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Tu silencio por valeeop

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Se quitaron la ropa con calma como si simplemente se fueran a dar una ducha, ninguno desconocía el cuerpo del otro pero a pesar de ello la vergüenza se apoderó del pequeño Naruto volviendo sus mejillas un derroche de rojo intenso, se acostaron cubriéndose hasta el cuello con las sabanas tibias de fino algodón, el clima de la alcoba era una temperatura propia de países nórdicos debido al poderoso aire acondicionado, pero ellos no necesitaban más que un cálido abrazo para mantener la temperatura y quizá subirla un poco más de lo normal.

Sasuke decidido a no buscar ninguna clase de disfrute para sí mismo sino más bien preservar la infantil inocencia de Naruto no hizo movimiento alguno, simplemente abrazó a su omega y liberó sus feromonas, el pequeño Naruto pensaba que ya no iban a hacer nada pues Sasuke estaba estático simplemente impregnándolo, pero sus pensamientos eran alejados de la verdad, Sasuke liberaba feromonas para hacer que el cuerpo de Naruto reaccionara y el celo se encargara de lubricar y ensanchar la entrada del niño sin necesidad de tocarle más de lo necesario, no deseaba sumergirlo al mundo de la lujuria aunque lo desease, porque a ojos de Sasuke Naruto aun merecía ser un niño y preservar en la medida de lo posible la infantil inocencia.

Era la mejor manera de marcarle sin corromper su inocencia, sin llevarle a la lujuria permitiéndole quedarse solo en la entrada del mundo de los adultos, Naruto era algo puro que Sasuke no deseaba perjudicar, pues ese niño era su vida y habían pasado juntos por tantas circunstancias que desearía Sasuke haber evitado, estuvieron ahí casi estáticos durante un extenso lapso de tiempo, Sasuke acariciaba el cabello de Naruto y depositaba delicados besos en el la marca de mordida que el niño tenía en la nuca, el pequeño rubio solo se dejaba consentir.

Media hora después la pequeña entrada del niño estaba completamente dilatada y lubricada mientras el pene de Sasuke estaba en sus últimas y dolorosas circunstancias.

Estaban arropados hasta el cuello, desnudos y acostados juntos en la posición de cucharita, en esa posición Sasuke se abrió paso con movimientos lentos y empezó a penetrar a Naruto con cuidado haciendo que el pequeño regresara del mundo de los sueños al cual había viajado debido a la larga espera sintiendo aquella nueva y extraña sensación. El azabache no encontró ningún tipo de resistencia, se deslizaba fácilmente y era succionado, al comienzo si sintió resistencia pero esta se disipó una vez su falo se hubo adentrado hasta la mitad de su extensión, el débil olor a sangre llegó a sus fosas nasales justo en el momento en que Naruto suspiró, el pequeño sintió un pinchazo, como una cortada que era fácilmente soportable, ardía un poco pero no dolía, en cambio ni si quiera era capaz de percibir el débil dolor latente debido a la extraña sensación placentera que le recorría, sentía mariposas en el estómago y por alguna razón ya no sentía aquel débil sentimiento de soledad que de vez en cuando le embargaba, se sentía completo, por fin verdaderamente completo.

— ¿estás bien Naruto…? — preguntó Sasuke una vez se hubo adentrado por completo en un tranquilo susurro acariciando el cabello dorado del niño y esperando con nerviosismo bien disimulado la respuesta de su pareja.

— s-se siente…raro ah — empezó a decir el niño entre susurros y suspiros tranquilos — p-pero no…duele Sasuke — aquello tranquilizó al azabache quien sonriendo con el corazón más ligero se dedicó a disfrutar de la sensación que le provocaba el interior de su omega, la cual era sencillamente gloriosa, pero no se permitiría ningún tipo de desenfreno, se limitó a entrar y salir tan lento que parecía no moverse, se fijó que Naruto tenía una erección, debía aliviar eso, simplemente llevó la mano al pequeño miembro de Naruto para masajearlo y este no tardó mucho en llegar al orgasmo, aun no tenía mucha resistencia y no soportaba tanta estimulación, algo normal para su edad y nula experiencia en el área de los placeres carnales, antes de que el niño se corriera Sasuke mordió con sus dientes al pequeño y tembloroso Naruto sobre la marca de su nuca antes de correrse dentro del pequeño, con esto Naruto ya estaba marcado, tardaron otro corto lapso de tiempo disfrutando de la placentera experiencia que significaba el nudo de un alfa, y después del orgasmo y de la experiencia gloriosa de estar enlazados para la pareja el mundo volvió a moverse, aunque por el momento que habían vivido no supieron cuando todo se detuvo a su alrededor…

Cuando Sasuke salió de Naruto ambos sintieron un tremendo calor en sus pechos que les obligó a cerrar los ojos contra su voluntad, la habitación se iluminó debido a un brillo de origen misterioso y místico, cuando volvieron a abrir los ojos este brillo ya había desaparecido, ya no estaban arropados por las sabanas…

Lo primero que vio Sasuke al abrir los ojos fue a un pequeño zorro dorado del tamaño de un chihuahua en sus patas…
Lo primero que vio Naruto al abrir sus ojos fue una gigantesca garra, al levantar la mirada vio a un enorme perro cuyo tamaño rivalizaba con el de la cama y que solo agachándose podría pasar por la enorme puerta doble de la habitación. En sus formas animales no podían verlo, pero sabían que el otro también estaba sonriendo de alegría, Naruto con toda la coquetería de un omega recién marcado se froto como un minino contra la pata de Sasuke para que el gigantesco cerbero lo consintiera, y Sasuke apenas entendió el mensaje no se negó, mordió a Naruto del cuello con delicadeza y lo alzó como el cachorro que era entre sus enormes fauces para el acostarse correctamente sobre la gigantesca cama, la cual, a pesar de su tamaño le quedaba apenas y a la medida al enorme cerbero, puso a Naruto entre sus patas para que se acurrucara y empezó a limpiarlo con su lengua con minuciosidad, al terminar ambos se durmieron ahí en sus formas animales y por fin, después de tan milenaria espera…sintiéndose completos.



El árbol de ramas desnudas y silueta tétrica que se hallaba casi sumido en tinieblas en el jardín se iluminó de un momento a otro con un brillo escarlata, la hojarasca tupida volvió a brotar de sus esqueléticas ramas con aquel color rubí, pero casi al instante un viento misterioso empezó a arrancarlas y esparcirlas por dondequiera llegara la tierra y donde quiera llegara el mar, cubriendo toda la superficie del mundo, devolviéndole así a la humanidad el don perdido, recuperaron sus recuerdos sellados y también el don que entregaron por el bien de salvar a aquellos quienes primero les ayudaron, un pilar de luz proveniente de árbol se extendió hasta el firmamento siendo capaz de verse hasta los confines del mundo, anunciaba que la promesa de hace miles de años se había cumplido y la larga espera al fin había acabado. Después de un rato, tiempo suficiente como para que su actividad y brillo llamara la atención de toda la humanidad, el tronco del árbol también se convirtió en hojarasca y se desvaneció danzando en el viento de la madrugada…



Un mes había pasado desde aquella noche en la que el sello fue roto, la sociedad humana se tuvo que adaptar a su perdida naturaleza recién recuperada, fue difícil, debieron realizarse muchísimos cambios, pues los débiles instintos que poseían habían regresado a su arcaica forma, eso significaba alfas más territoriales y posesivos con instintos más poderosos y omegas con un celo el cual no podía mermarse con los supresores que se tenían, no solo debieron crearse nuevas reglas si no también nuevos medicamentos y un nuevo oficio, los reguladores beta. Eran básicamente policías del orden organizados por sector y repartidos por todo el país del fuego, se encargaban de que los muy hormonados y aun no adaptados alfas y omegas convivieran en orden como antes de la remoción del sello.
El resto de los países también acogieron las normas ya diseñadas por el país del fuego, todos en la humanidad, sin ningún tipo de excepción poseían los conocimientos y recuerdos de la historia antigua y no escrita que ahora miles de años después por primera vez estaban siendo recordada y contada a las nuevas generaciones, aquellas palabras de leyenda, llenas de promesas y sacrificios serian trasmitidas a todos quienes pudieran entenderlas.

Tan solo una semana después de la remoción del sello se firmó un acuerdo de paz mundial, algo completamente imposible anteriormente, algo completamente fantasioso de lograr, antes de la remoción del sello, antes de que todos recordaran que provenían del mismo lugar, que tenían el mismo origen y a la final estaban juntos contra una misma enemiga, la paz mundial era tan solo algo que podría salir de la boca de un infante lleno de inocencia y sin una gota de malicia, pero ahora era una realidad, porque todos tenían no solo el conocimiento de un pasado lejano, sino también la premonición de un futuro venidero donde la ancestral enemiga que una vez les hizo privarse de su propia naturaleza regresara para cobrar venganza, ella era poderosa, sus escrúpulos eran pocos, parecía inconsciente del dolor ajeno, y consideraba a la humanidad como simples hormigas y considerando el poder que poseía había que admitir que los humanos cambia forma eran simples hormigas al lado de una diosa bajada de la luna.

Naruto había estado asistiendo a clases todo ese tiempo en compañía de los Uchiha, ser un omega recién marcado pero incapaz de pasar tiempo con su alfa le estaba pasando factura, siempre se sentía ansioso o angustiado, no solo debido a su lejanía con su otra mitad, sino también por el no muy luminoso futuro que les esperaba, era un hecho que su abuela reviviría si no le daban caza a los miembros de la rebelión, después de todo no era muy difícil deducir que ellos ya tenían el método para revivir a esa diosa caída, solo que estaban esperando el momento adecuado, o quizá, para que la resurrección de Kaguya pudiera ser llevada a cabo eran necesarias ciertas condiciones que aún no se habían dado, esas eran dudas que por su puesto sin ciertas pruebas no podrían saldar, pues no conocían tal método capaz de revivir a ese demonio en cuerpo de diosa…

Y así paso el tiempo transcurriendo como la arena en el reloj, fue algo complicado para los cambia formas modernos volver a adaptarse a su naturaleza, a sus instintos amplificados y a su lado animal despierto, pero pudieron hacerlo con una velocidad resaltable, durante ese periodo de tiempo los conocimientos generales fueron escritos y editados, el mundo antes de la historia escrita fue al fin documentado, y ahora aunque de una forma más censurada el sacrificio del rey de los cerberos y el hijo del dios sol era narrada a los niños en las bibliotecas, en la escuela y antes de dormir, y para suerte de los padres que querían enseñarles a sus cachorros a ser agradecidos por todo lo que recibieron gracias al sacrificio de sus antepasados, los pequeños escuchaban aquella leyenda con atención y la solicitaban antes de dejarse caer en los brazos del mundo de los sueños…



— ¡Sasuke! — Naruto se levantó del suelo corriendo dejando de lado los libros que hasta hace poco estaban rodeándole y que poseían en sus páginas números y formulas propias de la tarea de algebra que la maestra había dejado aquel día.

—estoy en casa — dijo Sasuke con una ligera sonrisa quitándose las botas y despeinándose el flequillo en tres movimientos, una acción que ya era costumbre para su persona, se quitó las pesadas botas en el recibidor, llevaba el día entero con ellas y debido al clima eran demasiado calurosas, una vez hubo terminado se acercó al pequeño Naruto con ternura y ambos se sumieron en un amoroso abrazo, se extrañaban, los únicos momentos en los que podían convivir era antes de dormir, porque Sasuke debía marcharse demasiado temprano, el rubio se aferró a las ropas de Sasuke, inhalando aquel aroma de alfa que su destinado desprendía, apretó la tela con fuerza, le extrañaba, mucho, demasiado, tanto que cada segundo que recordaba su soledad su corazón se estrujaba en su interior, extrañaba mucho aquellos días que vivieron sin recordar nada de su doloroso pasado y sin saber de su difícil futuro, días monótonos pero divertidos que podía compartir con su pareja. Quería regresar el tiempo y disfrutarlos un poco más.

— ¿Qué pasa Sasuke? — preguntó Naruto mirándolo directo a los ojos para ver las palabras que el azabache seguramente no diría, si estaba estresado no se lo contaría, si estaba preocupado tampoco, Naruto tenía la suficiente madurez como para saber que Sasuke bajo ningún motivo quería preocuparle, y aunque quisiera reprocharle el mantenerle al margen no lo consideraba justo porque después de todo aquel alfa frente a él solo deseaba protegerle.

— hagamos un viaje… — empezó a decir Sasuke con la mente totalmente en blanco, no quería pensar en nada de lo que lo agobiaba, que Kaguya, que los rebeldes, que las nuevas leyes para mantener el orden a una sociedad con instintos recién despertados, que las constantes peticiones de Hinata para convencerle de volver a gobernar, no lo iba a negar, estaba cansado, quizá no físicamente pero si mentalmente y esto provocaba estragos en su ánimo y energía, como orgulloso Uchiha que era esto lógicamente no lo demostraba — ¿recuerdas aquella ciudad a la que fui? Ichiraku, vayamos allá.

— un viaje… — el pequeño omega se sorprendió ante la inesperada propuesta, su lado maduro le decía que debía negarse, después de todo su alfa tenia responsabilidades que debía cumplir, pero después estaba aquella otra parte, su lado omega, su lado egoísta y posesivo, el cual quería llevarse a Sasuke bien lejos y tenerlo por fin todo el tiempo solo para el mismo. Indeciso miro a su alfa a los ojos, y pudo ver los motivos de Sasuke en la oscuridad profunda de su mirada, pudo entender quizá gracias al lazo que los unía que Sasuke estaba agotado, que Sasuke deseaba escapar, pudo ver la súplica, el agotamiento que difícil mente demostraba en su recto y poderoso porte, Naruto supo que la respuesta que debía dar era obvia por el beneficio de los dos, una sonrisa se dibujó en los tiernos labios del infante y sus mejillas se colorearon de carmín —vamos a escaparnos de todo.

Sasuke dejó escapar de manera inconsciente una sonrisa genuina y por inercia cargo a su omega en brazos y lo besó, era lo que necesitaba escuchar, vaya que era lo que necesitaba, era la clave para liberarlo de la celda en la que se encontraba, pues el lado egoísta de Sasuke, deseaba no tener que volver a sacrificarse por los cambia formas, deseaba no tener nada que ver con Kaguya, deseaba escapar a lo más recóndito del mundo y vivir junto a Naruto el futuro que por poco les fue arrebatado.



— ¡Dan llegue y quiero tirar! — Tsunade llegó muy elegantemente a su casa prácticamente pateando la puerta, de puro milagro esta no se desprendió de sus bisagras.

— ¡Tsunade por el sabio de los seis caminos! Los niños duermen — Dan el omega de Tsunade salió de la cocina hecho un amasijo de vergüenza por lo que había gritado su esposa, rezaba por que los vecinos no hayan escuchado y menos mal que los cachorros estaban dormidos. Se acercaron y compartieron un beso de bienvenida, eran una pareja unida pero tan diferente, Tsunade era una alfa muy abierta mientras Dan era un omega recatado, tranquilo y maternal.

— ¿Cómo te fue hoy? — Preguntó Dan sentado a la mesa al lado de Tsunade quien comía muy vigorosamente la cena que su esposo Dan le había preparado, la rubia estaba cansada y para ella la mejor medicina era una abundante comida y Dan dispuesto en su cama. A pesar de ello después de escuchar la pregunta de Dan la mujer dejo los cubiertos en la mesa y su rostro se endureció

— Sabes que te lo cuento todo, eres mi confidente y aunque no te quiera preocupar necesito desahogarme un poco, solo contigo soy sincera y por esa sinceridad te diré que tengo miedo… — el omega al escuchar esto se quedó de piedra, debía ser algo muy grave…

— Cuéntamelo todo — dijo Dan tratando de mantener un tono tranquilo y guardando la compostura como su conservadora madre omega le enseño.

— Eres consciente de que si no encontramos y acabamos con el ultimo líder de la rebelión lo más pronto posible la resurrección de Kaguya será un hecho… — Dan asintió despacio y ante esto Tsunade continuo — pasa que solicitamos ayuda a los otros países para prepararnos para la catástrofe pero ellos se niegan, dicen que no seguirán a Hinata como monarca y exigen que sea el rey Sasuke quien tome el trono, sabemos que ellos se están preparando para la llegada de Kaguya, y nos dejaron en claro que no recibirán a nadie del país del fuego en sus territorios y cerraran las fronteras en busca de evitar el avance del ejercito de esa mujer en sus territorios — Dan no pudo evitar mostrar sorpresa en su rostro, su máscara se quebró, ahora él también estaba asustado.

— no entiendo, se supone que el rey cerbero encargó a Neji Hyuga la corona, por tanto su descendiente Hinata es legitima heredera Sasuke ya dio su aprobación y la cree capaz… — Tsunade decidió aclarar todo eso.

— sabes que en el pasado las tribus nómadas se separaron alegando que no le debían lealtad a un traidor como Neji, para ellos Neji era alguien que salió bajo tierra rompiendo la prohibición y arriesgando a los suyos a ser encontrados por los olz, por esto ellos no quisieron jurar lealtad a Neji, pues su lealtad estaba con el hijo del dios Namikaze amaterasu Minato y el rey de los cerberos. Eso continua hasta hoy, no quieren a la descendiente del traidor, quieren al rey a quien consideran su salvador — explicó Tsunade — ahora deberíamos estar unidos, Sasuke y Naruto necesitaron la ayuda de sus altísimos Minato y Kushina. También la ayuda de los bijuus para poder hacerle frente a Kaguya, ahora ninguno de ellos esta…

— pero ellos son cambia formas como nosotros, no creo que le puedan hacer frente a Kaguya… — Dan expuso sus dudas.

— los distintos países, el sonido, la cascada, la hierba, la lluvia y los demás, todos, todos ellos tienen un líder descendiente de los jinchuriki de antaño, son poderosos de eso no hay duda, al parecer ellos a diferencia de nosotros no olvidaron la historia antigua y toso el tiempo se estuvieron preparando para el regreso del rey Sasuke y el hijo del dios del son Naruto, por supuesto también eran conscientes de la posible resurrección de Kaguya — le explicó Tsunade antes de tomar el ultimo trozo de carne del plato, lo arrastro por este empapándolo de la deliciosa salsa antes de llevárselo a la boca.

— ¿Sasuke sabe todo esto? — preguntó Dan en un hilillo de voz, debajo de la mesa apretaba sus ropas con fuerza, temía por su familia, parecía no haber salvación.

—no, Sasuke no lo sabe — admitió Tsunade frunciendo el ceño — ya es suficiente carga sobre los hombros de ellos dos, ya una vez lo entregaron todo para salvarnos a nosotros, se ve que ellos quieres aprovechar su nueva oportunidad de estar juntos por fin, ya han pasado por mucho dolor, suficiente como para mil vidas, Hinata de vez en cuando le propone a Sasuke volver a ser rey pero hasta ahí, no los vamos a obligar, ya no es su responsabilidad… — Tsunade acaricio la mejilla de Dan y las lágrimas de ambos se desbordaron, sus pechos se oprimieron, pensaban en el mismo sentimiento — no me quiero imaginar su terrible situación, ver morir al otro y a los que quieren, tener que entregar su felicidad para salvar el futuro de otros, esperar diez milenios en completa soledad con la esperanza de volver a ver a su destinado, viviendo en la oscuridad y sintiéndose incompleto…en esa larga espera yo moriría…moriría…Dan yo sin ti…si nosotros hubiéramos tenido que pasar por algo así, mi corazón se rompería, no podría ir ni al purgatorio, sería un cascaron vacío…. —Dan asentía a las palabras de Tsunade, con las memorias recuperadas enfrentaron también el sentimiento de perdida, quisieron seguir llorando y desahogándose del dolor que sus antepasados vivieron pero fueron interrumpidos por una voz dulce y somnolienta.

— papi, madre, mi hermanito está llorando — era la pequeña Dakota quien desde el umbral de la puerta se tambaleaba del sueño, los padres hicieron lo posible por limpiarse las lágrimas, borrar las evidencias de su quebrado llanto para no preocupar a la infante y cargando con Dakota por primera vez en mucho tiempo toda la familia durmió en la misma cama, temiendo que pudiera ser la última vez…

Y por eso Tsunade no tiro esa noche…


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