Al llegar la tarde, Garp y Dragón llegaron a casa de Marco y nos reunieron a Luffy, Law, Marco y yo, Shirohige estaba ahí para apoyar a su hijo.-
Muy bien, esto es lo que tenemos.- dijo Koala.- Ace sí estuvo afectado por accidente pero no fue el cuerpo que Garp reconoció.
¿Cómo es posible?- pregunte confundido.- Todos miraron el cuerpo ¿Cómo es posible que no sepan que no era él?
Sabo, cálmate.- dijo Law.- A veces pasan esas cosas, Doflamingo tenía mucho poder, seguro arreglo todo.
¿Saben dónde está?- pregunto Luffy.- ¿Dónde está Ace? ¡No creeré nada hasta que lo vea!
Garp abrazo a Luffy, todos miramos como mi pequeño hermano lloraba al no tener más información, pero él tenía razón, hasta no verlo, no podemos creer eso.-
Vamos.- dijo Koala.- Los llevare a donde creo que esta Ace.
¿Qué?- pregunto Dragón.- ¿Sabes dónde está?
Si, perdón por no decir nada, pero quería saber una cosa antes de decirles.- dijo Koala.- Pero ahora que veo que está todo bien entre Marco y Sabo, les diré.
Marco y yo nos miramos confundidos, pero la risa que Luffy dejo escapar nos hizo darnos una idea de cómo ella tenía esa información, Luffy seco sus lágrimas y se puso de pie.-
¡Vamos! Ace o el falso Ace nos espera.- dijo Luffy, extendiéndome su mano me hizo levantarme de la silla.- Vamos hermano.
Luffy. Hace tiempo que no me decías así.- dije feliz.- Vamos
Todos sin decir más nos dirigimos a los autos, pero Marco y Shirohige no subieron a ningún vehículo.-
¿Creen que Ace nos odie?- pregunto Marco.- No lo cuidamos.
Tranquilo amor.- dije.- Ace podrá ser todo menos rencoroso y a ustedes les quería más de lo que piensas.
Marco sonrió y acercándome a él me beso, Garp no se quedó quieto ante ese acto y nos separó.-
Vamos Garp.- dijo Shirohige.- Déjalos vivir su relación como quieran.
¡Cállate! Respeten a sus mayores niños.- dijo Garp molesto.
¿Niños?- dijo Marco.
Cada quien por su cuenta siguió el vehículo donde Koala y Dragón iban, yo por petición de Luffy fui acompaño por Marco y Law se llevó a Luffy y Garp, Shirohige dijo que él nos alcanzaría cuando sus hijos mayores llegaran. Marco y yo solos en el vehículo en ese momento fue algo incómodo, pero, aunque Marco me dijera que no me dejaría tenía que preguntar directamente, era importante para mi saber si Marco al estar frente a Ace el regresaría a sus brazos.-
Amor.- dije, trague saliva y me arme de valor para seguir hablando.- Marco ¿Tu volverías con Ace?
Sabo no me hagas que te haga el amor aquí en el auto.- dijo Marco.
¿Eh? Hablo enserio, no puedes callarme con sexo.- dije molesto.
No quiero callarte, quiero hacerte saber que no te dejaría por Ace.- dijo Marco.- Sé que me dolerá verlo y que puede que mi corazón se acelere al verlo, pero ahora estoy contigo y si Ace no lo acepta, tendré que ser más fuerte por los dos.
¿Los dos?- dije confundido.
Yo puedo estar seguro pero ¿Tú estás listo?- pregunto Marco, al llegar a un semáforo en rojo, volteo a verme y acaricio mi rostro.- Sé que me dejarías para no lastimar a Ace y yo debo aceptarlo, por ahora.
Eso es... ¿Ahora?- dije al darme cuenta de su comentario.- ¿De qué hablas?
¿Creíste que te dejaría ir así como si nada? Después de lo ocurrido con Doflamingo, me di cuenta que no quiero perderte.- dijo Marco, el semáforo al cambiar a verde, Marco volvió su atención al camino.- Peleare por ti, tratare de conquistarte, hare que no puedas estar sin mí.
¿Me estas amenazando?- pregunte, sonreí al imaginarme la respuesta.
Tómalo como quieras, pero de mí no te libraras tan fácilmente.- dijo Marco.- Y Koala es mí aliada en eso.
Me siento traicionado.- dije pero eso me hizo reír y relajo más el ambiente en el auto.
¿Por qué siempre soy el estúpido en esta relación?- pregunte, me recargue de la ventana del vehículo y suspire.
Ya tuve mi momento de estupidez, era tu turno.- dijo Marco, sostuvo mi mano y la apretó, haciéndome sentir que no me dejaría ir.- La próxima semana será mi turno.
Te quiero mucho Marco.- dije, al decirlo sentí como mi rostro ardía de la pena al decir esas palabras.
Te amo.- oí a mi lado.
Voltee a verlo y quise responder pero mi voz no pudo salir, sentía como mi corazón se aceleraba, quería gritarle que lo amaba, que lo ame desde hace tiempo pero ya no hubo oportunidad, el vehículo se detuvo y al ver al frente vi que todos bajaban, mire a mi alrededor había casa pequeñas y algunas estaban abandonadas, era un lugar nuevo para mí.-
¿Listo?- pregunto Marco.
Contigo a mi lado estoy listo para lo que sea.- dije.- Sostuve su mano con más fuerza y la acerque a mis labios.- Te amo.
Bese su mano como él lo hacía y al verlo Marco estaba más rojo que yo al momento de oírlo decir que me amaba, me sentí victorioso, por primera vez hacia que ese hombre sintiera algo de la vergüenza que siento a diario por culpa suya. Bajamos del vehículo cuando Marco recupero su color natural de piel, me acerque a Luffy y tome su mano, lo vi seguro pero a la vez frágil, si alguien sufrió mas por la partida de Ace fue Luffy, el sentía que nada más le hacía falta si tenía a su hermano a su lado, siempre envidie eso de Ace, además de tener a Marco tenia a Luffy, pero estoy seguro que Ace pensaba igual.-
¡Ace!- grito Luffy.- ¡Ace!
Luffy, podemos acercarnos.- dije al sentir quedarme sordo.
No, si está vivo quiero que venga.- dijo Luffy molesto.- ¡Ace!
¡¡ACE!!- grito Marco.
Al verlos tan temerosos me di cuenta que no era el único que tenía miedo, ellos estaban más aterrados que yo y a la vez ansiosos, no era cualquier persona era Ace, el chico que nos mostraba una sonrisa y nos hacía saber que todo tenia solución y nunca debíamos darle la espalda a los problemas, o podríamos perder algo más importante, era mi hermano el que podría estar en esa casa.-
¡¡ACE!!- grite con todas mis fuerzas.
Segundos después la puerta se abrió y me acerque corriendo, al ver de cercas al chico que salió de la casa no pude evitar soltar el llanto y abalanzarme sobre él, era mi hermano el que estaba en el suelo conmigo, me levante un poco y vi su rostro con cuidado, era el, no había duda.-
Bienvenido.- dije entre lágrimas.- Es bueno verte.
Sí, estoy aquí.- dijo Ace.
Luffy no tardo en caer sobre nosotros, trate de quitarme pero mi hermano pequeño y Ace no me dejaron, los tres nos quedamos ahí en el suelo, llorando, pensando que solo hubiera pasado un fin de semana.