claro como abordaría todo, quería pedirle ayuda a Ji hyung pero sabía que el trabajo lo consumía de pies a cabeza y Teddy se había aliado fervientemente con Taeyang para poner en marcha aquel disco en solitario que llevaba años esperando salir. mientras que él no tenía absolutamente nada, debía comenzar a recopilar todas sus emociones, hace mucho que no escribía una canción, tampoco esperó tener la presión de hacerlo, pero ahí estaba dando pasos torpes a través de los pasillos, lleno de dolor ¿Cómo no podría sacar de todo aquello una mísera canción?


Los pasillos del edificio le parecían eternos mientras buscaba de manera infructuosa al líder fue entonces cuando lo vio, habían sido meses sin encontrárselo, pero fue capaz de reconocerlo a larga distancia, su altura lo delataba.Se acercaba hasta él T.O.P, el mayor de los cincos que al verlo no pudo resistir el impulso de estrechar el menor entre sus brazos hasta el punto que logro levantarlo, cosa que no fue gran desafío. En aquellos meses SeungRi había bajado de peso y su rostro lo demostraba de manera clara.

—¡Pero si he atrapado a un pequeño panda! ¿Qué dietas estás haciendo? Tienes que ponerla en línea — soltó mientras lo bajaba de regreso sin poder evitar jalarle las mejillas solo para molestarlo un poco más, para variar su tono de voz sonó bastante empalagoso como de costumbre solo para molestarlo.
— Estuviste lejos mucho tiempo no había nadie que me alimentara con su bullying y estas son las consecuencias. Estoy delgado y debo trabajar ¿No es injusto TOP hyung? — logró apelar el menor mientras las estruendosas carcajadas de Choi Seung Hyun atrajeron la mirada del staff que se mantenía en su trabajo matutino. T.O.P aún no se enteraba de todo el drama que había vivido y tampoco quería abrumar su llegada con aquello, ya habría tiempo de que se enterara de todo aquel desastre en que se había metido.
— Bueno me encargaré de darte tus dosis diaria de T.O.P para que puedas volver a tomar forma — Soltó a modo de broma antes de acercar su mano a desordenar el cabello del menor, acción que no duró lo suficiente ya que en unos segundos  un tercero se unió a aquella conversación haciendo que ambos chicos concentraran su atención en el líder, quien sin ningún aviso rodeo el cuello de SeungRi en un pequeño abrazo para sonreírle a la dupla de Seung Hyun.

— ¡Esto debe ser una cámara oculta! ¿Al fin terminó el rodaje? — cuestionó sin soltar al menor, aquel aire posesivo era imposible de romper en Ji, por más que lo intentara el hecho de que alguien le robara la atención de Ri siempre lo descolocaba de cierta manera aun cuando se alegrara de ver al mayor.

—Más bien me arrastraron hasta aquí~ Tengo dar cuentas a YG que he sido un buen chico… y estoy llegando tarde como es de costumbre. Tenemos que vernos más tarde, deben ponerme al día antes que lo haga Youngbae que sabemos que es pésimo cuando se trata de contar una historia. — Sentenció dejando tras de si el par de chicos que no pudo evitar reír por la alusión a SOL, después de todo era cierto, YoungBae era un genio cuando se trataba de guardar un secreto, pero un asco en cuanto debía organizar ciertos acontecimientos.

Así fue como el día avanzó sin reparo, por aquel día SeungRi se dedicó a seguir la agenda de Ji que más que nada debía adelantar los proyectos para el aniversario y el propio disco en solitario. Ri se pasó el día intentando compartir la noticia de su segundo álbum pero no fue hasta después del trabajo que logró comentarle parte de la conversación que tuvo con Yang. Solo hicieron una parada más para ir en busca de la ropa que el menor necesitaría en la estancia y el día finalizó por completo en aquella cama jumbo de la cual JiYong era dueño absoluto.

— Voy… voy a tener mi segundo mini-album. — Logró soltar finalmente una vez en que ambos se encontraban dispuestos para dormir. Era el primer día en que Ri había olvidado por completo a Sun, al menos hasta el momento, después de todo el disco y todo lo que giraba en torno a ello eran causado por todas aquellas emociones que había desatado en si.
El mayor simplemente se limitó a sonreír mientras abrazó de golpe, al contrario, que se vio perdido cuando su mejilla terminó contra el cálido pecho ajeno. —Lo harás bien… puedo ayudarte, tal vez no demasiado por tiempo, pero sé que lo harás bien — soltó con confianza mientras esperaba su respuesta pero luego de unos minutos comprendió que el menor había caído rendido  entre sus brazos.

—¿Seungri? ¿RiRi? — soltó para comprobar si realmente dormía mientras soltaba poco a poco aquel abrazo para observar en detención el rostro dormido de aquel chico que parecía sacudir cada vez más su mundo y sin pensarlo más simplemente estampó un pequeño beso contra sus labios. Sería su secreto… desde aquel momento sería su secreto. Así fue como el mayor también se sumergió en aquel mundo de sueños en que la realidad se amoldaba a lo que el más esperaba, se sentía jodidamente bien, hacía demasiado tiempo que no sentía correr la adrenalina de aquella manera y el sabor de aquellos labios parecía encenderlo cada día más, pero era incapaz de avanzar, era demasiado vil aprovecharse de la debilidad de Ri, pronto el tiempo haría su trabajo y aunque no sabía que sucedería, planeaba enfrentarse a todo lo que se pusiera en su camino.

El silencio del edificio era excepcional, sin embargo, fue roto por un pequeño sonido, el repique del teléfono de Seung Hyun que anunciaba un mensaje, la pantalla encendida dejaba ver una pequeña  previsualización: “Sun Hye (Sunny): Necesito verte” . . . 

Notas finales:

Siempre espero sus comentarios :c más aun si son criticas contructivas, no soy muy buena escribiendo por eso quisiera mejorar poco a poco.

Gracias por leer!!


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