Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

FALSAS ESPERANZAS por desire nemesis

[Reviews - 194]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Una cosa es sabida

En la sociedad ser gay es mal visto

en esa sociedad en que Seto y Joey viven

44-Rumores

 

¡No puede dejarlo así!—dijo uno de los directivos de KC. Seto y sus directores estaban teniendo una reunión de directorio en esos momentos—Si los rumores persisten todo mundo pensará que es cierto, Kaiba sama—añadió.

 

¿Y que tiene que lo piensen? Es mi vida privada. Nadie tiene derecho a meterse en ella—contestó el otro con mirada impaciente y fría.

 

Eso es lo que puede que usted piense pero tiene que ver nuestros valores en el mercado. Desde que la noticia se ha esparcido la comunidad empresarial ha empezado a dudar de apoyarnos, nuestras acciones han bajado en casi un treinta por ciento y este es solo el comienzo. Recuerde que la homosexualidad ya no es solo vista como una degeneración por los occidentales sino que aún está flotando el fantasma del HIV, y lo que recientemente le ocurrió a ese famoso cantante occidental, Mercury o como se llame, todos los estudios indican que esa espantosa enfermedad solo se transmite por las personas que usan esa opción y al saber que usted está expuesto, o que ya tiene dicha enfermedad trae aparejado un montón de desconfianza en el futuro de la corporación. El rumor de que usted tuvo una pareja hombre antes se ha filtrado a los medios y si no lo detenemos podría destrozar el futuro de esta compañía. ¿Puede repetirme que eso no le concierne a nadie más que a usted mismo?—le dijo el airado directivo y Seto le miró directamente porque sabía que sus palabras eran ciertas aunque nunca se paró a pensar en que los demás pudieran importar un pepino.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

“PAREJA PERFECTA VISTA SALIENDO A HURTADILLAS DE UN FAMOSO HOTEL”

 

El conocido empresario de 21 años, Seto Kaiba y una mujer con las características de una de las modelos rusas que visitan por estas horas Japón para participar de la semana de la moda en Tokyo, fueron vistos por nuestros fotógrafos salir del hotel “Four Seasons” de la capital. Ambos parecían una pareja perfecta.   

 

 

 

 

 

 

 

 

Dos días más tarde.

 

La mirada de Seto se perdía en el afuera mientras recorrían las calles de la capital. Nunca pensó que tendría que caer tan bajo para lograr mantener a flote a su empresa, tener que fingir en su propia vida privada.

 

Cuando el chofer lo dejó en la mansión Seto bajó y se dispuso a comer un almuerzo ligero mientras su hermano lo miraba con un mohín silencioso.

 

Por más que te enojes no irás—le contestó el empresario sin levantar la vista del bife que estaba cortando.

 

El otro ofendido dirigió la vista a un lado. Sabía que no había forma de que su hermano cambiara de opinión. Seto se iría a Estados Unidos sin él pues aun le quedaba parte del año lectivo y si faltaba el tiempo que su hermano iba a permanecer perdería el año. Si bien otro personaje que no fuera Seto elegiría llevarse a su pariente con él para que disfrutara, su hermano era estricto con su educación pues lo veía como un sucesor de su empresa y desde hace algunos años era una persona inaccesible, incluso para él.

 

Cuando terminó su plato Seto se limpió la boca con una fina servilleta de algodón blanco y luego se levantó silenciosamente y de la misma manera miró a su hermano.

 

Nos vemos pronto—dijo el mayor y no recibió respuesta. Se dirigió al auto donde ya habían cargado sus maletas y el maletín con sus documentos.

 

El chofer le abrió la puerta mientras la gente a su servicio se paró a ambos lados en mudo respeto.

 

Le deseamos que arribe bien y seguro y tenga un pronto regreso—corearon los empleados inclinados.

 

Seto solo les miró un segundo antes de voltear para entrar al auto.

 

¡Hermano!—se oyó un grito y los pasos ligeros de Mokuba corriendo hacia él.

 

El otro solo volteó a mirarlo antes de ser abrazado de improviso.

 

¿Juras que no me olvidarás estando allá?—preguntó el adolescente algo angustiado.

 

No seas tonto Mokuba—reprendió su hermano--¿Cómo es posible que me olvide de ti en tan poco tiempo?—

 

¿Es decir que si tuvieras más tiempo me olvidarías?—preguntó el pelinegro.

 

Seto solo puso cara de fastidio y se despidió--¡Adiós Mokuba!—luego volteó ante la mirada atónita de su hermano y escapando de sus brazos se metió al auto donde cerró la portezuela el chofer.

 

A Mokuba solo le quedó la imagen del auto alejándose hacia el aeropuerto ese mediodía del 26 de diciembre de 1989.

Notas finales:

Espero les gustara

ja ne


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).