De regreso a la ciudad llegamos a casa, lo primero que hicimos fue separarnos, Luffy y Law se fueron por su lado, me preocupaba separarme de él, pero sabía que estaría bien si Law se quedaba con él, mientras tanto Marco vino a casa conmigo, el camino fue silencioso y decidí romper con eso:
¿Estas molesto? ¿Asustado? Dime algo.- dije preocupado, el pensar que Marco podría alejarse de mí por culpa de mi padre me asustaba.
Yo debería preguntar eso.- dijo Marco.- Fui yo quien te escondió cosas, te hice creer que muchas cosas, me has dado tu confianza y yo correspondí con mentiras.
Confieso que está molesto al principio, pero debes aceptar que también yo te he ocultado cosas, incluso llegue a tenerles secretos a Ace.
¿Así? ¿Cómo cuál?- pregunto Marco.
Bueno... La verdad de mí, y aunque él lo sabía no le dije nada y otras cosas.- dije, Marco estaciono el carro y volteo a verme, sonrió mientras acariciaba mi rostro.- ¿Qué pasa? ¿Por qué te detienes?
Dime ¿Qué más le ocultabas a Ace?- pregunto, jugaba con mi cabello y seguía viéndome, como si esperara algo.
Lo que Doflamingo... Quería conmigo.- respondí, nervioso.- Es todo.
¿Seguro? Recuerdo que había otro secreto.- dijo, se acercó a mí y me beso.- Había otra cosa, pero no estoy seguro que era.
Sabes que era, además eso no era del todo un secreto.- dije molesto.- Ya sabían eso.
¿Qué cosa?- pregunto Marco.
¡Que te amo!- dije aún más molesto.- Ya sabían que te amaba y aun así...
Al darme cuenta de lo que dije, mi cara se puso roja y voltee a ver Marco, el comenzó a reír y me acerco a él.-
Me gusta que digas eso.- dijo Marco.
Te odio.- dije haciendo un puchero.- Seguro que te burlaste de mi cuando supiste lo que sentía por ti, debiste pensar que era un idiota.
Bajemos y hablemos, no puedo abrazarte bien estando aquí.- dijo Marco.
Pero mi casa no está aquí.- dije al darme cuenta.- ¿Dónde estamos?
En mi casa.- dijo Marco.- Bueno, apenas hoy se convirtió en mi casa.
Al bajar del auto, mire y había una casa, no muy grande pero tampoco muy pequeña, mire alrededor y pude ver que no estaba muy lejos de mi casa, bueno mi antiguo departamento pero lo que más llamó mi atención era que esa casa ya la había visto antes:
¿Recuerdas cuando Ace te hablo de esta casa?- dijo Marco.
Si... Me enseño una fotografía y siempre decía que ahí era donde viviría contigo.- dije, me acerque a la puerta y recordé el rostro de emoción de Ace.- ¿Por qué hoy esta casa es tuya?
Después de la muerte de Ace, renuncie a esta casa pero uno de mis hermanos la siguió pagando por si acaso yo salía de mi depresión.- dijo Marco.- Cuando me decidí estar a tu lado, me dijeron que esta casa serviría para poder acercarme a ti, no pensaba acercarme a ti tan pronto pero Koala me atrapo antes de planear algo.
¿Koala?- pregunte confundido.
Pasa, esta empezado a hacer frio- dijo Marco, me tomo de la mano y me llevo al interior de la casa.- Perdona, este algo vacío.
Me sonroje, estando a solas con Marco mi mente empezó a generar muchos escenarios, pero el que más veía era a Ace y Marco en esta casa:
Marco, se escuchara egoísta pero.- dije.
¿Qué cosa?- pregunto Marco.
Esta casa, esta vida, tu.- dije, me acerque a él y lo abrase.- Quiero que esto dure, pero ya no pensando en Ace, el ya no está y ahora esto es mío, y no voy a permitir que tu o alguien más diga que esta vida era de Ace.
Sabo, nunca he dicho eso.- dijo Marco.- No veo en ti a Ace ni nadie lo cree.
Mientes, lo has pensado, todos creen que soy un remplazo de Ace.- dije molesto y me aleje de Marco.- Escucha, te amo y esperare a que tú lo digas un día, pero no lo digas pensando en Ace, solo Luffy me ve como soy, no ve a nadie más.- sin más empecé a llorar, el solo decirle eso me hacía sentir mal, quería salir corriendo pero algo me lo impedía.
¡Sabo! Escúchame.- dijo Marco, llamando mi atención.- Antes de ir a verte, me encontré a Koala cuando llegue a la cuidad, tarde en reconocerla así que la invite a tomar un café.
¿Por qué me dices eso? ¿De qué hablaste con ella?- secando mis lágrimas me acerque a él y buscamos donde sentarnos.
Marco suspiro, hizo me recarga de su hombro, acaricio mi cabello, sentirlo tan cerca me hacía arrepentirme de lo que dije pero -¿Por qué lo dije?- solo podía pensar en eso, era como si alguien lo hubiera puesto en mi boca, mire a Marco y el solo veía al frente, seguía suspirando pero no me decía nada, hasta que uno de los celulares sonó.-
Es el tuyo.- dije y trate de alejarme de él.- Deberías responder.
No.- dijo Marco, coloco su brazo sobre mi hombro y evito que me alejara.- Lo apagare, este día seré tuyo, y si es necesario también mañana o toda la semana si es necesario pero hay que hablar de todo, si queremos que esta relación funcione debemos ser honestos, empezando por mí.
¿De qué hablas?- pregunte, tome su mano y comencé a jugar con ella.
Sabo, cuando te mire no tenía poco de haber llegado.- dijo Marco.- Había llegado unas semanas antes pero no tenía el valor de hablarte, creí que me odiarías por lo que le paso a tu hermano.
Tonto, jamás te odiaría, no eres el que lo provoco.- dije, bese su mejilla y me acurruque más a él.- Dime que hablaste con ella.
Bueno, me dijo donde trabajabas y que estabas enamorado de alguien más.- dijo Marco.
¡¿Qué?! ¡Esa mujer!- dije molesto, me puse de pie y comencé a caminar en círculos.- Como se le ocurre decir, eso no se hace, pudiste a ver pensado mal e irte y...
Y no estaría aquí contigo.- dijo Marco.- Lo sé, pero para tu suerte me di cuenta de su mentira cuando estaba en la puerta de tu trabajo.
¿Enserio?- pregunte.
No.- dijo Marco.- De hecho cuando me dijo eso, fui a tu trabajo y ver quien era ese tipo, me encontré a tu jefe y él me dijo dónde encontrarte, cuando llegue y te vi, lo primero que pensé fue que ya era tarde pero cuando dejaste que te abrazara me di cuenta que ella me había mentido, me dio valor para ir contigo.
Entonces ¿Caíste en su juego?- dije quedándome parado frente a él.
Oye, no lo digas así, solo me ayudo un poco.- dijo Marco, me jalo a él y quede atrapado entre sus piernas.- Valió la pena, pude atraparte antes de que otro llegara.
Bese a Marco y ahí me quede con él, me tenía acorralado pero no me importo, estar así con él era lo mejor que me había pasado, jamás imagine que estaría así de cercas de él, cuando lo veía con Ace parecía lejos pero ahora, yo soy todo lo que él quiere. Marco, mientras me besaba paso su mano por debajo de mi camisa, recorrió parte de mi espalda para después llegar al frente, a mi abdomen, sentí un cosquilleo pero lo ignore, deje que siguiera, sabía lo que pasaría si lo dejaba pero no me importo, ya no quería hacerlo esperar, no era justo para el pero Marco se detuvo.-
Tranquilo, no hace nada.- dijo Marco.- Solo quería sentir tu piel, es muy suave.
E-Está bien... Si quieres... Podemos hacerlo.- dije nervioso.
No, quiero hacerlo bien, primero hay que detener a tu padre y a Doflamingo.- dijo Marco, me abrazo quedando su rostro en mi pecho.- Después serás mío, no dejare que ese hombre te aleje de mí.