Una vez que su familia asimilo la noticia, Tom pudo andar en su casa tranquilo de nuevo pero aun así no perdía oportunidad para salir con Bill, era una nueva costumbre que había tomado y le gustaba mucho. Al joven rubio no parecía molestarle el tiempo que compartía con él, lo veía como una agradable compañía, un amigo mas.
El día de la presentación llego, todos en el periódico se sentían nerviosos, principalmente Tom y su padre. Bill, el gran fotógrafo encargado de las imágenes estaba más tranquilo y hacia lo posible por calmarlos, aunque el mismo se sentía algo inquieto y trataba de relajarse.
El evento comenzó, se presento el diseño de la primera revista especial y se anuncio su fecha de publicación. Más tarde el mismo Jörg Kaulitz dirigió algunas palabras a los presentes y ofreció un gran agradecimiento para su hijo y Bill, ambos chicos tímidamente subieron al escenario y expresaron algunas palabras al público, en especial el chico blondo exteriorizo todo su sentir con respecto al proyecto, casi conmoviéndose hasta las lagrimas pero supo contenerse.
- Y bueno, para finalizar quiero agradecerle especialmente a Tom, sin él todo esto no hubiera sido posible, es un gran ser humano y un gran compañero de trabajo. También le agradezco al señor Kaulitz por confiar en mí y darme esta oportunidad, es un gran orgullo trabajar para el mejor diario de Alemania- finalizo su discurso Bill y luego sonrió ampliamente, los asistentes aplaudieron y varias fotografías con cámaras y teléfonos móviles inmortalizaron aquel momento.
Tom no dejo de observar a Bill en todo momento mientras hablo y sintió su corazón acelerarse cuando le dedico aquellas palabras, le entraron una ganas enormes de abrazarlo así que esperaría a que bajaran de aquel escenario para hacerlo, pero en cuanto lo descendieron de aquella plataforma unos invitados interceptaron al fotógrafo llevándoselo para hablar con él. El muchacho pelinegro se molesto, ese era el momento de ambos y debían disfrutarlo juntos, bueno esa era la justificación que Tom se daba para ese sentimiento.
Concluyo el evento formal y comenzó la celebración, ahí hubo aun más invitados, sobre todo de otros medios que estaban interesados en el proyecto, y claro, en el trabajo de Bill. El rubio no dejaba de recibir toda clase de felicitaciones, halagos e incluso algunas proposiciones de empleo; sin duda, su ardua labor lo acababa de convertir en una celebridad y cotizar mas su trabajo.
Por su parte, Tom solo había sido entrevistado y felicitado en algunas ocasiones, el interés principal estaba en el magnífico fotógrafo que obtuvo las imágenes. Sin más que hacer, Tom se sentó frustrado junto a la barra donde estaban sirviendo las bebidas y pidió una tomándosela de un solo trago, ordeno otra para luego mirar de reojo al chico rubio, se la volvió a beber completa y ordeno una más.
- Se ve que no la estas pasando bien- índico Georg sentándose a su lado.
- Y que lo digas- murmuró apenas suspirando el de cabellos azabaches.
- ¿Es por Bill, verdad? Toda la atención esta sobre él- dijo el joven castaño astuto.
- Si, no me han dejado hablar con él. Entiendo que lo quieran felicitar y eso pero también tiene amigos, tiene derecho a divertirse- bufó Tom pesadamente terminándose su bebida.
- Es famoso, es su momento. Deja que lo disfrute- menciono Geo calmado.
- Se supone que también es el mío. En fin, que más da- dijo con desgano Tom y suspiro de nuevo.
Paso un rato mas y Bill al fin pudo librarse por un momento de la gente a su alrededor, localizo a Tom y fue a donde estaba. Al llegar lo vio tomando con Georg y pidió una bebida para brindar con ellos.
- ¡Pff! Al fin pude descansar- expreso Bill y el chico ojiverde se recorrió un asiento para que se sentara en medio de ellos.
- Noche agitada pero está bien, ¿no?- menciono Georg mirándolo.
- Si, hace tiempo que esto no me pasaba- comento Bill.
- Qué bueno que llegaste, porque Tom lleva quejándose un buen rato de que no te dejaban en paz- dijo curioso Geo, Tom lo miro sorprendido.
- Bueno, es que… creí que no te darían tiempo para celebrar con tus amigos- respondió presuroso Tom con voz nerviosa.
- Si, claro. Lo que pasa es que lo quieres nada más para ti, que celoso saliste amigo- le pico Georg al pelinegro y Bill alzo una ceja extrañado.
- No le hagas caso. Esta ya algo tomado y dice puras tonterías- riñó Tom enseguida y observo al chico rubio que ahora sonreía.
- Nada, nada. Mira Bill, lo que pasa es que Tom está enamorado de ti pero es tan bruto y miedoso para esas cosas que ni el mismo se ha dado cuenta- se excuso Georg seguro moviendo ambas cejas de forma sugerente.
- No sabe ni lo que dice, ignóralo- murmuro Tom sintiéndose cada vez más nervioso ruborizándose al instante.
- Bill, Tom te ama. Cuando platicamos se la pasa hablándome de ti y de cómo le cambiaste la vida, esta vuelto loco por t…- Geo seguía tranquilo hablando y Tom de inmediato se puso de pie yendo hasta su amigo castaño tapándole la boca.
- Tu de donde te apagas, ya estás muy ebrio- exclamo Tom exasperado picándole la cabeza a Georg con su mano libre, Bill estaba al borde de soltar una carcajada.
- Dile Tom… dile que…- empezó a decir Georg tratando de soltarse pero Tom lo cubrió con ambas manos para que ya no dijera nada.
- ¡APAGATE! ¡CALLATE YA!- casi grito el pelinegro poniendo a su amigo de pie aun sujetándolo- Creo que te hablan por allá- indico más calmado empujándolo hacia otro lado y el castaño entendió marchándose.
Tom suspiro largamente y volteo a ver al joven fotógrafo que lucía tranquilo y sonreía ligeramente divertido por lo que acababa de presenciar, volvió a sentarse en su asiento y pidió otra bebida tratando de evitar mirar de nuevo al rubio, se sentía muy avergonzado por lo que Georg había dicho.
- Demasiado barullo. Me voy a mi casa, ¿vienes?- dijo Bill aun sonriendo mirando al otro chico que se sobresaltó un poco ante la propuesta.
- Claro, vámonos- respondió Tom terminándose su trago, pero cuando volteó hacia la gente observo una figura conocida acercándose a él.
- Tom. ¡Vaya! Hasta que te veo- manifestó Cindy seria y luego miro de reojo a Bill con desdén.
- Creo que estas ocupado ahora. Nos vemos- murmuro el chico rubio poniéndose de pie y alejándose.
- Sabes, ahora ya me iba- pronunció Tom incorporándose también de su asiento.
- Solo quiero que me respondas algo. ¿De verdad eres gay, o simplemente no querías casarte conmigo? Puedes decirme la verdad y evitarte inventar tonterías- exclamo la chica cruzándose de brazos.
- Creo que ese tema ya no viene al caso. No tengo porque darte explicaciones, ya no somos nada- aclaro lo mas cortés que pudo el muchacho de pelo azabache- Ahora disculpa, pero quede de ir a festejar con mi pareja- señaló caminando por donde vio que se fue su amigo fotógrafo.
- Para que lo sepas, he dicho que yo te deje- grito Cindy molesta, Tom solo negó con la cabeza y siguió su andar.
Tom salió presuroso de aquel salón y busco a Bill con la mirada, por suerte lo vio recargado en un auto fumando un pitillo, se acerco a él y suspiro aliviado.
- Me esperaste- dijo Tom admirado y el fotógrafo asintió sin verlo.
- Así es, aunque pensé que la fiera no te soltaría- expreso Bill liberando el humo de su boca.
- ¿Y porque me quedaría? Ella ya es pasado- se defendió el otro chico.
- Ah si, casi olvido que la dejaste por mi- apunto el rubio sonriendo curioso y le dio otra calada a su cigarro, Tom lo miro confundido- Eso es lo que planeamos, ¿no? Un falso romance- menciono poniéndose serio dando otra largada y tirando la colilla restante al piso, el joven pelinegro recordó ese hecho asintiendo débilmente, sintió un vacio dentro de él al escuchar esas palabras, un vacio que le dolió.
El trayecto en auto paso tranquilo, pero no por eso cómodo, el rubio iba pensativo durante todo el viaje, Tom quiso hablarle pero la verdad se sentía disgustado y prefería mejor quedarse callado para evitar discutir. Momentos después ya estaban en el departamento de Bill, Tom se sentó desanimado y meditabundo sobre el sofá de la sala, el rubio quiso poner una mano en su hombro pero el otro le rehuyó y opto por ir a la cocina por dos cervezas, se acerco nuevamente sentándose a su lado poniendo las botellas frente a ellos.
- ¿Ahora qué? Otra vez esa actitud incomoda, la misma que tenias cuando recién nos conocimos- expuso Bill dándole un trago a su cerveza.
- No te entiendo, creo que nunca podre hacerlo- dijo afligido el menor de los jóvenes.
- Algún día lo harás, y eso pasara cuando madures- le corrigió el fotógrafo.
- Me lo dices como si fuera un niño- refuto Tom.
- Eso pareces con esa actitud- murmuro divertido Bill.
- Ok, lo lamento. Es solo que siento que a veces eres muy abrupto conmigo- declaro el pelinegro sincero más calmado.
- Sé que puedo ser duro, y también te ofrezco una disculpa, pero para eso estamos los amigos, para decirnos la verdad aunque duela.
- Eso sí. Sabes, ahora que lo mencionas, recuerdo que un día me dijiste que tú y yo no seriamos amigos, que solo seriamos compañeros de trabajo.
- Bueno, eso fue antes. Nos llevamos mejor ahora, aparte eres un buen chico Tom, puedo confiar en ti, no veo porque no ser amigos.
- Si, amigos.
El chico pelinegro suspiro largamente, Bill le dedico una gran sonrisa y luego ambos hicieron ademán de brindis con sus cervezas, mirándose mutuamente mientras bebían. Tom reflexiono, tal vez lo que había dicho Georg hace rato no fueron tonterías, quizá si sentía algo mas por Bill, pero no sabía decir si era amor.
Era sábado por la noche, Tom había aceptado salir con Georg a un club nocturno de desnudistas pero se sentía muy aburrido, se pregunto porque antes no se había sentido así en ese tipo de lugares. Veía a las chicas con indiferencia, notaba a una que otra que le llamaba la atención mas solo observaba a lo lejos.
- Hombre, de verdad estas muy cambiado- señalo su amigo castaño viéndolo sorprendido- Recuerdo como aun hace poco todavía eras todo un Casanova con las mujeres, ahora solo las miras como si fueran cualquier cosa- menciono curioso.
- Georg, se supone que eres dos años más grande que yo y aun no maduras. Yo quiero respetar a las chicas, no son objetos para mirarlas con perversión- indico Tom serio.
- Ok, lo que digas- dijo Georg haciendo una mueca de molestia- Antes era más divertido salir contigo- no pudo evitar decir, Tom lo miro de reojo y prefirió tomarse su bebida antes de decir otra cosa- ¿Y qué te dijo Bill? ¿Se molesto por lo de ayer?- cuestiono interesado.
- Nada, no tenía nada que decirme ni yo a él. Eso me recuerda que debo darte una buena paliza- insinuó el pelinegro.
- ¿A mí? ¿Por qué? Si yo solo quería ayudarte. Que malagradecido eres- impugnó el otro chico ofendido.
- Pues no lo necesitaba, tienes unas ideas muy raras.
- Yo solo digo lo que veo, tú y Bill se traen algo. Se siente cierta atracción entre los dos cuando están cerca. ¿Te fuiste con él ayer de la fiesta?
- Si, fuimos a su departamento, charlamos un rato y bebimos algunas cervezas.
- Claro, nada fuera de lo normal- murmuro ladino el ojiverde- ¡Vaya par de miedosos! Llámalo, dile que venga.
- ¿Para qué?
- Te voy a probar que yo no miento. Vas a descubrir tus verdaderos sentimientos por él.
- ¿Y que si lo pruebas?
- Se lo dirás, directamente. Ya estuvo bien de rodeos.
- Vale, ¿y qué pasara si no es cierto?
- Nunca más dudare de ti, y puedes pedirme lo que quieras.
- ¿Estarías dispuesto a apoyar una relación homosexual?
- Eres mi amigo, solo quiero lo mejor para ti.
- Ok, acepto.