Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Porque ahora lo sé: Todos los Caminos llevan a Ti por StarlightRain

[Reviews - 56]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

N/A: ¡Hola chicos! Lo siento, sé que ha pasado mucho tiempo desde mi última actualización. Honestamente, he estado demasiado ocupado estudiando para mis exámenes finales y escribiendo mi disertación, y, por mucho que aflige, tuve que dar un paso atrás en la escritura para centrarme en mi trabajo universitario. Es mi último año y no podía arriesgarme a fracasar si quería graduarme este verano.

Afortunadamente para mí, he terminado. Terminé y pasé todos mis exámenes, y hoy presenté mi disertación. Tengo que esperar hasta el 31 para ver si lo aprueban, pero estoy seguro de que lo harán. Así que finalmente, ¡soy libre!

Tengo este capítulo terminado por un par de semanas, pero estaba esperando hasta que terminé mis clases antes de actualizarlo aquí, ¡para celebrar! Quiero agradecer a mi beta IImage, a su paciente y al gran trabajo que hizo al editar este capítulo.

Intento volver a las actualizaciones periódicas cada dos o tres semanas, aunque podría tardar un tiempo en acostumbrarme. De todos modos, espero que el capítulo cumpla con mis estándares habituales y ¡que todos lo disfruten!

 

N/T:  Bien si quieren matarme puedo ofrecerme yo mismo como sacrificio si así lo desean. A mi favor diré que la vida no me alcanza y que literalmente me he tenido que inventar tiempo para poder subir el capítulo, por que lo de la traducción y adaptación se lo ha aventado casi en su totalidad Enigmatek quien en una muestra de solidaridad a mi falta de tiempo me ha ayudado como no tienen una idea. Así que por favor agradézcanle que haya capítulo ahora XD.

 

En fin, no los entretengo más, los dejo con el capítulo.

Capítulo 14

 

Mientras tanto, en el centro, Itachi y Sasuke terminaban su comida y le preguntaban al mesero por la cuenta. La conversación entre ellos fluía fácilmente, y ambos disfrutaban la compañía del otro; subsecuentemente, cuando salieron del restaurante, Sasuke, esperando prolongar la tarde, sugirió una caminata por el pueblo en vez de regresar inmediatamente al hotel.

 

Itachi cedió a su pedido fácilmente, pues también estaba renuente a perder la nueva cercanía con su hermano pequeño. No estaban discutiendo temas densos, ni estaban compartiendo sentimientos o haciendo grandes confesiones; y quizá era precisamente esa falta de densidad lo que hacía su tiempo juntos disfrutable para ambos. Eran solo dos hermanos disfrutando una tarde fuera.

 

Sasuke habló un poco más acerca de su tiempo como miembro del Equipo 7, y después, acerca de los años que compartió departamento con Naruto, una vez que la guerra había terminado y él había vuelto a la villa. Itachi, a cambio, habló acerca de su tiempo en Akatsuki y su compañero, Kisame, y acerca de las pocas cosas que había hecho entre misiones.

 

Le contó a Sasuke como se había encontrado con el Espejo de Yata, el cual en realidad había sido un regalo de la hija de un Lord, que se había encaprichado con él mientras interpretaba a uno de los samurais de su padre, y quien, todo ese tiempo, le había usado como un espejo común para cepillarse el cabello o maquillarse. Y luego, le había contado por todos los problemas que había pasado para recuperar la Espada de Totsuka de un coleccionista de armas en el País del Agua.

 

—¿No me habías enseñado tú que robar estaba por debajo de un Uchiha? —Sasuke lo molestó entonces, recordado un regaño que Itachi le había dado después de que Sasuke robara un kunai de buena calidad de una de las molestas niñas que lo perseguían todo el tiempo.

 

—Ah—. Su hermano  sonrió, contestandole pronto —¿Pero, es robar si se le roba a un ladrón?

 

Sasuke no pudo más que romper en carcajada; ese inocente y solitario sonido calentó el corazón de Itachi.

 

Sasuke entonces lo habría metido en un debate moral acerca de lo incorrecto del robo, solo para llevarle la contraria, pero le había detenido una presencia familiar— ¿Naruto…? —Había murmurado para sí mismo sorprendido.

 

Un segundo después, su hermano lo sintió también—. No es él… es la presencia de su chakra… ¿uno de sus clones?

 

En efecto, apenas unos momentos después, un clon apareció ante ellos, respirando agitado. Se veía preocupado.

 

—¿Qué pasó?— preguntó Sasuke.

 

—Es Gaara—. El clon ignoró la expresión de shock y las preguntas de su amigo. Se apresuró a explicar—. Él apareció en nuestro cuarto… debió usar uno de mis sellos transportadores para encontrarme. ¡Está desmayado en el piso!

 

Sasuke frunció el ceño. Quería saber — ¿cómo és que tenía uno de tus sellos?

 

—Yo se lo dí— explicó Naruto— pero eso no importa ahora. Está desmayado en el piso de nuestro cuarto. Está mal herido, y ni siquiera me atrevo a moverlo. Gaara necesita ayuda.

 

A pesar de toda su increible fuerza, ni Sasuke ni Itachi habían aprendido a manejar el arte de la curación. Naruto podía curar mágicamente a la gente si estuviera en su modo máximo de Kurama del Sabio de los Seis Caminos, pero todavía no había aprendido esa forma en su nuevo cuerpo. Además, no sabía que estaba mal con Gaara, pero no pensaba que fuera meramente físico. Esos brillantes sellos negros grabados a su piel no podían significar nada bueno.

 

Itachi no perdió el tiempo—. Vamos— dijo, y saltó a un techo cercano y comenzó a correr.

 

El clon de Naruto se desvaneció para dejar saber al Naruto real que iban en camino, y Sasuke siguió a su hermano, llegando al hotel unos segundos después de él. Se escabulló por la ventana y caminó hacia el baño.

 

Naruto e Itachi estaban ahí, arrodillados en el piso junto a la figura inconsciente del Kazekage- aunque, Sasuke razonó, todavía no era el Kazekage. Tal vez nunca lo fuera. Era solamente un niño, y se suponía que estaba mal que le desagradara solo por las acciones de su contraparte adulta.

 

Aún así no le agradaba.

 

Cuando su hermano y Naruto examinaban al ninja de la Arena con urgencia, los ojos de Sasuke escanearon el cuarto. La bañera estaba todavía llena, que era prueba de que Naruto se estaba bañando cuando el ninja de la Arena había aparecido; eso explicaba también por que Naruto estaba usando nada más una toalla. Había un libro en el piso. Sasuke lo reconoció. Era el Icha-Icha. Sasuke bufó para si mismo divertido. No lo sorprendió tanto como lo habría hecho hacía algunos años, al enterarse que Naruto leía la misma mierda pornografica que Kakashi llevaba a todos lados con él. Había vivido con él por dos años después de todo.

 

Aunque Naruto nunca había llevado a nadie a su departamento por la noche, había noches en las que no llegaba a casa. Sasuke no había preguntado. Sabía que no estaba saliendo con nadie de la Villa, para angustia de Sakura y Hinata -y para profundo alivio y satisfacción de Sasuke- ni veía a nadie de manera frecuente para el caso, así que no le importaba que hacía el idiota con su cuerpo. Era suficientemente fuerte para cuidarse él solo, después de todo.

 

También recordó el comentario de Naruto de extrañar el sexo hacía un par de meses. Y entonces estaba el… incidente. El recuerdo del que Sasuke se negaba a pensar, y una de las mayores razones por las que le desagradaba profundamente Gaara.

 

Si alguien se hubiera molestado en preguntar su opinión, Sasuke habría dicho que Naruto podía leer tantos libros sucios como gustara, especialmente si eso mantenía lejos a cierta gente. Y sin embargo, tomó el libro y lo puso en su bolsillo con un rápido movimiento. Después molestaría a Naruto con ello, cuando estuviera de mejor humor.

 

Por el momento, Sasuke se arrodilló junto a su hermano y su mejor amigo, e intentó sonar lo más sincero posible cuando pregunto—. ¿Qué pasa con él?

 

—¡¿Qué no le pasa?! — Itachi respondió de vuelta. Sonó enojado, realmente enojado. Sasuke se dio cuenta de por que a la edad de once años, ya se había vuelto uno de los shinobis más temidos de las Cinco Grandes Naciones—. Está gravemente desnutrido. Es como si no hubiera comido en semanas. Su cuerpo también muestra señas de tortura indirecta. Experimentaron con él.

 

Naruto jadeó horrorizado, y a pesar de si mismo, Sasuke se empezó a preocupar. Itachi no se detuvo—. Esos sellos en su piel… le impiden acceder a su chakra. Pero algo ocurrió y están fallando. Lo están matando— concluyó. Itachi buscó la mirada de Naruto— aunque muy lentamente.

 

—¿No puedes hacer nada?— rogó el rubio, sus manos sujetando la de Gaara, su rostro desesperado.

 

Itachi negó con la cabeza—. No soy un médico calificado. Lo puedo mantener vivo, por ahora. Puedo incluso curar sus heridas y realentizar el efecto de los sellos, pero si trato de borrarlos por completo, puedo provocar algo y matarlo por accidente. Necesita ayuda profesional, que es más de lo que yo puedo ofrecer.

 

Naruto y Sasuke intercambiaron miradas por un momento, y ambos pensaron en lo mismo—. Tsunade— el nombre vino a los labios de Naruto con naturalidad.

 

Itachi frunció el ceño— ¿La Princesa Sanin? Pensé que se había retirado.

 

—Lo hizo— confirmó Sasuke—, pero Naruto la convenció de regresar una vez. Puede hacerlo de nuevo.

 

Los dos hermanos lo miraron, esperando confirmación, y por un momento Naruto dudó de si mismo. No era el mismo chico idealista que quería ser Hokage y que estaba dispuesto a dar todo por conseguir ese sueño. En ese entonces, cuando le había recordado a Tsunade a su pequeño hermano, todavía no sabía lo que era el verdadero sacrificio. Tampoco había experimentado el verdadero significado de la pérdida.

 

¿Podría hacerlo de nuevo? ¿Podría hacer que Tsunade creyera que un mundo más amable y compasivo era posible, cuando él mismo sabía que ese mundo nunca se volvería una realidad? ¿Podría desechar el dolor de la pérdida que la agobiaba, cuando ahora había experimentado ese mismo dolor en carne propia?

 

No estaba seguro… Pero entonces sus ojos analizaron la figura inconsciente de Gaara otra vez. Si, podía hacerlo. Podía convencer a Tsunade que era mejor ayudar aquellos que habían sido heridos que quedarse a un lado sin hacer nada.

 

Él la traería aquí y curaría a su amigo, incluso si eso significaba hacer que ella se enfrentara a su terror a la sangre. Le recordaría que ayudar al indefenso era el verdadero sueño de su hermano y de su padre, y que cualquier persona tenía que aspirar a eso, sin importar si eran shinobis o civiles, jinchurikis o aldeanos, padres o hijos. La haría recordar que era una buena persona de corazón y que ella era valiente.

 

—Solo necesito encontrarla— dijo con certeza, su mano apretando la de Gaara.

 

—¿Kurama no puede rastrear su chakra? — preguntó Sasuke.

 

—Desde una posición cercana, tal vez— contestó rápidamente, Naruto—. Pero ya se donde está… o al menos donde debería estar. Vinimos a este universo hace seis meses— explicó, a los dos hermanos con miradas interrogantes—. Nos quedamos en Konoha más o menos por dos meses y medio, y luego fuimos a buscar a Itachi. Eso fue dos semanas antes de que comenzaran los exámenes de Chunnin. La última vez el examen duró seis semanas, y un mes después de eso, Jiraiya y yo nos fuimos en busca de Tsunade; y calculando que han sido un poco más de tres meses desde que Sasuke y yo nos fuimos de Konoha, Tsunade debería estar en el mismo lugar donde la encontré la última vez, o al menos, se habrá ido de ahí apenas hace unos días.

 

Sasuke calculó las fechas en su cabeza, para estar seguro de que Naruto no se hubiera equivocado en nada, y no lo había hecho—. Está bien, ¿recuerdas dónde la encontraste?

 

—Fue en la Tierra de la Luz. No recuerdo el nombre de la ciudad. Aunque había un templo muy antiguo en lo alto de la montaña, y recuerdo que Jiraiya decía que atraía a muchos visitantes por las bonitas sacerdotisas que atendían su fuego.

 

—El templo de la diosa Hestia— Itachi identificó la descripción inmediatamente—. Está ubicado en un pueblo llamado Vesta, alrededor de 500 millas de Kumogakure, cerca de la costa suroeste y no lejos de la Tierra del Hielo.

 

Naruto escuchó atentamente esta información. En general, eran buenas noticias—. Se dónde es. Si me apresuro, puedo llegar a Vesta en un par de días a lo más. Traeré a Tsunade aquí— juró levantándose. Estaba listo para irse.

 

—Espera un momento— Sasuke lo detuvo rápidamente, tomándolo del brazo antes de que pudiera brincar por la ventana—-. Deberías ponerte unas ropas más apropiadas primero, dobe—, sugirió a lo que Naruto se sonrojó fuertemente. Honestamente había olvidado que solo llevaba su toalla de baño—. Tampoco puedes ir solo. Vamos contigo.

 

Naruto negó en desaprobación, por mucho que le hubiera gustado que fueran con él, eso no era posible—. No. No podemos dejar a Gaara solo en esta condición. Deben quedarse con él y asegurarse de que no muera antes de que yo regrese— dijo—. Voy a ponerme algo de ropa. Después, me voy.

 

Sasuke arrugó el ceño, sin disfrutar para nada que el rubio le diera órdenes. Se quedó mirando la puerta del baño, por la que Naruto había salido.

 

—Está en lo correcto— la voz de Itachi lo distrajo un momento. Volteó a mirar a su hermano, que seguía aplicando chakra al cuerpo de Gaara—. No podemos dejar a este chico solo. No sobrevivirá la noche.

 

El menor de los Uchiha no podía negar esto, a pesar de sus sentimientos personales acerca de Gaara, tampoco deseaba ver al futuro Kazekage morir. Su muerte destrozaría a Naruto. Y aun así, Sasuke no aprobaba el plan—. Yo no sé nada sobre curación— le argumentó a su hermano.

 

—Yo sí— reiteró Itachi—. Y es por eso que yo me debo quedar y tu deberías ir con Naruto.

 

El cuerpo de Sasuke se puso rígido ante la sugerencia—. No— se negó de inmediato. No dejaría a su hermano. No después de todo el esfuerzo puso para encontrarlo, y poner a funcionar de nuevo su relación. Tampoco quería que Naruto fuera solo, pero él era fuerte. No es como si el dobe no hubiera hecho misiones en solitario antes. Sasuke estaba seguro de que Naruto también estaría bien esta vez.

 

—Sasuke, se lo que estás pensando, pero te prometí que me quedaría contigo y es una promesa que estoy dispuesto a cumplir. No importa que estemos separados algunos días porque yo estaré aquí cuando tú vuelvas.

 

Su hermano menor le creía, pero aun así…— Alguien podría encontrarte.

 

—Podría ser— concedió Itachi—, pero hemos estado aquí un mes sin atraer atención no deseada. Tu y Naruto han permanecido ocultos aún más tiempo. La posibilidad de que alguien descubra mi identidad, y sea suficientemente fuerte para enfrentarme, es casi inexistente.

 

Sasuke estaba dividido en dos. No quería dejar a su hermano sin apoyo, no cuando cualquier cosa podía pasarle, a pesar de las bajas posibilidades de eso, pero tampoco quería que Naruto fuera solo, especialmente considerando la cantidad de gente que estaba tras los jinchurikis. La misma gente que quizá, le había hecho esto a Gaara.

 

Ese pensamiento lo convenció.

 

Asintió a su hermano e Itachi le sonrió de vuelta, orgulloso del hombre en que se había convertido su pequeño hermano—. Estaré aquí—. Le prometió de nuevo.

 

Cuando Naruto regresó al baño, completamente vestido para el viaje, lo dos hermanos presentaron un frente unido—. Voy a ir contigo— le informó Sasuke con resolución.

 

—Y deberías dejar un par de clones de sombras conmigo, en caso de que necesite informarte de cualquier cambio en su condición—. Itachi le siguió a Sasuke.

 

Entonces se dio una discusión entre los tres, pero finalmente, Naruto no tuvo opción más que rendirse a la inescapable lógica de Itachi y la resolución testaruda de su mejor amigo—. Es importante que también dejes un sello transportador antes de irte. De ese modo, cuando encuentres a Tsunade-sama, no tendrás que gastar tiempo en el viaje de regreso—, le recordó el mayor de los Uchiha.

 

Era un plan excelente, y muy en el fondo Naruto estaba agradecidos de no tener que separarse de Sasuke de todos modos, así que no puso mucho empeño en alegar y aceptó los cambios. También confiaba en que Itachi cuidaría a Gaara mientras ellos estaban lejos, y él sabía que podía traer a Tsunade de vuelta y que ella podría curar a su amigo.

 

No había tiempo para pensar en el fracaso, o para recriminarse a sí mismo errores o lo que pudiera haber hecho. Ahora, la vida de su amigo dependía de él, y Naruto no le fallaría.

 

Sasuke e Itachi se despidieron uno del otro calladamente, sin realmente decirse mucho. Naruto dejó un par de clones de sombra, se arrodilló junto a Gaara por un momento y le prometió a su amigo inconsciente que regresaría pronto con ayuda. Luego él y Sasuke se fueron.

 

En el par de meses que habían pasado en Konoha después de viajar a este universo, el Equipo 7 había realizado unas pocas misiones sencillas en la Tierra de Fuego, y Naruto se había asegurado de colocar su sello de transportación en todos los lugares que habían visitado. Uno de ellos estaba colocado cerca de la frontera de la Tierra de las Aguas Termales, que resultaba estaba tan solo a medio día de distancia de la Tierra de la Luz.

 

Naruto los transportó - a él y a Sasuke - hasta ahí, y decidieron correr desde ese punto; aunque era rápido, era demasiado riesgoso usar a Kurama para llevarles a ambos. Tomando en cuenta que algunos ninjas de Konoha seguían buscándolos, serían alertados si llegaban a sentir el chakra del Kyuubi.

 

De pronto, ambos vieron con alegría el haberse tomado el día, porque ahora sus reservas de chakra estaban en su máximo permitiéndoles continuar con el camino el resto del día y la noche sin necesitar descanso. Para cuando amanecía al siguiente día ya se encontraban en el País del Rayo. Sí mantenían la velocidad actual llegarían a Vesta antes del anochecer.

 

Más adelante, por la tarde, a unas cuantas horas de la ciudad, Sasuke sugirió hacer una corta parada para comer algo. Naruto protestó al principio, determinado a alcanzar su destino lo antes posible, luego Sasuke le recordó que necesitaría toda su fuerza e ingenio para persuadir a Tsunade de acompañarlos.

 

Naruto se instaló en una roca al lado de Sasuke. Aceptó la lata de habichuelas que su amigo le arrojó, junto con un trozo de pan. Lo abrió lentamente, no se veía muy apetecible, pero era comida. Sacó un par de palitos de su bolsillo y comenzó a comer.

 

—Cuéntame de la primera vez que conociste a Tsunade— le pidió Sasuke después de comer algunos minutos en silencio.

 

Naruto se sorprendió un poco por la pregunta, aunque brevemente, bajando los palillos por un momento—. Llevaba viajando con Jiraya por dos semanas, buscándola, pero no tenía idea que planeaba hacerla Hokage —recordó—. Al principio me molestó mucho cuando me enteré. Era una anciana alcohólica, que apostaba y perdía su dinero y me desagradó al principio. Y créeme el desagrado fue mutuo…

 

Sasuke levantó una ceja, divertido, al enterarse de aquello. Él estaba inconsciente cuando Naruto regresó a Konoha, seguido por Tsunade, su mente se había llenado de pesadillas de su hermano y sentimientos de venganza al despertar. Dejó la aldea no mucho después de eso, jamás pudo enterarse de los detalles del primer encuentro de Naruto y Tsunade aunque, a sus ojos, siempre habían parecido cercanos.

 

La Godaime había apoyado a Naruto contra viento y marea, un hecho que había fastidiado grandemente a Sasuke en el pasado, pero por lo cual se sentía muy agradecido ahora. Naruto merecía de alguien que vigilara su espalda, especialmente cuando Sasuke estaba tratando de matarlo, estúpidamente.

 

—Hicimos una apuesta— recordó Naruto, ajeno a los pensamientos de su amigo— apostamos que si lograba aprender el Rasengan en menos de una semana, ella regresaría a Konoha con nosotros y aceptaría su lugar como Hokage.

 

—¿Y si perdías?

 

—Entonces tendría que haberle dado todos mis ahorros....

 

Sasuke se detuvo por un segundo, luego una maravillosa carcajada escapó de su boca. Sus ojos brillaban, divertidos e inocentes y, en ese momento, parecía hermoso. Las mejillas de Naruto ardieron de solo mirarlo, así que se concentró en el bowl de habichuelas. Alcanzó algunas con los palillos y las masticó lentamente.

 

—Pues que apuesta tan rara— puntualizó Sasuke una vez que hubo pasado la carcajada— ¿Cuánto dinero podrías tener ahorrado por aquel entonces? ¿Trescientos Ryo*?

 

—Apenas— contestó Naruto, sintiendo un escalofrío, aún sin mirarle—. Aunque, creo que ella quería perder. Quería que le demostraran que estaba equivocada. Quería que alguien le hiciera creer otra vez.

 

—¿Creer en qué?

 

—Muchas cosas— Naruto trago otro pedazo de pan y reflexiono en ello por unos cuantos segundos—. Que las muertes de su hermano y su novio no habían sido en vano, tal vez. Que sus sueños seguían vivos en alguien más. Que algún día, todas esas muertes sin sentido se detendrían.

 

Sasuke pareció meditar en ello un momento, su mirada estaba perdida a lo lejos—. No creo que tales cosas sean posibles— concluyó después.

 

—¿Pero no podría ser?— la confusión interna de Naruto se reflejó en su rostro, mientras sostenía la pregunta: —Si dos personas fueran lo suficientemente poderosas como para mantener a los demás a raya, ¿no deberían ser capaces de hacer que sucedan tales cosas?

 

—Quizás podrían— asintió Sasuke—. Pero para lograrlo, tendrían que suprimir el libre albedrío de todos los demás.

 

Naruto entonces le miró, con el entrecejo fruncido— ¿Por qué dices eso?

 

—Quiero decir que la gran mayoría de la gente está jodida. No digo que todos sean malos— aclaró rápidamente, antes de que Naruto tuviera oportunidad de contradecirle—. Pero los humanos son egoístas y ambiciosos. La mayoría de nosotros sólo vemos por nosotros mismos y la gente que nos importa y nos hacemos de la vista gorda con todo lo demás. Eso crea el conflicto.

 

Pasó un largo momento y Naruto no respondió nada. Inmediatamente, se hizo evidente que sus palabras habían preocupado a su amigo, más de lo que pretendía. Sasuke trató de arreglarlo—. Naruto, tienes un don para sacar lo mejor de la gente, pero ni siquiera tú puedes cambiar la naturaleza humana.

 

El rubio se encontró con los ojos de Sasuke, manteniendo la vista fija el uno con el otro durante varios segundos. Lo que sea que Naruto viera mientras miraba a esas negras pupilas -la confianza, el respeto y el profundo afecto que Sasuke sentía por él- hizo que su corazón latiera más rápido, y suavizó la pesadez que le embargaba desde que había encontrado el frío cuerpo de Gaara en el piso de su baño.

 

La discusión estaba lejos de terminar, pero Sasuke eligió sabiamente dejarlo para después, optando por cambiar el tema— ¿Cómo ganaste la apuesta?— preguntó entonces.

 

Naruto lo permitió—. Casi no lo hago— recordó— dí todo lo que tenía e hice un montón de progresos, pero no pude dominar la técnica a tiempo—. Sasuke arqueo una ceja—. Pero luego Orochimaru se apareció ahí. También le había hecho una oferta a Tsunade, y le había dado una semana para decidir, así que vino a escuchar su respuesta. Las cosas se intensificaron en ese momento.

 

Sasuke arrugó el entrecejo tomando la nueva información— ¿Crees que estará aquí esta vez?

 

Naruto pareció considerarlo—. No estoy seguro en la fecha, pero debería estar cerca, creo.

 

—Entonces yo me haré cargo de Orochimaru— decidió el Uchiha—. Tú irás y trataras con Tsunade.

 

—¿Estás seguro?— Naruto parecía un poco reticente aunque su pelinegro amigo asintió con certeza.

 

—Yo no podría ayudarte a persuadirla, y tengo cuentas pendientes con Orochimaru. Lo despacharé y nos veremos fuera del pueblo— sentenció Sasuke.

 

Era la acción más lógica después de todo, y Naruto estaba de acuerdo en ese plan, aunque renuente. Inmediatamente idearon los detalles restantes, ahora sólo tenían que esperar a que el rubió terminara de masticar el resto de sus habichuelas -Sasuke hace rato había terminado- antes de que pudieran retomar el viaje.

 

Llegaron a Vestia cuando el sol se ocultaba en la distancia, aunque aún quedaba algo de luz. El templo que una vez había sido destruido durante el previo encuentro de Jiraiya y Naruto con la serpiente, se erigía sobre los demás edificios. Entraron a la ciudad a través de una de sus puertas principales y ninguno de los guardias parpadeo siquiera.

 

Lo primero que notaron, fue la gran cantidad de personas llenando las calles. La mayoría estaba usando kimonos, un montón de niños corrían de arriba abajo y parecía como si algún tipo de festival religioso se estuviera llevando a cabo.

 

Frunciendo el ceño con preocupación Sasuke volteo para encontrar la mirada de Naruto, conectando sus ojos—. Deberemos tener cuidado con toda esta gente.

 

—Si— el rubio estaba de acuerdo.

 

—¿Lo sientes?

 

—El Chakra de Orochimaru, y el de Tsunade, pero ellos estan…

 

—Juntos— Sasuke completó la oración por él—. No puede ser bueno para nosotros.

 

Este nuevo giro les preocupó a ambos. Hicieron una pausa por un momento, tratando de entender el significado tras este cambio—. Es porque llegué más tarde que la última vez— comprendió finalmente Naruto— Si la semana se acaba, y Tsunade acepta el trato...— entonces Gaara estaba muerto y Naruto no se lo perdonaría.

 

—Aún tenemos tiempo— Sasuke cortó sus pensamientos— nuestro plan no ha cambiado. Yo lidiaré con Orochimaru mientras tu introduces algo de cordura en la cabeza de esa mujer—. Aunque, debería ir allí primero. Lo llevaré lejos y tendrás tu oportunidad, ¿de acuerdo?

 

—De acuerdo.

 

Notas finales:

N/A:Sé que muchos de ustedes estaban interesados ??en los trasfondos entre la relación de Sasuke, Naruto y Gaara, y creo que este capítulo muestra muy bien cómo va a funcionar. Pero primero, debo decirlo:

NO HABRÁ triángulo amoroso.

En el canon de mi cabeza, sobre el cual creé este fic, Gaara se enamora perdidamente de Naruto, pero Naruto no se da cuenta porque está completamente enamorado de Sasuke: los sentimientos de Sasuke son un poco más complejos, pero este es celoso y posesivo con Naruto.

Sin embargo, eso fue en el pasado. En el pasado, Sasuke tenía una razón o dos para estar celoso de Gaara, ya veremos porqué más adelante; aunque los sentimientos de Naruto por Gaara siempre fueron amistosos, no románticos. En el presente, Gaara es un niño y Naruto y Sasuke están en sus veintes. Por lo tanto, no habrá un triángulo de amor de ningún tipo entre ellos.

 

Aclarado eso, ¿alguien más disfrutó de las disputas de Sasuke e Itachi? Los quiero tanto cuando tienen la oportunidad de comportarse como hermanos normales. Y sí, ver a Sasuke celoso es ... ¡tan kawai! XD

Por otro lado, Naruto está teniendo dudas. Sé que podría parecer un poco OC, pero él está creciendo. Creo que los adolescentes tienden a ver el mundo en blanco y negro, pero ahora tiene veinte. Ha madurado mucho, y ha vivido una guerra. Su visión del mundo debería haber cambiado, y está luchando por mantener sus convicciones; sobre todo, se está cuestionando a sí mismo.

Y sí, para el próximo capítulo, Tsunade y Orochimaru harán su primera aparición en este fic. ¿Alguna apuesta sobre cómo va a suceder eso?

 

 N/T:  si alguien lee el original verá que dice "yen" y según yo la moneda circular en ninjalandia es el ryo pero creo que eso es pecata minuta. Ahora bien ¿qué les ha parecido? ¿Merezco la pena máxima? Nos vemos en el siguiente capítulo


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).