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Tu silencio por valeeop

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— A ver Naruto, alza los brazos — pidió Sasuke y el niño obedeció facilitándole a Sasuke ponerle el suéter verde sobre la camisa blanca, ambas prendas estaban pulcramente planchadas y en combinación con el pantalón café y los zapatos quedaban perfectos, Sasuke observó a su omega satisfecho.

— ¡casi lo olvido! Charasuke — dijo Naruto bajándose de la cama para después correr a la cocina, había dejado a su inseparable amigo ahí al momento del desayuno, una semana y media había pasado desde lo acontecido en la cafetería de la primera preparatoria de Konoha y el día a día para Sasuke se había convertido en una agradable rutina donde cada hora era de todo menos rutinaria, ese dia era sábado, temprano en la mañana, antes de que amaneciera Sasuke fue despertado por el aroma dulzón y encantador del próximo celo de su omega, poco a poco el aroma se incrementaba y en menos de veinticuatro horas Naruto experimentaría el estro y llegados a ese punto Sasuke no sabía si sería capaz de controlarse, debido a ello había tomado la decisión de llevar a Naruto a la casa de omegas del clan Uchiha, en el barrio Uchiha, no tanto para que le protegieran de los alfas calenturientos, si no para que le protegieran de él. 

Por otro lado, haciendo cuentas Sasuke se había enterado de que el próximo celo de Naruto sería al mismo tiempo en el que el experimentaría su celo de alfa, a diferencia de los omegas que tenían dos celos por año, el alfa experimentaba un celo anual en el cual se convertía en solo una máquina de follar todo lo que tuviera un agujero, Sasuke al ser un alfa poderoso con grandes instintos era víctima de un celo sofocante, desde siempre necesitó al menos cuatro betas para poder controlarse, al momento de su celo se encerraba en una habitación con cuatro o cinco betas y daba rienda suelta a su instinto sin dormir durante el único día en que duraba su propio estro, esta parte ya no sería posible, ya no se sentía capaz de tomar a nadie más que no fuera Naruto, en esa parte el tenía otra desventaja, durante su celo anual Sasuke tenía una desventaja, si, había supresores que mermaban el instinto del alfa durante el celo anual…pero a Sasuke esos supresores no le hacían ningún efecto…

— ¿hay algo mas que olvides? — preguntó Sasuke al ver a Naruto volver a entrar a la habitación con la mochila en la espalda y con Charasuke cargado en brazos, Naruto puso una expresión pensativa rememorando todo lo que llevaba en su mochila — deberías revisar si no estás seguro — aconsejó Sasuke para después sacar su teléfono celular y revisar los múltiples mensajes sin importancia que habían en él.

— ¡mi libro de ciencias! — chilló el niño preocupado al notar que en su mochila no estaba dicho libro, tenía una larga tarea que terminar para el lunes y por obvios motivos lo que dejara en el apartamento Sasuke no se lo podría llevar después, volvió a salir de la habitación dejando en la cama su mochila de sapo y a Charasuke mientras iba a la biblioteca del otro cuarto a buscar su libro, Sasuke observó la mochila una vez estuvo solo, habían varios cambios de ropa y múltiples objetos entre libros y cosas de aseo personal, recordó que al momento de decirle a Naruto que durante el celo debería alejarse este no opuso resistencia y accedió con una mirada triste, luego dicha mirada cambio por una de curiosidad y emoción al enterarse que se quedaría en el barrio Uchiha y pasó varios días haciéndole preguntas a Sasuke a cerca del lugar y el clan.

— Pequeño — Naruto volteó a ver a Sasuke, ya estaba de vuelta y estaba cerrando su mochila de sapo — ¿llevas la tarjeta y el dinero que te di? —peguntó sentándose en la cama, Naruto asintió.

—ya no me falta nada Sasuke — afirmó con una sonrisa y Sasuke sintió su corazón palpitar.

— ven aquí —pidió el azabache palmeando sus piernas con notable ansia en su voz, Naruto obedeció al instante sentándose sobre Sasuke a horcajadas y el mayor empezó a quitarle los zapatos al niño — todavía falta algo, aún no te he impregnado —Naruto se sonrojó un poco golpeándose mentalmente por su manera de ser torpe y olvidadiza, al terminarle de quitar los zapatos Sasuke acostó a Naruto en la cama boca abajo y el mismo se acostó sobre el niño, apoyando el peso en sus antebrazos para no aplastar el pequeño y delicado cuerpo que se extendía debajo de su poderoso ser.

— Me gusta cuando Sasuke me impregna… —susurró Naruto relajado y contento cerrando los ojos en el momento en el que Sasuke sobre él y abrazándolo empezó a repartir besos y lamidas en la marca del lazo de su nuca, un sonrojo casi invisible se materializó en las mejillas de Sasuke, tanta inocencia ¿acaso no sabía el doble sentido que podían tener esas palabras?

— a mí me gustas tú — dijo Sasuke pegando su fuerte torso a la espalda de Naruto tratando de evitar que su virilidad algo despierta tocara la retaguardia del rubio, sería difícil explicarle al pequeño que la “linterna” que sentía en su trasero todas las mañanas por estar abrazados no era necesariamente una linterna, recordó la vez que se enteró de esto, desde entonces empezó a dormir con una linterna cerca, para despistar a su pequeño.

—Sasuke…

— ¿hum?

—prométeme que cuando pase mi celo me irás a buscar — pidió el rubio inseguro disfrutando de los mimos que el mayor le proporcionaba, cerrando los ojos para sentir con detalle cada caricia y beso e inhalando fuerte el aire que respiraba para percibir con fuerza el aroma concentrado que Sasuke liberaba con el fin de impregnarle.

— no lo dudes — susurró Sasuke en su oreja antes de depositar un tierno beso en la mejilla de su omega, sobre las curiosas marquitas de aspecto felino que a Sasuke tanto le recordaban al recuerdo imaginario que tuvo durante un orgasmo, después de auto complacerse hacia al menos una semana — no creo poder pasar mucho sin tenerte cerca — y Naruto ronroneó satisfecho por la respuesta, no había sido intencional, aquel había sido su lado omega, y Sasuke escuchó ese ronroneo a la perfección. 

— ¿Por qué eres tan bonito? — preguntó Sasuke ligeramente molesto por su autocontrol que estaba a poco de ser arrojado por la ventana, le dio la vuelta a Naruto y antes de que el niño pudiese responder capturó sus labios en un beso, de esos besos puros y castos que le daba, donde solo movían sus labios contra los ajenos sin profanar nada, para evitar perder los estribos, para evitar perderse en Naruto, Naruto por su parte siempre que era besado se perdía en Sasuke y se dejaba hacer, el beso duró bastante, pues el azabache al saber de la lejanía a la que se enfrentaría pronto quería disfrutar de aquella dulce boca, para poder rememorar la sensación cada vez que Naruto le hiciera falta.



Uruchi Uchiha les recibió en la enorme puerta estilo oriental de la casa de omegas del clan Uchiha, ya estaban dentro de los territorios del clan Uchiha, un área de la ciudad amurallada y severamente protegida por los poderosos miembros del clan, las casas eran grandes y estaban perfectamente repartidas por el territorio, las calles anchas y bien pavimentadas, sin una grieta, estaban limpias e impecables y no había ningún tipo de grafiti que dañara el pulcro ambiente, las casas eran muy variadas y habían muchos estilos, podías ver una casa vanguardista y moderna al lado de una casona tradicional de tatamis, a Naruto le gustaba el lugar y aún con los ojos abiertos soñaba con el momento en el que ya casados, Sasuke y él se mudaran ahí para vivir felices por siempre, luego sacudió la cabeza y se sintió avergonzado por dichos pensamientos. Por su parte Sasuke también pensaba en cosas, cosas como que cuando se casara con Naruto se mudarían al barrio Uchiha a vivir felices por siempre y que debía construir una bonita casa…

…de tal alfa tal omega…

—Naruto ¡qué alegría conocerte al fin! — una señora beta de edad, algo gordita, que poseía un rostro amable, les saludó con aire maternal mientras sostenía la escoba de baritas con la que estaba barriendo la entrada de la casa de omegas, sin prisas se acercó a ellos y acarició la melena rubia de Naruto con cariño —yo soy Uruchi Uchiha —se presentó —soy la partera del clan y la encargada de la casa de omegas junto a mi esposo beta Teyaki, Sasuke me ha contado a cerca de ti ¿tienes celo prematuro eh? —Naruto asintió sonrojado, aquella mujer de verdad le recordaba a una madre, podía confiar en ella.

— Tía Uruchi, se le ve muy bien —saludó Sasuke de manera amable y la mujer le sonrió.

— Me halagas —agradeció el cumplido riendo — ¿sabes Naruto? Yo fui quién recibió a Sasuke cuando nació, ¡era un bebé muy tierno! No sé en qué momento se me volvió un amargado si todos en el clan somos bastante animados — Sasuke bufó, esa mujer nunca cambiaba, hablaba hasta por los codos, Naruto prestaba atención a todo lo que la mujer decía pues le resultaba interesante saber más de Sasuke, asentía con cada palabra dándole a entender a la amable mujer que prestaba atención a cada cosa que le decía —por cierto Sasuke, tu hermano Itachi comunicó que te diéramos aviso de un mensaje ultra secreto de suma importancia.

— ¿ultra secreto? —repitió el voz baja tratando de hacerse una idea acerca del contenido del mensaje sin llegar a una conclusión.

— sí, lo dijo esta mañana por los altavoces del clan Uchiha — mencionó Uruchi rememorando lo que había sido dicho por los altavoces del barrio Uchiha a primera hora de la mañana, Sasuke se pegó una palmada en la frente por la estupidez de su hermano, ese mensaje “ultra secreto” era del dominio de todo el clan…aunque fueran de confianza y preferían ser desollados antes de revelar información, no era necesario informar por los altavoces del barrio a todos los que portaban el apellido Uchiha algo que iba dirigido exclusivamente a él...a menos que también concerniera al clan.

— ¿Qué dijo exactamente Itachi? — preguntó Sasuke resignado, no podía con su familia, de verdad eran un caso perdido, una muestra de completa falta de profesionalidad en lo que a tomarse las cosas en serio se refiere.

— pequeño Naruto. puedes ir entrando, en el recibidor está mi esposo, el te guiará a tu habitación temporal — dijo Uruchi inclinándose un poco para llegar a una altura mas cercana al pequeño Naruto, el niño miró a Sasuke buscando su permiso el cual recibió por parte del pelinegro, ante la mirada de la beta mayor, la pareja compartió un pequeño beso en los labios antes de separarse con notable renuencia, esperaron a que Naruto hubiera desaparecido por el portón — es una ternura.

— ¿lo que me vas a decir es algo que Naruto no pueda escuchar? — preguntó Sasuke y Uruchi asintió.

—No podemos saber cómo se lo pueda llegar a tomar —dijo la mujer por primera vez mostrando un semblante serio —él no fue instruido como nosotros y es preferible que se mantenga en la ignorancia.

— ¿tan serio es?

—los políticos y miembros del consejo clasista han exigido a Itachi que debe exterminar al clan Uchiha — dejo caer la mujer beta como una poderosa bomba sobre un desprevenido Sasuke, quién, al no esperárselo compuso una mueca de incredulidad — según ellos, porque somos una amenaza para la paz del país del fuego, tienen completamente vigilado a Itachi y han intervenido sus celulares y cuentas, vigilan con quién habla y con qué motivo, pero al parecer no creyeron posible que diera tan importante información por los altavoces del barrio — Uruchi sostuvo su escoba con determinación mientras las personas de los alrededores quiénes estaban en sus respectivas rutinas se acercaban a formar parte de la conversación —si nosotros fuéramos un clan normal, de Itachi dar aviso de la orden lo normal es que nos hubiéramos sublevado, pero nosotros no somos un clan normal, somos los Uchiha, una sola persona en distintos cuerpos — una sonrisa de dibujó en su rostro —ya sabe usted general lo que dicen por ahí…que vivan los Uchiha.

—que vivan — repitieron con complicidad las personas que se habían acercado hasta hace unos instantes, Sasuke sonrió.

—pero ese movimiento tan arriesgado por parte de los clasistas pudo haber sido considerado traición a la patria, después de todo somos uno de los clanes fundadores ¿Por qué Itachi no ha dado aviso? ¿Por qué accedió a guardar silencio y por lo que parece cumplir la orden? —los omegas se miraban entre ellos, con escoba en mano, uno de ellos se animó a responder, una omega llamada Kotori Uchiha.

—porque los clasistas han tomado de rehén a uno de los nuestros —dijo Kotori apretando los labios con enojo contenido, la chica tenía una pequeña cicatriz en la mejilla, pues al formar parte de la fuerza de avanzada del ejercito del clan había estado presente en peligrosos mandados de los cuales había salido victoriosa portando con orgullo su apellido — Deidara está en sus manos y no solo el, también tienen al hijo no nacido de Itachi — bueno, esa Sasuke tampoco se la esperaba.

—¡¿Deidara estaba embarazado?! —preguntó Sasuke estupefacto y todos quiénes le rodeaban asintieron al tiempo sin el más mínimo animo de celebrar eso, pues la vida de aquel bebé que ni siquiera había visto el mundo ya corría tan grave peligro — lo que todavía no me cabe en la cabeza es ¿Cómo pudieron capturar a Deidara? — la duda de Sasuke tenía su fundamento, Deidara puede que fuera un omega, pero pertenecía junto con Shizune y su persona a la más poderosa fuerza del ejército, Deidara era un soldado, un fuerte soldado.

—Le enviaron a una misión — empezó a contar Uruchi —cuando regresaba le emboscaron y al parecer Deidara conociendo su estado no se quiso arriesgar a ser lastimado — el silencio y la tensión se hizo presente envolviéndolos, Sasuke analizaba las posibilidades que tenía, lógicamente la vida de todo el clan valía mas que la vida de un solo omega y un bebé, tendrían que ingeniárselas para rescatar a Deidara, sin poner en riesgo la vida del clan, eso no estaba en tela de juicio, la decisión era obvia —Sasuke — la voz seria y ciertamente lúgubre de la mujer llamó en demasía la atención de Sasuke, quién, se topó con varios pares de miradas decididas —todos estamos dispuestos a morir, ya nos reunimos y hablamos al respecto, mientras el linaje real del clan se mantenga no nos importa morir.

—es una leyenda de hace diez mil años... — bufó Sasuke —entre nosotros, los hijos de Fugaku que portamos la sangre real no nacerá ningún salvador, y si lo hay ¿salvador de qué? No podemos creer en esa profecía.

—Nadie la pone en duda y creemos en ella —dijo Uruchi inmediatamente después de que Sasuke hubiera dicho la última silaba, el alfa miró a la beta con el ceño fruncido.

— ¿a qué se debe esa fe ciega? —de verdad no entendía, pues aquella profecía era solo unas cuantas palabras escritas sobre un antiguo papel, no decía mucho, no daba explicaciones, simplemente decía “el salvador nacerá de la sangre real Uchiha y su victoria será aclamada”, eso era todo.

—Porque no hay ninguna broma —respondió Uruchi.

—que…

—Creemos en ella porque no es una broma y se nota la seriedad de quién escribió eso —no podía la mujer hablar en serio… ¿o sí? Pues parecía que sí, el semblante de Uruchi no se veía como alguien que estuviera bromeando — ¡por favor! Somos Uchiha, para que un Uchiha escribiera eso con tanta seriedad debía ser algo grave… — Y ahí estaba la razón por la que Sasuke daba por caso perdido a su propio clan…      

Al llegar a casa Sasuke empezó a buscar una solución al precario caso que se le presentaba, no sabía si podría hablar con Itachi, pero teniendo algo medianamente realista en mente y al ser la solución más lógica se decidió a hacer unas cuantas llamadas.



Naruto despertó en una cama que no era la de él, cubierto con unas mantas que no eran las de él, en un cuarto que no era el que compartía con Sasuke, y tampoco Sasuke estaba a su lado, pues ahí solo estaba Charasuke observándolo sin tregua con sus negros y estáticos ojos de botón con brillo artificial, se sentó en la cama, agitado, como si hubiera corrido una maratón, le dolían los pezones y estaba algo sudoroso, sus mejillas estaban teñidas de rosa y podía sentir su ropa interior húmeda, su celo lo había despertado y no sabía qué hacer, se sentía desesperado, quería a Sasuke, Sasuke, Sasuke solo quería a Sasuke.
Se levantó de la cama con la intención de buscar a Sasuke, lo necesitaba, quería estar cerca de él, que le abrazara y le mimara, sentir su aroma y sus tibias y grandes manos acariciando su cabeza, trastabilló un poco al ponerse de pie en el suelo y justo en ese momento la puerta de la alcoba se abrió.

—Vaya con el celo mañanero —un hombre beta de gran tamaño se presentó ante él y Naruto retrocedió dos pasos, no, ese no era su Sasuke, él quería a Sasuke.


El hombre llevaba en manos una bandeja en la cual habían pastillas y un vaso de agua, el señor tenía una sonrisa amable y parecía ya haber entrado en los cuarenta rozando casi los cincuenta años, eso se podía presumir por su cabello corto y grisáceo, también por las arrugas que mostraba su cara y que se hacían más profundas con su gran y amable sonrisa, por el estado de Naruto, donde lo único que rondaba su mente era Sasuke, no recordaba que aquel era Teyaki Uchiha, el esposo de Uruchi quién le había recibido el día anterior y amablemente le había dado un agradable tour por las instalaciones de la casa de omegas del clan, simplemente el instinto del pequeño Naruto al ver a un hombre que no era Sasuke acercársele hizo lo que cualquier omega en peligro haría...o al menos lo que él estando en peligro haría.

Se lanzó a atacarlo.

Naruto soltó un gruñido agudo y tomando por sorpresa a Teyaki le mordió uno de los grandes brazos, Teyaki compuso una mueca de dolor y haciéndose daño así mismo pero sin hacerle daño a Naruto lo alejó y lo atrapó contra la pared, ahí le sostuvo ambas manos al niño con una de las suyas mientras este forcejeaba ferozmente y chillaba, con habilidad haciendo algunos malabares al hacer todo con la única mano libre que le quedaba, pues la otra la estaba ocupando en mantener atrapado al peligroso y mortal niño, Teyaki dejó la bandeja en la mesa cercana y tomando una pastilla obligó a Naruto a tomársela y luego le sostuvo esperando a que esta hiciera efecto.

Treinta largos segundos pasaron y Naruto por fin volvió en sí, al notarlo Teyaki le soltó y le sonrió, Naruto le miró preocupado y sumamente avergonzado, notó como por el antebrazo del beta un hilillo rojo de sangre goteaba hasta el suelo y contuvo una exclamación acercándose al hombre dispuesto a ser castigado, en cambio solo recibió una caricia en su melena rubia que le alborotó los cabellos más de lo que ya estaban.

—tranquilo, estoy bien —dijo Teyaki — después de más de treinta años cuidando omegas en celo con mi esposa he recibido heridas peores, he llegado a temer por mi vida, una mordida de estas no es nada, perdón por ser brusco, bebe un poco de agua —Teyaki le ofreció el vaso de vidrio con la mitad del contenido de agua original, pues durante el forcejeo la mitad del agua se había derramado a la bandeja y una porción de esta al suelo, de puro milagro el vaso no cayó, Naruto tomó el vaso mientras mantenía una expresión arrepentida, de inmediato tomó el líquido, le dolía algo la garganta por haber pasado la pastilla de esa forma —ya todos los omegas de la casa están en las termas tomando el primer baño de la mañana, acompáñalos y luego ve al comedor a desayunar —dijo recogiéndo la bandeja entre sus manos y acercándosela a Naruto quién devolvió el vaso ya vacío y volvió a mirar a Teyaki — no me mires así, de verdad no ha sido nada, pero si no te vas a bañar ahora mismo me enojaré de verdad y te dejaré sin postre —amenazó divertido, aquello sonó como todo menos una amenaza y Naruto corrió a cumplir la orden.

Teyaki era uno de los doctores del clan, entendía el anterior estado de Naruto, después de todo el niño ya había encontrado a su alfa y había sido separado de el durante su celo, era normal que estuviera a la defensiva, ya en varias ocasiones había lidiado con omegas en ese estado y la verdad es que eran aterradores.

Naruto tomó un baño en las termas en compañía de los otros trece omegas que pasaban su celo en la casa, todos eran muy amables y le trataban como un hermanito, por otra parte la comida era deliciosa, las tardes divertidas y las noches de pijamadas con los otros omegas aún más, Teyaki y su esposa Uruchi eran como padres amorosos y algo permisivos que hicieron de su estancia en la casa de omegas bastante agradable, el lunes todavía estaba en celo sabiendo que este pronto terminaría pues se encontraba en el segundo día, esperó ver a Sasuke en la escuela pero su alfa no asistió el lunes y eso lo dejó algo desolado a pesar de estar bajo la compañía y el cuidado de Sai, Obito y Sasori.

Sabía que el alejamiento era por su bien, aunque no sabía porque precisamente, solo esperaba que su celo pasara rápido para poder ver a Sasuke.

Los dos días y medio que duró el celo de Naruto, Sasuke la pasó fatal, al despertar esa mañana solo en su departamento el aroma del celo de Naruto invadió sus fosas nasales, había olvidado que según la fuerza del alfa podía sentir el celo de pareja a mayor distancia y pos eso se tuvo que refugiar en un hotel en la otra punta de Konoha huyéndole al embriagante y cálido olor, se la pasó con una dolorosa erección que era incapaz de bajar, le recomendaron contratar betas que le ayudaran a saciar su libido pero se negó, no le tocaría un cabello a nadie que no fuera Naruto.

El martes en la tarde, casi al anochecer, Uruchi lo llamó informándole que el celo de su omega había terminado, casi brinca de la felicidad y después de hacerse la paja de su vida y tomar una buena ducha emprendió su camino al barrio Uchiha en su recién reparado lamborghini, pues lo había estrellado hacia dos días al pasar los doscientos kilómetros por hora mientras huía de la tentación de ir a por su omega y follarlo hasta el cansancio, ahora se encontraba manejando, con el ansia a flor de piel por el deseo de tener a su hermoso omega otra vez entre sus brazos, lástima que no sería por mucho tiempo, pues tendría que dejarlo en casa porque tenía trabajo que hacer esa misma noche.




Notas finales:

Ya tenemos todas las piezas en su lugar, presenté a la mayoría de los personajes y cree las parejas, a partir del próximo capitulo la verdadera trama de esta historia empezará a correr ¡¡esperenlo con ansias!!


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