33-Nunca te vi
Nunca se había sentido tan nervioso de salir al escenario del local. Se había vestido de manera bastante sobria y sus peinados nunca habían sido tan normales, la canción había sido otra concesión del jefe. Otra canción romántica y no tan movida, pero debido a la aceptación que tuvo por la mayoría de los clientes esta vez había sido más fácil.
Estaba parado con un vestido rosa viejo, sencillo, sin volados o brillantes y unos zapatitos dorados, bajos y su pelo peinado hacia los lados, liso.
De inmediato sintió sus ojos sobre si mismo, penetrantes como siempre. Buscó su mirada y ahí lo vio. En una mesa de la segunda fila, con su vaso de jugo de naranja.
Su voz sonó tembloroso al empezar. Cerró los ojos e inició.
“Solo quiero que vuelvas a mi
para otra vez poder sentir
lo que es amor
estaba muerto de dolor
Sin ti mi vida ha sido gris
y no hay nada que me haga más feliz
que escuchar tu voz
junto a mi”
Abrió sus ojos y se encontró con la mirada de Seto inserta en la suya.
Por su lado Seto sentía que algo le bullía en la sangre. Esas palabras parecían tan dirigidas a él y le provocaban algo tan profundo. Tan dentro de él…
“Hoy contigo sé lo que es vivir
sin tu amor yo no quiero seguir,
ya no tengo miedo a amar
esta vez no tengo miedo a amar
Que bello es amarte así
que suerte es tenerte a ti
escuchar tu voz
junto a mi”
La voz del cantante acariciaba los oídos de Kaiba, mientras sus puños se cerraban tratando de contener las ansias de explorar la piel de aquel chico que dos noches antes estuviera en su cama.
“Todo el tiempo que estuviste aquí y nunca te vi
y la luz de amor brillaba ardiendo en tu mirar
que ciego fui (que ciego fui)
nunca te vi (nunca te vi)
y hoy te siento
muy dentro de mi”
Pensaba que esa canción alarmantemente se parecía a su realidad. A como Seto le había perseguido y él le esquivó de todas las maneras posibles, sin atisbar posibilidad de nada y sin embargo para él Kaiba era ahora…
“Esa llama de amor sólo la enciendes tu
cómo extraño ver tu rostro bajo el cielo azul
que ciego fui (que ciego fui)
nunca te vi (nunca te vi)
y hoy te siento
muy dentro de mi”
Era cierto, le sentía muy dentro, le deseaba y le quería y solo con mencionar la palabra azul podía sentir la vibración que le enviaban esos ojos azules.
“Y pensar que hoy vives en mi
no sabía que podía existir
este amor entre los dos
hay tanto amor entre tu y yo
Tus palabras me llenan a mi
me motivan y me hacen sentir.. libre
Todo el tiempo que estuviste aquí y nunca te vi
y la luz de amor brillaba ardiendo en tu mirar
que ciego fui (que ciego fui)
nunca te vi (nunca te vi)
y hoy te siento
muy dentro de mi
Esa llama de amor sólo la enciendes tu
cómo extraño ver tu rostro bajo el cielo azul
Que ciego fui (que ciego fui)
nunca te vi (nunca te vi)
y hoy te siento
muy dentro de mi”
Joey terminó señalando a Seto, miel y zafiro profundamente conectados.
Los labios de ambos se intoxicaban el uno al otro con un fruto prohibido que ninguno de los dos tocaría en otras circunstancias.